Imperialismo

Te explicamos qué es el imperialismo y cuáles fueron las causas de esta doctrina política. Además, su relación con el colonialismo y el capitalismo.

¿Qué es el imperialismo?

El imperialismo es una doctrina política que establece una relación jerárquica entre dos naciones: una nación domina y ejerce autoridad sobre otra. Esta dominación puede darse mediante técnicas de colonización (poblamiento, explotación económica, presencia militar) o mediante la subordinación cultural (también llamada aculturación).

El término “imperialismo” también se utiliza para referir al periodo de expansión de las potencias europeas que tuvo lugar entre los siglos XVI y XX y que llevó a la creación de grandes imperios de alcance mundial. En esa etapa, los grandes reinos europeos establecieron centros políticos, económicos y militares en América, África y Asia, para la apropiación de todo tipo de recursos.

Los procesos más agresivos del imperialismo pueden identificarse con la conquista y colonización de América (siglos XVI y XVII), el establecimiento del comercio transatlántico de esclavos (siglos XVI a XIX) y el llamado “reparto de África” (siglos XIX y XX).

Además, en algunos estudios históricos, se utiliza la expresión “la era del imperialismo” para definir el proceso de radicalización de la competencia de los imperios europeos entre 1870 y 1914, que desembocó en el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

La relación entre el imperio y sus colonias es de dominación política, económica y cultural. Se establece a través de la fuerza y la violencia (conquista militar) y luego se impone una estructura política que consolida la dominación económica y cultural (leyes, restricciones e impuestos que favorecen a la nación dominante).

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Causas del imperialismo

Entre las principales causas que llevaron a la expansión del imperialismo europeo, se encuentran:

• Motivos económicos. La necesidad de materias primas y bienes comerciales llevó a que los países europeos se dedicaran a la adquisición de nuevos territorios. Además de la apropiación de los recursos en los espacios conquistados, los imperios imponían formas de producción y extracción con la mano de obra local y, a su vez, la recolección de impuestos de los nuevos súbditos.
• La competencia imperial. Los diversos imperios europeos competían entre sí por poder, influencia y control de las rutas marítimas y de los recursos económicos. Esto implicaba la disputa de territorios dentro de Europa y, especialmente, la competencia en la adquisición y explotación de los territorios en África, América y Asia.
• La exploración del mundo y de la ciencia. El auge del racionalismo y la capacidad del ser humano de transformar la realidad a su alrededor (ciencia y tecnología) requerían nuevos materiales que conocer y procesar, para así acumular un potencial industrial que le diera una ventaja por encima de los demás imperios.
• El etnocentrismo. La ideología imperante en Europa establecía la superioridad de los europeos sobre el resto de las sociedades. Los rasgos que caracterizaban su forma de vida eran vistos como parámetro de civilización y progreso, frente a las dinámicas sociales de las diferentes partes del mundo. Con esta ideología, se excusaba el proceso de aculturación (imposición cultural) y eliminación de costumbres locales.

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Imperialismo y colonialismo

Los términos de “imperialismo” y “colonialismo” se utilizan muchas veces como sinónimos. Sin embargo, algunas veces los especialistas los utilizan de manera diferente.

Por lo general, dentro de la historiografía, se utiliza el término “imperialismo” para hablar de la ideología, el periodo y la imposición de los imperios europeos en el resto del mundo. Además, se enfatiza la etapa que abarca la aceleración de la competencia europea por el control de territorios entre 1870 y 1914.

Por su parte, el término “colonialismo” suele emplearse con mayor frecuencia para hablar específicamente del proceso a través del cual un Estado extranjero logra imponerse sobre un territorio. Es decir, hace referencia a los mecanismos de explotación que la metrópoli (Estado colonial o imperial) establece sobre la colonia (territorio conquistado o colonizado).

Algunos autores argumentan que el imperialismo puede darse sin el colonialismo. En ese caso, se utiliza el término “imperialismo” para hablar de una dominación imperial a través de la imposición de una relación desigual entre dos Estados soberanos. En cambio, se utiliza el término “colonialismo” para referir a un Estado imperial que suprime la existencia del Estado sometido (o solo permite su existencia como un Estado colonial).

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Imperialismo y capitalismo

Muchos autores argumentan que el imperialismo fue un factor decisivo para el desarrollo de la Revolución Industrial y la consolidación del capitalismo a nivel mundial. Las diferentes naciones europeas consiguieron las fuentes energéticas y los recursos necesarios para el desarrollo industrial a través de la expropiación de territorios y riquezas de las naciones sometidas.

Esta expropiación generó una desigualdad estructural que estableció la superioridad política y económica de las potencias occidentales por sobre los países sometidos, especialmente en relación con África y América Latina.

Con el paso del tiempo, esta desigualdad entre las potencias imperiales y las colonias se consolidó. Tan es así, que incluso luego de la caída del imperialismo (mediados del siglo XX), los países que se vieron sometidos a los imperios siguieron sufriendo sus consecuencias hasta la actualidad.

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Referencias

• Ackermann, M. E., Schroeder, M. J. y otros. (2008). 1750 to 1900 y Africa, imperialism and the partition of. Encyclopedia of World History. Age of Revolution and Empire. Vol IV. Facts on File.
• The Editors of Encyclopaedia Britannica. (2023). Imperialism. The Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
• Mommsen, W. J. (1995). La época del imperialismo. Siglo XXI.