Te explicamos qué es una comparación y los tipos que existen. Además, qué son las figuras retóricas y algunos ejemplos de esta acción.
¿Qué es una comparación?
Se entiende por comparación a la acción de cotejar dos o más cosas para dar con sus posibles semejanzas, diferencias o relaciones de algún tipo, ya sea apelando a su aspecto físico o al simbólico o imaginario. De esa manera, uno puede comparar a dos individuos y resaltar sus parecidos físicos o, por el contrario, sus diferencias de personalidad, por poner un ejemplo.
La comparación es, además, un proceso subjetivo, que dice mucho sobre quien compara, pues revela los aspectos que le llaman la atención, o el modo particular en que vincula las cosas. Este uso es muy común en el lenguaje literario, en el que se echa mano a símiles o metáforas, es decir, formas poéticas de comparación, para imprimirle al lenguaje una mayor fuerza expresiva o alcanzar una mayor hermosura en sus contenidos.
A grandes rasgos, podría decirse que las comparaciones pueden ser de tres tipos, atendiendo a la relación que establecen entre los dos objetos comparados:
- De igualdad. Busca imprimir a uno de los referentes las propiedades asociadas al otro, es decir, establecer una relación de semejanza o de proporcionalidad, entre ellos. Por ejemplo, al comparar al planeta Tierra con una pelota de béisbol, podríamos referirnos a la esfericidad compartida.
- De inferioridad. Uno de los términos comparados resulta ser menor que el otro en algún sentido y la comparación busca reforzar esa idea. Es típico de las comparaciones que utilizan la fórmula “menor que…” o “menos que…”.
- De superioridad. Por el contrario, aquí uno de los términos es comparado con el otro para acentuar su superioridad o grandeza. Emplea a menudo la fórmula “mayor que…” o “más que…”, por ejemplo.
La comparación enriquece sobre todo cuando atribuye características de un objeto a otro que nunca podría tenerlas, o que sólo podría hacerlo en la imaginación.
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Figuras literarias
Las figuras literarias son formas expresivas poco usuales en la lengua cotidiana, que imprimen sintáctica, fonética o semánticamente una potencia al mensaje del texto o una belleza derivada de su musicalidad, juego o ingenio.
Algunas pueden ser sumamente complejas, como las referidas a la métrica o al desplazamiento de fonemas dentro de una oración o un verso. Otras, en cambio, apuntan como la comparación a establecer sentidos lógicos de significado, que permiten al escritor decir las cosas de una manera particular, distinta.
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Ejemplos de comparación
Algunos ejemplos de comparación pueden ser los siguientes:
- “Tenía ideales férreos” (comparación entre los ideales y el hierro).
- “Los azabaches de tu rostro, amada mía” (comparación entre los ojos negros y el azabache).
- “El mar, enfurecido como un animal salvaje…” (comparación entre el mar y una fiera).
- “Volamos cual pájaros sobre la pista de baile” (comparación entre el baile tan fluido y el vuelo de los pájaros).
- “Una casa más pequeña que una caja de fósforos” (comparación entre la casa y la caja de fósforos).
- “Un orgullo más grande que el sol” (comparación entre el orgullo y el tamaño del Sol).
- “Más rápido que un parpadeo” (comparación entre la velocidad de algo y la del parpadeo).
- “Más infeliz que con la suegra de visita” (comparación entre la infelicidad de alguien y una ocasión que popularmente es considerada negativa).
- “Es menos refinado que un buitre a punto de comer” (comparación entre los modales de alguien y la conducta de un buitre al comer).
- “Come más que lima nueva” (comparación entre el apetito de alguien y la capacidad abrasiva de una lima nueva).
- “Ese chiste es tan gracioso como una patada en la espalda” (comparación entre la gracia del chiste y una situación dolorosa).
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