Te explicamos todo sobre la cultura teotihuacana. Ubicación, economía, religión y otras características. Además, sus principales aportes.
¿Qué fue la cultura teotihuacana?
Se habla de cultura teotihuacana o de cultura de Teotihuacán para referirse a los pobladores originarios de la ciudad antigua de Teotihuacán, uno de los mayores centros urbanos de la Mesoamérica prehispánica. Esta ciudad fue fundada alrededor del 100 a. C.
Se sabe poco respecto al carácter étnico de esta cultura mesoamericana, aunque algunas investigaciones sugieren que pudo tratarse de un centro multicultural, con habitantes provenientes de diversos grupos étnicos.
Aún se desconocen muchos aspectos de la cultura teotihuacana, y sus orígenes y desaparición son objeto de debate entre los especialistas. Se sabe de su existencia principalmente por las ruinas de su ciudad, Teotihuacán, uno de los centros urbanos más grandes de todo el mundo en su época de esplendor.
La extensa influencia de esta cultura se observa en los motivos teotihuacanos hallados en las ruinas de otros centros ceremoniales mesoamericanos, como Tikal o Chichen Itzá. Incluso con posterioridad a la caída y abandono de Teotihuacán, esta ciudad fue un centro de peregrinaje de otras culturas mesoamericanas, como los mexicas o aztecas, quienes le atribuían una importancia religiosa.
Dado que se ignora cómo se llamaban a sí mismos los teotihuacanos, el nombre que se les da en la actualidad proviene del náhuatl, la lengua de los mexicas, y significa “lugar de los dioses”.
La ciudad de Teotihuacán fue destruida en el siglo VII d. C. y posteriormente abandonada, posiblemente por una combinación de factores climáticos y políticos. Hoy en día es una importante zona de monumentos arqueológicos, con un alto interés turístico e histórico, y es célebre por sus grandes pirámides.
Otras culturas mesoamericanas fueron: cultura azteca, cultura tolteca, cultura maya, cultura olmeca, cultura totonaca, cultura zapoteca, cultura mixteca.
Puntos clave
- La cultura teotihuacana surgió en la ciudad de Teotihuacán, en el valle de México, en torno al 100 a. C.
- Se destacó por su agricultura intensiva, sus vínculos comerciales y su arquitectura monumental, como las pirámides del Sol y de la Luna.
- La ciudad de Teotihuacán fue una de las más grandes del mundo en su época de esplendor, entre los siglos II y VII d. C.
- Su declive se produjo en el siglo VII d. C. con la destrucción y abandono de la ciudad, aunque se desconocen las razones exactas de este evento.
Ver además: Culturas mesoamericanas
Ubicación geográfica de la cultura teotihuacana
La ciudad de Teotihuacán se ubicaba en el noreste del valle de México, en el actual estado de México, entre los municipios de Teotihuacán y San Martín de las Pirámides, a unos 50 kilómetros de distancia de la Ciudad de México. Esta zona fue declarada patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO en 1987.
La ciudad de Teotihuacán llegó a ocupar alrededor de 20 kilómetros cuadrados y la cultura teotihuacana se extendió por las inmediaciones de la ciudad. Su influencia también llegó al golfo de México y a áreas del occidente y el norte.
Su apogeo tuvo lugar durante el período Clásico, entre los siglos II y VII d. C., cuando se produjo su declive, posiblemente por una combinación de inestabilidad política y cambio climático.
Características de la cultura teotihuacana
A juzgar por los restos de Teotihuacán, sus fundadores eran expertos constructores que se especializaban en la arquitectura monumental. Son célebres sus pirámides del Sol y de la Luna, su templo a Quetzalcóatl y otras construcciones similares, cuyas paredes estaban pintadas con motivos alegóricos relacionados con su religión y su cosmovisión. También se destacaron su fina cerámica ritual y sus máscaras y otros artefactos en piedra o terracota.
Los alrededores de la ciudad servían para el desarrollo agrícola y la explotación de recursos como la obsidiana. Gracias a esto, Teotihuacán se convirtió en un importante centro comercial que mantuvo relaciones de intercambio con otras sociedades de Mesoamérica. La cultura teotihuacana tuvo una fuerte influencia cultural en otras regiones pero también se expandió políticamente y conquistó otras ciudades vecinas, incluso algunas del ámbito maya.
Es probable que, al igual que otras culturas mesoamericanas, la sociedad teotihuacana estuviera conformada por sacerdotes, guerreros, comerciantes y agricultores.
Religión y dioses de la cultura teotihuacana
Los teotihuacanos tenían una religión politeísta y compleja, que poseía muchos puntos de contacto con las religiones de otras culturas mesoamericanas, tanto previas y contemporáneas como posteriores, seguramente a través de dinámicas de herencia y de influencia cultural.
Por ejemplo, el culto a la serpiente emplumada, Quetzalcóatl, fue frecuente en otras culturas de la región. En Teotihuacán, Quetzalcóatl era venerado en un impresionante templo, además de estar presente en forma de estatuillas y representado en murales.
Otros dioses importantes del panteón teotihuacano fueron Tláloc, dios de la lluvia; Huehuetéotl, dios del fuego; Tezcatlipoca, dios del cielo y la tierra; Chalchiuhtlicue, diosa del agua. También poseían un conjunto de animales míticos o sagrados, como el búho, el puma, el águila y la serpiente.
Es muy probable que sus ritos involucraran sacrificios humanos, práctica común en la región. Los sacrificios eran llevados a cabo por una élite de sacerdotes o chamanes.
La ciudad de Teotihuacán
Teotihuacán fue la principal ciudad de la cultura teotihuacana y la única que sobrevivió en el registro arqueológico hasta nuestros días. El nombre Teotihuacán dado por los estudiosos a esta cultura proviene del nombre en lengua náhuatl que le daban a la ciudad los mexicas o aztecas (que se traduce como “lugar de los dioses”).
La historia de esta ciudad no solo fue objeto de interés y curiosidad para los historiadores modernos, pues en su momento los toltecas y mexicas hicieron de sus ruinas un sitio de peregrinaje. En la actualidad, Teotihuacán es, junto a Chichén Itzá, El Tajín y Monte Albán, uno de los lugares de mayor interés turístico y arqueológico de la región mesoamericana.
En su momento de apogeo, Teotihuacán cubrió una superficie de alrededor de 20 kilómetros cuadrados, por lo que era una de las ciudades más grandes del mundo. Se estima que albergó a una población de entre 100.000 y 200.000 habitantes. Incluía viviendas, talleres de artesanías y un centro ceremonial.
Son célebres su calzada de los Muertos, en eje norte-sur, atravesada en su momento por el río San Juan, que fue desviado de su cauce por los propios teotihuacanos; las pirámides del Sol y de la Luna; el edificio de los Animales Mitológicos; el palacio de Quetzalpapálotl; la ciudadela; el templo de Quetzalcóatl; y los conjuntos habitacionales de Yayahuala, Tetitla, Xalla y Zacuala.
La ciudad de Teotihuacán fue destruida en el siglo VII d. C. y posteriormente abandonada, sin que se sepan las razones, aunque se cree que se debió a cambios climáticos y conflictos políticos.
Economía teotihuacana
La economía teotihuacana, como la de muchas otras culturas mesoamericanas, se sustentaba en tres ejes:
- Agricultura. Se cultivaba especialmente maíz, frijoles, chiles (pimientos) y calabazas, todo mediante técnicas de regadío y chinampas (campos elevados en zonas lacustres o pantanosas).
- Comercio. Era facilitado por las enormes dimensiones de la ciudad y su importante influencia en la región. En los talleres de Teotihuacán se fabricaban bienes artesanales que se usaban internamente con fines prácticos o ceremoniales, y se intercambiaban por bienes de otras culturas gracias a la presencia de mercaderes.
- Tributo. Los guerreros teotihuacanos forzaban a las poblaciones o ciudades vecinas a pagar un tributo por la vía de la conquista o la amenaza militar, como se cree que sucedió también con la ciudad maya de Tikal, bastante más lejana.
Aportes de la cultura teotihuacana
A pesar de que no es mucho lo que se conoce sobre los pobladores originarios de Teotihuacán, su legado se dejó sentir en la región. La cultura teotihuacana influyó en muchas culturas contemporáneas y posteriores, y hoy en día persisten las ruinas de la que fue su gran metrópoli, que fueron estudiadas por los arqueólogos y en algunos casos restauradas. En la actualidad, es un sitio turístico que atrae más de dos millones de visitantes cada año.
También se conserva parte de sus relatos mitológicos. Muchas de sus creencias fueron compartidas total o parcialmente con otras culturas mesoamericanas, y además algunas sociedades, como los mexicas, incluyeron a Teotihuacán en sus propios mitos, pues la consideraban el lugar de origen de los dioses.
También perduran su cerámica y mampostería, su impresionante arquitectura monumental e ingeniería, y sus coloridas máscaras ceremoniales, con las que ejecutaban sus ritos religiosos.
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Referencias
- Britannica, Encyclopaedia (2024). Teotihuacán. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
- López Austin, A. & López Luján, L. (2001). El pasado indígena. Fondo de Cultura Económica-El Colegio de México.
- Manzanilla, L. & López Luján, L. (coords.) (2001). Historia Antigua de México. 4 vols. Instituto Nacional de Antropología e Historia.
- von Wobeser, G. (coord.) (2014). Historia de México. Fondo de Cultura Económica.
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