Identidad personal

Te explicamos qué es la identidad personal y cuáles son sus características y elementos. Además, cómo se construye y qué es la identidad social.

¿Qué es la identidad personal?

La identidad personal es el conjunto de características que definen a un individuo y le permiten reconocerse a sí mismo como un ente distinto y diferenciado de los demás. Se refiere al concepto que cada persona desarrolla sobre sí misma y que evoluciona a lo largo del tiempo.

La identidad es una construcción que se compone de valores, metas y creencias, con las que la persona establece un compromiso. Incluye la personalidad, el carácter y los rasgos personales, configurando así la “esencia” de un individuo.

Existen numerosos enfoques que buscan definir la identidad personal. Algunos de ellos son:

• Enfoque psicologista. Se centra en los procesos mentales y emocionales que contribuyen a la formación de la identidad. Por ejemplo, la memoria, el pensamiento, las creencias y la autoestima.
• Enfoque fisiológico-somático. Entiende que la identidad está determinada por el cuerpo, las experiencias corporales y las percepciones.
• Enfoque narrativo. Plantea que la identidad personal es un relato que se hace de uno mismo. Enfatiza el papel del lenguaje en la forma en que las personas construyen un sentido de sí mismas y de su lugar en el mundo.

La identidad personal suele consolidarse en la adultez y brinda un sentido de pertenencia y singularidad. Sin embargo, como es un concepto dinámico, siempre puede modificarse y adaptarse a nuevas circunstancias.

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Características de la identidad personal

La identidad personal se caracteriza por ser:

• Constante. Se compone de rasgos que permanecen relativamente estables a lo largo del tiempo, a pesar de los posibles cambios en las circunstancias. Esta continuidad se basa en recuerdos, valores y creencias.
• Coherente. Su estabilidad permite predecir algunas características o comportamientos, lo que facilita el autoconocimiento y el establecimiento de vínculos con los demás.
• Adaptable. Puede ajustarse a nuevas situaciones y contextos. A medida que se experimentan cambios o desafíos, se adapta para reflejar distintas realidades.
• Situada. Se desarrolla en un contexto social y cultural específico. Ese contexto condiciona las acciones de la persona, favoreciéndolas o restringiéndolas.
• Vincular. Se construye a través de interacciones con los demás. Se define en relación con las similitudes y diferencias respecto a otros miembros de la comunidad y la cultura.

Elementos de la identidad personal

La identidad personal está conformada por los siguientes elementos:

• Grupos de pertenencia. Se trata de los grupos humanos a los que una persona pertenece, ya sea de manera voluntaria o involuntaria. Con ellos se comparten valores y una historia en común. Por ejemplo, la familia, los amigos, los grupos religiosos o políticos.
• Tradiciones y costumbres. Las culturas y los grupos humanos comparten prácticas sociales, rituales y políticas que provienen de un contexto histórico, de conocimientos heredados o de acuerdos sociales. Estos elementos conforman un bagaje que influye en la identidad personal.
• Experiencia. La experiencia es fundamental en la construcción de la identidad, ya que resume la historia personal de cada individuo, incluyendo los eventos significativos que moldean la personalidad, la ideología y el comportamiento.
• Orientación política. Más allá del posicionamiento político o partidario, la formación identitaria se ve influenciada por elementos como la presencia de las instituciones, la militancia política y el contexto sociopolítico en el que se vive.

¿Cómo se construye la identidad personal?

La construcción de la identidad personal es un proceso complejo que comienza en la infancia del individuo y continúa a lo largo de toda su vida. A medida que la persona vive y aprende, su forma de ser se adapta e integra las diversas experiencias que va transitando.

En este proceso, confluyen distintas formas de identificación que se van formando en las sucesivas etapas del desarrollo, como la identidad sexual, la identidad de género, la identidad social, entre otras. También intervienen otros factores, como las experiencias vividas, las relaciones sociales, el contexto cultural y político, así como la autopercepción y la autoestima.

La construcción de la identidad requiere reflexividad, que es la capacidad de analizar e interpretar las experiencias pasadas para influir en el presente y el futuro. La identidad personal no es fija, sino que se crea y se mantiene a través de la reflexión continua. Esto permite reconocer la singularidad e identificar aspectos que se desea transformar.

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Identidad personal e identidad social

La identidad social es un componente de la identidad personal. Estos conceptos están interrelacionados y se complementan, ya que permiten comprender cómo una persona se ve a sí misma y cómo se relaciona con las demás.

La identidad social vincula al individuo con la comunidad a la que pertenece. Es una identidad colectiva, que incluye afinidades, desacuerdos, roles, normas compartidas y una historia común. Por su parte, la identidad personal destaca a cada individuo como único. Incluye sus características, valores, creencias y autoconcepto.

La identidad social desempeña un papel central en la constitución de la identidad personal, ya que transmite valores y actúa como un sistema de referencia que ayuda a definir el lugar de cada persona en la sociedad.

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Referencias

• Córdoba, M. (2017). Identidad personal. Diccionario Interdisciplinar Austral. http://dia.austral.edu.ar
• Papalia, D. E. y Martorell, G. (2017). Desarrollo humano. McGraw-Hill.
• Toledo Jofré, M. I. (2012). Sobre la construcción identitaria. Atenea, (506), 43-56. https://www.redalyc.org