Te explicamos qué es la salud pública, cuáles son sus determinantes y funciones, y qué organismos e instituciones la administran. Además, sus logros en el siglo XX.

¿Qué es la salud pública?
La salud pública es el conjunto de prácticas y saberes dirigidos a la prevención de enfermedades, al control o la erradicación de epidemias, y a la promoción del bienestar físico y mental de las personas. Para ello, se encarga de estudiar, diagnosticar y aplicar medidas que favorezcan las condiciones sanitarias y de higiene de la población y el acceso a los servicios de salud.
La salud pública depende de los conocimientos provenientes de varios campos científicos y académicos, como la medicina, la biología y la sociología. Además, constituye uno de los pilares de la formación médica universitaria.
Puntos clave
- La salud pública es el conjunto de saberes y prácticas para prevenir enfermedades, erradicar epidemias y promover la salud de la población.
- Se basa en conocimientos médicos, biológicos y sociológicos, y en el desarrollo de políticas públicas para garantizar el acceso equitativo a la higiene y la salud.
- Es administrada por organismos públicos y privados nacionales y por instituciones regionales e internacionales, como la Organización Mundial de la Salud.
- Algunos de sus logros en el siglo XX fueron las campañas de vacunación masiva, la erradicación y el control de enfermedades infecciosas, y el aumento de la esperanza de vida.
Ver además: Gestión pública
Historia de la salud pública
Como disciplina y campo de acción, la salud pública tiene una existencia formal relativamente reciente, cuyo origen coincide con el surgimiento de la medicina moderna y de las nuevas técnicas de higienización en el siglo XIX. Sin embargo, muchos de sus contenidos han sido conocidos por las sociedades humanas desde tiempos antiguos.
En efecto, los pueblos de la Edad Antigua ya tenían sus propios métodos de sanidad e higiene, que pueden interpretarse como formas premodernas de salud pública, en las que se combinaban los conocimientos médicos con las creencias religiosas y las prácticas rituales. De hecho, se estima que muchas de las prohibiciones rituales respecto a conducta, alimentación y costumbres, registradas en textos religiosos como la Biblia o el Corán, tienen un origen sanitario.
En la actualidad, la salud pública es una de las principales disciplinas médicas en ejercicio. Se basa en los conocimientos científicos modernos, en las políticas públicas implementadas o supervisadas por los Estados, y en las acciones llevadas adelante por los organismos especializados.
Determinantes de la salud pública
Para mejorar las condiciones sanitarias de una sociedad, los especialistas en salud pública estudian y evalúan los siguientes determinantes de la salud, es decir, los factores que condicionan la salud de las personas y las comunidades:
- Estilo de vida. Se refiere a los hábitos, costumbres, actividades laborales y tipos de alimentación de las personas, especialmente en relación con el ejercicio físico (como el sedentarismo, que es considerado un hábito nocivo) y con ciertos consumos problemáticos (como el cigarrillo y el alcohol).
- Biología humana. Se trata de las características físicas y mentales de las personas, como la herencia genética, que pueden predisponerlas a padecer ciertas dolencias o enfermedades, y otros aspectos vinculados con los ciclos de la vida, como los procesos de crecimiento y de envejecimiento.
- Sistema de atención sanitaria. Corresponde a la existencia o ausencia, según sea el caso, de un sistema que disponga de recursos para ofrecer servicios de salud de calidad a la población y garantice el acceso equitativo a los servicios médicos y preventivos.
- Medio ambiente. Abarca aquellos elementos que forman parte del entorno de la persona, sean naturales o sociales. Por ejemplo, el clima y la geografía, las condiciones de la vivienda o el barrio, el tipo de agentes infecciosos que circulan, los efectos nocivos provocados por situaciones insalubres (como la acumulación de desechos o la contaminación del aire) y las relaciones sociales.
Funciones de la salud pública
La salud pública se ejerce de manera diferente en los distintos países, aunque algunas de sus funciones se cumplen en casi todos ellos. En América, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoce once funciones esenciales de la salud pública, agrupadas en cuatro áreas: evaluación, desarrollo de políticas, asignación de recursos y acceso.
- Evaluación
- Seguimiento y evaluación de las condiciones de salud, el bienestar, las enfermedades y el funcionamiento de los sistemas de salud.
- Vigilancia de la salud pública, control de riesgos y gestión de emergencias o brotes de epidemias a través de infraestructura, como hospitales, centros ambulatorios o laboratorios.
- Investigación, promoción y difusión de los conocimientos sobre salud, higiene, prevención y derechos de la población.
- Desarrollo de políticas
- Elaboración, aplicación y fiscalización de políticas, leyes y regulaciones para promover y garantizar la salud de la población.
- Participación de la ciudadanía en programas de prevención y tratamiento de enfermedades, y colaboración con los actores estratégicos de los sectores público y privado.
- Asignación de recursos
- Desarrollo de recursos humanos y capacitación del personal dedicado a la gestión y la atención en materia de salud pública.
- Promoción del acceso a medicamentos y a tecnología sanitaria de calidad.
- Financiamiento de la salud.
- Acceso
- Promoción de un acceso equitativo y eficiente a los servicios de salud de calidad, brindados por instituciones públicas o privadas.
- Fomento de comportamientos saludables que ayuden a reducir los factores de riesgo.
- Evaluación e intervención sobre los determinantes sociales de la salud, como el acceso desigual a la vivienda, a la alimentación o a los servicios de salud, educación e higiene.
Organismos e instituciones de la salud pública

La salud pública es una de las grandes preocupaciones nacionales, regionales y globales. Por lo tanto, además de ocuparse de asuntos locales, también incluye la prevención y el tratamiento de enfermedades que se pueden expandir de unos países a otros mediante contagios o epidemias.
Esta situación es particularmente importante en el contexto de la globalización, que facilita el transporte rápido de personas, virus y enfermedades a lo largo de grandes distancias.
Así, además de los órganos nacionales y provinciales que se ocupan del área dentro de los límites de cada Estado, generalmente bajo la autoridad de un ministerio de salud o de una agencia gubernamental, existen también organismos e instituciones de cooperación internacional dedicados a la salud pública. Algunos de ellos son:
- Organización Mundial de la Salud (OMS). Es la máxima autoridad internacional en materia de salud pública, integrada en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Su finalidad es “alcanzar para todos los pueblos el grado más alto posible de salud”. Para eso, busca coordinar los esfuerzos de las distintas naciones en materia epidemiológica y preventiva, tanto en situaciones de normalidad como de emergencia.
- Organización Panamericana de la Salud (OPS). Es la oficina regional de la ONU para América. Su misión es brindar cooperación técnica a los países de la región para mejorar y promover el acceso de la población a los servicios de salud.
- Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Es un organismo de la ONU que tiene por objetivo erradicar el hambre y la malnutrición en el mundo, y que sirve como foro de discusión de dichos asuntos y como órgano de asistencia técnica para los Estados miembros. Dada la relación que existe entre la inseguridad alimentaria y los problemas de salud, mantiene estrechas relaciones con la OMS.
- Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Es la agencia de la ONU dedicada a proteger los derechos de todos los niños y niñas del mundo. Sus acciones se dirigen a combatir la pobreza, la desnutrición y la marginación educativa, especialmente en los países y sectores sociales más vulnerables y desfavorecidos. Tiene un impacto importante en la educación, la salud pública y la nutrición infantil.
- ONUSIDA. Es un programa de la ONU creado para coordinar internacionalmente y entre las distintas agencias de la organización la lucha contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en el mundo entero.
- Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat). Es una agencia de la ONU que tiene el objetivo de promover el desarrollo sustentable de las ciudades y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, especialmente en los países en vías de desarrollo, lo que incluye el acceso a una atención médica de calidad.
Logros de la salud pública en el siglo XX
A lo largo del siglo XX, la salud pública dio un enorme salto adelante que se tradujo en importantes logros. Algunos de ellos son:
- Vacunación infantil a gran escala. Mediante las extensas jornadas nacionales, regionales y mundiales de vacunación, se redujo la incidencia de enfermedades comunes y se disminuyó considerablemente la mortalidad infantil en el mundo entero. Incluso se logró erradicar enfermedades como la viruela y, casi en su totalidad, la poliomielitis.
- Control de enfermedades infecciosas. A pesar de no haberse descubierto una cura, se desarrollaron métodos para prevenir y controlar algunas enfermedades infecciosas, como el sarampión, el ébola y el VIH/SIDA.
- Invención y masificación de los antibióticos. Desde el descubrimiento de la penicilina en 1928, se han creado artificialmente varias generaciones de antibióticos, útiles para tratar numerosas infecciones bacterianas. Su uso fue tan difundido que, a finales del siglo XX, las bacterias comenzaron a demostrar resistencia a las primeras generaciones.
- Fluorización del agua potable. En muchos países, se implementó el agregado de compuestos de flúor al agua potable, con el objetivo de prevenir la caries dentaria en los consumidores. Sin embargo, si bien esta técnica permitió eliminar en un alto porcentaje la presencia de bacterias y otros microorganismos en las aguas de consumo humano, también recibió muchas críticas por parte de personas y organizaciones que asocian su uso con otras enfermedades.
- Métodos de planificación familiar. La creación, a mediados del siglo XX, de las pastillas anticonceptivas, cuya difusión fue uno de los componentes de la llamada “revolución sexual” de los años sesenta y setenta, trajo consigo la posibilidad de planificar la concepción y de ofrecer a las mujeres un mayor control sobre su cuerpo y sobre sus deseos o intenciones de incursionar en la maternidad.
- Prohibición o regulación del tabaco. Si bien a mediados del siglo XX existieron debates respecto del vínculo entre el consumo de cigarrillos y el cáncer, la hipertensión y las enfermedades cardiorrespiratorias, a finales del siglo no quedaron dudas del efecto nocivo del tabaco. En consecuencia, en muchos países se procedió a la paulatina prohibición del consumo de cigarrillos en los espacios públicos y a implementar otras regulaciones dirigidas a reducir la probabilidad de las enfermedades vinculadas con dicho hábito.
- Aumento de la expectativa de vida. La esperanza de vida a nivel mundial pasó de 32 años en 1900 a 46 años en 1950, hasta alcanzar los 73 años en 2023. En los países desarrollados, el aumento es todavía más considerable. Por ejemplo, en Europa, pasó de 42 años en 1900 a 62 en 1950 y a 79 en 2023.
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Referencias
- Comes, Y. y Kreplak, N. (2024). Manual de salud pública. Conceptos y herramientas para futuros sanitaristas. Siglo XXI.
- Organización Mundial de la Salud. (s. f.). Quiénes somos. https://www.who.int
- Organización Panamericana de la Salud. (s. f.). Funciones esenciales de salud pública. https://www.paho.org
- Rhodes, P. y Bryant, J. H. (2025). Public health. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com
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