Caudillismo

Te explicamos qué es el caudillismo, sus causas, consecuencias y otras características. Además, diferencias entre caudillo y dictador.

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Caudillos como Juan Manuel de Rosas ejercieron el poder de manera autoritaria.

¿Qué es el caudillismo?

El caudillismo es una tendencia política y social, especialmente latinoamericana, que consiste en el ejercicio autoritario y personalista del poder por parte de un líder u hombre fuerte. Este líder, denominado caudillo (del latín capitellum, “pequeña cabeza”), logra la adhesión de sus seguidores mediante el prestigio o el carisma y tiene el control de un grupo armado.

Los caudillos suelen gobernar sobre un territorio determinado, a veces como líderes regionales que desafían a un poder central o a otros proyectos políticos, y a veces como jefes máximos del Estado. Para esto, establecen una relación paternalista con sus partidarios y subordinados, y someten todas las instituciones a su voluntad personal, bajo la premisa de que saben lo que es mejor para la sociedad.

El caudillismo latinoamericano surgió en el siglo XIX, luego de las guerras que permitieron a los territorios coloniales alcanzar la independencia de España. En ese momento, las jóvenes naciones hispanoamericanas comenzaron a dar sus primeros pasos hacia la conformación de regímenes republicanos.

Los caudillos regionales, muchos de ellos antiguos héroes de las guerras independentistas y pertenecientes a las clases terratenientes, ocuparon el vacío de poder generado por el colapso del orden colonial. Rivalizaron o ejercieron presión sobre los gobiernos elegidos democráticamente, por lo que mantuvieron una importante influencia en la política. Algunos caudillos incluso se desempeñaron como gobernadores de provincias o alcanzaron la presidencia del país.

Lo que distingue al caudillismo de las dictaduras es que el caudillo suele basar su autoridad en su carisma o popularidad entre amplios sectores de la población, lo que le permite ganar cierta legitimidad, mientras que la dictadura es un régimen autoritario que puede o no ser instaurado por un líder carismático. Aun así, el caudillo puede perder el apoyo y la lealtad de sus seguidores, lo que puede beneficiar a otro caudillo dispuesto a derrocar al anterior.

Aunque algunos autores reservan el término “caudillismo” para el siglo XIX, otros lo usan también para caracterizar a algunos líderes carismáticos y autoritarios del siglo XX, principalmente de América Latina pero también de otros países. En algunos casos, los propios líderes se llamaron a sí mismos “caudillos”, como Francisco Franco en España desde la década de 1930. Además, algunos historiadores emplean el término para otras experiencias históricas, especialmente para contextos de crisis institucional y de gobiernos encabezados por jefes militares, como el shogunato de la historia japonesa o la era de los señores de la guerra en China.

Puntos clave

  • El caudillismo es una tendencia política latinoamericana en la que un líder autoritario, llamado caudillo, ejerce el poder de manera personalista mediante el carisma y el control militar.
  • Surgió tras las guerras independentistas del siglo XIX, cuando el colapso del orden colonial facilitó el ascenso de líderes militares en un contexto de inestabilidad institucional.
  • Algunos historiadores emplean el término “caudillo” para referirse también a algunos líderes políticos y militares del siglo XX en América Latina y España.
  • El caudillismo no es sinónimo de dictadura pero puede llevar a la formación de gobiernos dictatoriales, aunque también puede convivir con algunas instituciones democráticas.

Ver además: Autoritarismo

Características del caudillismo

El caudillismo tiene las siguientes características:

  • Implica la concentración del poder político en una figura: el caudillo. Este suele ejercer el poder de manera autoritaria y verticalista, y se sostiene generalmente en sus habilidades militares y en la lealtad de sus seguidores y partidarios.
  • El gobierno del caudillo no suele ser democrático, sino que se basa en la persecución de la disidencia, aunque suele tener apoyo popular (al menos durante un tiempo), ya que se confía en la voluntad del caudillo para conducir la nación o el distrito hacia un mejor destino.
  • El caudillo, en algunos casos, puede convivir con instituciones democráticas y otras instancias de organización política, pero su voluntad personal está por encima de las instituciones y acaba por imponerse.
  • Los caudillos habitualmente llegan al poder a través de la fuerza, y se mantienen mediante el mismo mecanismo y con el apoyo político de sus partidarios, hasta que otro caudillo consigue mayor influencia sobre las tropas o la población y logra derrocarlo, o bien cuando otra facción política lo vence militarmente.

Causas del caudillismo

Las causas de la aparición del caudillismo fueron:

  • El final de las guerras independentistas, que al desmantelar el orden colonial provocaron un vacío de poder caracterizado por las guerras civiles o intestinas en las que surgieron los caudillos. Estos tenían la capacidad para reclutar y comandar tropas, proteger a sus partidarios y liderar o apoyar a una de las facciones enfrentadas.
  • La formación de repúblicas democráticas inestables o ineficientes, que no lograban ganarse la confianza de la mayoría de la población ni ejercer un verdadero control sobre las fuerzas militares.
  • La aparición de períodos de crisis o inestabilidad socioeconómica e institucional, que los enfrentamientos políticos no lograban resolver y que provocaban el ascenso político de los caudillos, que conseguían satisfacer algunas necesidades locales o se presentaban como una solución a los problemas de escala nacional.
  • El origen terrateniente de muchos caudillos, o el apoyo que recibían de otros sectores propietarios, que les otorgaban los recursos para ganarse la fidelidad de las tropas y otros líderes militares, por encima de la subordinación a un gobierno central y republicano.

Consecuencias del caudillismo

Las consecuencias más frecuentes del caudillismo fueron:

  • La concentración del poder político y económico en el caudillo y sus lugartenientes, lo que debilitaba las instituciones de la democracia y muchas veces llevaba a la constitución de dictaduras.
  • El enriquecimiento del caudillo y sus partidarios más cercanos, y la marginación, el exilio o incluso el empobrecimiento de sus detractores, lo que volvía especialmente difícil oponerse al caudillo o quitarlo del poder. Sin embargo, muchos caudillos realizaban distribuciones de bienes entre las clases más bajas para conservar su adhesión.
  • El reforzamiento de los regionalismos y las identidades locales, especialmente allí donde existían caudillos poderosos, lo que hacía particularmente difícil la labor de consolidar una nación estable y organizada.
  • El legado de una forma despótica y personalista de ejercer el poder político. Esto tiene su herencia en el modo de concebir a algunos líderes políticos en la actualidad o incluso en algunas doctrinas que enfatizan el rol paternalista del Estado.

Caudillo y dictador

Si bien el caudillismo y la dictadura son conceptos cercanos, especialmente porque un caudillo que accede al gobierno puede establecer una dictadura caracterizada por la represión política y la pérdida de libertades, ambos términos se emplean con un sentido diferente.

Por un lado, porque el caudillismo implica siempre la existencia de un caudillo, es decir, de un líder carismático de origen militar, que ejerce de manera autoritaria y personalista el poder. Mientras que las dictaduras pueden estar encabezadas o no por un líder carismático, como las dictaduras militares y cívico-militares (en las que puede o no haber un caudillo, y en las que el gobierno puede ser ejercido por una junta militar) o las dictaduras comunistas (en las que existe un Estado unipartidista y burocratizado).

Por otro lado, porque si bien suelen ser autoritarios, los gobiernos caudillistas pueden mantenerse en el límite entre la democracia y la dictadura, al sostener ciertas instituciones democráticas que les ofrecen legitimidad.

Ejemplos de caudillos

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Algunos caudillos, como Antonio López de Santa Anna, ejercieron su influencia durante décadas.

Algunos caudillos de América Latina y España en los siglos XIX y XX fueron:

  • Juan Manuel de Rosas (1793-1877). Fue un militar, político y estanciero argentino, gobernador de la provincia de Buenos Aires en dos ocasiones (1829-1832 y 1835-1852) y principal caudillo de la entonces llamada Confederación Argentina. Desde 1835 gobernó con la “suma del poder público”, por lo que concentró las decisiones políticas y persiguió a la oposición. Además de su carácter autoritario, se destacó por su carisma y su relación personal con peones y otros caudillos subordinados. Renunció tras ser derrotado en la batalla de Caseros de 1852, que llevó al poder al caudillo santafesino Justo José de Urquiza. El período entre 1829 y 1852 es llamado la época de Rosas.
  • Juan Facundo Quiroga (1788-1835). Fue un político y militar argentino, conocido como “el Tigre de los Llanos”, y uno de los más importantes caudillos federales durante las guerras civiles posteriores a la declaración de la independencia. Se destacó por su habilidad como jefe militar y por su carisma entre sus subordinados. Fue gobernador de la provincia de La Rioja y era partidario de una Constitución que organizara la nación, frente a la postura de otros caudillos como Juan Manuel de Rosas. Fue asesinado en una emboscada en 1835.
  • José Tomás Boves (1782-1814). Fue un militar y caudillo de origen español, conocido como “el León de los Llanos”. Se destacó como comandante del ejército realista durante la guerra de independencia venezolana, aprovechando el resentimiento de los llaneros (grupos mayormente mestizos de las clases bajas de la región de los Llanos) contra las élites de la época, y se alzó en armas contra la Segunda República venezolana (1813-1814). Llegó a vencer en algunas batallas al ejército libertador de Simón Bolívar, pero murió herido de una lanzada en 1814. Tras su muerte, la causa realista perdió popularidad entre los llaneros.
  • Antonio López de Santa Anna (1795-1876). Fue un militar y político mexicano, que combatió inicialmente a los insurgentes que luchaban por la independencia pero luego se unió al Ejército Trigarante que consiguió la emancipación en 1821. Su carisma y el apoyo de tropas leales le permitieron ejercer una gran influencia en la política mexicana durante medio siglo. Fue artífice de varios pronunciamientos e insurrecciones y ocupó la presidencia en diversos períodos, el último de ellos de forma dictatorial (1853-1855), cuando se hizo llamar “Su Alteza Serenísima”, hasta que fue derrocado.
  • Francisco “Pancho” Villa (1878-1923). Fue uno de los líderes militares de la Revolución mexicana, conocido como el “Centauro del Norte”. Formó parte de los hechos que pusieron fin al Porfiriato (el régimen autoritario de Porfirio Díaz) y tuvo una participación decisiva en el derrocamiento del presidente Victoriano Huerta, quien había usurpado la presidencia en 1913. Durante la revolución, comandó la División del Norte y fue gobernador provisional de Chihuahua. Aunque este cargo lo ocupó durante un breve período, mantuvo su autoridad como caudillo a lo largo del tiempo y algunas de sus tropas le fueron leales hasta el final de su vida. Murió asesinado en 1923.
  • Emiliano Zapata (1879-1919). Fue un campesino y revolucionario mexicano, y uno de los líderes más importantes de la Revolución mexicana. Fue comandante del Ejército Libertador del Sur, razón por la que se lo apodaba “el Caudillo del Sur”. Bajo su mando se luchó por diversas reivindicaciones sociales, como el reparto de tierras entre los campesinos y una democracia más participativa, y especialmente contra la tradición latifundista heredada del Porfiriato. Se enfrentó al bando constitucionalista liderado por Venustiano Carranza y fue asesinado en 1919.
  • Francisco Franco (1892-1975). Fue un militar español, líder del bando nacionalista durante la guerra civil española (1936-1939). Fue jefe del Estado español y encabezó una dictadura desde el fin de la guerra civil hasta su muerte en 1975. Aunque no fue un caudillo a la manera de América Latina en el siglo XIX, se hizo llamar “el Caudillo de España”, o simplemente “el Caudillo”, de un modo parecido a como Benito Mussolini se hacía llamar “Duce” en Italia o Adolf Hitler “Führer” en Alemania.

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Referencias

  • De Riz, L. (2015). Caudillismo. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
  • Enciclopedia Jurídica. (s.f.). Caudillismo. Enciclopedia Jurídica. http://www.enciclopedia-juridica.com/
  • Goldman, N. y Salvatore, R. (Comps.). (1998). Caudillismos rioplatenses. Nuevas miradas a un viejo problema. Eudeba.
  • Krauze, E. (2021). Siglo de caudillos. Biografía política de México (1810-1910). Tusquets.
  • Pinto Vallejos, J. (2022). Caudillos y plebeyos. La construcción social del estado en América del Sur (Argentina, Perú, Chile, 1830-1860). LOM-Prometeo.

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Gayubas, Augusto (18 de noviembre de 2024). Caudillismo. Enciclopedia Concepto. Recuperado el 18 de noviembre de 2024 de https://concepto.de/caudillismo/.

Sobre el autor

Última edición: 18 de noviembre de 2024
Revisado por Augusto Gayubas
Doctor en Historia (Universidad de Buenos Aires)

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