Te explicamos qué es el eurocentrismo y cuál fue su impacto en la política y en las ciencias sociales. Además, te contamos por qué es cuestionado.
¿Qué es el eurocentrismo?
En ciencias sociales, el eurocentrismo es la tendencia a considerar los puntos de vista europeos como modelos universales de la humanidad, relegando cualquier otra perspectiva a la condición de la alteridad y la subalternidad, esto es, a constituir rarezas, excepciones o desviaciones de la norma. Esto incluye consideraciones sobre la tradición, la religión, las costumbres, los valores sociales y políticos, es decir, los patrones que son propios de Occidente.
El eurocentrismo es una forma de etnocentrismo, es decir, de consideración de una cultura como el centro del mundo, que a partir del siglo XVI se implantó en buena parte del planeta como consecuencia de las políticas de colonialismo de los grandes imperios europeos. Estos últimos proponían abiertamente una superioridad moral de Europa frente al resto del mundo, sostenida en su poderío militar y tecnológico durante los inicios de la Revolución Industrial.
Esta consideración, sin embargo, no fue exclusiva del ámbito político, sino que estuvo en el inicio de numerosas ciencias sociales, como la etnología o la sociología, en los siglos XVIII y XIX. Empleando la historia y la sociedad europeas como parámetro, los primeros estudiosos de lo que hoy es la antropología denominaron a las distintas etnias asiáticas, africanas y americanas como pueblos “primitivos” o “atrasados”. Incluso, en los estudios históricos, se propusieron categorías cronológicas que responden estrictamente al desarrollo de las culturas europeas.
Por ejemplo, la “Edad del Bronce” se considera previa a la “Edad del Hierro”, y por lo tanto más primitiva, pero estas consideraciones no aplican a culturas en cuya geografía estos minerales no abundaban y fueron, por ende, reemplazados por otros. Hubo culturas que no conocieron el hierro, pero que fueron avanzadas en otros ámbitos y saberes.
Otro claro ejemplo de eurocentrismo es la división histórica en dos grandes lapsos con la vida de Jesús de Nazaret o Jesucristo como punto de inflexión entre ambos (a. C. y d. C.), pues esta consideración le otorga al cristianismo (la religión mayoritaria de Europa y Occidente) un rol universal del cual carece para otras culturas.
Sin embargo, a partir del siglo XX, con el advenimiento de la globalización la necesidad de una comprensión global de la historia y la cultura puso en evidencia los efectos perniciosos del eurocentrismo en la academia y en muchos modos de pensamiento científico. Entonces se dio inicio a un proceso de revisión de muchos postulados y asunciones, para combatir el vicio eurocentrista e impedir que distorsione los saberes. En esto fue muy importante el aporte de las academias del llamado Tercer Mundo y de las Teorías críticas y poscoloniales.
Numerosas revisiones históricas han demostrado que el rol protagónico de Europa en la historia de la humanidad es muy reciente y se circunscribe a las consecuencias de la Revolución Industrial. Mientras que, durante la inmensa mayoría de la historia, Asia fue el epicentro de la producción y el desarrollo económico del mundo; asimismo, mientras Europa estaba sometida al oscurantismo y el fanatismo religioso medieval, el mundo árabe florecía en saberes científicos e innovaciones de todo tipo.
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Referencias
- “Eurocentrismo” en Wikipedia.
- “Eurocentrismo” en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española.
- “El eurocentrismo” por Jesús Pérez de Viñaspre en Nabarralde (España).
- “Eurocentrismo, europeísmo y eurofobia” por Jaime Pastor Verdú en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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