Te explicamos qué es una subcultura, sus características, y múltiples ejemplos. Además, en qué se diferencia de una contracultura.
¿Qué es una subcultura?
Una subcultura es un conjunto más o menos organizado de creencias, actitudes y conductas compartidas por un grupo que, a través de ellas, se distingue del resto de la sociedad tradicional (entendida como la “cultura dominante”). Dicha distinción puede darse en términos laxos o en términos radicales.
Las subculturas proveen a los individuos de un sentido de identidad y de pertenencia, que pueden girar en torno a aspectos políticos, estéticos, lingüísticos, filosóficos, étnicos, religiosos, generacionales y/o de consumo. Por ejemplo, la subcultura otaku, que gira en torno a la estética de los dibujos animados japoneses, se caracteriza por su afición al manga y al animé, así como por el cosplay, y por su tendencia a valorar la tecnología y la socialización en línea.
El concepto de subcultura se asemeja al de “tribus urbanas”, pero no deben usarse de manera indistinta. Para que una tribu urbana pueda considerarse una subcultura no solo debe tener una presencia significativa en una sociedad, sino en otras lejanas geográficamente. Además, las tribus urbanas son un fenómeno esencialmente juvenil, que a menudo se supera con el paso del tiempo, mientras que las subculturas tienden a ser más estables y duraderas.
Aun así, es importante considerar que no existe una definición formal y universalmente aceptada de subcultura, en la sociología y la antropología. Por el contrario, el concepto es utilizado de manera más o menos afín por los estudiosos, por lo que no siempre es sencillo determinar qué casos constituyen una subcultura y cuáles no.
Puede servirte: Grupo de pertenencia
Características de una subcultura
En términos muy generales, una subcultura se caracteriza por lo siguiente:
- Abarca a personas de distinto rango de edad, distinta condición social y distintos orígenes étnicos, en torno a una identidad común que se distingue de la cultura mayoritaria (mainstream).
- Sus valores propios se expresan en diferentes aspectos: la vestimenta, el sentido de la estética, la orientación política o ideológica, el uso del lenguaje, el modelo de consumo, entre otros.
- Puede estar más o menos enemistada con la cultura dominante. En los casos de diferenciación más radical, se puede hablar de una contracultura.
- Su origen suele radicar en algún tipo de resistencia activa a la autoridad, a los mandatos generacionales, al gobierno, a los discursos hegemónicos, etcétera.
Subcultura y contracultura
Los términos “subcultura” y “contracultura” se refieren a fenómenos sociológicos distintos, pero vinculados. Ambos aluden a una cultura nacida en el seno de una cultura mayoritaria, de la cual se distingue a través de diferentes aspectos (ideológicos, estéticos, ideológicos, entre otros), pero en grados diferentes. De esta manera, aquella subcultura que no solo se diferencia, sino que se opone activa y sistemáticamente a la cultura dominante, puede ser considerada una contracultura.
Por ejemplo, la subcultura punk, nacida en la Inglaterra de la década de 1970, fue contracultural en tanto se opuso abiertamente a los valores políticos de la época. Esto dio origen al llamado movimiento punk, vinculado con el anarquismo, el nihilismo y ferozmente opuesto a las expectativas de vida propuestas por el establishment.
Ejemplos de subcultura
Algunos ejemplos importantes de subcultura son:
- Los hippies. La subcultura hippie nació en Estados Unidos en la década de 1960. Fueron una subcultura, una contracultura y un movimiento social, organizados en torno a los valores del pacifismo, el libertarianismo, el amor libre y el rechazo al consumismo. Luego de su extinción como movimiento juvenil masivo, el legado de los hippies continuó en manos de la subcultura neo-hippie, mucho menos homogénea y combativa que la original.
- Los punks. La subcultura punk es una de las más conocidas del mundo occidental. Nació en el Reino Unido en la década de 1970 bajo la consigna de “there is no future” (“no hay futuro”). Célebres por sus crestas de colores, chaquetas de cuero y botas estilo militar, los punks se vincularon al anarquismo y desarrollaron su propio estilo musical.
- Los otakus. La subcultura otaku (un término honorífico en japonés) surgió a mediados de la década de 1980 en Japón, y no tardó en calar en occidente durante la década siguiente, de la mano de la popularización de las historietas (manga) y dibujos animados japoneses (animé). Los otakus se reconocen por su fidelidad a estos productos culturales, su afición por el cosplay (disfraces de personajes del animé) y su devoción por la cultura y lengua japonesas.
- Los hipsters. La subcultura hipster está conformada mayormente por jóvenes bohemios de la clase media-alta. Nació en la primera década del siglo XXI y alcanzó su punto de mayor popularidad alrededor de 2010. Vinculada con la música independiente (indie) y la cultura alternativa, lejos del consumo predominante, se caracterizó por la preferencia de lo vintage o retro, los productos veganos u orgánicos, y las políticas ecológicas o green. Para su vestimenta preferían la ropa a cuadros, los lentes de pasta negros y las barbas.
- Los gamers. La subcultura gamer se trata de una de las subculturas más extendidas en el mundo contemporáneo, y de las menos rígidas en cuanto a apariencia, estética y estilo personal. Su punto central es la afición por el consumo de videojuegos y de la parafernalia vinculada a ellos: ropa, merchandising, coleccionables, etcétera. Los gamers invierten buena parte de su tiempo en los videojuegos y en estar al día sobre los eventos de esta industria. Su grado de compromiso con este hobby es variable, y se ajusta a sus propios cánones estéticos: existen gamers retro, deportistas electrónicos, gamers ocasionales, entre otros.
- Los emos. La subcultura emo (del inglés emotional, “emocional”) surgió en la década de 1980 en los Estados Unidos, especialmente en torno al género musical del hardcore punk. Su momento de mayor popularidad, sin embargo, rondó el año 2000, cuando se hicieron célebres sus vestimentas oscuras, su cabello negro, largo y liso, sus rostros maquillados y con piercings, y su actitud melancólica ante la vida. Sensibles, tímidos e introvertidos, los emos estuvieron también vinculados al estilo musical grunge y al gótico (goth), a tal punto que también se les conoció con este último término.
- Los geeks. La subcultura geek surgió a finales del siglo XX en Estados Unidos principalmente, y deriva su nombre de un término peyorativo, similar a “nerd”, con el que se hacía alusión a las personas introvertidas y estudiosas. Sin embargo, luego se utilizó exclusivamente para las personas fascinadas por el mundo de la tecnología y la informática, lo cual dio origen a la subcultura geek o tech. Los geeks tienden a ser introvertidos y cerebrales, devotos de internet y las nuevas tecnologías. Su vestimenta tiende a ser informal, casual, y su imaginario está fuertemente definido por el chat, las redes sociales y los juegos de rol.
- Los furry. La subcultura furry (del inglés “peludo”) surgió en Estados Unidos a finales de la década de 1980 y su elemento central lo constituye el gusto por cierto tipo de personajes ficticios: animales antropomórficos, generalmente mamíferos (cánidos, félidos) representados en diferentes roles humanos y en escenarios fantásticos o de ciencia ficción. Muchos furries son aficionados al disfraz, en este caso a vestir trajes de animales antropomórficos, y se hacen llamar a sí mismos fursuiters (del inglés fur, “pelaje”, y suit, “traje”).
- Los hooligans. El término “hooligan” surgió en Reino Unido en el siglo XIX, pero adquirió su sentido actual en el marco de los partidos de fútbol de la liga anglosajona, en los que la hinchada, particularmente agresiva, era célebre por causar destrozos, heridos e incluso robos. La subcultura hooligan es muy dispersa, ya que cada individuo es seguidor de un equipo deportivo específico. Aun así, esta subcultura ha sido asociada a delitos de odio racial y xenofobia, así como a sentimientos políticos extremos.
- Los floggers. Más que una subcultura, los floggers fueron una tribu urbana nacida en Argentina a finales de la década de 2000, que giraba en torno a la página web com, donde los usuarios podían subir y comentar sus fotografías, generalmente autorretratos. Los floggers eran aficionados a la música electrónica, vestían con códigos de moda más o menos específicos y llevaban flequillos largos y lisos de medio lado. Se les consideró próximos a lo metrosexual, con una marcada tendencia hacia el culto a la imagen propia y hacia una total apatía política y social.
Sigue con: Grupo social
Referencias
- “Subcultura, contracultura, tribus urbanas y culturas juveniles: ¿homogenización o diferenciación?” por Tania Arce Cortés en Revista Argentina de Sociología (vol. 6, núm. 11) 2008, pp. 257-271.
- “Subcultura, el significado del estilo” por José Garriga Zucal en la Universidad Nacional de San Martín (Argentina).
- “Subculture” en The Encyclopaedia Britannica.
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! Gracias por visitarnos :)