Te explicamos qué es el Leviatán en diferentes religiones y mitologías. Además, por qué Thomas Hobbes lo usó como título de su obra.
¿Qué es el Leviatán?
El Leviatán es una criatura que aparece en diferentes tradiciones mitológicas y textos antiguos. En la Biblia, se describe como un monstruo marino gigante, con mandíbulas poderosas y escamas impenetrables, que lo hacen invulnerable a las armas humanas. En la mitología ugarítica, el Leviatán es representado como un dragón de siete cabezas.
A lo largo de la historia, el Leviatán ha sido interpretado en el arte y la literatura. En algunos casos, se lo ha representado con elementos de criaturas acuáticas, como aletas y una cola poderosa que le permite desplazarse con rapidez en el agua. En la Edad Media y en la tradición cristiana, se lo asociaba a menudo con demonios y se lo representaba como una bestia infernal.
En un sentido simbólico, el Leviatán suele representar el caos, el poder indomable de la naturaleza y, en algunos contextos, el mal. En varias tradiciones, personifica a las fuerzas primordiales que deben ser dominadas o vencidas por deidades o héroes. Este simbolismo ha permitido que la figura del Leviatán perdure a lo largo del tiempo y se mantenga presente en distintas culturas y narrativas.
En la obra Leviatán (1651) del filósofo político Thomas Hobbes, el término se utiliza como una metáfora del Estado, una entidad poderosa y autoritaria que mantiene el orden y la paz.
En la cultura popular moderna, el Leviatán aparece en diversas obras de ficción, desde novelas y películas hasta videojuegos y series de televisión. En ellas, suele ser representado como una criatura marina colosal y peligrosa.
La palabra “Leviatán” proviene del hebreo bíblico liwyatan, que significa “enrollar” o “retorcer”. También tiene un paralelo en la lengua ugarítica como Lotan, un dragón de siete cabezas, lo que sugiere un origen común en las tradiciones del Cercano Oriente antiguo.
Puntos clave
- Origen bíblico. El Leviatán aparece en la Biblia como un monstruo marino poderoso y simbólico, representando el caos y las fuerzas primordiales que desafían el orden divino.
- Metáfora política. En la obra de Thomas Hobbes, el Leviatán representa al Estado soberano, una entidad centralizada que emerge del contrato social para garantizar la estabilidad social mediante el ejercicio del poder coercitivo.
- Representación cultural. A lo largo de la historia y en diversas culturas, el Leviatán ha sido reinterpretado en literatura, arte y mitología como un símbolo de poder desmesurado, resistencia a la autoridad y caos primordial.
- Iconografía. En el arte y la iconografía cristiana medieval, se representa al Leviatán como un monstruo marino colosal asociado con el demonio y el pecado, reflejando la lucha entre el bien y el mal.
- Interpretaciones contemporáneas. En la actualidad, el término “Leviatán” se utiliza para referir a entidades o sistemas que tienen mucho poder, como grandes corporaciones, gobiernos centralizados y avances tecnológicos que desafían la privacidad y la libertad individual.
- Ver además: Mitología
El Leviatán en el Cercano Oriente antiguo
El Leviatán es una criatura mítica presente en diversas culturas del Cercano Oriente antiguo. Generalmente, se lo representaba como un monstruo marino o un dragón, y aparecía en relatos míticos que narraban la lucha entre el orden divino y el caos primordial.
- Cultura hebrea (siglos IX-V a. C.). Dentro de la cultura hebrea, el Leviatán era una criatura que aparecía en varios textos bíblicos (Job 41, Salmos 74:14, Isaías 27:1). Simbolizaba el caos y la soberanía de Dios sobre todas las fuerzas de la naturaleza. Se lo describía como un monstruo marino gigantesco y casi invencible, con escamas impenetrables y aliento ardiente.
- Cultura ugarítica (siglos XIV-XII a. C.). En esta cultura, el Leviatán era llamado Lotan y aparecía en los relatos de las tablillas de Ras Shamra. Se lo representaba como un dragón de siete cabezas, que era derrotado por el dios Baal en una batalla épica que simbolizaba la lucha contra el caos.
- Cultura mesopotámica (siglo XVIII a. C.). En los textos míticos del Enuma Elish, aparecía una criatura similar al Leviatán en la figura de Tiamat. Se trataba de una diosa del mar representada como un dragón, que era vencida por Marduk en una lucha que establecía el orden del universo.
- Puede servirte: Civilizaciones antiguas
El Leviatán en el cristianismo medieval
En la teología y la iconografía del cristianismo, durante la Edad Media, el Leviatán era frecuentemente asociado con el demonio y el inframundo. Representaba la resistencia a la soberanía divina y la tentación del pecado.
Su derrota en las narrativas medievales significaba la victoria de Dios sobre las fuerzas del mal y una promesa de la salvación y el orden restaurado bajo la autoridad divina. Esta figura monstruosa se integró en la comprensión medieval del universo como un recordatorio constante de la fragilidad humana y la necesidad de la gracia divina para vencer los desafíos espirituales y físicos.
Además de su función teológica, el Leviatán también se exploró en la mística cristiana como un símbolo de las luchas internas del alma humana contra las tentaciones y el pecado. En este sentido, su presencia en la literatura y el pensamiento medieval profundizó la reflexión sobre el libre albedrío, la redención y la purificación espiritual como parte integral del camino hacia la comunión con Dios.
- Ver también: Conocimiento religioso
El Leviatán de Thomas Hobbes
El nombre de Leviatán fue también usado en la obra Leviatán, o La materia, forma y poder de un Estado eclesiástico y civil (1651), escrita por el filósofo inglés Thomas Hobbes (1588-1679) y considerada una pieza clave en el desarrollo del pensamiento político moderno.
En esta obra, Hobbes utiliza la metáfora del Leviatán para describir al Estado soberano como una entidad poderosa y centralizada que emerge de un pacto social entre los individuos. Hobbes argumenta que en el estado natural primitivo, los seres humanos viven en un estado de guerra de todos contra todos, donde la vida es “solitaria, pobre, sórdida, bestial y breve”.
Para escapar de este estado de naturaleza caótico, los individuos ceden sus derechos naturales al soberano absoluto, quien garantiza la paz y la seguridad mediante el ejercicio del poder coercitivo. El Leviatán de Hobbes simboliza así la figura del Estado soberano, que posee autoridad absoluta sobre sus súbditos y detenta el monopolio legítimo de la fuerza.
Esta concepción del Leviatán como una entidad omnipotente y protectora se contrasta con su visión negativa del estado de naturaleza, donde la ausencia de un poder centralizado conduce inevitablemente al conflicto y el desorden. Hobbes utiliza esta metáfora para justificar un gobierno fuerte y centralizado que preserve la paz y la estabilidad social, incluso a costa de ciertas libertades individuales.
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Referencias
- Ackermann, M. (2008). Hobbes, Thomas. Encyclopedia of World History, vol. III: The First Global Age. 1450 to 1750. Facts on File.
- Ellwood, R. R. y Alles, G. D. (Eds.). (2007). Devils and demons. The Encyclopedia of World Religions. Facts on File.
- The Editors of Encyclopaedia Britannica, (2024). Leviathan. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
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