Hegemonía

Te explicamos qué es la hegemonía, su significado en la historia, la cultura y la política internacional. La hegemonía es un vínculo desigual de supremacía.

Un tablero de ajedrez simboliza la hegemonía.
Las relaciones hegemónicas o de dominación son vínculos desiguales.

¿Qué es la hegemonía?

La hegemonía es una relación de supremacía que ejerce un grupo sobre otros, generalmente legitimada por normas o ideas. De este modo, un Estado, una clase social o un grupo económico pueden influenciar a otros o dictarles los modos de obrar, pensar o comportarse.

Es un vocablo muy utilizado en los ámbitos de la política, la sociología y las relaciones internacionales. También se usa en los estudios culturales para hacer referencia a un conjunto de ideas que tienen una posición dominante en una sociedad y no suelen ser cuestionadas porque son tomadas como comunes o normativas.

Las relaciones hegemónicas son vínculos desiguales, verticales, en los que el sector que ocupa el lugar central o jerárquico recibe el adjetivo de “hegemónico” (Estado hegemónico, potencia hegemónica, clase hegemónica, partido hegemónico, entre otros). En inglés, la persona o grupo que ejerce la hegemonía es llamado hegemon, un término que proviene de la jerga militar de la Antigua Grecia, donde designaba a quien guiaba el ejército (un general o un caudillo).

A pesar de su origen vinculado con la conducción bélica, el uso actual de este término no remite necesariamente al poderío militar, sino a la supremacía política y el dominio cultural. Esto es así incluso en asuntos de política internacional, donde se refiere a las distintas formas en que un Estado puede imponer su agenda sobre otros e influir de manera decisiva en su destino, con la intención de garantizar sus propios intereses y sostener en el tiempo su dominio internacional a costa de la autonomía y los intereses de la nación bajo su influencia.

En el pensamiento marxista, el concepto de hegemonía fue introducido a comienzos del siglo XX por el italiano Antonio Gramsci. Formuló la idea de que la clase dominante ejercía un liderazgo moral e intelectual (una hegemonía) que le permitía difundir entre las otras clases sociales las ideas que legitimaban las relaciones sociales del capitalismo, y que esto le otorgaba el consenso que hacía innecesario recurrir sistemáticamente a la represión.

Puntos clave

  • La hegemonía es una relación de supremacía de un grupo sobre otro, legitimada por ideas o normas.
  • En las relaciones internacionales, refiere al predominio de un Estado sobre otros (a escala regional o global) que no se ejerce a través del poder militar.
  • Desde el marxismo, Gramsci llamó hegemonía al mecanismo ideológico y cultural que permite a la clase dominante ejercer su control con el consenso de la sociedad.
  • El adjetivo “hegemónico” también se usa para referir a un canon estético impuesto socialmente, como un “cuerpo hegemónico” que es presentado como estándar de lo bello o deseable.

Ver también: Potencia mundial

Hegemonía mundial

La hegemonía mundial es la relación de primacía de un Estado sobre la mayoría de las naciones del mundo, es decir, la supremacía que un Estado ejerce no solo sobre sus países vecinos o sobre sus socios estratégicos, sino sobre casi todo el globo. En ocasiones, se usa el término en un sentido más regional que global, y a veces se lo relaciona con dos o más potencias que rivalizan por el predominio mundial.

Es una situación de poderío internacional que solo fue alcanzada por pocas naciones a lo largo de la historia, capaces de ejercer una influencia política, cultural y económica decisiva en el sistema mundial de las relaciones internacionales. Estos países fueron: Portugal y los Países Bajos en los siglos XVI y XVII, Españaentre los siglos XVI y comienzos del XIX, Francia entre los siglos XVII y XIX, Gran Bretaña entre los siglos XVII y principios del XX, y Estados Unidos y la Unión Soviética (URSS) en el siglo XX, que se disputaron la hegemonía mundial durante la Guerra Fría (1947-1991).

Durante las etapas de hegemonía de una o más naciones, sus culturas se introducen en la mayoría de los países del mundo e influyen en sus culturas locales, y sus economías determinan buena parte de las pautas de comercio y producción a escala internacional. Además, su diplomacia y poderío militar permiten imponer su voluntad o agenda a los países subordinados, tanto en materia de relaciones internacionales como, a veces, en materia de política interna.

Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, Estados Unidos se consolidó como la única superpotencia mundial en el contexto del capitalismo globalizado. Aunque desde entonces conserva su hegemonía cultural a escala mundial, y más fuertemente en Occidente, su predominio es crecientemente desafiado por otra potencia mundial: China.

Hegemonía cultural

Retrato de Antonio Gramsci.
Según Gramsci, la hegemonía cultural difunde una ideología que se impone como si fuera el sentido común.

Un uso frecuente del vocablo “hegemonía” proviene del pensamiento del filósofo marxista italiano Antonio Gramsci (1891-1937). Este pensador planteaba que, para consolidar su rol económico y político predominante, una clase social en cualquier Estado debía adquirir legitimidad como clase dirigente mediante mecanismos de consenso.

Según Gramsci, el dominio a través de la represión y la violencia permitía silenciar a los antagonistas políticos. Sin embargo, la pasividad de la sociedad civil solo se alcanzaba mediante la hegemonía. Este mecanismo ideológico lograba convencer a la sociedad de que el orden político y socioeconómico impuesto era, en realidad, legítimo, normal y conveniente.

En su estudio sobre la sociedad capitalista, Gramsci concebía la hegemonía, también llamada hegemonía cultural burguesa, como un punto intermedio entre el dominio y la influencia. Esta permitía a la clase social dominante (la burguesía) mantener las relaciones sociales de producción y su poder político a través de un conjunto de normas sociales y prácticas culturales, destinadas a que la clase social dominada (el proletariado) renunciara a su identidad de clase, a sus propias manifestaciones culturales y, por lo tanto, a la lucha contra el capitalismo.

Según Gramsci, este tipo de hegemonía le confiere a la clase dominante un control cultural sobre la sociedad, es decir, sobre la forma en que piensa y sobre los valores que profesa. Dicho control no es explícito, sino sutil, una forma de manipulación que va construyendo lo que luego se naturaliza como si perteneciera al “sentido común”.

Así es como, de acuerdo con Gramsci, la clase dominante garantiza su dominio sobre los medios de producción. Por lo tanto, el único modo de subvertir el orden y enfrentarse a la clase dominante es coordinar la lucha política y económica con la lucha contra los mecanismos ideológicos de dominación. Simultáneamente, se requiere la difusión, entre las clases dominadas, de un entendimiento profundo de su situación social para generar consenso alrededor de un proyecto de transformación social y de un modelo socioeconómico alternativo.

Ver además: Globalización cultural

Hegemonía conservadora

En la historia colombiana, se conoce como hegemonía conservadora a un período de 44 años en el que los sectores conservadores de la República de Colombia controlaron de manera continua el Estado.

Comenzó en 1886, con el ascenso a la presidencia de José María Campo Serrano (1832-1915), representante del movimiento político conocido como la Regeneración (liderado por Rafael Núñez).Culminó en 1930, con la derrota del Partido Conservador ante el liberal Enrique Olaya Herrera (1880-1937) en las elecciones presidenciales de ese año.

Este lapso de dominación conservadora fue consecuencia de la promulgación de una nueva Constitución en 1886, que reemplazó a la Constitución liberal de 1863, luego de un período de conflictos entre liberales y conservadores. La hegemonía se consolidó tras la derrota de los liberales en la llamada guerra de los Mil Días (1899-1902), en la que ambos bandos se enfrentaron por el control político de la nación. Esta guerra dejó un saldo de miles de muertos. Unos meses después de la guerra, Panamá se separó de Colombia.

La hegemonía conservadora se caracterizó por el desarrollo económico, especialmente debido a la exportación de café, y por la represión de los movimientos de trabajadores, como fue el caso dela masacre de las bananeras de 1928. En este episodio, el ejército colombiano cumplió la orden de disparar contra los trabajadores de la United Fruit Company, una empresa multinacional dedicada a la producción y exportación de frutos tropicales, cuando estos últimos protestaban por mejores salarios y condiciones laborales.

Sigue con:

Referencias

  • Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G. (Dirs.). (2015). Diccionario de política. Siglo XXI.
  • Gramsci, A. (2013). Antología. Selección, traducción y notas de Manuel Sacristán. Akal.
  • Rosamond, B. (2024). Hegemony. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/

¿Te interesan nuestros contenidos?

Sigue nuestra cuenta de Instagram, donde publicamos contenidos exclusivos.

¿Cómo citar?

Citar la fuente original de donde tomamos información sirve para dar crédito a los autores correspondientes y evitar incurrir en plagio. Además, permite a los lectores acceder a las fuentes originales utilizadas en un texto para verificar o ampliar información en caso de que lo necesiten.

Para citar de manera adecuada, recomendamos hacerlo según las normas APA, que es una forma estandarizada internacionalmente y utilizada por instituciones académicas y de investigación de primer nivel.

Gayubas, Augusto (15 de enero de 2025). Hegemonía. Enciclopedia Concepto. Recuperado el 15 de enero de 2025 de https://concepto.de/hegemonia/.

Sobre el autor

Última edición: 15 de enero de 2025
Revisado por Augusto Gayubas
Doctor en Historia (Universidad de Buenos Aires)

¿Te fue útil esta información?

No

    ¡Genial! Gracias por visitarnos :)