Recursos literarios

Te explicamos qué son los recursos literarios, los tipos de recursos literarios que hay, sus características y ejemplos.

Recursos literarios
Los recursos literarios son los usos especiales que se le da al idioma.

¿Qué son los recursos literarios?

Los recursos literarios, también denominados figuras retóricas, son usos especiales del idioma que sirven para dotar a una obra de mayor potencia expresiva o belleza. Estos giros y estrategias especiales son usados generalmente en textos literarios, como cuentos, novelas, poemas y obras de teatro, y son menos frecuentes en el lenguaje cotidiano.

Los recursos retóricos son métodos que varían el modo común de usar el lenguaje y, por lo tanto, son una forma diferente de transmitir una idea o un mensaje. Tanto los textos literarios que están escritos en verso como los que están en prosa pueden incluir recursos literarios para imprimir un sello único y singular a la obra. Este uso particular forma parte del estilo de cada escritor.

Sin embargo, estos recursos también pueden aparecer en la lengua común, como formas de juego para dar énfasis o potenciar lo dicho, entre otros usos. Son frecuentes en los chistes, los relatos orales y los trabalenguas.

En cualquier contexto en que aparezcan, los recursos literarios se utilizan con el fin de producir un texto más estético, lúdico, ingenioso y/o difícil de comprender.

Ver además: Género literario

Tipos de recursos literarios y ejemplos

Algunos ejemplos de recursos literarios son:

  • Metáfora o símil. Consiste en sustituir una palabra por otra con la que existe un vínculo de semejanza, estableciendo una comparación entre ellas a partir de un rasgo común. Cuando se establece una comparación mediante un nexo (por ejemplo, como), se trata de un símil; cuando no hay nexo, es una metáfora. Por ejemplo: El rubí de tus labios es una metáfora, pues se comparan los labios de alguien con rubíes por la semejanza del color rojizo. En cambio, Tus labios rojos como rubíes es un símil por la presencia del nexo.
  • Metonimia. Consiste en hacer referencia a un término empleando otro. Entre los términos debe existir una relación de la parte por la cosa, el efecto por la causa, la cosa por su procedencia, el autor por su obra, entre otras opciones. Por ejemplo: Leíamos a Cervantes. En este caso, el autor Cervantes sustituye al nombre de la obra.
  • Hipérbole. Consiste en exagerar para remarcar el sentido explícito de una idea. Por ejemplo: Bruno era más alto que el asta de una bandera.
  • Personificación. Consiste en darles rasgos característicos de los humanos a objetos inanimados o a animales. Por ejemplo: Los árboles del jardín se inclinaban hacia nosotros con curiosidad.
  • Oxímoron. Consiste en unir dos términos lógicamente opuestos, es decir, dos palabras cuyos sentidos normalmente no irían en la misma frase. Por ejemplo: El gélido calor de su mirada.
  • Hipérbaton. Consiste en alterar el orden habitual de la oración para resaltar una o varias palabras. Es típico de la poesía, aunque no exclusivo. Por ejemplo: Un beso a tu mejilla ayer le di.
  • Anáfora. Consiste en repetir una o varias palabras al inicio de dos o más frases. También produce un efecto melódico o enfático respecto a lo dicho, usualmente asociado a la intensidad de un sentimiento. Por ejemplo: Esa noche caminamos a lo largo del sendero. Esa noche comprobamos que no había nadie al final.
  • Onomatopeya. Consiste en representar mediante el lenguaje hablado el sonido de alguna cosa o de algún animal. Por ejemplo: Toc, toc, toc, sonó la puerta.
  • Elipsis. Consiste en omitir cierta información. Esta falta no impide que se conserve el sentido de lo dicho, pero brinda agilidad, rapidez o ritmo a la oración. Se pueden omitir una palabra, una frase o una oración. Por ejemplo: Paula tomó el sendero de la derecha; María, el de la izquierda. En este caso, se omiten tomó y sendero.
  • Aliteración. Consiste en repetir uno o varios sonidos. Se usa para imprimirle una melodía interna a la frase. Por ejemplo: Se oyeron los clásicos clarinetes. Además, es frecuente en acertijos y adivinanzas, pues solo prestando atención al sonido, y no al significado, se puede recomponer la respuesta. Por ejemplo: Te la digo y te la digo, te la vuelvo a repetir, ¿qué es? En la repetición, se esconde la solución, que es la palabra tela.

Clasificación de los recursos literarios

Los recursos literarios se pueden clasificar en:

  • Recursos literarios fónicos. Son los que modifican el uso del lenguaje en relación con el sonido y le dan ritmo, musicalidad o melodía a un texto. Por ejemplo, la aliteración, la onomatopeya.
  • Recursos literarios gramaticales. Son los que modifican el uso del lenguaje en relación con el orden y la combinación de las palabras, porque se invierten términos o se repiten estructuras, entre otras opciones. Por ejemplo, el hipérbaton, la anáfora, la elipsis.
  • Recursos literarios léxico-semánticos. Son los que modifican el uso del lenguaje en relación con el significado de las palabras y las frases, porque los términos adquieren un sentido distinto en un determinado contexto. Por ejemplo, la metáfora, la metonimia, la hipérbole, la personificación, el oxímoron.

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Referencias

  • Beristáin, H. (1995). Diccionario de retórica y poética. Porrúa.
  • Fernández, V. H. (2018). Diccionario práctico de figuras retóricas y términos afines: Tropos, figuras de pensamiento, de lenguaje, de construcción, de dicción y otras curiosidades. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
  • Marchese, A. y Forradellas, J. (2007). Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria. Ariel.

¿Cómo citar?

"Recursos literarios". Autor: Carla Giani. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en: https://concepto.de/recursos-literarios/. Última edición: 12 de abril de 2024. Consultado: 19 de abril de 2024

Sobre el autor

Última edición: 12 abril, 2024
Revisado por Carla Giani
Profesora en Letras (Universidad de Buenos Aires).

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