Problema

Te explicamos qué es un problema y qué tipos de problemas existen. Además, qué es un problema de investigación y cómo plantearlo.

¿Qué es un problema?

Un problema es una situación, circunstancia o dilema que requiere de una solución, una respuesta o una aclaratoria. Visto así, se trata de un asunto que interpela a quienes lo abordan, o sea, que exige de su parte alguna forma de acción. Es por ello que las ciencias estudian la realidad a partir de sus problemas, es decir, de sus preguntas sin respuesta.

Existen muchas formas diferentes de buscar solución a los problemas. Dependiendo del método empleado para ello, se estará en presencia de distintas formas de pensamiento. Por ejemplo, ante el problema de una enfermedad, es posible acudir a un médico para que haga un diagnóstico (pensamiento científico), a un sacerdote para que ruegue a dios una sanación (pensamiento religioso) o a un hechicero para que prepare una pócima sanadora (pensamiento mágico).

Algo similar ocurre con el método elegido para investigar un problema: si se estudia el problema en sus circunstancias naturales, se tratará de una investigación de campo; si se lo reproduce en condiciones controladas en un laboratorio, será una investigación experimental; y si se lo estudia a través de la bibliografía existente al respecto, consistirá en una investigación documental.

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Tipos de problemas

Existen muchas maneras de clasificar los problemas. Las más importantes son las que los distinguen de acuerdo a su temática específica o a la cantidad de soluciones posibles.

Problemas según su temática

Dependiendo del área de la realidad que se vea afectada por ellos, los problemas pueden ser:

• Problemas sociales. Son aquellos relacionados con los miembros de una sociedad determinada, ya sea con su existencia individual o con los procesos colectivos. Por ejemplo: la discriminación racial, la salud pública y las migraciones masivas.
• Problemas económicos. Son aquellos relacionados con la producción, acumulación y consumo de bienes, es decir, con la economía y las finanzas. Por ejemplo: la pobreza, la devaluación de la moneda y la inflación.
• Problemas políticos. Son aquellos relacionados con la conducción de la sociedad y el ejercicio de los poderes públicos, es decir, con la administración del Estado. Por ejemplo: la corrupción, la polarización política y el autoritarismo.
• Problemas ambientales. Son aquellos relacionados con el daño al ecosistema, es decir, con un mayor o menor grado de alteración de las relaciones físicas, químicas y biológicas de la naturaleza. Este tipo de problemas pueden atentar no solo contra la vida de los animales y las plantas, sino también contra la propia humanidad. Por ejemplo: la deforestación, la extinción de las especies y la contaminación atmosférica.

Problemas según su cantidad de soluciones

Dependiendo de la cantidad de soluciones posibles que tenga un problema, es posible distinguir entre:

• Problemas convergentes o determinados. También llamados problemas lógicos o estructurados, son aquellos que poseen una única solución definida y concreta, a pesar de que se la pueda obtener a través de procedimientos muy diferentes entre sí. Este tipo de problemas son típicos de las ciencias exactas, como la matemática, la química o la astronomía.
• Problemas divergentes o indeterminados. Son aquellos que poseen soluciones diferentes, incluso contradictorias entre sí. Generalmente, se trata de problemas que requieren de una solución externa, o de soluciones más o menos creativas. Este tipo de problemas son propios de las ciencias sociales y las humanidades, como la psicología, la geografía o el arte.

Qué es un problema de investigación

Un problema de investigación es una pregunta o un conjunto de preguntas surgidas a partir del estudio de un tema específico, y a las que se busca dar respuesta mediante una investigación. Se trata de un elemento clave, ya que no puede iniciarse una investigación si no se conoce el problema que se aspira a resolver.

Los problemas de investigación pueden ser tan diversos como los intereses de los investigadores, pero cada investigación abordará una pregunta o conjunto de preguntas específicas. Por eso, la primera etapa de cualquier proceso investigativo consiste, precisamente, en dar con la pregunta adecuada sobre el tema.

A esta etapa inicial se la conoce como planteamiento del problema, pues los investigadores deben ser capaces de explicar cuál es el problema con el que dieron y de qué manera se proponen estudiarlo. Dicho de otro modo, deben especificar a qué pregunta buscarán darle respuesta.

Idealmente, un problema de investigación debe contar con las siguientes características:

• Debe ser específico. Es importante que esté bien definido y delimitado, es decir, que no sea ambiguo o demasiado abarcativo. El investigador debe saber qué información se propone conseguir.
• Debe tener relevancia. Debe contar con objetivos concretos que resulten de importancia para los investigadores, pero también para el campo del saber al cual pertenecen o la organización de la cual forman parte.
• Debe basarse en datos concretos. Se debe poder medir o expresar en algún tipo de datos o contenidos, a través de métodos que garanticen la relevancia y la fiabilidad de los resultados.
• Debe tener relación con su contexto. No puede dar la espalda a las circunstancias de la realidad circundante, ya sean históricas, sociales, económicas o académicas.

Más en: Delimitación del problema

Cómo plantear el problema de una investigación

El planteamiento del problema es una etapa clave del diseño de cualquier proyecto de investigación. Se trata de un apartado en el que se ofrece al lector una perspectiva del tema de estudio que va de lo más general a lo más específico, con el propósito de enmarcar y delimitar el problema.

La idea, en ese sentido, es que el lector comprenda el contexto específico en el que aparece el problema, tanto en lo geográfico como en lo temporal, yendo cada vez más hacia el detalle. También puede ser de utilidad buscar respuestas a las preguntas ¿qué? o ¿qué cosa? en relación con la investigación, de manera de identificar no solo el asunto general, sino sus variables de consideración y el mejor punto de abordaje.

La redacción del planteamiento del problema, entonces, debería seguir los siguientes pasos:

1. Identificar el problema. ¿Cuál es el tema de la investigación? ¿Qué variantes implica y qué sentido tiene?
2. Contextualizar el problema. ¿En qué lugar ocurre este problema? ¿En qué momento? ¿De qué manera o con qué frecuencia, y por qué?
3. Delimitar el problema. ¿Qué parte o porción específica del problema será objeto de estudio? ¿En qué medida y con qué expectativas? ¿Desde dónde y hasta dónde llegará la investigación?
4. Justificar el enfoque. ¿Por qué tendrá la investigación estos límites? ¿Qué ventajas y qué dificultades suponen? ¿Qué tanto del problema se aspira a entender de esta manera?

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Referencias

• Hurtado León, I. y Toro Garrido, J. (2007). Paradigmas y métodos de investigación en tiempos de cambios. Los Libros de El Nacional.
• Naghi Namakforoosh, M. (2000). Metodología de la investigación. Limusa.
• Sabino, C. (2014). El proceso de investigación. Episteme.