Te explicamos qué es la retórica, los elementos del discurso, las figuras y preguntas retóricas. Su relación con la oratoria y la dialéctica.
¿Qué es la retórica?
La retórica es la disciplina que se interesa en el estudio y la sistematización de los procedimientos y técnicas expresivas del lenguaje, que además de sus fines comunicativos usuales tienen como objetivo persuadir o embellecer lo dicho.
Se trata de una disciplina que atraviesa numerosos campos del saber, entre los que están la literatura, la política, el periodismo, la publicidad, la educación, el derecho, etc.
Los elementos que la retórica estudia son en principio de tipo verbal, o sea, pertenecientes al lenguaje, pero no únicamente hablado: la expresión escrita e incluso el uso conjunto de imágenes y texto bien puede resultar de su interés, especialmente en las formas contemporáneas de elaboración de discursos.
Los inicios de esta disciplina datan de la antigüedad grecorromana. En la Antigua Grecia era ampliamente estudiada, y comprendida como la capacidad de persuadir a los demás mediante palabras habladas.
Luego también tuvo su lugar en las cortes de la Roma Imperial y constituyó parte fundamental de la educación medieval europea, en donde ocupó un lugar esencial entre las disciplinas humanísticas, al menos hasta la época del Romanticismo.
Según las consideraciones clásicas de la retórica, todo discurso se configura a partir de tres elementos:
- Inventio o invenio. La selección de los contenidos del discurso, es decir, la elección particular de los temas en la memoria, en los lugares comunes (o topoi), las ideas propias o heredadas de terceros, en fin, que puedan servir para los fines comunicativos que se tengan.
- Dispositio. La organización de los elementos de la inventio en un todo estructurado, jerarquizado, o sea, organizado según la conveniencia argumental, echando mano a relatos, exposiciones o explicaciones para movilizar al otro a través de vías emocionales, racionales o morales.
- Elocutio. Equivalente a lo que consideramos hoy “estilo”, se trata de la elección de los recursos lingüísticos idóneos para expresar verbalmente los materiales recopilados y ordenados previamente. Ello implica figuras retóricas, juegos de palabras, etc.
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Retórica, oratoria y dialéctica
Estos tres términos no deben manejarse como sinónimos, ya que no lo son, a pesar de que a menudo en el habla cotidiana podamos emplearlos más o menos indistintamente. Por un lado, la retórica es el “arte del bien decir”, o sea, a la capacidad o el talento de dar a lo comunicado la expresividad necesaria para hacerlo realmente persuasivo. Por otro lado, los otros concepto son:
- Oratoria. Considerada por algunos como un género literario, la oratoria podría entenderse como la forma de aplicación al discurso oral de los elementos retóricos, o sea, la capacidad para aplicar la retórica a un discurso hablado. Dicho en pocas palabras, la oratoria es el arte de hablar con eficacia. Por esa razón, oratoria y retórica poseen muchas fronteras comunes.
- Dialéctica. Por su parte, la dialéctica era comprendida por los antiguos griegos como “el arte de conversar” (la palabra comprende los vocablos griegos dia-, “reciprocidad” o “intercambio”, y logos, “palabra”), y se diferenciaba de la oratoria en que ésta enseñaba a hablar bien frente a los demás, mientras que la dialéctica enseñaba a debatir. El célebre filósofo Sócrates practicaba la dialéctica con sus estudiantes, retándolos mediante la conversación para que pensaran los tópicos de su interés.
Figuras retóricas
También conocidas como figuras literarias, las figuras retóricas son giros o recursos estilísticos, es decir, mecanismos del lenguaje que sirven para ilustrar, embellecer o enriquecer estilísticamente el discurso.
Tanto en el lenguaje hablado como el escrito, tanto en el poético como el informal, este tipo de recursos permiten al individuo expresar más con menos, alterando la configuración tradicional o acostumbrada de lo dicho. Algunos ejemplos de figuras retóricas son:
- La metáfora. Consiste en una comparación entre una cosa y otra, o bien en llamar a una con el nombre de la otra, para evidenciar sus rasgos comunes, reales o imaginarios. Por ejemplo: “El río era una larga serpiente azul” o “Los soles chisporroteantes de sus ojos me intimidaron”.
- La hipérbole. Es una forma de exageración discursiva, cuyo sentido no es literal, sino figurado. Por ejemplo: “Tengo tanta hambre que me comería un mamut” o “Es tan tonta que no puede hablar y caminar al mismo tiempo”.
- La personificación. Consiste en atribuirle a un objeto inanimado características humanas, en un sentido obviamente no literal. Por ejemplo: “La mañana me saludó con un aire caliente” o “El viento susurraba su nombre en mis oídos”.
- La elipsis. Esta figura retórica consiste en la omisión de algún contenido del discurso que se considera ya dicho, obvio o que se desea esconder por alguna razón. Así, se evitan reiteraciones que afearían el discurso, por ejemplo, o se puede generar cierto suspenso. Por ejemplo: “María y Néstor fueron al cine, y al salir no encontraron su auto” (se omite la repetición del sujeto), “Le traje un regalo al niño, pero ya lo tenía” (se omite el regalo).
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Preguntas retóricas
Por su parte, las preguntas retóricas o erotemas son aquellas que no esperan por una respuesta del interlocutor, sino que cumplen con una función expresiva: dar énfasis a lo dicho, sugerir una afirmación o un estado anímico determinado. En ese sentido, funciona como una figura retórica también. Por ejemplo:
- “¿Deberíamos permitir que el acusado se salga con la suya?”
- “Dios mío, ¿cuándo terminará este tormento?”
- “¿Quién sino yo podría ayudarte?”
- “¿Habrá alguien que pueda defenderme?”
Retórica de Aristóteles
Aristóteles de Estagira (384-322 a. C.) fue uno de los más importantes filósofos griegos de la antigüedad, considerado junto a su maestro Platón como los padres de la filosofía occidental.
Entre sus muchas obras, escribió la Retórica, en donde expresa sus consideraciones sobre lo que consideraba una tekhné. Es decir que Aristóteles define a la retórica como una técnica para persuadir o refutar. La describe como contrapartida de la dialéctica, que se dedica a exponer.
La Retórica de Aristóteles se compone de tres libros: el primero trata sobre la estructura y especies de la retórica; el segundo sobre lo que se puede razonar y lo que está sujeto a la razón o a las emociones; y el tercero sobre la forma más adecuada de construir discursos para persuadir.
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Referencias
- “Retórica” en Wikipedia.
- “Retórico, ca” en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española.
- “Diferencia entre retórica, oratoria y dialéctica” en Recursos & Habilidades.
- “Retórica” en Centro Virtual Cervantes.
- “Episodio 1: Retórica y oratoria” (video) en Retoricapp.
- “Aristóteles: la Retórica” en Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco Marroquín (España).
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