Categorías gramaticales

Te explicamos qué son las categorías gramaticales, las características de cada una, con sus funciones en la oración y múltiples ejemplos.

Ejemplos de categorías gramaticales

¿Qué son las categorías gramaticales?

Las categorías gramaticales son las clases de palabras que se reconocen comúnmente en el lenguaje. Se trata de una clasificación lingüística más o menos universal, o sea, común a casi todos los idiomas, que distingue las palabras en base a la función que cumplen dentro de la oración. Por lo tanto, a partir de este conjunto de categorías se puede comprender la totalidad de una oración y separarla en sus componentes morfosintácticos (forma y estructura).

Las categorías gramaticales en el habla hispana son nueve:

  1. Sustantivos
  2. Adjetivos
  3. Artículos
  4. Pronombres
  5. Verbos
  6. Adverbios
  7. Interjecciones
  8. Preposiciones
  9. Conjunciones

Ver además: Sintaxis

Los sustantivos

Los sustantivos son aquellas palabras que sirven para nombrar seres, objetos, lugares, ideas o sentimientos, sean reales o imaginarios, concretos o abstractos. Se los puede entender como los nombres de las cosas y se clasifican en sustantivos comunes, por ejemplo: perro, libro, niño, mujer, árbol, y sustantivos propios que identifican entidades específicas, por ejemplo: Bolivia, Europa, Juan, Helena, Google.

Los sustantivos poseen un significado léxico propio, puntual y relativamente estable, aunque su interpretación puede variar según el contexto. Aun así, cada vez que se usa un sustantivo, se lo hace con un único sentido.

En la oración, los sustantivos pueden desempeñar distintas funciones sintácticas, como núcleo del sujeto, objeto directo o indirecto, o formar parte de diversos complementos verbales o proposicionales. Además, presentan flexión de número (plural y singular) y de género (masculino y femenino).

Algunos ejemplos de sustantivos son: lápiz, planetas, automóvil, país, botellas, religión, libertad, Juana, Rusia, Washington, Popeye, hamburguesa, alfombra, Atlántico, desierto, teléfono, Quijote, jirafa, cantimplora.

Más en: Sustantivo

Los adjetivos

Los adjetivos son palabras que se añaden al sustantivo para complementar o precisar su significado, al atribuirle cualidades o características, que pueden ser concretas o abstractas. Entre los distintos tipos de adjetivos se destacan los siguientes:

Los adjetivos calificativos. Son aquellos que expresan propiedades del sustantivo al que acompañan, por ejemplo: hermoso, grande, azul, barato, fugaz o global. Estos adjetivos pueden clasificarse, a su vez, en dos tipos:

  • Adjetivos calificativos especificativos o restrictivos: delimitan o precisan el significado del sustantivo, de manera objetiva, con el fin de distinguirlo de otros de su misma clase. Suelen admitir grados, es decir, positivo, comparativo o superlativo.
    Por ejemplo: perro grandísimo, carro rojo, lente izquierdo.
  • Adjetivos calificativos explicativos: destacan una cualidad que ya está implícita en el significado del sustantivo, añadiendo un matiz subjetivo, estilístico o expresivo.
    Por ejemplo: cielo azul, dulce miel, fiera salvaje.

Los adjetivos determinativos o determinantes. Son los adjetivos que aportan información precisa sobre el significado del sustantivo, en relación con la posesión, la cantidad, la identidad o la ubicación. Su función principal es distinguir o delimitar gramaticalmente al sustantivo respecto de otros posibles referentes. Por ejemplo: alguna, mi, nuestro o esos. Los adjetivos determinativos se clasifican en:

  • Adjetivos posesivos: indican a quién pertenece el sustantivo.
    Por ejemplo: mi casa, nuestro compromiso, su hijo.
  • Adjetivos demostrativos: sitúan al sustantivo en relación con el hablante.
    Por ejemplo: ese camello, aquella edificación, aquellos
  • Adjetivos numerales: expresan cantidad, número u orden de lo expresado en el sustantivo.
    Por ejemplo: decenas de amigos, dos luces, una pregunta, miles de respuestas.
  • Adjetivos indefinidos: introducen una referencia vaga o imprecisa sobre la naturaleza del sustantivo.
    Por ejemplo: algunas personas, cualquier médico, demasiados
  • Adjetivos interrogativos: se emplean en preguntas para saber algo relacionado al sustantivo.
    Por ejemplo: ¿Cuál perro quieres? o ¿Qué color prefieren?
  • Adjetivos exclamativos: se usan para enfatizar o destacar el significado del sustantivo en oraciones exclamativas.
    Por ejemplo: ¡Qué frío hace! o ¡Cuántas personas asistieron!

Los adjetivos, al igual que los sustantivos, presentan flexión de género (masculino y femenino) y número (plural y singular), por lo que deben concordar con el sustantivo al que acompañan.

Algunos ejemplos de adjetivos son: este, aquel, feo, tremendo, marrón, descomunal, ingenuo, ameno, largo, mi, violeta, compuesto, desequilibrado, libre, amoroso, poco, muchísimo, real.

Puede servirte: Adjetivo

Los artículos

Los artículos, al igual que los adjetivos, son las palabras que acompañan al sustantivo y expresan ciertos rasgos gramaticales, como el género (masculino, neutro y femenino), el número (plural y singular) y el grado de determinación (determinado e indeterminado).

Se trata de palabras breves que, por lo general, anteceden al sustantivo y permiten anticipar sus características morfológicas. Además, en algunos casos pueden sustantivar otras palabras, es decir, convertirlas en sustantivos dentro de la oración.

Los artículos en español son:

Artículo masculino singular femenino singular masculino plural femenino plural
Determinado el la los las
Indeterminado un una unos unas

También existe un “artículo neutro”, únicamente para uso en singular: “lo”. La diferencia entre los artículos determinados y los indeterminados radica en el grado de certeza que se tiene respecto del sustantivo. Así, por ejemplo: “el hombre” se refiere a uno en específico, mencionado previamente; en cambio, “un hombre” se refiere a un hombre desconocido, cualquiera, que no se diferencia del resto.

Algunos ejemplos de artículos son: el camello, la compasión, lo dicho, un viaje, las mujeres, unos asaltantes, unas campeonas.

Ver además: Artículo

Los pronombres

Los pronombres son palabras que no tienen un referente fijo por sí solas, pero que cumplen una función gramatical al sustituir a un sustantivo previamente mencionado o sobreentendido en el discurso, para evitar su repetición en la misma oración. Son palabras cuyo significado depende siempre del contexto en el que sean utilizadas.

Por ejemplo, el pronombre personal “yo” no siempre se refiere a la misma persona, es decir, cuando lo dice un niño se refiere a sí mismo, y cuando lo utiliza su madre se refiere a sí misma. Si el niño no dispusiera de la palabra “yo”, tendría que repetir continuamente su nombre.

Los pronombres pueden ser de muchos tipos, dependiendo del tipo de relación que permiten establecer en ausencia del referente nombrado. Entre los principales pronombres se destacan los siguientes:

  • Pronombres personales. Son los que sirven para sustituir los nombres (propios o comunes) en la oración. Estos pronombres son: yo, tú, usted, él, ella, nosotros, vosotros, ustedes, ellos y ellas.
    Por ejemplo: “Yo soy uruguayo” o “Ustedes saben mucho”.
  • Pronombres clíticos (acusativos y dativos). Son los que sirven para indicar sobre quién recae la acción directa (acusativo) o indirecta (dativo) del verbo. Estos pronombres son: me, te, se, lo, le, la, nos, os, les, los y las.
    Por ejemplo: “Te traje un regalo” o “Les dimos la carta a tus padres”.
  • Pronombres posesivos. Son los que sirven para expresar una relación de propiedad o potestad respecto del nombre sustituido. Estos pronombres son: mío, mía, míos, mías, tuyo, tuya, tuyos, tuyas, suyo, suya, suyos, suyas, nuestro, nuestra, nuestros, nuestras, vuestro, vuestra, vuestros y vuestras.
    Por ejemplo: “Yo tengo la falda de María y ella tiene la mía” o “Ya llegaron sus colegas, ¿Dónde están los nuestros?”.
  • Pronombres demostrativos. Son los que sirven para expresar una relación de cercanía o lejanía respecto de lo sustituido. Estos pronombres son: este, ese, aquel, esta, esa, aquella, estos, esos, aquellos, estas, esas, aquellas.
    Por ejemplo: “¿Quieres de este pastel o de ese?” o “Esta es mi taza”.
  • Pronombres relativos. Son los que sirven para introducir oraciones subordinadas relativas, vinculadas con un referente previo o antecedente. Estos pronombres son: que, quien, quienes, el cual, la cual, los cuales, las cuales, cuyo, cuya, cuyos, cuyas, cuanto, cuanta, cuantos, cuantas.
    Por ejemplo: “Hoy viene el primo del cual te hablé” o “¿Esa es la película que vimos ayer?”.
  • Pronombres numerales. Son los que sirven para expresar una cantidad específica, una cadena ordenada o una parte de un conjunto. Estos pronombres son infinitos (como los números), pero algunos son: uno, tercero, medio, tercio, miles.
    Por ejemplo: “Es el tercero que me pregunta eso hoy” o “Un melón es mucho, prefiero medio”.
  • Pronombres indefinidos. Son los que sirven para sustituir referentes de los que no se tiene mucha certeza o con los que se tiene una relación de incertidumbre o poca precisión. Estos pronombres son: algún, alguno, alguna, algunos, algunas, otro, otra, otros, otras, poco, poca, pocos, pocas, mucho, mucha, muchos, muchas, todo, toda, todos, todas, tanto, cierto, cierta, ciertos, ciertas, bastante, tal, cualquiera, quienquiera, varios, varias, ninguno, ninguna, ningunos, ningunas, sendos, sendas, alguien, algo, más, menos, demás, nada y nadie.
    Por ejemplo: “Estuvimos esperando pero no vino nadie” o “Necesito un doctor, espero conseguir alguno”.

Los pronombres también permiten la flexión por género (masculino y femenino) y número (singular y plural), y en muchos aspectos son similares a los adjetivos, con la notoria excepción de que los adjetivos acompañan al sustantivo, mientras que los pronombres lo sustituyen.

Más en: Pronombres

Los verbos

Los verbos son palabras que expresan acciones, procesos o estados, ya sean reales e imaginarios, realizados por una persona gramatical. Son elementos fundamentales de la oración, ya que funcionan como núcleo del predicado y que pueden aparecer en forma conjugada o no conjugada, estos últimos también llamados verboides, como el infinitivo, el gerundio y el participio.

La conjugación verbal es el proceso por el que el verbo adopta distintas formas morfológicas para expresar información gramatical relacionada con los siguientes aspectos:

  • La persona verbal. Es quién realiza la acción: una primera persona (yo/nosotros), una segunda persona (tú/ustedes) o una tercera persona (él/ella/ellos/ellas). Así, dependiendo de quién realice la acción, el verbo se conjugará de un modo u otro.
    Por ejemplo, el verbo amar puede conjugarse: amo (yo), amas (tú), aman (ellos/ellas), amamos (nosotros).
  • El tiempo verbal. Es el instante en que ocurre la acción, siempre respecto del emisor: el presente (ocurre mientras habla), el pasado (ocurrió antes del habla) o el futuro (ocurrirá mientras habla o cuando acabe de hablar). Los tiempos verbales del español son muchos, clasificados entre simples (sin auxiliar) y compuestos (con auxiliar “haber”), y expresan una ubicación cronológica específica del verbo.
    Por ejemplo, el verbo caminar puede conjugarse: camino (presente simple), caminaré (futuro simple) o caminaba (pasado imperfecto), entre otros tiempos verbales específicos.
  • El modo verbal. Es el grado de realidad que hay detrás de la acción del verbo: si acontece en el plano real (indicativo), en el plano de los deseos y esperanzas (subjuntivo) o si se trata de una orden para ser realizada por otro (imperativo).
    Por ejemplo, el verbo comer puede conjugarse: comen (indicativo), comieran (subjuntivo) o come (imperativo). Cada modo verbal contempla ciertos tiempos y personas.

En la oración, los verbos conjugados siempre deben presentar concordancia con el sujeto que realiza la acción. En cambio, las formas no conjugadas (verboides) no varían su forma. Dichos verboides son:

  • El infinitivo. Son los verbos que terminan en -ar, -er o -ir, y aquellos que operan como el nombre genérico de la acción o un sustantivo. De hecho, pueden ir acompañados de artículos o adjetivos.
    Por ejemplo: caminar, beber, vivir.
  • El gerundio. Son los verbos que terminan en -ando o -endo, y aquellos que operan como adverbios, es decir, que pueden modificar a otros verbos al expresar una acción simultánea, continua o de desarrollo. Además, transmiten la sensación de una acción incompleta, que acontece mientras se habla.
    Por ejemplo: caminando, bebiendo, viviendo.
  • El participio. Son los verbos que terminan en -ado o -ido, y aquellos que operan como adjetivos, pudiendo incluso acompañar a un sustantivo.
    Por ejemplo: caminado, bebido, vivido.

Algunos ejemplos de verbos son: conspirar, desechado, rindiendo, imaginaría, comeremos, importarán, consumían, aparezcas, cállate, soportaré, obligar, han venido, habríamos dicho, habremos advertido.

Tipos de verboides

Puede servirte: Verbos

Los adverbios

Los adverbios son palabras invariables que modifican o precisan el significado de un verbo, un adjetivo o de otro adverbios. En general, expresan aspectos relacionados al modo, tiempo, lugar, cantidad, afirmación, negación o duda. Según el tipo de información que introducen se pueden clasificar de la siguiente manera:

  • Adverbios de cantidad. Son los que expresan cantidades o grados vinculados a la acción realizada en el verbo.
    Por ejemplo: comer bastante, beber mucho, pensar demasiado, hacer nada, lograr menos, vivir suficiente.
  • Adverbios de lugar. Son los que expresan con qué orientación o en dónde ocurre la acción descrita por el verbo.
    Por ejemplo: caer encima, arrastrarse debajo, moverse adelante, caminar arriba.
  • Adverbios de tiempo. Son los que expresan cuándo ocurre la acción descrita por el verbo.
    Por ejemplo: salir mañana, verse hoy, comprar semanalmente, trabajar siempre.
  • Adverbios de modo. Son los que expresan de qué manera se ejecuta la acción indicada en el verbo.
    Por ejemplo: hacerlo bien, caerle mal, reptar lentamente, hablar deprisa.
  • Adverbios de afirmación o negación. Son los que expresan la conformidad o no conformidad del hablante respecto de la acción del verbo.
    Por ejemplo: coincido, también acepto, no llamaste, tampoco fuiste.
  • Adverbios de duda. Son los que expresan la falta de certeza del hablante respecto de la acción contenida en el verbo.
    Por ejemplo: quizá lleguemos, probablemente así sea.

Más en: Adverbio

Las interjecciones

Las interjecciones son palabras o expresiones que constituyen enunciados por sí mismas, ya que no se integran gramaticalmente a una oración, pero cumplen una función comunicativa completa. Se caracterizan por su función expresiva, ya que permiten manifestar emociones, reacciones espontáneas e impresiones subjetivas.

Por ejemplo, la interjección “ojalá” (herencia del árabe law sha’a Allah, “si dios quisiera”) se utiliza para expresar deseo o esperanza de que algo ocurra, mientras que “ajá” se utiliza para confirmarle a la otra persona que la comunicación es efectiva, que se están entendiendo.

De esta manera, las interjecciones son piezas fijas del lenguaje, poco cambiantes, que no requieren de ningún tipo de coordinación o concatenación con el resto de la oración, aunque pueden aparecer al principio, en la mitad o al final de ella. Muchas de estas interjecciones tuvieron origen en lenguas muertas o en usos extraviados en el tiempo, y permanecen como piezas únicas en el idioma.

Algunos ejemplo de interjecciones son: chao, uy, órale, hala, epa, hola, ojalá, olé, ay, alto, psé, brrr, puaj, uf, uau, eh, arre, zape, aló, entre otras.

Las preposiciones

Las preposiciones son palabras con significado puramente gramatical, ya que no poseen un contenido léxico propio fuera del sistema de la lengua. Esto significa que tienen sentido única y exclusivamente dentro del contexto de la frase, puesto que expresan algún tipo de relación entre los demás referentes de la oración.

Entre sus funciones están la de expresar enlaces, de establecer relaciones o de dependencia entre los elementos de una oración, indicando vínculos de lugar, tiempo, causa, finalidad, pertenencia, entre otros. Las preposiciones tienen usos muy específicos y se distinguen principalmente las siguientes: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, según, sin, so, sobre, tras, versus, vía.

Cada preposición tiene su sentido relacional específico. Por ejemplo, en la frase “entre el muro y la pared”, la preposición “entre” indica que el sujeto oracional se halla en el medio de las dos cosas referidas. En cambio, cuando se dice que un obsequio navideño es “para mamá” y “de papá”, se indica con ambas preposiciones a quién está dirigido el obsequio y de parte de quién es.

Ver también: Preposición

Las conjunciones

Las conjunciones son palabras invariables que funcionan como nexos gramaticales, ya que permiten enlazar otras palabras, sintagmas o proposiciones dentro de una oración o entre varias. En sí mismas no tienen un significado léxico propio, pero sí expresan una relación lógica o funcional y, según ese tipo de vinculo se pueden clasificar en:

Conjunciones coordinantes o propias. Son aquellas que vinculan dos elementos a un nivel de igualdad, esto es, sin que ninguno esté sintácticamente por encima del otro. Para comprobarlo, basta con intercambiar los términos enlazados de lugar.
Por ejemplo: “triste y vacía” significa lo mismo que “vacía y triste”, por lo que la conjunción y es de tipo coordinante. Estas conjunciones a su vez se clasifican en:

  • Conjunciones copulativas: son las que reúnen en una misma estructura, dos o más elementos expresando un sentido de adición o suma. Por ejemplo: “María y Juan están juntos” o “No tiene casa ni trabajo”.
  • Conjunciones disyuntivas: son las que reúnen en una misma estructura, dos o más elementos expresando un sentido de alternativa o elección entre ambos.
    Por ejemplo: “¿Vienes o te quedas?” o “Uno u otro”.
  • Conjunciones adversativas: son las que reúnen en una misma estructura, dos o más elementos contrapuestos, o sea, que uno corrige al otro o lo modifica.
    Por ejemplo: “No vino María sino Julia” o “No tengo dinero pero sí mi bicicleta”.
  • Conjunciones explicativas: son las que reúnen en una misma estructura, dos o más elementos similares, que dicen lo mismo, de manera tal que uno explique mejor el sentido del otro.
    Por ejemplo: “El señor lo lamenta, es decir, se disculpa” o “El chofer ya no te espera, o sea, se cansó”.
  • Conjunciones distributivas: son las que reúnen en una misma estructura, dos o más elementos similares, de manera tal que a cada uno se le asigne una porción o un extremo de la oración, de manera simétrica.
    Por ejemplo: “Salga sapo, salga rana irás al médico” o “Sean hombres o sean mujeres, déjalos pasar”.

Conjunciones subordinantes o impropias. Son aquellas que vinculan dos elementos de manera asimétrica, o sea, subordinando sintácticamente uno al otro, de modo que no pueden intercambiarse de lugar y que, sin el primero, el segundo carece de sentido.
Por ejemplo: “Lo hice porque me apetece” no equivale a “me apetece porque lo hice”, ya que la conjunción porque introduce un sentido de causalidad. Estas conjunciones pueden ser de varios tipos:

  • Conjunciones sustantivas: son las que introducen subordinadas que cumplen en la oración funciones de un sustantivo o sintagma nominal (sujeto, objeto directo, objeto indirecto, suplemento o complemento del nombre).
    Por ejemplo: “Me dijo que no lo haría” o “Le molestó que dijeras eso”.
  • Conjunciones adjetivas: son las que introducen subordinadas que cumplen en la oración funciones de un adjetivo o sintagma adjetival.
    Por ejemplo: “La peli que me recomendaste me encantó” o “Se me perdió el libro que me diste”.
  • Conjunciones adverbiales: son las que introducen subordinadas que cumplen en la oración funciones de un adverbio.
    Por ejemplo: “Se lo entregamos para que lo usara” o “No vino porque está de luto”.

Algunos ejemplos de conjunciones son: y, o, porque, para, que, o sea, ni, u, sino, entre otras.

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Farías, Gilberto (19 de julio de 2025). Categorías gramaticales. Enciclopedia Concepto. Recuperado el 14 de agosto de 2025 de https://concepto.de/categorias-gramaticales/.

Sobre el autor

Última edición: 19 de julio de 2025
Revisado por Gilberto Farías
Licenciado en Letras (Universidad Central de Venezuela)

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