Te explicamos qué es la autoestima, qué tipos existen y cómo mejorarla. Además, la autoestima en la adolescencia.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es el conjunto de percepciones, valoraciones y apreciaciones que una persona tiene sobre sí misma. Representa una actitud que implica aceptar, respetar y valorar las características personales, tanto físicas como psicológicas, y que influye en la manera de pensar, sentir y actuar.
La autoestima se construye a lo largo de toda la vida a partir de múltiples factores, especialmente de la relación con la familia y el en torno social. Es un componente dinámico y esencial de la personalidad, que puede fortalecerse o debilitarse con el tiempo.
En psicología y educación, la autoestima es un concepto fundamental, cuya definición varía según el enfoque teórico. Por ejemplo, Abraham Maslow, en su teoría de las necesidades humanas, destacó las “necesidades de autoestima” como la confianza, el sentido del éxito o el respeto. Por otro lado, Carl Rogers subrayó la relevancia de la autoestima como resultado de la congruencia entre el yo real (lo que una persona es) y el yo ideal (lo que desea ser).
Una autoestima positiva es importante para establecer relaciones saludables, ya que permite establecer límites y tomar decisiones que favorecen el autocuidado.
Preguntas frecuentes
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es la valoración que una persona tiene de sí misma, influida por sus percepciones, experiencias y relaciones. Es un componente esencial y dinámico de la personalidad y puede fortalecerse o debilitarse.
¿Qué tipos de autoestima hay?
La autoestima puede ser: alta, que implica confianza en uno mismo, autoaceptación, resiliencia y autonomía; o baja, caracterizada por una autocrítica excesiva, dependencia emocional y dificultad para enfrentar desafíos.
¿Cómo se puede mejorar la autoestima?
Para mejorar la autoestima, es importante trabajar sobre los aspectos que la componen: autoimagen, autovaloración, autoconfianza, autocontrol, autoafirmación y autorrealización.
¿Qué sucede con la autoestima en la adolescencia?
En la adolescencia, la autoestima es clave para la formación de la identidad. Un equilibrio positivo entre la autopercepción y la aceptación fomenta la confianza y el bienestar, mientras que una valoración negativa puede generar inseguridades.
- Ver además: Pirámide de Maslow
Autoestima alta
La autoestima alta es una percepción positiva de uno mismo. Las personas con este tipo de autoestima reflejan una mirada respetuosa hacia sí mismas y los demás. Suelen presentar las siguientes características:
- Confianza en sí mismas. Conocen y aceptan sus capacidades y valores. Tienen la seguridad de que pueden enfrentar desafíos y tomar decisiones.
- Flexibilidad. Pueden modificar sus ideas si la experiencia demuestra que estaban erradas.
- Autoaceptación. Conocen tanto sus fortalezas como sus debilidades, y se aceptan a sí mismas tal y como son. No buscan la perfección, sino que entienden que cometer errores es parte del proceso.
- Actitud positiva. Mantienen una visión optimista de la vida, incluso ante las dificultades; y disfrutan de diversas experiencias.
- Autonomía. Confían en su propio criterio, no dependen de la aprobación o validación de los demás, y pueden tomar decisiones de forma independiente.
- Resiliencia. Logran recuperarse de las adversidades, manteniendo la estabilidad emocional.
- Cuidado personal. Practican hábitos que promueven el bienestar tanto físico como emocional.
Autoestima baja
La autoestima baja refleja una percepción negativa de uno mismo. Algunas de las características que suelen presentar las personas con este tipo de autoestima son:
- Autocrítica excesiva. Mantienen un perpetuo estado de insatisfacción, focalizándose en sus errores o defectos, y minimizando sus logros.
- Hipersensibilidad a la crítica. Toleran poco las críticas y se muestran hostiles ante quienes las cuestionan.
- Deseo de complacer. Buscan constantemente la aprobación de los demás, lo que las lleva a aceptar situaciones o relaciones que las perjudican.
- Actitud defensiva. Experimentan un estado de preocupación constante, percibiendo la vida como un posible ataque.
- Dependencia emocional. Tienden a depender de otras personas para sentirse completas o valiosas.
- Desmotivación. Pueden descuidar su salud física o emocional debido a la creencia de que no merecen bienestar. Además, tienden a evitar riesgos y desafíos porque dudan de sus capacidades.
- Más en: Baja autoestima
¿Cómo mejorar la autoestima?
Para desarrollar y mejorar la autoestima, es importante trabajar sobre los elementos que la componen:
- Autoimagen. Reflexionar sobre las virtudes y defectos, y aceptar tanto los errores como las fortalezas.
- Autovaloración. Reconocer la importancia personal y social, y practicar el respeto hacia uno mismo, enfocándose en las áreas más positivas.
- Autoconfianza. Tomar pequeños retos que permitan probar las capacidades, celebrar los logros y aprender de los errores.
- Autocontrol. Adoptar hábitos de organización y disciplina en las actividades diarias, y establecer rutinas de autocuidado físico y mental.
- Autoafirmación. Practicar la asertividad, expresando las ideas y deseos con claridad; y procurar tomar decisiones autónomas sin miedo a la desaprobación.
- Autorrealización. Indagar en los intereses o talentos, y fijar metas para utilizarlos proyectando beneficios para uno mismo y para los demás.
Autoestima y adolescencia
La adolescencia es una etapa de profundos cambios físicos y psicológicos, donde la autoestima desempeña un papel crucial en la construcción de la personalidad. Durante este período, los jóvenes exploran su identidad psicológica y sexual, amplían sus relaciones, buscan nuevas emociones y consolidan su propia imagen.
El autoconocimiento y la aceptación son fundamentales para desarrollar una autoestima saludable. Cuando un adolescente equilibra una percepción realista de sí mismo con una valoración positiva, su confianza se fortalece. Sin embargo, si este equilibrio se pierde, pueden surgir inseguridades que dificulten su desarrollo personal.
Por eso, las escuelas y los pedagogos abordan temas como el bullying y la educación emocional y sexual en su trabajo con adolescentes, ya que es un grupo especialmente vulnerable en relación con la autoestima.
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Referencias
- Naranjo Pereira, M. L. (2007). Autoestima: un factor relevante en la vida de la persona y tema esencial del proceso educativo. Actualidades Investigativas en Educación, 7(3). https://www.redalyc.org
- Papalia, D. E. y Martorell, G. (2017). Desarrollo humano. McGraw-Hill.
- Roa García, A. (2013). La educación emocional, el autoconcepto, la autoestima y su importancia en la infancia. Edetania. Estudios y Propuestas Socioeducativas, (44), 241-257. https://revistas.ucv.es
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