Red trófica

Te explicamos qué es una red trófica o alimentaria, sus características, sus niveles y las diferencias con una cadena trófica. Además, ejemplos de redes tróficas acuáticas y terrestres.

¿Qué es una red trófica?

Una red trófica representa las relaciones alimenticias que se establecen entre los seres vivos de un determinado hábitat. En particular, describe los vínculos entre depredadores y presas, mostrando cómo la energía y la materia se transfieren de unos organismos a otros.

Las redes tróficas están formadas por distintos niveles tróficos, en los que intervienen tres tipos de organismos: los productores, los consumidores (primarios, secundarios y terciarios) y los descomponedores.

Según su modo de alimentación, los organismos se clasifican en:

• Autótrofos, que producen su propio alimento a partir de materia inorgánica, como las plantas y algunas bacterias.
• Heterótrofos, que se alimentan de otros organismos, como los mamíferos, los reptiles, los peces o los insectos.

De esta manera, las redes tróficas explican tanto las relaciones depredador-presa, como la forma en que la materia y la energía circulan y se transforma dentro de los ecosistemas.

Diferencia entre cadena trófica y red trófica: La diferencia entre una cadena y una red trófica radica en su estructura y complejidad. Las cadenas tróficas son representaciones lineales, que muestran las interacciones alimenticias en un orden secuencial, donde cada peldaño está ocupado por una única especie. En cambio, las redes tróficas combinan diferentes relaciones alimenticias (por ejemplo, un consumidor secundario también puede ser un consumidor terciario) y reflejan cómo fluye la materia y la energía dentro de un ecosistema. Así, la suma de las cadenas tróficas de un ecosistema da como resultado una red trófica.

Ver además: Cadena alimenticia

Niveles y pirámides tróficas

Los niveles tróficos son las agrupaciones de seres vivos de un ecosistema según las relaciones alimentarias que establecen entre depredadores y presas. Cada nivel representa una etapa en el flujo de materia y energía dentro del ecosistema.

Los principales niveles tróficos son:

• Productores. Son los organismos autótrofos que obtienen energía al fabricar sus propios nutrientes a partir de sustancias inorgánicas, mediante procesos como la fotosíntesis o la quimiosíntesis. Este grupo incluye a todas las plantas, algas y algunos microorganismos.
• Consumidores primarios. Son los organismos hervívoros que se alimentan directamente de los productores para obtener energía. Este grupo se encuentran los insectos, los microorganismos y diversos animales hervíboros.
• Consumidores secundarios. Son los organismoscarnívoros o heterótrofos que obtienen energía al alimentarse de los consumidores primarios. Incluyen a los vertebrados cazadores, como las lechuzas, las serpientes, los peces y los zorros.
• Consumidores terciarios. Son depredadores de nivel superior que se alimentan tanto de consumidores primarios como secundarios. En este grupo se encuentran los grandes cazadores terrestres y marinos, como los osos, los leones y los tiburones.
• Descomponedores. Son organismos heterótrofos que obtienen energía al desintegrar la materia orgánica muerta. Transforman compuestos complejos en sustancias más simples, liberando nutrientes que luego pueden ser reutilizados por los productores. Este grupo incluye a muchos miembros del reino fungi (hongos) y bacterias.

Cada uno de los niveles tróficos tiene una cantidad determinada de biomasa, que disminuye progresivamente a medida que aumenta la complejidad del nivel. Por ejemplo, en un ecosistema terrestre, la cantidad de plantas es mayor que la de insectos, la cual, a su vez, supera a la de aves y a la de sus depredadores, como las serpientes.

En la base de las pirámides tróficas se encuentran los grupos de organismos más abundantes: los productores y los descomponedores. Sobre los productores están los consumidores primarios y, sobre ellos, los consumidores secundarios y terciarios. Los depredadores finales, se ubican en la punta de la pirámide y dependen nutricionalmente de todos los niveles inferiores para obtener energía y sobrevivir.

Ejemplos de redes tróficas

Las redes tróficas se encuentran en todos los ecosistemas, aunque su complejidad varía según las condiciones ambientales.

En los ecosistemas más diversos, como las selvas o los océanos, las redes tróficas son amplias y complejas, ya que la gran variedad de flora y fauna genera múltiples interacciones alimnetarias.

En cambio, en los ambientes más extensos y hostiles, como los desiertos y los glaciares, las redes tróficas son más simples y reducidas, porque solo unas pocas especies pueden sobrevivir y relacionarse en esos entornos.

Red trófica acuática

Las redes tróficas acuáticas se inician con las algas y una comunidad de microorganismos fotosintéticos llamada fitoplancton. Estos organismos ocupan el nivel de los productores, porque tienen un tipo de nutrición autótrofa. De ellos se alimentan los consumidores primarios, generalmente otros microorganismos (zooplancton) o crustáceos diminutos, e incluso peces pequeños, esponjas u otras formas de vida simple.

El eslabón siguiente incluye peces de mayor tamaño, medusas y crustáceos más grandes, como cangrejos y langostas. Luego, en el eslabón que sigue, se encuentran los grandes peces y los mamíferos marinos (focas, morsas, ballenas), que suelen actuar como depredadores finales (excepto en el caso de las focas, presas favoritas de las ballenas orcas y de ciertos tiburones).

En los lagos, ríos o ciertas islas, también participan anfibios y reptiles como depredadores más activos, según mayor sea su tamaño, como los cocodrilos.

A estas cadenas deben sumarse las formas de vida que se alimentan del mar, pero no viven en él. Por ejemplo, las aves marinas, como los pelícanos, que son capaces de capturar peces desde la superficie.

Más en: Ecosistema acuático

Red trófica terrestre

En los ecosistemas terrestres, las redes tróficas pueden ser muy complejas, ya que en ellas interviene una gran variedad de vegetación, es decir, organismos autótrofos que constituyen la base de la cadena alimentaria.

Como resultado, existe una amplia diversidad de consumidores primarios, que incluye desde insectos que se alimentan de savia o de néctar hasta aves devoradoras de frutos y herbívoros rumiantes de distintos tamaños. También forman parte del sistema numerosos hongos simbióticos y organismos descomponedores.

Esa abundancia de herbívoros sustenta una gran variedad de consumidores secundarios, como roedores pequeños, algunos primates y artrópodos (por ejemplo, las arañas).

De ellos dependen los consumidores terciarios, de mayor tamaño y con hábitos carnívoros, entre los que se encuentran los grandes felinos cazadores, los osos, los lagartos, las aves de presa y los primates superiores.

Finalmente, los descomponedores más comunes son las bacterias, otros microorganismos, así como hongos, insectos carroñeros o larvas de diferentes especies, que se encargan de reciclar la materia orgánica y cerrar el ciclo de nutrientes.

Red trófica del desierto

Las redes tróficas de los desiertos se caracterizan por su escasez de cobertura vegetal, aunque pueden ser sorprendentemente complejas. Esto se debe a que las especies que las integran han desarrollado adaptaciones muy eficientes para sobrevivir en condiciones extremas de calor y poca agua.

Los organismos productores están representados por plantas suculentas (adaptadas al almacenamiento de agua) y otras conocidas como “plantas C4” y plantas “CAM”, capaces de realizar un tipo especial de fotosíntesis muy eficiente.

Los consumidores primarios son mayoritariamente insectos y algunos pequeños roedores. De ellos se alimentan artrópodos cazadores (como los escorpiones), serpientes venenosas y algunas aves pequeñas.

Finalmente, hay un tercer eslabón de consumidores constituido por aves de rapiña, serpientes de gran tamaño y algunos cánidos como el coyote.

Historia de las redes tróficas

Las redes tróficas pertenecen a una perspectiva ecológica que inauguró el zoólogo inglés Charles Elton (1900-1991) con su texto Ecología animal de 1927. Este estudio fue el primer intento de organizar a los seres vivos en grupos funcionales de acuerdo con su manera de nutrirse.

Posteriormente, el ecólogo estadounidense Raymond Lindeman (1915-1942) amplió esta visión al reconocer el rol esencial de los descomponedores en el flujo de materia y energía dentro de los ecosistemas, consolidando así la idea del circuito ecológico completo.

Estos estudios pioneros fueron fundamentales para el desarrollo de la ecología contemporánea, ya que permitieron comprender cómo la energía y la materia se transfieren entre los distintos organismos que conforman un ecosistema, y cómo todos ellos dependen unos de otros para mantener el equilibrio natural.

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Referencias

• Curtis, H., Barnes, N., Massarini, A. y Schnerck, A. (2008). Biología. Editorial Médica Panamericana.
• Marina, T. I. y Colbrunn, N. (2023). Complejidad y estabilidad en redes tróficas: un análisis de redes empíricas. Anales del Instituto de la Patagonia, 51, 1-13. https://ri.conicet.gov.ar/