Anfibios

Te explicamos qué son los anfibios, cuál es su origen y cuáles son sus características principales. Además, cómo se clasifican y algunos ejemplos.

¿Qué son los anfibios?

Los anfibios son animales vertebrados cuya existencia constituye un puente entre las formas de vida acuática y terrestre. Todos ellos necesitan de hábitats húmedos para reproducirse.

Algunas especies de anfibios, como los sapos y las ranas, atraviesan un período de metamorfosis durante su desarrollo. Esta consiste en una serie de profundos cambios morfológicos que distinguen cada una de las etapas de su ciclo de vida (por ejemplo, la transformación de renacuajos en sapos).

Los anfibios cumplen un rol ecológico importante, ya que transportan materia y energía desde el agua a la tierra, y viceversa.

La condición dual de los anfibios está reflejada en el origen de su nombre, que proviene del griego amphi (“ambos”) y bios (“vida”), es decir, “que posee una vida doble”.

Puede servirte: Reino animal

Origen de los anfibios

A pesar de que se han realizado numerosas investigaciones, el origen de los anfibios no es del todo claro.

Muchos expertos asumen que este grupo de animales proviene de los temnospóndilos: una clase de tetrápodos primitivos, precursores de algunos dinosaurios, que fue de las primeras especies en abandonar el agua.

Otros especialistas suponen que los anfibios descienden de los lepospóndilos: un grupo distinto de tetrápodos acuáticos, que fueron muy abundantes en Europa y América del Norte.

También existen teorías que afirman que los anfibios podrían tener un origen múltiple, y que ambas hipótesis podrían ser ciertas.

Más allá de las diferencias, todas las teorías coinciden en que los anfibios son una pieza clave para explicar la transición entre las formas de vida acuática y terrestre entre los animales vertebrados.

Características de los anfibios

Las principales características de los anfibios son:

• Ambientes húmedos. Todos los anfibios dependen del agua al momento de la reproducción. Sin embargo, existe una gran diversidad de modos reproductivos entre las distintas especies.
• Piel muy delgada. La piel de los anfibios es tan fina que el agua se evapora con rapidez, de modo que son organismos muy vulnerables a la desecación (necesitan estar constantemente húmedos). Además, muchas especies de anfibios utilizan la piel para respirar, como órgano accesorio a la respiración pulmonar.
• Animales ovíparos. Las crías de los anfibios nacen a partir de huevos fertilizados. En algunas especies, como los sapos, existe una etapa larvaria de aspecto pisciforme que se desarrolla en el medio acuático (el renacuajo). Luego de un proceso de metamorfosis, las larvas alcanzan el estado adulto, tras grandes cambios corporales que les brindan la adaptación a la vida terrestre.
• Dieta variada. La mayoría de los anfibios son carnívoros. Son depredadores importantes para insectos, artrópodos, gusanos e incluso para especies más pequeñas de anfibios. Durante su etapa acuática, en cambio, pueden ser omnívoros o herbívoros, dependiendo de la especie.

Puede servirte: Animales de sangre fría

Clasificación de los anfibios

A grandes rasgos, los anfibios se clasifican en tres grupos:

• Anuros. Son las ranas y los sapos.Tienen cola en la etapa larvaria, pero la pierden en su etapa adulta. Sus patas traseras son más largas que las delanteras, lo que les permite saltar hasta veinte veces su cuerpo en distancia. Su piel suele ser lisa o rugosa, dependiendo de su hábitat. Algunas especies tienen un canto característico (croar).
• Salamandras y tritones. Son anfibios de cuerpo alargado. Su cola persiste durante todo el ciclo de vida y sus patas son cortas y uniformes (todas del mismo tamaño). Poseen cierta capacidad regenerativa, es decir que pueden volver a generar una parte de su cuerpo en caso de perderla. Son buenos nadadores y algunas especies pueden ser venenosas.
• Cecílidos. Son los anfibios más peculiares. Poseen un cuerpo largo y cilíndrico, casi de gusano o serpiente, ya que fueron perdiendo sus patas a lo largo de la evolución. Por esta razón, suelen nadar o deslizarse como las serpientes. Existen apenas 42 especies conocidas, y habitan principalmente en América Central y América del Sur.

Ejemplos de anfibios

Algunos ejemplos de anfibios son:

• La rana flecha rojiazul (Oophaga pumilio). Es una rana caribeña venenosa, presente en Nicaragua, Panamá y Costa Rica. Su nombre proviene de su color rojo y azul intenso, aunque su coloración puede cambiar dependiendo del hábitat.
• La salamandra común (Salamandra salamandra). Es el más común de los anfibios de Europa, del género de los urodelos. Es totalmente terrestre, excepto a la hora de reproducirse. Posee un cuerpo negro y amarillo inconfundible.
• El sapo europeo (Bufo bufo). Es el tipo más común de sapo, de la familia Bufoidae. Es muy común en aguas estancadas y albercas. Su cuerpo es de color marrón y su piel es rugosa, con protuberancias semejantes a verrugas.
• La tapalcua o tepelcua (Demophis mexicanus). Es un tipo de cecílido común en México y América Central. Tiene hábitos subterráneos, por lo que no solo carece de patas, sino también de ojos, reemplazados por un gran olfato y sensibilidad a las vibraciones.

Anfibios y reptiles

Los anfibios y los reptiles son parientes lejanos. Ambos son animales vertebrados de sangre fría, aunque están adaptados a hábitats distintos.

Mientras los anfibios pueden llevar una vida tanto dentro como fuera del agua, la vida de los reptiles es esencialmente terrestre. Estos animales no dependen del agua para reproducirse, ya que sus huevos están protegidos por una cutícula resistente e impermeable que los mantiene húmedos por dentro. Esto les permite hacer nidos en la tierra.

Además, a diferencia de los anfibios, los reptiles no atraviesan una metamorfosis. Las crías presentan la misma morfología que el individuo adulto, solo que de menor tamaño.

Los reptiles provienen evolutivamente de los anfibios. Se originaron en el periodo devónico inferior, hace unos 310 millones de años. Su aparición marca el inicio de una verdadera conquista de la tierra por parte de la vida animal.

Sigue con:

Referencias

• Audesirk, T., Audesirk, G. y Bruce, E. (2003). Biología 3. Evolución y ecología. Pearson Educación.
• Curtis, H., Barnes, N., Massarini, A. y Schnerck, A. (2008). Biología. Editorial Médica Panamericana.