Te explicamos qué son los fenómenos físicos, sus características, qué tipos existen y diversos ejemplos. Además, los fenómenos químicos.
¿Qué son los fenómenos físicos?
Se denomina fenómenos físicos o cambios físicos a los cambios en el estado de la materia que se producen sin alterar la composición química de la misma, dado que no involucran ningún tipo de reacciones químicas. En esto último se distinguen, justamente, de los fenómenos químicos. En su mayoría son reversibles.
Los fenómenos físicos involucran al conjunto de fuerzas que ordinariamente afectan a la materia, así como su cambio de estado de agregación: líquido, sólido, gaseoso o plasma. También pueden tener que ver con la mezcla de sustancias, siempre y cuando se trate de mezclas heterogéneas, en las que solvente y soluto no presentan ningún tipo de vínculo molecular permanente.
Ver también: Cambios químicos
Características de los fenómenos físicos
Los fenómenos físicos, en principio, son observables a simple vista, dado que el estado de la materia tiende a modificarse de manera macroscópica. Esto es aún más cierto para los cambios físicos reversibles.
Sin embargo, en este tipo de fenómenos no se altera la cantidad de materia, es decir, el cambio no implica una transformación profunda de la misma, ni la creación o destrucción de la misma, sino simplemente el tránsito de un estado a otro, o de una estructura a otra.
Tipos de fenómenos físicos
Los fenómenos físicos pueden ser distintos, dependiendo del origen que tengan, usualmente en alguna de las fuerzas físicas del universo. De esa manera, podemos hablar de:
- Movimiento. Ocurre cuando un cuerpo cambia su posición de reposo y se desplaza de un punto a otro, o cuando altera su trayectoria y adquiere una nueva. Todo ello como efecto de algún tipo de fuerza sobre él, ya sea la gravedad, el impacto de algún otro cuerpo, etc. Es lo que ocurre cuando las cosas caen al suelo, por ejemplo.
- Calor. Tiene que ver con el nivel de energía presente en un cuerpo, o sea, la velocidad e intensidad con la que sus partículas se agitan. Los objetos con mayor energía interna presentarán temperaturas más elevadas, y los de menor energía, menor temperatura. Añadiendo calor a un cuerpo, es posible inducir un cambio de estado de agregación, como cuando hervimos agua y la convertimos en gas, o cuando congelamos agua y la volvemos sólida.
- Luz. La radiación electromagnética de fuentes de energía como el sol, incide sobre la materia generando diversos fenómenos. Por ejemplo, el color de las cosas es el resultado de la luz impactando en los objetos y reflejando un solo color entre todos los que componen el espectro.
- Magnetismo. Algunos metales (especialmente los vinculados con el hierro) poseen la capacidad de atraer o repeler otros metales, debido a su configuración electrónica. Este tipo de reacciones no alteran al metal repelido o atraído, simplemente reorganizan las partículas más superficiales de sus átomos.
- Electricidad. La electricidad y el magnetismo están muy emparentados, dado que provienen de las propiedades de los electrones en los átomos de la materia. Pero la electricidad, al contrario del magnetismo, puede transmitirse a través de ciertos materiales conocidos como conductores. La electricidad no es más que la diferencia de potencial eléctrico entre un punto y otro de la materia, que genera un desplazamiento electrónico capaz de convertirse en otras formas de energía: calor, luz, movimiento, etc. Un ejemplo sencillo de ello son los relámpagos: compensaciones violentas de potencial eléctrico entre la atmósfera y el suelo.
- Sonido. La vibración rítmica de ciertos cuerpos es capaz de generar ondas sonoras que se transmiten en el aire o el agua, generando así sonidos perceptibles por el oído humano o animal. Las propiedades del sonido dependen de la materia vibrante y del medio de propagación de las ondas. Es lo que ocurre cuando se tañen las campanas de una iglesia.
Ejemplos de fenómenos físicos
Algunos ejemplos simples de fenómenos físicos lo constituyen los cambios de estados del agua. En su estado natural y a presión atmosférica ordinaria, el agua es líquida y transparente, tal y como está cuando la bebemos. Si le añadimos calor, calentándola en un recipiente, una vez alcanzados los 100 °C el agua se evaporará, convertida en un gas (vapor).
Si, por el contrario, le quitamos calor metiéndola en un congelador, una vez alcanzados los 0 °C el agua comenzará a cristalizar y eventualmente se convertirá en sólido (hielo). Todos estos procesos son reversibles a través del mecanismo inverso: añadir o retirar calor.
Fenómenos físicos y fenómenos químicos
Tal y como dijimos inicialmente, la diferencia entre los fenómenos físicos y los fenómenos químicos tiene que ver con el tipo de cambio suscitado en la materia. En el primer caso, se trata de un cambio de estructura, de estado, en el que la sustancia sigue siendo químicamente la misma. Por ejemplo, el agua congelada sigue estando conformada por hidrógeno y oxígeno.
En cambio, los fenómenos químicos reorganizan la naturaleza molecular de la materia, construyendo y destruyendo vínculos atómicos y creando nuevas sustancias. Esto se debe a que ocurre una reacción química, generalmente irreversible, en la que se obtienen sustancias totalmente distintas a las iniciales.
Por ejemplo, los metales que reaccionan con el oxígeno se oxidan, perdiendo algunas de sus propiedades, sin que se pueda recuperar el oxígeno, ni tampoco el metal transformado.
Más en: Fenómenos químicos
Referencias
- “Fenómenos físicos y fenómenos químicos” (video) en Academia Internet.
- “Fenómenos físicos” en Portland Public Schools (español).
- “Fenómenos físicos y químicos” en Tintero.com.
- “Physical phenomenon” en Encyclopedia.net.au.
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