Te explicamos qué es la autogestión, cuáles son sus características y qué tipos existen. Además, cómo lograr la autogestión y cuáles son sus beneficios.

¿Qué es la autogestión?
La autogestión es la capacidad de organizar y realizar una serie de tareas, o de cumplir con determinados objetivos en un tiempo específico. Permite que una persona pueda llevar a cabo acciones de manera eficiente, porque las realiza correctamente para una fecha determinada.
Sin embargo, no siempre es posible aplicar la autogestión. Según diversos especialistas, existen distintas barreras que impiden cumplir con todas las responsabilidades. Algunas de ellas son la falta de constancia, la procrastinación, la distracción por el uso de las redes sociales o los dispositivos tecnológicos, y el estrés.
Para lograr la autogestión, se debe realizar una planificación que indique qué debe hacerse, cómo y en qué cantidad de tiempo. También se deben incorporar pausas y períodos de tiempo libre, ya que el descanso y el ocio son necesarios para lograr el bienestar y mejorar la calidad de vida.
Preguntas frecuentas
¿Qué es la autogestión?
La autogestión es la capacidad de organizar un conjunto de tareas para realizarlas en un período de tiempo específico.
¿Cuáles son los tipos de autogestión?
Los tipos de autogestión son: la autogestión personal, la autogestión laboral o profesional, la autogestión emocional, la autogestión educativa, la autogestión financiera y la autogestión comunitaria.
¿Cómo llevar a cabo la autogestión?
Para llevar a cabo la autogestión, se puede seguir una serie de pasos: establecer metas y objetivos, planificar, controlar la planificación y reflexionar.
Ver también: Empoderamiento
Características de la autogestión
La autogestión implica una serie de características:
- Autonomía. Es la capacidad de realizar una tarea por sí solo.
- Eficiencia. Consiste en lograr un objetivo de la mejor manera posible y con la menor cantidad de recursos.
- Responsabilidad. Es la capacidad de asumir las consecuencias por lo que se hace y de cumplir con lo que se debe.
- Constancia. Se trata de sostener un ritmo disciplinado para realizar tareas y cumplir obligaciones.
- Flexibilidad. Es la capacidad de adaptarse a distintas situaciones y de resolver inconvenientes de manera favorable.
Tipos de autogestión
Existen distintos tipos de autogestión según el ámbito de aplicación:
- Autogestión personal. Es la capacidad de un individuo de organizar hábitos, tareas y actividades diarias para cumplir objetivos. Por ejemplo, cuando una persona puede organizar las tareas domésticas.
- Autogestión laboral o profesional. Consiste en poder organizar las tareas y los objetivos relacionados con el trabajo, de forma que se puedan cumplir metas para una fecha específica. También incluye la capacidad de tomar decisiones y resolver problemas de forma autónoma. Por ejemplo, cuando un ingeniero logra terminar un plano para una fecha determinada.
- Autogestión emocional. Se trata de poder identificar las emociones y regular aquellas que presentan inconvenientes, como el estrés y la tristeza. Por ejemplo, cuando una persona logra relajarse tras sentir ansiedad.
- Autogestión educativa. Es la habilidad de poder organizarse para estudiar, esto es, leer la bibliografía necesaria y aprender los contenidos más relevantes de una asignatura. Por ejemplo, cuando una persona planifica la preparación para un examen y cumple con dicha planificación.
- Autogestión financiera. Consiste en la capacidad de una persona o una organización de poder administrar su dinero correctamente. Implica el armado y la aplicación de un presupuesto, planes de ahorro e inversión, entre otros. Por ejemplo, cuando una persona organiza sus ingresos de forma tal que puede ahorrar el 20 % de su salario.
- Autogestión comunitaria. Es la organización de comunidades para poder llevar a cabo proyectos, solucionar problemas, mejorar la calidad de vida de los integrantes, entre otros. Por ejemplo, cuando los habitantes de un pueblo se organizan para poner en valor los edificios patrimoniales.
Empresas autogestionadas: son aquellas empresas en las que los trabajadores toman las decisiones relacionadas con la administración y la organización. Suelen ser fábricas recuperadas, cooperativas y startups.
¿Cómo lograr la autogestión?
Para lograr la autogestión, se puede seguir una serie de pasos:
- Establecer metas. Se debe especificar qué se quiere lograr como fin último. Por ejemplo, terminar un proyecto de diseño de un flyer publicitario en una semana.
- Establecer objetivos. Se debe establecer qué acciones y tareas permitirán alcanzar el fin último. Por ejemplo, leer y comprender las indicaciones, realizar un boceto, corroborar que el boceto esté bien y realizar la versión final.
- Planificar. Se debe indicar qué días y en qué horarios se hará cada tarea o se cumplirá cada objetivo. Además, es importante incluir pausas que permitan descansar. Por ejemplo:
- Lunes de 8 a 12 h. Leer y comprender las indicaciones.
- Lunes de 13 a 17 h. Realizar el boceto.
- Martes de 8 a 12 h y de 13 a 17 h. Realizar el boceto.
- Miércoles de 8 a 12 h y de 13 a 17 h. Enviar el boceto e incluir las correcciones necesarias.
- Jueves y viernes de 8 a 12 h y de 13 a 17 h. Realizar la versión final.
- Controlar la planificación. Se debe verificar que se estén realizando las tareas a tiempo.
- Evaluar. Se debe tener en cuenta qué inconvenientes surgieron y con qué habilidades positivas se cuenta, para modificar lo que sea necesario o implementar con mayor frecuencia los hábitos positivos.
Habilidades, estrategias y técnicas de autogestión
Algunas de las habilidades, estrategias o técnicas que se pueden aplicar a la autogestión son:
- Organización. Se trata de poder planificar qué se hará, cómo, en qué momento y en qué orden. Para lograrlo, se puede utilizar un calendario o algún sistema que permita ordenar qué tareas se harán y cuándo.
- Capacidad de análisis. Consiste en poder evaluar las situaciones correctamente y luego actuar o realizar una tarea.
- Toma de decisiones. Es la capacidad de decidir, luego de haber analizado las situaciones, lo que debe hacerse sin desperdiciar tiempo.
- Adaptabilidad. Es la capacidad de poder modificar comportamientos cuando surgen cambios.
- Gestión del tiempo. Consiste en emplear el tiempo de la mejor manera posible. No se trata de hacer todo rápido, sino de emplear el tiempo de manera eficiente.
- Autoevaluación. Consiste en observarse y determinar qué hábitos son positivos, cuáles no, cuáles se deberían modificar y cuáles se podrían mejorar.
- Motivación. Consiste en encontrar inspiración y disfrute en las tareas o actividades que se están realizando, o de poder comprender que al realizarlas se cumplirá con un objetivo o una meta personal mayor.
- Alineación de objetivos. Consiste en poder plantear objetivos, seguirlos y cumplirlos correctamente y de forma tal que sirvan para alcanzar una meta determinada.
- Manejo de las emociones. Consiste en poder controlar las emociones o los estados de ánimo negativos, como el estrés y la ansiedad, para poder enfocarse en cumplir con las responsabilidades.
- Proactividad. Consiste en poder tomar la iniciativa para realizar distintas tareas y encontrar la mejor forma de alcanzar objetivos, incluso cuando se presenten dificultades.
Beneficios de la autogestión
Algunos beneficios de aplicar la autogestión son:
- Mejora de la calidad de vida. Al poder organizar mejor el tiempo, se puede contar con más disponibilidad para las actividades de ocio y se reduce el estrés.
- Crecimiento personal. Se puede detectar qué actividades realiza bien una persona y en qué otras puede mejorar.
- Aumento de la autoestima. Se gana confianza en uno mismo para llevar a cabo distintos proyectos y tareas, y para cumplir objetivos.
Ejemplos de autogestión
Algunos ejemplos de autogestión son:
- Autogestión en un emprendimiento. Una persona se organiza para hacer bufandas tejidas, las promociona por redes sociales, las vende en un sitio web y planifica los pedidos y los envíos para cumplir con lo prometido a los clientes.
- Autogestión en la vida personal. Una persona toma la decisión de organizar las tareas del hogar y divide las distintas actividades en los días hábiles. De esta forma, su casa está limpia y ordenada, y los fines de semana tiene tiempo libre para descansar.
- Autogestión laboral. Una persona organiza su horario laboral para cumplir con objetivos diarios, semanales y mensuales, incluyendo pausas para descansar.
- Autogestión en el aprendizaje. Un estudiante planifica estudiar dos horas por día para poder leer toda la bibliografía, hacer resúmenes y tener tiempo para repasar antes del examen.
- Autogestión financiera. Una persona organiza sus ingresos para cubrir los gastos fijos y los variables, y así poder ahorrar el 15 % de su salario.
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Referencias
- Castillo Zelada, K. E., Noel Vizarreta, N. N. y Origgi Alipazaga, C. G. (2018). Elaboración de un modelo de autogestión para impulsar el desarrollo individual: personal y laboral [Trabajo para maestría]. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.
- Covey, S. R. (2003). Los siete hábitos de la gente altamente efectiva. Paidós.
- Gallardo-López, J. A., López-Noguero, F. y Díaz Esterri, J. (2024). Apoyos sociales y autogestión del tiempo para el bienestar personal: una mirada intercultural para la intervención. En A. De-Juanos Oliva, F. J. García-Castilla y H. Hossein-Mohand (Comps.), Juventud y autorregulación del tiempo. Intervención socioeducativa para el bienestar integral (pp. 167-183). Dykinson.
- Hudson, J. P. (2010). Formulaciones teórico-conceptuales de la autogestión. Revista Mexicana de Sociología, 72(4), pp. 571-597. http://www.scielo.org.mx
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