Te explicamos qué es la basura, cómo se clasifica, su tratamiento y su impacto ambiental. Además, qué es la basura espacial y la regla de las tres R.

¿Qué es la basura?
La basura es el conjunto de materiales o productos desechados por los seres humanos una vez que han perdido su utilidad. Puede tratarse de elementos provenientes de actividades domésticas, comerciales, industriales o agrícolas.
La generación de basura aumentó muchísimo en las últimas décadas debido a que la mayoría de los bienes que se producen son utilizados por un corto período de tiempo y descartados rápidamente.
La basura contiene materiales de diverso tipo. Algunos son biodegradables y de menor impacto ambiental, pero otros son permanentes y capaces de alterar de manera drástica el balance químico y físico de los ecosistemas.
La acumulación de basura sin una gestión adecuada puede contaminar el suelo, el agua y el aire, además de contribuir a la proliferación de enfermedades y a la emisión de gases de efecto invernadero.
Se estima que en 2024 se generaron, a nivel mundial, 2.000 millones de toneladas de basura. Su volumen creciente, en especial en las zonas urbanas, se volvió una de las principales problemáticas de las grandes ciudades, debido a su impacto negativo sobre el ambiente y la salud pública.
- Ver también: Causas de la contaminación
Clasificación de la basura
La basura puede clasificarse según su origen, su composición, su peligrosidad o su destino final.
Según su origen
- Residuos domiciliarios. Provienen de los hogares, como restos de comida, envases, papel, entre muchos otros.
- Residuos comerciales. Son generados en locales, oficinas, restaurantes y tiendas.
- Residuos industriales. Provienen principalmente de fábricas, y pueden ser peligrosos o no.
- Residuos hospitalarios o sanitarios. Son generados en centros de salud, e incluyen elementos infecciosos o patológicos
- Residuos agrícolas. Provienen de actividades rurales, como restos vegetales o envases de agroquímicos.
- Residuos de construcción y demolición. Incluyen escombros, maderas, metales y otros materiales vinculados con la construcción.
Según su composición
- Residuos orgánicos. Son restos de alimentos o materiales biodegradables.
- Residuos inorgánicos. Incluyen plásticos, vidrios, metales y otros productos que se descomponen muy lentamente.
- Residuos mixtos. Combinan componentes orgánicos e inorgánicos, lo que dificulta su separación y tratamiento.
Según su peligrosidad
- Basura peligrosa. Contiene sustancias tóxicas, corrosivas, inflamables o patógenas.
- Basura no peligrosa. No representa un riesgo directo para la salud o el ambiente.
Según su posibilidad de valorización
- Residuos reciclables. Son materiales que pueden incorporarse a nuevos procesos productivos, como papel, cartón, plástico, metal o vidrio.
- Residuos no reciclables. Son materiales que no tienen valor de recuperación, como el papel o el cartón sucios, o elementos médicos ya utilizados
- Residuos compostables. Son residuos orgánicos que, al descomponerse, pueden transformarse en abono, como restos de frutas y verduras o cáscaras de huevo.
El problema ambiental de los residuos
Las principales problemáticas ambientales relacionadas con la basura son:
- Contaminación del suelo y del agua. La basura mal gestionada, especialmente en basurales a cielo abierto, pueden filtrar líquidos tóxicos que contaminan las napas subterráneas, los ríos y los suelos.
- Emisión de gases de efecto invernadero. La basura orgánica en descomposición libera metano, un gas de efecto invernadero. Esto contribuye al cambio climático, en especial cuando no se lo captura ni trata adecuadamente.
- Impacto en la biodiversidad. Los desechos plásticos y otros elementos sólidos se acumulan en los ecosistemas terrestres y marinos, y pueden dañar a la fauna que los ingiere o que queda atrapada en ellos.
- Proliferación de enfermedades. La acumulación de basura favorece la presencia de ratas, moscas y mosquitos que pueden transmitir enfermedades como dengue, leptospirosis o infecciones intestinales.
- Impacto visual y social. La presencia de basura en espacios públicos y naturales degrada paisajes, afecta la calidad de vida urbana, reduce el valor de las propiedades y profundiza situaciones de marginalidad social.
Consecuencias de la inadecuada gestión de la basura
Las problemáticas ambientales derivadas de la acumulación y la gestión inadecuada de la basura tienen efectos directos sobre la salud humana. La contaminación del aire, del agua y del suelo puede provocar enfermedades respiratorias, infecciones intestinales, afecciones en la piel y otras patologías vinculadas con la exposición a sustancias tóxicas o a vectores transmisores de enfermedades.
Cuando la basura no es recolectada regularmente, se acumula en espacios públicos, cursos de agua o terrenos baldíos, lo que favorece la proliferación de plagas y la contaminación del entorno. En estos casos, es frecuente la implementación de basurales a cielo abierto, que suelen ubicarse en zonas vulnerables y exponen a sus habitantes a condiciones de vida insalubres y riesgos sanitarios.
La inadecuada gestión de la basura también provoca la presencia masiva de plásticos en el ambiente. Cuando los plásticos no se recolectan ni reciclan, se acumulan en vertederos, basurales, ríos y en particular en los océanos, donde forman grandes concentraciones conocidas como “islas de plástico”.
Otra consecuencia menos visible pero igual de grave es la emisión de metano, un gas de efecto invernadero que es generado por la basura orgánica en descomposición y que contribuye al cambio climático.
Tratamiento de la basura

El tratamiento de la basura es un proceso muy complejo y costoso, que implica distintas etapas según el tipo de residuo. En la mayoría de las ciudades del mundo, el método más utilizado es la disposición final en rellenos sanitarios, que son infraestructuras diseñadas para depositar la basura de manera controlada.
Sin embargo, en muchos lugares aún persisten los basurales a cielo abierto, que no tienen controles ni infraestructura y generan graves consecuencias para el ambiente y la salud de las personas.
Además, existen otros sistemas de tratamiento que incluyen prácticas de reciclaje, reutilización y compostaje. El reciclaje permite recuperar materiales como papel, vidrio, plástico o metales, lo que reduce la cantidad de basura enviada a rellenos. El compostaje, por su parte, transforma los residuos orgánicos en abono para uso agrícola o urbano.
Sin embargo, muchas ciudades del mundo reciclan un bajo porcentaje de la basura que se genera, y la mayoría aún tiene como destino final los rellenos sanitarios.
Los residuos especiales o peligrosos (baterías, aparatos electrónicos, residuos hospitalarios, productos químicos, aceites) requieren tratamientos específicos por su capacidad de generar daños a la salud y al ambiente. Estos no deben mezclarse con la basura común y suelen ser tratados mediante otras técnicas, como la incineración controlada o el encapsulamiento.
La basura espacial

Los viajes espaciales iniciados desde mediados del siglo XX han generado un verdadero cúmulo de basura espacial. Estos objetos, aunque pequeños en muchos casos, viajan a velocidades muy altas y representan un gran peligro para satélites activos, estaciones espaciales y misiones tripuladas.
Las colisiones entre objetos pueden generar aún más fragmentos, en un fenómeno conocido como síndrome de Kessler, que podría convertir en inoperables ciertas zonas orbitales si no se toman medidas preventivas.
Aunque existen proyectos en desarrollo para remover desechos del espacio, su aplicación es muy costosa y casi no se han implementado.
La regla de las tres R
La “regla de las tres R” es una metodología de tratamiento de materiales de desecho que tiene como objetivo disminuir la cantidad de basura. Para ello, propone tres principios de acción, que son:
- Reducir. Significa disminuir la cantidad de residuos que se generan. Implica consumir de manera más consciente, evitar productos con exceso de embalaje, elegir envases retornables, comprar solo lo necesario y priorizar los bienes duraderos.
- Reutilizar. Consiste en volver a utilizar un objeto sin necesidad de transformarlo. Por ejemplo, volver a usar frascos como recipientes o macetas, reparar electrodomésticos en lugar de reemplazarlos o donar ropa en buen estado. Esto extiende la vida útil de los productos, reduce la demanda de nuevos materiales y disminuye el volumen de desechos generados.
- Reciclar. Implica someter los residuos a un proceso que permita convertirlos en nuevos productos o materias primas. Para que esto sea posible, es necesario separar correctamente los residuos reciclables (papel, cartón, plástico, vidrio, metales) y asegurarse de que lleguen a los centros de reciclado.
¿Basura o residuos?
Los conceptos de basura y residuo se utilizan coloquialmente como sinónimos. Sin embargo, desde una perspectiva ambiental, estos términos no significan lo mismo. La basura es algo que no se reaprovecha y que se descarta por ser carente de valor, mientras que los residuos pueden ser reutilizados, reciclados o transformados. De esta forma, puede evitarse su acumulación como basura.
Sigue con:
Referencias
- Iberdrola. (2025). Basura espacial: ¿ha llegado el momento de empezar a cuidar el cosmos?. https://www.iberdrola.com/
- GTA Ambiental. (2023). La diferencia entre residuo y basura. https://gtaambiental.com/
- Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación. (2023). Aprender de los residuos. La gestión integral e inclusiva de los residuos y su impacto socio-ambiental. https://www.educ.ar/
- Vilchis Pérez, T. y Jimenez Martínez, N. (2024). Basura, de la ficción a la ciencia. Universidad Nacional Autónoma de México. https://ciencia.unam.mx/
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