Iglesia católica

Te explicamos qué es la Iglesia católica, quién la fundó y cuáles son sus características. Además, su doctrina, su estructura interna y sus funciones.

¿Qué es la Iglesia católica?

La Iglesia católica es la rama más grande del cristianismo, con más de mil millones de seguidores en todo el mundo. Se la considera la iglesia más antigua y tradicional dentro de la Iglesia cristiana, ya que se remonta a los tiempos de Jesucristo y sus apóstoles, según la tradición católica.

Su doctrina se basa en la creencia en la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo), la autoridad del papa como sucesor de San Pedro (uno de los doce apóstoles de Jesús) y la enseñanza de que la Biblia y la tradición eclesiástica son fuentes de revelación divina. Celebra sacramentos como el bautismo, la comunión, la confirmación, la confesión, el matrimonio y la unción de los enfermos.

La autoridad central de la Iglesia católica es el papa, quien lidera la religión desde la sede central de la Ciudad del Vaticano, en Roma. Se lo considera el sucesor del apóstol Pedro, a quien se le atribuye la fundación y organización de la Iglesia cristiana.

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¿Quién fundó la Iglesia católica?

De acuerdo a la tradición católica, el fundador de la Iglesia fue Simón Pedro, el primero de los apóstoles de Jesús de Nazaret. Tras la muerte de Jesús, sus discípulos comenzaron a predicar sus enseñanzas y se diferenciaron del judaísmo. En los siglos siguientes, se fundaron diferentes comunidades de creyentes cristianos en el Imperio romano.

A pesar de la persecución que sufrieron los cristianos en los primeros siglos de su historia, la religión se difundió entre la población. En el siglo IV d. C., el emperador romano Constantino se convirtió al cristianismo y cambió la historia de la religión.

A través de diferentes concilios (reuniones de obispos), se consolidó la organización jerárquica eclesiástica y se estableció una doctrina homogénea que dejó atrás las diferentes interpretaciones de las enseñanzas de Cristo.

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Características de la Iglesia católica

En términos generales, la Iglesia católica se caracteriza por:

• Antigüedad. Dentro del cristianismo, se considera a la Iglesia católica como la más antigua y la heredera de la iglesia fundada por San Pedro, el apóstol de Jesucristo.
• Doctrina. La Iglesia católica sostiene que Dios es trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo), que Jesucristo es el salvador del mundo y que la fe católica es el medio a través del cual Dios ofrece la salvación a toda la humanidad.
• Comunidad mayoritaria. El catolicismo es una de las religiones más populares del mundo. En la actualidad, cuenta con más de mil millones de fieles, lo que representa casi el 18 % de la población.
• Autoridad papal. El papa es el líder supremo de la fe católica y reside en la Santa Sede del Vaticano, en Roma.
• Sacramentos. La Iglesia católica celebra siete sacramentos, que son signos de la gracia de Dios. Estos son el bautismo, la confirmación, la eucaristía, la penitencia, la unción de los enfermos, el matrimonio y el orden sacerdotal.

Doctrina de la Iglesia católica

De acuerdo con su doctrina, la Iglesia católica tiene cuatro marcas o atributos fundamentales que definen su propósito: la Iglesia es “una, santa, católica y apostólica”. Estas cuatro marcas deben entenderse de la siguiente manera:

• Unidad. La Iglesia es una porque es un solo cuerpo bajo un solo Señor, Jesucristo, con una sola fe y un solo bautismo. Se busca la unidad de todos los creyentes en el amor y la verdad. A pesar de estar compuesta por distintas partes, actúa como un cuerpo unificado, armónico, homogéneo.
• Santidad. La Iglesia es santa porque fue fundada por Jesucristo, quien es santo, y porque el Espíritu Santo la guía. Sus enseñanzas y sacramentos son medios de santificación para los fieles, aunque sus miembros humanos sean imperfectos. La Iglesia ha de ser virtuosa, y sus miembros están llamados a la salvación.
• Catolicidad. La Iglesia es católica, que significa “universal”, porque es para todos los pueblos y naciones, sin distinción de raza, cultura ni condición social. Predica la totalidad de la fe y ofrece los medios de salvación a toda la humanidad. Donde sea que alguno de sus miembros esté presente, la Iglesia también lo está.
• Apostolicidad. La Iglesia es apostólica porque está fundada sobre los apóstoles, y mantiene una continuidad histórica y doctrinal a través de la sucesión apostólica. Sus líderes, los obispos, son considerados sucesores directos de los apóstoles.

Organización interna de la Iglesia católica

La estructura interna de la Iglesia católica constituye una jerarquía de varios niveles, así como diferentes unidades territoriales conocidas como diócesis. Cada diócesis está a cargo de un obispo, que representa la autoridad eclesiástica regional.

Algunas de estas diócesis cuentan con una mayor autoridad y rango, por lo que se llaman “arquidiócesis” y están bajo el mando de un arzobispo. Sin embargo, ninguna diócesis cuenta con más autoridad religiosa que la de Roma, que incluye la Ciudad del Vaticano y se considera la sede papal.

Las diócesis se organizan en provincias eclesiásticas, y estas, del mismo modo, en regiones eclesiásticas. Normalmente, cada región es presidida por un arzobispo. También existen estructuras territoriales de la Iglesia católica que, a pesar de funcionar en la práctica como una diócesis, no llegan a ser consideradas como tales: las prelaturas y las abadías (regidas, respectivamente, por un prelado y un abad), y otros tipos de territorios regidos por vicarios o exarcas de la iglesia (vicariatos y exarcados).

Por otro lado, los obispos conforman un “colegio” regido por el papa, quien encabeza el concilio ecuménico de los obispos del mundo para decidir en los asuntos de la fe y la moral. En una estructura paralela, se encuentran los cardenales, elegidos por el propio papa. Estos tienen la labor de elegir el nuevo sumo pontífice en caso de muerte o enfermedad grave, ya que el cargo de papa es vitalicio, aunque existen también pocos e inusuales casos de renuncia. Además, los cardenales pueden asistir a la conducción de la Santa Sede y la Curia Romana.

Por último, la Iglesia contempla distintas órdenes y congregaciones religiosas, algunas de las cuales dependen del obispo de su diócesis (órdenes diocesanas) y otras directamente del papa (órdenes pontificias). Cada una de ellas fue fundada por un santo católico y asume ciertos votos fundamentales (como los votos de pobreza, de silencio y de peregrinación, entre otros).

Función y misión de la Iglesia católica

La Iglesia católica lleva a cabo su misión evangélica en el mundo a través de un conjunto de actividades e instituciones que constituyen la “acción pastoral católica”. De esta manera, no solo provee de formación religiosa cristiana, sino que transmite ideas, valores e ideologías al servicio de la comunidad (teología pastoral). Estas funciones pueden clasificarse, a grandes rasgos, en tres:

• Función profética. Abarca la evangelización (difusión de las enseñanzas de Jesús), la catequesis (educación religiosa doctrinal) y la homilía (pronunciamiento de discursos religiosos en ceremonias religiosas), así como todo aquello que sea necesario para la formación espiritual de los fieles. Los obispos, sacerdotes y diáconos tienen una responsabilidad especial en esta función, pero todos los fieles laicos también participan a través de su vida y sus acciones.
• Función litúrgica. Incluye la celebración de la misa, la administración de los sacramentos (como el bautismo, la eucaristía y la reconciliación) y la oración comunitaria. La liturgia es un medio a través del cual los fieles participan en la vida divina.
• Función real. Comprende el gobierno y la administración de la Iglesia, la promoción de la justicia social, la caridad y el servicio a los demás. El objetivo es guiar y servir a la comunidad, fomentar el bien común, y trabajar por la justicia y la paz en el mundo. Esta función también incluye la defensa de la dignidad humana y el bienestar de la sociedad.

Sacramentos de la Iglesia católica

Los ritos visibles de la Iglesia católica, instituidos por Jesucristo de acuerdo a la tradición, se conocen como los sacramentos. Administrados en diferentes momentos de la vida de los fieles católicos, estos sacramentos consisten en siete ritos clasificables en tres grupos, de acuerdo a su propósito:

Sacramentos de iniciación

Los sacramentos de iniciación introducen a los fieles a la vida cristiana y reafirman el lugar de la fe católica en sus vidas. Estos sacramentos son:

• El bautismo. Es el rito de entrada a la cristiandad que libera a los fieles del pecado original y los incorpora a la comunidad cristiana. En la Antigüedad, el rito consistía en la inmersión en las aguas del río, lo cual simbolizaba la muerte y el renacimiento. Hoy en día, en cambio, la Iglesia católica acostumbra derramar el agua bendita de la pila bautismal sobre la frente del nuevo cristiano. Tradicionalmente, se hace durante la infancia temprana.
• La confirmación. Es el sacramento que perfecciona la gracia del bautismo y otorga la fortaleza del Espíritu Santo. A través de la unción con el crisma (aceite consagrado) en la frente, acompañada de la imposición de manos y la fórmula “Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo”, el confirmado es fortalecido para ser un testigo más valiente de Cristo y su Evangelio. Normalmente, se lleva a cabo en la adolescencia.
• La eucaristía o comunión. Junto con el bautismo, la eucaristía es un rito fundamental de la fe cristiana, en el cual los católicos participan del Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las especies del pan y el vino, como una recreación de la Última Cena de Jesucristo y sus apóstoles. La doctrina católica sostiene que, en la consagración, el pan y el vino se transforman verdaderamente en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, un proceso conocido como “transubstanciación”.

Sacramentos de curación

Los sacramentos de curación están destinados a sanar espiritualmente a los fieles, es decir, a reconciliarse con el camino de la salvación y el amor de Dios. Para esto, deben colaborar los fieles y los sacerdotes. Estos sacramentos son:

• La reconciliación (confesión o penitencia). Es el rito de purga o expiación de los pecados cometidos por los fieles, que reciben el perdón y son reconciliados con Dios y la Iglesia. El penitente confiesa sus pecados a un sacerdote, expresa un acto de contrición y recibe la absolución a través de la fórmula “Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
• La extremaunción. También llamada la “unción de los enfermos”, ofrece consuelo, paz y coraje a los enfermos graves o ancianos. A través de la unción con el óleo bendecido y la oración del sacerdote, se busca la sanación espiritual, y si es la voluntad de Dios, también la sanación física. Este sacramento prepara a los fieles para el paso a la vida eterna, proporcionando fortaleza y gracia en momentos de enfermedad o debilidad.

Sacramentos de servicio a la comunidad

Los sacramentos de servicio a la comunidad están destinados a cimentar las instituciones y los nexos entre los fieles y la Iglesia, en tanto embajadora de Dios en el mundo. Estos sacramentos son:

• El matrimonio. Es el sacramento mediante el cual la Iglesia bendice la alianza sagrada entre hombre y mujer que se unen para traer al mundo nueva descendencia y formar una familia. Los esposos son los ministros del sacramento a través del intercambio de consentimientos, que es ratificado y bendecido por un sacerdote o diácono en nombre de la Iglesia. El matrimonio confirma ante Dios el amor de la pareja, que ha de durar hasta que la muerte los separe.
• El orden sacerdotal. Es el sacramento en el que los hombres son consagrados al ministerio eclesiástico en tres grados: diáconos, sacerdotes y obispos. Mediante la imposición de manos y la oración consagratoria, los candidatos son dotados de la gracia del Espíritu Santo para ejercer su ministerio en la Iglesia. Solo los obispos, que son los sucesores de los apóstoles, confieren este sacramento. Se requiere que los candidatos sean enteramente devotos, célibes y formados en la doctrina católica y en la teología cristiana.

• Más en: Sacramentos de la Iglesia católica

Mandamientos de la Iglesia católica

La Iglesia católica propone a sus fieles cinco preceptos u obligaciones para guiar su vida litúrgica y promover su acercamiento a los sacramentos. Ellos son:

1. Asistir a misa todos los domingos y las festividades religiosas.
2. Confesar los pecados mortales una vez por año, y hacerlo en caso de hallarse en peligro de muerte.
3. Comulgar al menos en ocasión de la Pascua de Resurrección.
4. Ayunar y no comer carne cuando así lo manda la Iglesia católica.
5. Brindar ayuda a la Iglesia y a la feligresía en sus necesidades.

Diferencias entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa

La Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa son las más antiguas de las tres ramas cristianas. Aunque tienen numerosos preceptos comunes, sus maneras de comprender la religión cristiana y sus doctrinas pueden ser muy diferentes entre sí.

La separación entre ellas surgió con “el Gran Cisma de Oriente y Occidente”, que tuvo lugar en el año 1054 d. C. Esta separación fue el resultado de una serie de diferencias teológicas, litúrgicas, culturales y políticas. La Iglesia ortodoxa se afianzó en el este de Europa bajo la estructura del Imperio bizantino, mientras que la Iglesia católica predominó en los reinos de Europa Occidental.

Las diferencias entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa pueden resumirse de la siguiente manera:

Iglesia católica	Iglesia ortodoxa
Constituye un cuerpo religioso unificado bajo la autoridad central del papa en la Santa Sede del Vaticano.	Consta de quince iglesias ortodoxas, cada una con su propio arzobispo dirigente, aunque unidas en doctrina y sacramentos. Reconocen, sin embargo, la autoridad honorífica del patriarca ecuménico o arzobispo de Constantinopla.
Se considera heredera directa de los apóstoles de Jesús de Nazaret y del cristianismo todo, universal.	Se considera heredera del cristianismo de las comunidades de la Europa oriental mediterránea.
Cuenta con numerosas órdenes y congregaciones.	No admite órdenes ni congregaciones.
Impone el celibato a sus monjes y sacerdotes de todo orden.	Permite a los hombres casados ser diáconos y presbíteros, siempre y cuando luego no vuelvan a casarse y practiquen el celibato. A los clérigos, en cambio, se les exige el celibato.
Se identifica con la cruz de dos brazos. En sus iglesias, abundan las efigies; entre ellas, el cristo crucificado del altar mayor.	Se identifica con la cruz ortodoxa de ocho brazos. En sus iglesias, no están permitidas las efigies tridimensionales para adoración, únicamente los dibujos bidimensionales.
En su liturgia, es tradicional el canto gregoriano caracterizado por su estilo monofónico.	En su liturgia, se emplea el canto coral, influenciado por la tradición musical bizantina, que incluye variedad de melodías.
Su calendario religioso se rige por el calendario gregoriano. La Pascua se celebra días después de la Pascua judía, pero en ocasiones estas pueden coincidir.	Su calendario religioso se puede regir por el calendario gregoriano o por el antiguo calendario juliano. Por eso, la Pascua se realiza hasta cinco semanas después de la católica y jamás coincide con la judía.
Admite veintiún concilios ecuménicos como parte de su historia.	Admite solo siete concilios ecuménicos como parte de su historia.

• Más en: Iglesia ortodoxa

Jerarquía de la Iglesia católica

La jerarquía interna del clero en la Iglesia católica está estructurada de manera organizada y escalonada, y se basa en el sacramento del orden sagrado. Esta jerarquía se compone de varios niveles de autoridad y responsabilidad, que van desde el papa hasta los diáconos.

1. Papa. Es el obispo de Roma y el líder supremo de la Iglesia católica. Se lo considera el sucesor de San Pedro, el apóstol. Tiene autoridad plena, suprema y universal sobre toda la Iglesia. Es el máximo representante de la fe católica y tiene la última palabra en asuntos doctrinales y disciplinares.
2. Cardenales. Son consejeros principales del papa y miembros del Colegio Cardenalicio. Ayudan al papa en la administración de la Iglesia y en la toma de decisiones importantes. Los cardenales menores de 80 años participan en el cónclave para elegir a un nuevo papa.
3. Obispos. Son los sucesores de los apóstoles y tienen la plenitud del sacramento del orden. Los arzobispos son obispos de una archidiócesis, que son diócesis especialmente importantes porque tienen autoridad sobre otras diócesis en su provincia eclesiástica. Los obispos diocesanos son responsables de una diócesis específica y tienen autoridad pastoral sobre su clero y laicos.
4. Sacerdotes. Son aquellos que han recibido el segundo grado del sacramento del orden. Celebran la comunión, administran otros sacramentos (bautismo, reconciliación, matrimonio, unción de los enfermos), predican, enseñan y guían pastoralmente a la comunidad. Los párrocos son sacerdotes responsables de una parroquia y los vicarios son quienes asisten a los párrocos en sus funciones.
5. Diáconos. Son aquellos que han recibido el primer grado del sacramento del orden. Los diáconos permanentes pueden ser hombres casados o solteros que sirven de forma permanente en este grado. Los diáconos transitorios son seminaristas que están en el camino hacia el sacerdocio.

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Referencias

• Ackermann, M. (2008). Christianity, early. Encyclopedia of World History, vol. I: The Ancient World. Prehistoric Eras to 600 C. E. Facts on File.
• Benz, F. y otros. (2024). Christianity. Encyclopedia Britannica.
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• Ellwood, R. R. y Alles, G. D. (Eds.). (2007). Christianity. The Encyclopedia of World Religions. Facts on File.
• Oakley, F., Frassetto, M. y otros. (2024). Roman Catholicism. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/