Te explicamos qué es el control social, de qué maneras se ejerce y cuáles son sus mecanismos. Además, algunos ejemplos.

¿Qué es el control social?
El control social es un conjunto de mecanismos, prácticas y valores que promueve la sociedad o un grupo dominante dentro de ella, de manera formal o informal, para conservar el orden establecido. Dicho en otros términos, se trata de los diferentes métodos que aseguran la adecuación de los miembros de la sociedad a las normas sociales y evitan o disminuyen las conductas consideradas desviadas.
El concepto de control social tiene un sentido muy amplio y abarca mecanismos muy diferentes entre sí. Estos van desde las leyes y los castigos que son impuestos por las autoridades, hasta los valores, las costumbres y las creencias que son compartidos por la mayoría de los ciudadanos.
Además, el control social se ejerce a través de dos tipos de medios: coercitivos y persuasivos. Por lo tanto, implica tanto restricciones legales y policiales, como un control cultural, ideológico y político. De hecho, en épocas revolucionarias, es comprendido como una barrera que dificulta el cambio y que actúa en favor de las clases dominantes, dado que estas poseen el mando del Estado, que ejerce el control coercitivo sobre la población pero también influye en la formación de los valores y las normas de la sociedad a través de la educación y la propaganda.
Si bien muchos mecanismos de control social han sido criticados y cuestionados, en condiciones ordinarias, toda sociedad cuenta con algún grado de control social que contribuye a sostener el orden público, la paz social, la organización política y unas determinadas relaciones económicas. Es decir, es un elemento indispensable para mantener la estabilidad de las sociedades, aun cuando algunos de sus medios pueden ser considerados abusivos o inconvenientes.
Puntos clave
- El control social es un conjunto de mecanismos que permiten conservar el orden establecido y reducir las conductas consideradas desviadas.
- Se ejerce sobre los ciudadanos de forma coercitiva (mediante el uso de la fuerza) o persuasiva (mediante la inculcación de valores y pautas de conducta).
- Emplea mecanismos formales (leyes promulgadas y ejecutadas por el Estado) e informales (costumbres transmitidas por la familia, la escuela o la religión).
- Algunos ejemplos de control social son el registro estatal de los ciudadanos, el accionar policial y la transmisión de normas sociales en la escuela y los medios de comunicación.
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Medios de control social
El control social se ejerce mediante dos tipos de medios: coercitivos y persuasivos.
- Medios coercitivos. Recurren a la fuerza o a la amenaza de la violencia sobre las personas, por lo que pertenecen al área de los controles externos. Por ejemplo, el uso de las fuerzas policiales para someter por la fuerza a quienes actúen en contra de la ley o amenacen el orden público.
- Medios persuasivos. Buscan que los ciudadanos interioricen las normas sociales mediante distintas formas de socialización, por lo que pertenecen al área de los controles internos. Por ejemplo, la inculcación de valores, pautas de conducta y respeto a las leyes que rigen el orden público, a través de la educación (especialmente en la escuela) y de los medios de comunicación.
Mecanismos de control social
Existen dos tipos de mecanismos de control social: los formales, oficializados por el Estado y presentes en la ley; y los informales, transmitidos por la costumbre o heredados de las tradiciones.
Control social formal
Respaldado por el derecho y el orden constitucional, el control social formal está compuesto por las diferentes instituciones e instancias del Estado que se encargan de la creación y ejecución de las leyes, distribuidas en los tres poderes del Estado (Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial). Incluye también las ordenanzas municipales y otros sistemas regulatorios.
Por ejemplo, la promulgación de leyes que regulan la conducta, la implementación de un documento nacional para identificar a todos los ciudadanos, la aplicación de una sanción cuando se comete una infracción o el uso de la fuerza policial cuando se transgrede una ley.
Control social informal
El control social informal no cuenta con el respaldo explícito de una ley, sino que proviene de la tradición, de las costumbres o de las formas de vida social y cultural de la población, que las considera deseables o normales. Sus mecanismos son más sutiles, diversos y, a menudo, imperceptibles para la propia población, y pueden variar significativamente de una sociedad o una época a la otra.
Por ejemplo, las normas y valores culturales arraigados o transmitidos por la familia y la escuela, como el modo de comportarse, de expresarse, de saludar o de recurrir a la cortesía en el trato; o los códigos morales derivados de las religiones, en los que ciertos actos son permitidos y otros son prohibidos o provocan culpa o vergüenza en el sujeto que los realiza.
Ejemplos de control social

Algunos ejemplos de control social son los siguientes:
- El registro ciudadano por parte del Estado. Siempre que un niño nace, debe ser presentado por sus padres ante el registro civil del Estado, donde se crea un acta de su nacimiento y se le brinda una identidad legal, y luego un documento de identidad (DNI o cédula). De este modo, el Estado tiene un control informativo y estadístico de su ciudadanía, y a partir de él también puede brindarle servicios burocráticos, legales y sociales.
- La prohibición de venta de alcohol a menores de edad. El Estado suele prohibir la venta de alcohol a personas que no tengan la mayoría de edad (generalmente 18 años, en otros lugares 21), como una forma de protección de la niñez y la juventud ante posibles problemas de salud (como las adicciones) o efectos derivados del consumo (como comportamientos peligrosos o accidentes). El incumplimiento de esta ley suele ser sancionado por las autoridades con multas, cierres de comercios o prisión a los vendedores.
- El uso de la fuerza policial. Para conservar el orden interno, el Estado posee las fuerzas policiales y de seguridad, es decir, grupos armados y entrenados que pueden hacer uso de la violencia para prevenir o combatir el delito, y para reprimir toda alteración del orden público, siempre y cuando se ajusten a las leyes y a las órdenes emanadas desde la autoridad competente. Entre sus funciones, se suele contar la represión de insurrecciones o rebeliones, y la lucha contra el terrorismo.
- Las prescripciones y prohibiciones religiosas. Las religiones suelen imponer a sus fieles unos códigos de conducta que pueden ser más o menos estrictos, en los que abundan las prescripciones (aquello que se debe hacer) y las prohibiciones (aquello que no se debe hacer). Así, por ejemplo, el cristianismo promueve el matrimonio y condena la promiscuidad, el islam prohíbe el consumo de alcohol y de carne de cerdo, y el judaísmo prohibe el consumo de carne de cerdo y de cualquier otra carne que no haya sido preparada con un estilo específico de sangrado (según las pautas de la dieta kosher), y además prohíbe trabajar los sábados.
- La socialización escolar y mediática. Una forma de inculcar valores y pautas de conducta es a través de la educación, especialmente en la escuela primaria. Así, además de impartirse conocimientos y saberes, se transmiten normas sociales que deben ser interiorizadas para la vida adulta, como el respeto a la autoridad y a los horarios. Por otro lado, a través de los medios de comunicación, se pueden promover ideas o comportamientos considerados aceptables, como las obligaciones ciudadanas estimuladas por la propaganda oficial; y censurar prácticas consideradas inaceptables, como actos que las noticias periodísticas caracterizan como reprobables o cuyos agentes son definidos como inadaptados.
- Los roles de género. La sociedad está estructurada con base en roles laborales, sociales y públicos que, en muchos casos, suelen depender del género de cada individuo. Así, a los hombres se los ha identificado tradicionalmente con roles considerados activos (trabajar fuera de casa, inventar, construir, liderar) mientras que a las mujeres se las ha relacionado con roles considerados pasivos (cuidar de los hijos y la casa, limpiar, cocinar, decorar, acompañar). Esta forma de control, que recae principalmente sobre las mujeres, fue desapareciendo a lo largo del siglo XX en las sociedades occidentales, pero pervive en algunos ámbitos y regiones.
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Referencias
- Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G. (Dirs.). (2015). Diccionario de política. Siglo XXI.
- Carmichael, J. T. (2012). Social Control. En J. Manza (Ed.), Oxford Bibliographies Online: Sociology. Oxford University Press. https://www.oxfordbibliographies.com
- Foucault, M. (2008). Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión. Siglo XXI.
- Real Academia Española. (s. f.). Control social. Diccionario panhispánico del español jurídico (DPEJ). https://dpej.rae.es
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