Te explicamos qué es la Torá y en qué se diferencia del Talmud en la religión judía. Además, te contamos cuáles son los libros que lo componen.
¿Qué es la Torá?
La Torá (en hebreo Torah o תּוֹרָה, es decir, “enseñanza”, “doctrina” o “teoría”) es el libro sagrado y fundamental de la religión judía, en el que se contienen las leyes y relatos fundacionales del pueblo y la identidad hebrea. Su contenido es equivalente a los cinco primeros libros de la Biblia, conocidos en el cristianismo como Pentateuco y en el islam como At-Tawrat.
El contenido de la Torá es, para el judaísmo, el conjunto de las instrucciones, revelaciones y mandamientos entregadas por Dios (Yahvéh) al pueblo de Israel, razón por la cual contiene la ley sagrada a la que se apegan los practicantes ortodoxos. La Torá puede hallarse en el hejal de cada sinagoga hebrea, transcrito manualmente en un conjunto de pergaminos cuidadosamente enrollados, que se despliegan a través de dos rodillos de madera.
De acuerdo a la tradición religiosa, la Torá fue escrita por el profeta Moisés en el Monte Sinaí, guiado por la inspiración divina. Dado que su composición, por lo tanto, fue dictada por Dios punto por punto y palabra por palabra, la religión ve con malos ojos su traducción o alteración.
A todo esto se debe que los estudiosos de la Torá dediquen años a aprender el lenguaje tradicional en que está escrita y que solamente ellos puedan hacer una transcripción meticulosa para fundar una sinagoga u obsequiar a las jóvenes familias hebreas.
La Torá es un libro de usos no solo rituales, sino también ornamentales y simbólicos, y no debe confundirse con otros libros hebreos de gran importancia para el culto religioso, como el Talmud, el Tanaj o la Mishná.
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Origen de la Torá
La religión judía sostiene que la Torá fue dictada por Dios al profeta Moisés durante su estancia en el Monte Sinaí (en algún momento del segundo milenio antes de Cristo), pero que incluso así es mucho más antigua, pues sirvió a Dios de modelo para la creación del universo.
En cambio, los estudiosos laicos de la Torá sostienen que fue escrita entre los siglos V y VI a. C., aunque es posible que su composición se diera en distintos momentos y lugares, y que el texto que hoy conocemos sea el fruto de diversos procesos de edición y reescritura a manos de distintos autores.
Sin embargo, no existe consenso especializado en la materia: algunos estudiosos suponen que fue compuesta en la antigua Babilonia, o en el período persa (539-333 a. C.) de la historia judía, o incluso en el período helenístico (333-164 a. C.) o el período asmoneo (140-37 a. C.).
Otras hipótesis proponen que realmente se trata de una compilación histórica, fruto de autores y épocas distintas de la historia del pueblo judío, y señalan como evidencia de esto los Papiros de Elefantina (hallados a comienzos del siglo XX): un conjunto de escritos tempranos de alguna secta judía politeísta que existió a finales del siglo V a. C.
Los cinco libros de la Torá
La Torá se compone de los cinco primeros libros del Antiguo Testamento bíblico, es decir, de los cinco libros de Moisés, que son: Génesis (en hebreo Bereshit o בְּרֵאשִׁית), Éxodo (Shemot o שְׁמוֹת), Levítico (Vayikrá o וַיִּקְרָא), Números (Bamidbar o בְּמִדְבַּר) y Deuteronomio (Devarim o דְּבָרִים).
- Génesis. Su nombre en hebreo significa “En el comienzo”, puesto que en él se narra la creación del mundo y de la humanidad, así como la aparición del primer profeta de la antigüedad, Abraham, cuya descendencia fue elegida por Dios para formar la tribu de Israel, la favorita del creador. A lo largo de cuatro “movimientos” literarios, se narra también la historia de Jacob, luego la de su hijo José, y culmina con la presencia de los israelíes en Egipto, en donde vivían en condiciones de esclavitud.
- Éxodo. Su nombre en hebreo significa “Nombres” y contiene el relato de la salida de Egipto del pueblo israelita hacia la Tierra Prometida de Canaan bajo la guía del profeta Moisés. En este capítulo el pueblo de Israel cobra consciencia de su unidad étnica e identitaria, y como muestra de ello recibe de Dios las leyes sagradas por las cuales habrá de guiarse. De modo que el capítulo contiene también el detalle de sus oraciones, himnos y leyes.
- Levítico. Su nombre en hebreo significa “Él llamó”, puesto que la mayoría de sus apartados contienen las leyes, instrucciones y órdenes explícitas que Dios dictó a Moisés para que enseñara a los israelitas. Se trata de un libro fundamental en la descripción de los ritos y procedimientos religiosos judíos, cuyo nombre no hebreo hace alusión a los levitas, sacerdotes hebreos que son los grandes protagonistas del capítulo a través de ritos, ofrendas y expiaciones.
- Números. Su nombre en hebreo significa “En el desierto” y detalla los lugares de residencia de los israelitas en el desierto del Neguev, así como el censo minucioso de los jefes de las tribus, los hombres sublevados, las cabezas de ganado sacrificadas y muchos otros detalles logísticos e históricos referentes al joven pueblo de Israel. Este capítulo culmina con el cruce de los judíos del río Jordán hacia la Tierra Prometida de Canaan.
- Deuteronomio. Su nombre en hebreo significa “estas son las palabras”, pero este título cambió sustancialmente en las traducciones griegas del Pentateuco, convirtiéndose en deuteros nomos (“Segunda Ley”), ya que en él se cuentan las nuevas leyes que Moisés impartió al pueblo de Israel (en oposición a la “primera ley” del Monte Sinaí). Este capítulo abarca el discurso que Moisés dio a los judíos antes de entrar en la Tierra Prometida, en donde explica las leyes que deben regir en el naciente reino de Israel: leyes para la guerra, leyes matrimoniales, leyes morales y logísticas, y leyes sobre la obtención de alimentos. Por último, en el Deuteronomio se narra el final de la vida de Moisés y la transición del liderazgo a Josué.
Diferencias entre la Torá y el Talmud
Si bien ambos son textos religiosos y fundacionales del pueblo hebreo, la Torá y el Talmud son obras muy distintas en su carácter y composición. La primera contiene, fundamentalmente, el relato de la creación de la identidad judía: el éxodo de Egipto y el escape de la esclavitud, la conformación de las leyes religiosas, sociales y políticas, y la llegada a la Tierra Prometida de Canaan.
En cambio, el Talmud es un texto de origen rabínico, que funciona como un código civil y religioso, donde se debaten y se detallan las leyes y tradiciones judías, a través de parábolas, leyendas y dichos. Por lo tanto, se trata de un texto posterior y complementario de los principios expuestos en la Torá y desarrollados en el resto de la Tanaj (el resto del Antiguo Testamento, en términos cristianos).
Tanto la Torá como el Talmud son entendidos por la religión judía como transcripciones fieles de la cultura oral antigua del pueblo de Israel. Pero a diferencia de la Torá, que se asume dictada por Dios al profeta Moisés, la escritura del Talmud se le atribuye a antiguos estudiosos rabínicos.
Fueron estos estudiosos quienes recibieron del rabino Yehuda Hanasí (Judá I), en algún momento a finales del siglo II d. C. o comienzos del III d. C., una transcripción de la Torá (la Mishná) con el propósito de ser divulgada y salvada de la destrucción del segundo Templo de Jerusalén. Así, existen dos grandes ediciones históricas de este libro: la de Jerusalén (del siglo IV aproximadamente) y la de Babilonia (del siglo V aproximadamente).
La Torá y la Biblia
La Torá y la Biblia coinciden hasta cierto punto en su recuento de los relatos fundacionales del pueblo israelita, pero no son textos del todo equivalentes. La Torá se corresponde únicamente con los primeros cinco libros de la Biblia cristiana, esto es, el llamado Pentateuco del Antiguo Testamento. Eso quiere decir que la Biblia contiene las narraciones de la Torá, pero en esta última no está contenida toda la Biblia.
La Mishná
La Mishná o Misná (en hebreo מִשְׁנָה, “repetición”) es la primera gran recopilación de las tradiciones, leyes y relatos fundacionales del pueblo hebreo, que pasaban de generación en generación oralmente. Esta primera obra escrita es la base de la literatura rabínica y se le atribuye al rabino Yehuda Hanasí (135-219), nacido 80 años después de la destrucción del segundo Templo de Jerusalén, quien habría recopilado todo este material tradicional con el fin de preservarlo y difundirlo entre los estudiosos rabínicos.
La Mishná está escrita mayormente en hebreo mishnaico, con algunas partes en arameo, y contiene seis órdenes (sedarim) con de siete a doce tratados (masejtot), subdivididos en capítulos y párrafos. Estos seis apartados son:
- Zeraim. Referido a los mandamientos religiosos en materia de rezos y de comida, de conformidad con la ley judía en la materia, la Halajá.
- Moed. Referido a las festividades judías, los ayunos y el shabat.
- Nashim. Referido a los pormenores de la vida matrimonial y el derecho de familia.
- Nezikin. Referido a las leyes judías sobre el derecho civil, penal y mercantil, es decir, sobre el comercio, los bienes privados y la impartición de justicia.
- Kodashim. Referido al Templo de Jerusalén y los ritos que en él deben darse, como los sacrificios de animales, el servicio sacerdotal y la matanza de ganado según el método judío (kashrut).
- Tohorot. Referido a los preceptos de la purificación corporal (Nidá), distinguiendo entre conductas y elementos puros e impuros.
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Referencias
- “Torá” en Wikipedia.
- “Mishná” en Wikipedia.
- “Etimología de Torá” en el Diccionario Etimológico Castellano En Línea.
- “Torá” en World History Encyclopedia.
- “Torah (sacred text)” en The Encyclopaedia Britannica.
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