Te explicamos qué es el realismo, su contexto histórico y sus características. Además, el arte, la literatura y los autores del realismo.
¿Qué es el realismo?
El realismo fue un movimiento estético que aspiraba a la semejanza o la correlación más exacta posible entre la representación y la realidad. Esta tendencia valoraba la identificación de la obra de arte con el mundo real y se manifestó en pintura, escultura, literatura y teatro.
El realismo surgió formalmente en Francia en el siglo XIX como reacción a la subjetividad individual del Romanticismo. Recibió, en cambio, influencia del racionalismo, el positivismo y la tradición de la Ilustración francesa, que privilegiaba el intelecto humano y el conocimiento de la realidad por encima de las emociones y el mundo subjetivo.
Sin embargo, el interés por representar la realidad tal como es ha estado presente en las formas artísticas de casi todas las épocas, desde la prehistoria. Esta forma suele oponerse a tendencias como el abstraccionismo o el idealismo.
El realismo procura representar la realidad de la manera más verosímil posible, y prefiere las situaciones cotidianas frente a las idealizaciones heroicas, así como los temas apegados a lo mundano y lo común. En muchos sentidos se considera la búsqueda de objetividad del realismo como una forma de comprender y hacer crítica de las situaciones sociales de una época.
- Ver además: Romanticismo
Contexto histórico del realismo
La historia del arte ha oscilado entre tendencias realistas y sus opuestos idealistas. El Romanticismo (finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX) fue cultivado por los autores alemanes e ingleses con sus temas exóticos, mitológicos, oníricos y exaltados, pero rechazado más tarde por la tradición francesa ilustrada.
Este rechazo de los ilustrados encontró progresivamente su lugar como movimiento estético. El realismo buscaba el arte en la cotidianidad del ser humano, en los conflictos de clase propios de la época y en los cambios sociales inspirados por la Revolución Francesa de 1789.
El surgimiento del periodismo, el positivismo de Auguste Comte (1798-1857) y la teoría evolucionista de Charles Darwin (1809-1882) fueron importantes impulsores de la razón humana y el progreso de la civilización a través del adelanto científico.
El realismo fue mucho más que una mera reacción estética: fue también una filosofía que esperaba del intelectual y del artista un retrato fiel de su cultura y de su época y el abordaje de temas hasta entonces ignorados.
El término “realismo” se utiliza a la vez para designar dos cosas:
1. El movimiento del siglo XIX llamado realismo
2. El arte que pretende mostrar la realidad “tal cual es”
Además, los historiadores ubican dentro del realismo a autores que solo tomaron algunos elementos del movimiento, como sucede en el caso de Roberto Bompiani.
La obra Una fiesta romana (El parásito), de Bompiani presenta elementos del realismo como el cuidado de los detalles, el uso de la luz y el color, la verosimilitud, la perspectiva y las proporciones. Pero al mismo tiempo se trata de una escena idealizada de la Antigua Roma, lo que aleja la obra de la temática realista y la acerca al neoclasicismo. También tiene elementos del Romanticismo, como el aire nostálgico y la atmósfera evocadora.
Características del realismo
El ser humano como centro
El realismo se alejó de los temas mitológicos, religiosos, fantásticos y oníricos propios del Romanticismo, para enfocarse en las experiencias y realidades de las personas comunes y los sujetos anónimos.
Los artistas realistas procuraban comprometerse con los problemas de su tiempo y buscaban retratar la dignidad de la vida cotidiana incluso en sus aspectos más crudos. Reflejaban en sus obras la pobreza, la desigualdad y las injusticias sociales.
La búsqueda de objetividad y precisión técnica
Los artistas realistas aspiraban a reproducir la realidad visible con fidelidad y exactitud. La pintura utilizaba técnicas como el sfumato (o difuminado), la perspectiva lineal y el claroscuro (contrastes fuertes entre luces y sombras). Tanto las pinturas como las esculturas procuraban captar detalles minuciosos de las expresiones, gestos, objetos y escenarios.
En literatura, los autores realistas utilizaban descripciones largas y minuciosas para crear sensación de inmediatez y verosimilitud.
La crudeza y la temática social
El realismo se caracterizó por una representación honesta y sin idealizaciones, que destacaba los aspectos más crudos y problemáticos de la realidad.
Los artistas representaban la pobreza, la miseria, la explotación laboral y las desigualdades sociales de la época en forma crítica y de denuncia, con la intención de promover cambios sociales.
El cuestionamiento del rol del artista
El realismo se vio influenciado por las ideas de la Revolución Industrial, el auge de las ciencias sociales y el nacimiento de nuevas filosofías y movimientos políticos. Este contexto social y cultural movió a los artistas a tomar un rol social más activo y a llevar a sus obras las problemáticas de su momento.
Esto sentó las bases para el desarrollo de movimientos artísticos posteriores y marcó un antes y un después en el arte y la literatura.
Artes plásticas en el realismo
Cuando el realismo se convirtió en la escuela imperante, la fotografía hacía sus primeras apariciones. Por lo tanto, se aspiraba de algún modo a una exactitud, la objetividad y el nivel de detalle que comenzaban a hacerse posibles gracias a las innovaciones científicas.
Al alejarse de los motivos del Romanticismo, el arte realista se centró en asuntos y costumbres locales, lo que coincidió además con el surgimiento de numerosos movimientos nacionalistas en la Europa del siglo XIX.
El retrato fue uno de los géneros más cultivados. Los artistas procuraban reflejar tanto el aspecto físico como la personalidad de sus modelos. Otros géneros importantes fueron la pintura de género, que representaba escenas de la vida cotidiana, y la pintura histórica, que recreaba eventos del pasado con mucho detalle.
La búsqueda de objetividad que caracterizó la pintura realista se intensificó en el naturalismo y sentó las bases para el surgimiento posterior del impresionismo.
Realismo literario
El realismo literario apuntó a modelos de escritura menos idealistas y más veraces que los movimientos anteriores. Los autores realistas buscaron alejarse de la subjetividad para comprometerse con la observación del mundo que los rodeaba, en sus circunstancias sociales, económicas y políticas. Se aspiraba a que un escritor estudiase la sociedad tal como un médico lo haría con el cuerpo humano.
En cuanto a las formas, el realismo privilegió el estilo sencillo, directo, sobrio, identificado con el habla cotidiana de las personas. Se hacían largas y detalladas descripciones de los objetos, ambientes y personajes. Esto se tradujo en largos párrafos con muchas oraciones subordinadas y un lenguaje sin muchos giros o singularidades. Lo importante no era la voluntad creativa del autor, sino la realidad descrita.
En la narrativa se prefirió el narrador omnisciente, es decir, el que narra en tercera persona con el conocimiento total de lo que sucede en la historia. Este narrador explica hasta el último detalle de lo que ocurre y alecciona al lector en los asuntos sociales y económicos involucrados en la historia.
Esto condujo además a la aparición de personajes arquetípicos o estereotípicos (es decir, personajes que aparecen en varias historias con comportamientos similares, como “el confidente” o “el mentor”), tan recurrentes que terminaban siendo reiterativos.
- Más en: Realismo literario
Autores y representantes del realismo
Algunos importantes representantes de esta tendencia en las diversas disciplinas artísticas fueron:
Representantes del realismo en la pintura
- Gustave Courbet (1819-1877). Fue un pintor francés, pionero del realismo. Retrató la naturaleza y la vida cotidiana de forma cruda. Entre sus obras famosas están Entierro en Ornans (1850) y El origen del mundo (1866).
- Jean-Francois Millet (1814-1875). Fue un pintor francés de origen campesino. Se destacó por sus escenas de la vida rural con profundo realismo y sensibilidad social. Entre sus obras famosas están El Ángelus (1859) y Las espigadoras (1857). Es considerado un precursor del impresionismo.
- Thomas Couture (1815-1879). Fue profesor de arte y pintor de gran formato, máximo exponente del academicismo francés. Entre sus obras famosas están Los romanos de la decadencia (1851-1888) y La sed de oro (1844).
- Jules Breton (1827-1906). Fue un pintor francés, seguidor del realismo. Se destacó por sus representaciones idealizadas de la vida campesina, especialmente de las mujeres. Entre sus obras famosas están El canto de la alondra (1884) y La retirada de las espigadoras (1859).
Representantes del realismo en la escultura
- Auguste Rodin (1840-1917). Fue un escultor francés, considerado un puente entre el realismo y el modernismo y uno de los padres de la escultura moderna. Se destacó por sus obras monumentales y realistas, que exploraban el movimiento y la anatomía humana. Entre sus obras célebres están El pensador (1882) y El beso (1889).
- Honoré Daumier (1808-1879). Fue un escultor y caricaturista francés. Se destacó por sus esculturas satíricas que criticaban la sociedad y la política de su época. Entre sus obras famosas están El vagón de tercera (1862) y El luchador (1852).
- Constantin Meunier (1831-1905). Fue un escultor belga, considerado uno de los principales exponentes del realismo social. Se destacó por sus representaciones de la clase trabajadora, a menudo en escenas de trabajo o sufrimiento. Entre sus obras más conocidas están Mujer del pueblo (1886) y El grisú (1888-1890).
- Medardo Rosso (1858-1928). Fue un escultor italiano, destacado por sus obras en cera y bronce, que exploraban la textura y la luz de manera innovadora. Entre sus obras famosas están Niño judío (1892) y Aetas Aurea (1886).
Representantes del realismo en la literatura
- Honoré de Balzac (1799-1850). Fue un novelista francés, considerado uno de los padres del realismo. Se destacó por su obra monumental La Comedia Humana, una serie de novelas que retratan la sociedad francesa de su época con una gran riqueza de personajes y detalles. Otras de sus obras famosas son Papá Goriot (1835) y Eugenia Grandet (1833).
- León Tolstoi (1828-1910). Fue un novelista ruso, considerado uno de los más grandes de la historia. Se destacó por sus novelas épicas que retrataron la vida social y política de la Rusia del siglo XIX. Algunas de sus obras más famosas son: Guerra y paz (1867) y Ana Karenina (1873).
- Stendhal (Henri Beyle, 1783-1842). Fue un novelista francés y uno de los precursores del realismo. Se destacó por sus novelas psicológicas que exploran la complejidad del alma humana. Algunas de sus obras más famosas son Rojo y negro (1839) y La cartuja de Parma (1839).
- Gustave Flaubert (1821-1880). Fue un escritor francés y se le considera uno de los mayores novelistas de la historia. Se destacó por un estilo impersonal, que buscaba describir la realidad con la mayor precisión posible. Algunas de sus obras más famosas son Madame Bovary (1857) y La educación sentimental (1869).
- Fiódor Dostoievski (1821-1881). Fue un escritor ruso y uno de los más grandes novelistas de la historia. Se destacó por sus novelas psicológicas que exploraron el espíritu humano, a menudo en contextos de sufrimiento y desesperación. Algunas de sus obras más famosas son Crimen y castigo (1866-1867) y Los hermanos Karamazov (1879-1880).
- Charles Dickens (1812-1870). Fue un novelista inglés y uno de los grandes escritores de la época victoriana. Se destacó por sus novelas sociales que criticaban la pobreza y la desigualdad. Algunas de sus obras más famosas son Canción de Navidad (1843) y Grandes esperanzas (1861).
- Benito Pérez Galdós (1843-1920). Fue un novelista, dramaturgo y cronista español, considerado uno de los padres del realismo español. Se destacó por sus Episodios Nacionales, una serie de 46 novelas que narran la historia de España desde la Guerra de la Independencia hasta la Restauración. Otras de sus obras famosas son Doña Perfecta (1876) y Fortunata y Jacinta (1887).
Realismo mágico
El realismo mágico es una escuela literaria hispanoamericana del siglo XX, cuyo principal exponente es el autor colombiano Gabriel García Márquez (1927-2014), ganador del Premio Nobel de Literatura. Esta tendencia apuesta por la representación realista de eventos extraños y maravillosos, que no generan asombro en el universo ficcional de la obra. En otras palabras, trata los eventos fantásticos como algo cotidiano y común.
Esta vertiente del realismo entraña también una postura política ante la realidad de los pueblos latinoamericanos, que inicialmente formularon el cubano Alejo Carpentier (quien lo llamó “real maravilloso”) y el venezolano Arturo Úslar Pietri (ya como “realismo mágico”). Según esta postura política, el continente latinoamericano juega el papel de reservorio de la magia y lo exótico dentro de un hemisferio occidental racionalista y cientificista.
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Referencias
- Larousse. (2016). Réalisme. Encyclopédie. https://www.larousse.fr/encyclopedie/
- Santi, P. (1969). Bompiani, Roberto. Dizionario Biografico degli Italiani. Treccani. https://www.treccani.it/enciclopedia/
- Souriau, É. (1998). Diccionario Akal de Estética. Akal.
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