Te explicamos qué es la Mesopotamia, su ubicación, por qué fue importante en la Antigüedad y los pueblos que la habitaron.
¿Qué es la Mesopotamia?
La Mesopotamia es una región de Asia Occidental ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, que incluye también sus tierras contiguas. En esta región se desarrollaron durante la prehistoria la agricultura y la ganadería (que se trasladaron allí desde un área circundante conocida como el Creciente Fértil), y surgió la llamada civilización mesopotámica que dio inicio a la Edad Antigua.
A partir del 3500 a. C. se construyeron en el sur de Mesopotamia las primeras ciudades. Estas y otras innovaciones mesopotámicas, como la escritura, las matemáticas, la astronomía y la rueda, sirvieron de inspiración a otras culturas y llevaron a algunos historiadores a llamar a Mesopotamia la “cuna de la civilización”.
La Mesopotamia fue habitada por distintos pueblos, como los sumerios, los acadios, los babilonios, los asirios y los caldeos. Algunos de ellos fundaron grandes imperios (como los asirios) pero a partir del siglo VI a. C. la región fue sometida por imperios vecinos (como los persas, los macedonios o los partos).
En la antigua Mesopotamia se realizaron importantes obras arquitectónicas, como los zigurats (templos) o los palacios asirios, y se compusieron relatos como el mito del diluvio universal o la epopeya de Gilgamesh. También se elaboraron las primeras compilaciones de leyes, como el Código de Hammurabi.
El nombre “Mesopotamia” proviene del griego Μεσοποταμία que significa “tierra entre ríos”. Fue acuñado por los historiadores griegos de la época de Alejandro Magno, aunque probablemente fuera una traducción de un término arameo usado en esa misma época por los habitantes de la región.
Puntos clave
- Mesopotamia es una región histórica del Oriente Próximo que se ubica entre los ríos Tigris y Éufrates, en los actuales Irak, noreste de Siria y partes de Kuwait, Irán y Turquía.
- En ella surgieron las primeras civilizaciones urbanas de la historia, como las ciudades-Estado sumerias o los imperios acadio, babilónico, asirio y caldeo.
- A partir del 3500 a. C. se construyeron las primeras ciudades y se inventó la escritura cuneiforme. También se desarrollaron la agricultura, las matemáticas, la astronomía y las leyes.
- Las culturas mesopotámicas eran profundamente religiosas y compusieron relatos míticos y obras literarias que perviven en la actualidad. Su final llegó con la conquista persa en el 539 a. C.
Ver además: Civilizaciones antiguas
Ubicación de la Mesopotamia
La región mesopotámica se encuentra en el Oriente Próximo y se extiende por gran parte de los territorios actuales de Irak y el noreste de Siria. También incluye algunas pequeñas porciones de Kuwait, Irán y Turquía.
Abarca un territorio que suele ser dividido en la Alta Mesopotamia (norte) y la Baja Mesopotamia (sur), y que está compuesto de cuatro unidades regionales: las mesetas de la Alta Mesopotamia, las llanuras de la Baja Mesopotamia, las montañas y cordilleras, y las estepas o regiones desérticas.
En la Antigüedad, las tierras junto a los ríos Tigris y Éufrates se destacaron por su fertilidad. Si bien estaban rodeadas de zonas áridas, eran regadas por los ríos naturales y por los canales construidos por las poblaciones humanas.
Ríos principales de la Mesopotamia
Los ríos principales de Mesopotamia, y a los que se debió el surgimiento y la prosperidad de los pueblos mesopotámicos, son:
- Tigris. Tiene 1850 km de longitud y es el de mayor pendiente. Su desnivel desde el nacimiento hasta la desembocadura es de 1150 metros. Tiene tres afluentes principales: Gran Zab, Pequeño Zab y Diyala. Su curso es más accidentado y sus inundaciones más frecuentes que las del Éufrates.
- Éufrates. Tiene 2800 km de longitud. Su desnivel es de más de 3000 metros. Sin embargo, su pendiente es más suave que la del Tigris en la mayor parte de su recorrido y su curso más lento. Sus afluentes son el Sajur, el Balikh y el Habur, que cruzan el territorio mesopotámico y poseen distintos caudales. El Habur es navegable casi todo el año, por lo que fue importante para la navegación en la Antigüedad.
La disponibilidad de agua de ambos ríos permitió el desarrollo de la agricultura y el transporte en la Antigüedad, especialmente mediante la construcción de diques y canales. Sin embargo, las inundaciones no siempre resultaron benéficas, pues podían tener resultados destructivos o llegar en mal tiempo (por ejemplo, el agua solía estar en su nivel más bajo en otoño, cuando era necesario el riego para la siembra).
Pueblos de la Mesopotamia
Las primeras ciudades de la Mesopotamia surgieron en torno al 3500 a. C. en el sur. Allí se desarrolló la cultura sumeria y luego la cultura acadia. Posteriormente, la región mesopotámica se dividió en Asiria (al norte) y Babilonia o Caldea (al sur). Los pueblos mesopotámicos construyeron ciudades-Estado y, en algunos períodos, formaron imperios.
- Cultura sumeria. Fue la primera cultura urbana de Mesopotamia. Surgió en el sur de la Baja Mesopotamia y fundó ciudades como Uruk, Lagash, Ur y Eridu, con una economía basada en la agricultura de regadío. Los sumerios inventaron la escritura cuneiforme y se gobernaron mediante reyes que eran considerados representantes de los dioses en la Tierra.
- Cultura acadia. Fueron un pueblo semita que se estableció en el norte de la Baja Mesopotamia. El rey Sargón fundó la ciudad de Acad y formó el Imperio acadio, que conquistó gran parte de Mesopotamia. La lengua acadia continuó en uso incluso después de la caída del imperio, provocada entre otras cosas por las incursiones militares de un pueblo nómada: los guti.
- Cultura babilónica. La ciudad de Babilonia existía desde el período acadio pero adquirió mayor importancia cuando se formó allí una dinastía gobernante de origen amorreo (pueblo de pastores de lengua semita) que, bajo el reinado de Hammurabi, fundó el Imperio paleobabilónico. Esta cultura es célebre por su arquitectura religiosa, sus observaciones astronómicas y la compilación de leyes conocida como Código de Hammurabi. Su idioma era una variante del acadio.
- Cultura asiria. Se establecieron en el norte de Mesopotamia y construyeron un reino que llegó a dominar gran parte de la Alta Mesopotamia. Luego de una etapa de crisis, los reyes extendieron su dominación con conquistas militares en Mesopotamia y alrededores hasta formar el Imperio neoasirio, que alcanzó proporciones sin precedentes. Sus ciudades más importantes eran Assur y Nínive, que cayeron bajo el ataque coordinado de medos y babilonios que provocó la caída del imperio.
- Cultura caldea. Babilonia tuvo una segunda etapa como centro de poder, que se conoce como renacimiento babilónico y es posterior a la dominación asiria. En este período, unas tribus semíticas conocidas como caldeos se establecieron en la ciudad y refundaron el poderío babilónico. Vencieron a los asirios y fundaron el Imperio neobabilónico que, bajo su rey más célebre, Nabucodonosor II, se extendió hasta las costas del mar Mediterráneo.
Importante: La caída de Babilonia frente al Imperio persa aqueménida en 539 a. C. marcó el final de la antigua civilización mesopotámica.
Religión mesopotámica
Los pueblos mesopotámicos eran sumamente religiosos. Sus reyes eran considerados representantes de los dioses en la tierra y casi todos los elementos de su sociedad eran interpretados como derivados de la voluntad divina. Los sacerdotes tenían un papel destacado, especialmente en centros religiosos como la ciudad de Babilonia, y solían ejercer la adivinación y la interpretación de prodigios (como los eclipses).
Los dioses mesopotámicos eran inmortales y cada ciudad tenía su divinidad tutelar, como Marduk en Babilonia o Enki en Eridu. Además, formaban parte de narraciones y mitos sobre la creación del mundo. Algunos de los principales dioses mesopotámicos eran An(dios del cielo), Enlil (dios del viento), Enki(dios del agua), Ninhursag (diosa de la tierra) e Inanna (diosa de la fertilidad, el amor y la guerra).
Aunque muchas divinidades y prácticas religiosas eran compartidas, cada cultura mesopotámica tuvo su propio panteón y su propia versión de la religión. La llegada de pueblos nómadas con sus propias creencias y divinidades también contribuyó a la riqueza religiosa y cultural de Mesopotamia.
Historia de la Mesopotamia
La historia de la antigua Mesopotamia comienza en la prehistoria con el asentamiento de poblaciones agrícolas y ganaderas en torno a los ríos Tigris y Éufrates, y termina con la conquista del Oriente Próximo por los persas.
Período Neolítico
Las primeras comunidades agrícolas mesopotámicas surgieron alrededor del 6500 a. C. en el norte, donde desarrollaron una agricultura simple que dependía de las lluvias. De este modo nacieron los primeros asentamientos permanentes de la región, como Buqras, Umm Dabaghiyah y Yarim Tepe, así como las primeras culturas cerámicas mesopotámicas: Hassuna (6500-6000 a. C.), Samarra (6000-5500 a. C.) y Halaf (6000-5400 a. C.).
Período Ubaid (5500-4000 a. C.)
La cultura Ubaid surgió en el sur de Mesopotamia y se expandió hacia el norte, donde reemplazó gradualmente a la cultura Halaf. Incorporó la técnica de regadío, que permitió aprovechar el potencial de las tierras de la llanura meridional y desarrollar una agricultura intensiva. Esto promovió el crecimiento poblacional y la multiplicación y ampliación de asentamientos. Uno de los más conocidos fue Eridu, donde se construyó uno de los más antiguos templos mesopotámicos.
Período Uruk (4000-3100 a. C.)
En el período Uruk surgieron las primeras ciudades, como Uruk en la Baja Mesopotamia que mantuvo su importancia a lo largo de la historia. También surgieron los primeros registros escritos, realizados con el sistema de escritura cuneiforme, y se implementó la especialización artesanal administrada por una élite estatal.
Otras innovaciones del período fueron el uso de la rueda para el transporte y la tecnología del bronce.
Período Dinástico Temprano (2900-2350 a. C.)
Durante el período Dinástico Temprano existieron múltiples ciudades-Estado que competían entre sí, principalmente en Sumeria (sur de la Baja Mesopotamia), como Ur, Umma y Lagash. Algunas de estas ciudades tenían poblaciones que podían oscilar entre los diez mil y cincuenta mil habitantes. En esta época, además, se construyeron los primeros palacios.
Se trató de un período de expansión de las técnicas agrícolas y del modo de vida sumerio al resto de la región fértil mesopotámica, hasta llegar a Siria. La construcción de murallas en torno a las ciudades indica que fue un período de constantes guerras y disputas por recursos y por la supremacía política.
Imperio acadio (2350-2150 a. C.)
La dinastía acadia, de origen semítico, se instaló en la región de Acad (norte de la Baja Mesopotamia), donde Sargón de Acad fundó la ciudad del mismo nombre y comenzó una expansión territorial que llevó a la conquista de las ciudades de Sumeria y de otras áreas de Mesopotamia. Algunos historiadores consideran esta expansión como el primer imperio mesopotámico de la historia.
Durante esta etapa también se consolidaron las redes de intercambio con las civilizaciones del valle del Indo, Egipto y Anatolia.
Período de los gutis (2150-2100 a. C.)
El Imperio acadio sucumbió debido a las tensiones internas y a las invasiones de los pueblos nómadas gutis, provenientes de la cordillera de los Zagros. Los gutis gobernaron brevemente y algunas ciudades del sur recuperaron gradualmente su autonomía, como Lagash bajo el reinado de Gudea, quien llevó a cabo un gobierno pacífico y restauró templos en varias ciudades sumerias.
Tercera Dinastía de Ur (2100-2000 a. C.)
Los gutis fueron expulsados por el rey de Uruk, Utu-Hegal, quien fue a su vez destronado por Ur-Nammu, gobernador de Ur. Este fundó la Tercera Dinastía de Ur y reunificó el territorio de la Baja Mesopotamia, que presenció un renacimiento sumerio. En esta época se construyeron los primeros zigurats (templos de grandes plataformas).
Esta dinastía culminó debido a un proceso de desintegración política que se combinó con las invasiones de los amorreos desde el oeste y el saqueo de Ur por los elamitas desde el este. La disolución de la Tercera Dinastía de Ur llevó a un período de hegemonía de las dinastías de Isin y Larsa (2000-1800 a. C.).
Imperio paleobabilónico (1800-1595 a. C.)
Los amorreos se instalaron en Babilonia y fundaron una nueva dinastía gobernante que dio origen al Imperio paleobabilónico. Esta unificación de Mesopotamia fue conseguida por el sexto rey amorreo de Babilonia, Hammurabi, célebre por sus conquistas militares y por su promoción de las artes y las ciencias. A partir de esta época, la región del sur de Mesopotamia dejó de llamarse Sumeria y Acad y empezó a ser denominada Babilonia.
La lengua sumeria sobrevivió en algunos registros escritos pero dejó de ser la lengua hablada en la vida cotidiana, reemplazada por el acadio (por ejemplo, el Código de Hammurabi fue escrito en la variante babilónica de la lengua acadia). Además, se incorporaron dioses amorreos al panteón mesopotámico.
Período de disgregación (1595-1000 a. C.)
La muerte de Hammurabi condujo al debilitamiento de Babilonia y a la pérdida de territorios. En 1595 a. C., los hititas de Anatolia atacaron y saquearon la ciudad de Babilonia, y los casitas, un grupo de origen incierto que se había instalado en la región, fundaron una nueva dinastía gobernante.
Mientras tanto, en el norte se establecieron el reino asirio y el reino hurrita de Mitanni. Sin embargo, el reino de Mitanni cayó en el siglo XIII a. C., el reino hitita en el siglo XII a. C. y el reino asirio entró en crisis en el siglo XI a. C., en un contexto de invasiones de pueblos arameos.
Imperio neoasirio (934-609 a. C.)
El reino asirio se recuperó en 934 a. C. y comenzó una nueva expansión militar que dio origen al Imperio neoasirio. Los asirios derrotaron a los arameos de Siria y consiguieron el dominio de las rutas comerciales mesopotámicas, especialmente bajo el reinado de Salmanasar III, quien extendió su dominio más allá de las fronteras tradicionales del reino.
Sus sucesores, como Tiglat-Pileser III o Asurbanipal, continuaron la expansión y el imperio llegó a abarcar la totalidad de Mesopotamia, Siria, el Levante meridional, partes de Anatolia y Arabia, Elam e incluso Egipto.
Durante los reinados de Senaquerib y Asurbanipal se sucedieron diversas pugnas internas y externas. Tras una rebelión babilónica, los asirios destruyeron esta ciudad.
En 626 a. C., Nabopolasar, rey de Babilonia perteneciente a una dinastía caldea que se había asentado en la región, se levantó contra los asirios y en 612 a. C. logró saquear la capital asiria Nínive con la ayuda de los medos. El último intento de resistencia asiria fracasó en 609 a. C. y los caldeos heredaron la mayor parte del Imperio neoasirio
Imperio neobabilónico (612-539 a. C.)
Bajo el reinado del primer rey caldeo, Nabopolasar, se derrotó al Imperio neoasirio y se fundó el Imperio neobabilónico.
El hijo de Nabopolasar, el célebre Nabucodonosor II, reconstruyó Babilonia, conquistó el reino de Judá y destruyó Jerusalén. Poco después de su muerte, uno de sus sucesores fue destronado y reemplazado por Nabonido, quien parece haber sido impopular entre los babilonios y no pudo hacer frente a la conquista de Babilonia por Ciro el Grande, fundador del Imperio persa aqueménida, en 539 a. C. Bajo el dominio persa se puso fin a la civilización mesopotámica.
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Referencias
- Edzard, D. O. et al. (2023). history of Mesopotamia. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
- Leick, G. (2003). Historical Dictionary of Mesopotamia. The Scarecrow Press.
- Liverani, M. (1995). El Antiguo Oriente. Historia, sociedad y economía. Crítica.
- Postgate, J. N. (1999). La Mesopotamia arcaica. Sociedad y economía en el amanecer de la historia. Akal.
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