Catolicismo

Te explicamos qué es el catolicismo, cuáles son sus características y sus creencias. Además, te contamos su historia y quién fue su fundador.

¿Qué es el catolicismo?

El catolicismo es una de las principales ramas o corrientes de la religión cristiana. Es la iglesia más numerosa en cantidad de fieles y está compuesta por la Iglesia latina o romana y 23 iglesias orientales o uniatas (iglesias católicas de tradición oriental), todas sujetas a la autoridad religiosa del papa, que reside en la Ciudad del Vaticano. Se distingue de las otras dos grandes ramas del cristianismo, que son la ortodoxia (separada de la Iglesia católica en 1054) y el protestantismo (originado con la Reforma protestante en el siglo XVI).

De las diversas corrientes del cristianismo, el catolicismo es la más uniforme y organizada. Esto se debe a que la Iglesia católica es una institución antigua, jerárquica y unificada, que se considera a sí misma como la única heredera de la doctrina enseñada por Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios en el dogma cristiano. En este sentido, el catolicismo tiene su origen en la figura del apóstol Pedro, identificado como el primer papa, a quien, según el Nuevo Testamento, Jesús le dijo: “Tú eres Pedro (o sea, Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mateo 16:18).

El término “católico” proviene del latín tardío catholicus, que procede a su vez del griego katholikós, “universal”, y fue un término adoptado en el siglo II para referir a la totalidad de las comunidades y congregaciones cristianas. Posteriormente, comenzó a ser empleado para distinguir lo que se consideraba como la iglesia cristiana “verdadera”, instituida por Jesucristo y los apóstoles, de los grupos disidentes (considerados heréticos o cismáticos).

Al igual que otras formas de cristianismo, los católicos creen que Jesús de Nazaret fue el Mesías anunciado en las profecías del Antiguo Testamento, y que su muerte constituyó un sacrificio para liberar a los seres humanos del pecado y sellar un nuevo pacto entre Dios y la humanidad.

Además, el catolicismo y las otras corrientes cristianas creen que Jesucristo resucitó, se apareció a los apóstoles y ascendió a los cielos, y que retornará, tal y como se anuncia en los textos bíblicos, y en ese momento tendrá lugar el juicio final o universal, en el que solo los fieles y justos serán salvados. Sin embargo, diversos aspectos de la doctrina católica son distintos de las doctrinas ortodoxas y protestantes.

El catolicismo es la corriente cristiana mayoritaria, con alrededor de 1390 millones de seguidores en todo el mundo (aproximadamente el 18 % de la población mundial), y un número de presbíteros cercano al medio millón. Además, su rol histórico y cultural en Occidente ha sido central desde antes de la caída del Imperio romano de Occidente, y continúa siendo la principal doctrina moral y religiosa de la Europa mediterránea y América Latina, y tiene una cantidad creciente de fieles en África y en Asia.

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Características del catolicismo

A grandes rasgos, el catolicismo se caracteriza por lo siguiente:

• Es la más numerosa de las tres ramas principales del cristianismo (seguida por el protestantismo y la ortodoxia).
• Su doctrina se basa en la creencia en un solo Dios y en la persona de Jesucristo como el Hijo de Dios, crucificado y resucitado al tercer día para liberar a los seres humanos del pecado.
• Su forma concreta de organización es la Iglesia católica, cuya máxima autoridad es el papa, quien es el obispo de Roma y dirige la Santa Sede, establecida en la Ciudad del Vaticano.
• Reconoce sus orígenes en la predicación de Jesucristo y en la misión de sus apóstoles, y a lo largo de más de dos mil años desarrolló un complejo sistema teológico y se difundió desde Oriente Próximo y Europa hacia distintos rincones del mundo.
• Es una de las corrientes religiosas mayoritarias del mundo: su número de fieles es mayor a la suma de las dos corrientes cristianas que la siguen en número (el protestantismo y la ortodoxia), y supera también al número total de budistas y de hindúes. Únicamente es superada en fieles por el islam (y en particular por su rama sunita).
• Su doctrina ejerció una influencia fundamental en la cultura europea y occidental, al establecer normas morales, propiciar debates intelectuales, inspirar obras artísticas y arquitectónicas e intervenir en asuntos políticos (como legitimar gobiernos o desatar guerras y persecuciones).
• Reconoce siete sacramentos: el bautismo, la confirmación, la eucaristía, la penitencia, la unción de los enfermos, el orden sacerdotal y el matrimonio. Los católicos consideran que estas prácticas rituales fueron instituidas por Jesucristo para hacer llegar la gracia de Dios a los creyentes.
• Sus ritos deben ser impartidos por sacerdotes formados y ordenados para ello, a quienes se les impone el celibato como obligación (salvo en las iglesias católicas orientales, en las que se admite la ordenación de hombres previamente casados, excepto para la dignidad de obispo).
• Su texto sagrado es la Biblia, que incluye el Antiguo Testamento (equivalente, a grandes rasgos, a la Biblia hebrea) y el Nuevo Testamento (los cuatro evangelios canónicos, los Hechos de los Apóstoles, una serie de epístolas y el Apocalipsis). Sin embargo, también existe una extensa bibliografía religiosa, mística y teológica elaborada a lo largo de los siglos que tiene autoridad y forma parte de la tradición católica.
• Sus ritos provienen de los practicados en tiempos del Imperio romano, aunque experimentaron cambios o adaptaciones a lo largo del tiempo, y actualmente existen el rito romano y diversos ritos orientales. Además, el papa es considerado el sucesor directo del apóstol Pedro, que es identificado como el fundador de la Iglesia.

Origen y fundador del catolicismo

Según la Iglesia católica, el origen del catolicismo se remonta a la organización de los apóstoles de Cristo para la preservación y difusión de su legado. De acuerdo a la tradición, el fundador de la Iglesia católica fue el apóstol Pedro (también llamado san Pedro), considerado como el primer papa, quien habría cumplido así la misión encomendada por el propio Jesucristo.Esto habría ocurrido en el siglo I d. C., y habría formalizado la separación entre el judaísmo rabínico y el cristianismo primitivo.

Según se narra en los Hechos de los Apóstoles del Nuevo Testamento, esta primera iglesia organizada comenzó a expandir su mensaje a diversas ciudades, incluida Roma, y comenzó a dirigirse a las poblaciones gentiles (no judías) gracias al apostolado de Pablo de Tarso, un fariseo que se convirtió al cristianismo y que pasó a ser conocido como el “Apóstol de los gentiles”. A comienzos del siglo II, el obispo de Antioquía, Ignacio, llamó a esta Iglesia “católica”, es decir, universal.

La organización exacta de esta primera Iglesia fue variando en sus primeros siglos, pero mantuvo una organización de tres niveles (obispos, presbíteros y diáconos), a cuya cabeza estaba el obispo de Roma (considerado el papa), dado que esa era la capital del Imperio romano.

El cristianismo fue perseguido por los romanos hasta el año 313, cuando el emperador Constantino I publicó el Edicto de Milán que consagró la libertad de culto en el Imperio romano. Esto permitió que el cristianismo se practicara sin prohibiciones y que diera forma al culto oficial a través de la celebración de los concilios ecuménicos, como los Concilios de Nicea (325), Éfeso (431) y Calcedonia (451).

En el año 380, el cristianismo pasó a ser la religión oficial del Imperio romano, tras el Edicto de Tesalónica decretado por el emperador Teodosio I. En el marco de estos concilios y debates para la organización de la Iglesia católica, se condenaron algunas doctrinas y se expulsó a diferentes variantes cristianas, declaradas heréticas (como el arrianismo y el nestorianismo).

En el siglo V, la Iglesia católica se había extendido por todo el Imperio romano, desde Hispania hasta Siria y África, y en los siglos siguientes se produjo la evangelización del resto de Europa del norte y del este. En ese entonces, la Iglesia católica era la única iglesia cristiana formal. Continuó siéndolo hasta el Gran Cisma de 1054, también llamado Cisma de Oriente y Occidente, que separó a la Iglesia católica apostólica romana (bajo la autoridad del papa, obispo de Roma) de la Iglesia católica ortodoxa (predominante en el Mediterráneo oriental y Europa del Este). Luego sucedió otro cisma importante en la Iglesia católica con la Reforma protestante, que comenzó en 1517 y dio origen al protestantismo.

Principales creencias del catolicismo

El catolicismo se basa en la creencia en un único Dios y en el dogma según el cual Jesucristo es el Hijo de Dios. Según este dogma, Jesucristo fue el Mesías enviado por Dios a la Tierra para salvar a la humanidad a través de su propio sacrificio en la cruz y para limpiar los pecados de los seres humanos y renovar el pacto de estos con Dios.

El aspecto más importante de esta doctrina, que comparten las otras corrientes cristianas, es la creencia en la resurrección de Jesucristo y su posterior ascensión a los cielos. De este modo, se cree que los creyentes que abrazan la fe en Cristo estarán preparados para el venidero juicio final, en el que se recompensará a los fieles con la resurrección de la carne y la vida eterna en el paraíso, mientras que se castigará a los culpables con el fuego perpetuo del infierno.

La Iglesia católica es la institución encargada de difundir dicho mensaje y de preparar a los fieles para el encuentro con Dios, labor a la que se entregan los sacerdotes, organizados en una compleja jerarquía eclesiástica. Con este fin, la Iglesia administra los siete sacramentos que se considera que hacen presente la gracia de Dios:

• El bautismo, que mediante el agua inicia a los fieles en la fe católica y los purifica y libera del pecado original.
• La confirmación, que ratifica el compromiso del creyente con Dios ante la comunidad de los fieles y afianza su vida cristiana.
• La eucaristía, que rememora la última cena de Cristo y, a través del misterio divino de la “transubstanciación”, convierte el vino en la sangre del Mesías y el pan (la hostia) en su cuerpo, para que los fieles al consumirlos se hagan uno con Jesucristo.
• La penitencia, que limpia a los fieles de los pecados cometidos posteriormente al bautismo, a través de la confesión y el arrepentimiento, y permite su reconciliación con Dios.
• La unción de los enfermos, o extremaunción, que pide por la cura del enfermo o prepara su espíritu para su encuentro con Dios.
• El orden sacerdotal, que transmite la gracia para ejercer el ministerio a las personas que son ordenadas para el servicio eclesiástico.
• El matrimonio, que consagra la unión de la pareja bajo los preceptos del catolicismo y es también signo de la unión de Cristo con la Iglesia.

Por otro lado, el catolicismo defiende la unidad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es decir, la Santísima Trinidad. Esto significa que consideran que Dios es uno solo pero se manifiesta en tres personas: el Padre (Dios), creador del universo; el Hijo (Jesús), hecho carne para sufrir entre los seres humanos y sacrificarse por sus pecados; y el Espíritu Santo, presente en los fieles para guiarlos hacia la misericordia y la vida eterna.

La Iglesia católica, además, venera a los mártires y santos cristianos como intermediarios entre Dios y la feligresía. Los mártires son cristianos que murieron a causa de defender la fe en Cristo y los santos son personas fallecidas que la Iglesia decide canonizar (declarar como santas) por haber sido martirizadas o por sus virtudes religiosas en vida y presuntos milagros en vida o tras la muerte.

De esta manera,el catolicismo tiene un extenso santoral integrado por beatos (un paso previo a la canonización) y santos que se sigue ampliando a medida que la Santa Sede decide beatificar o canonizar a alguna persona fallecida. En las iglesias católicas es normal la veneración de imágenes de estos santos, así como de la Virgen María, la madre de Cristo según el relato bíblico.

Distinción entre catolicismo y cristianismo

La diferencia entre el catolicismo y el cristianismo consiste en que el cristianismo es la religión basada en la creencia en Jesucristo como el Mesías anunciado en el Antiguo Testamento y como el Hijo de Dios crucificado y resucitado, mientras que el catolicismo es una forma particular de cristianismo, que comparte con otras iglesias y denominaciones cristianas este núcleo de creencias pero tiene sus propias doctrinas, autoridades y liturgias.

Es decir, el catolicismo es una de las tres grandes ramas de la religión cristiana, y por lo tanto no debe ser equiparado con la totalidad del cristianismo, pues la ortodoxia y el protestantismo son, a su vez, formas de cristianismo, al igual que otros movimientos minoritarios.

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Diferencias entre catolicismo y protestantismo

El protestantismo surgió como un movimiento crítico del catolicismo en el siglo XVI, que reclamaba la necesidad de volver a un cristianismo más puro y original, es decir, más parecido a lo descrito en los antiguos textos bíblicos. Esta necesidad surgió de las acusaciones de corrupción y alejamiento del camino verdadero dirigidas contra la Iglesia católica, principalmente por el fraile alemán Martín Lutero (1483-1546), quien dio inicio a la Reforma protestante.

Este movimiento fue tan potente que llevó a la aparición de un conjunto diverso de iglesias alternativas, separadas de la Iglesia católica, que pasaron a llamarse “protestantes”. Aunque la Iglesia católica intentó detener el avance del protestantismo mediante la llamada Contrarreforma, las congregaciones protestantes se expandieron por diversos países del mundo.

Las principales diferencias entre el protestantismo y el catolicismo pueden resumirse en:

Catolicismo	Protestantismo
La base de su doctrina es la creencia en Jesús de Nazaret como el Mesías e Hijo de Dios. También venera a la Virgen María y a los santos que componen el santoral católico, considerados capaces de interceder por los fieles ante Dios.	El fundamento de su sistema religioso es la creencia en Jesús de Nazaret como el Mesías, el Hijo de Dios y el único intermediario posible entre la feligresía y Dios. Considera la veneración católica de los santos y las reliquias como una forma de idolatría.
Sus iglesias suelen tener grandes altares con elaboradas decoraciones en las que se exhiben las imágenes de santos y de Jesús crucificado.	Los altares de sus iglesias suelen ser más discretos que los católicos y no reproducen imágenes de santos. En muchos casos, tampoco se exhibe a Jesucristo crucificado sino solo la cruz.
Considera la Biblia como un texto sagrado, conformado por el Antiguo Testamento (46 libros) y el Nuevo Testamento (27 libros), y reconoce la autoridad religiosa de la tradición conformada por la obra de teólogos y místicos cristianos.	Considera la Biblia como un texto sagrado, conformado por el Antiguo Testamento (39 libros) y el Nuevo Testamento (27 libros), y desconfía generalmente de los textos místicos y de algunas interpretaciones de la Biblia.
Reconoce siete sacramentos: el bautismo, la confirmación, la eucaristía (o comunión), la penitencia (o confesión), la unción de los enfermos (o extremaunción), el orden sacerdotal y el matrimonio.	Reconoce generalmente dos sacramentos: el bautismo y la eucaristía (a veces llamada cena del Señor o santa cena), y algunas denominaciones practican el bautismo del creyente (inmersión completa del creyente adulto).
Comprende su Iglesia como universal y su liderazgo espiritual recae en el papa, sucesor de San Pedro según la tradición.	Cada iglesia o movimiento comprende su ministerio como la práctica verdadera del Evangelio y no existe un líder espiritual que unifique sus doctrinas.
La Iglesia católica es una organización formal y jerárquica, que exige de sus sacerdotes una entrega total y el celibato.	El rol de oficiar los ritos puede ser ocupado por cualquiera de los fieles, aunque a menudo es necesario ser investido, y los ministros o pastores pueden casarse.

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Referencias

• Chadwick, H. y Evans, G. R. (1994). El cristianismo. Veinte siglos de historia. Folio.
• Cunningham, L (2009). An Introduction to Catholicism. Cambridge University Press.
• Cunningham, L. et al. (2024). Roman Catholicism. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
• Filoramo, G., Massenzio, M., Raveri, M. y Scarpi, P. (2000). Historia de las religiones. Crítica.
• García Bazán, F. (2014). El papado y la historia de la Iglesia. El Hilo de Ariadna.