Te explicamos qué es procrastinar, cuáles son sus causas y algunos ejemplos. Además, cómo dejar de procrastinar.
¿Qué es procrastinar?
Procrastinar es postergar o diferir tareas importantes, incluso cuando se tiene la posibilidad y el tiempo para hacerlas. Puede afectar acciones, conductas o la toma de decisiones. No se trata de una forma de pereza ni de una mala gestión del tiempo, sino de una dificultad para regular las emociones y enfrentar los requisitos que demanda una tarea.
Las personas que procrastinan son conscientes de las consecuencias negativas que implica esta tendencia. Entre ellas, se encuentran problemas de salud, pérdida de oportunidades o abandono de proyectos. Además, puede generar frustración, ansiedad y baja autoestima.
La procrastinación es una actitud muy común, que generalmente no indica un problema serio. Sin embargo, en ocasiones puede ser un síntoma de otras alteraciones, como la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo o el trastorno por déficit de atención por hiperactividad. También se relaciona con la hiperestimulación que provoca el exceso de información sensorial en el entorno.
El término “procrastinar” proviene del latín procrastinare, conformado por el prefijo pro– (“adelante”) y crastinus (“mañana”), es decir, dejar las cosas para mañana. En consonancia con el término latino, su escritura correcta es “procrastinar” y no “procastinar”, es decir, se escribe con dos “r” interconsonánticas, a pesar de que resulte complicado de pronunciar.
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Puntos clave
- Procrastinar es posponer o retrasar tareas, decisiones o acciones, en general reemplazándolas por otras menos importantes o más agradables.
- Sus consecuencias negativas incluyen la pérdida de oportunidades, menor calidad en el trabajo, estrés, ansiedad y falta de confianza en uno mismo.
- Sus principales causas son la falta de motivación, el miedo al fracaso, el perfeccionismo y la tendencia a dar mayor importancia a los beneficios inmediatos que a las consecuencias a largo plazo.
- Algunas estrategias para dejar de procrastinar son fragmentar las tareas, aceptar las propias necesidades y decisiones, eliminar las distracciones y evitar la culpabilización.
Ejemplos de procrastinación
La procrastinación puede darse de formas muy diversas, por ejemplo:
- Disponer de preparativos interminables, como servirse una taza de café, luego ajustar la silla, luego ir al baño, en lugar de hacer lo que realmente se necesita.
- Atender tareas menores, como enviar un correo electrónico, sacar punta a los lápices o resolver inconvenientes no urgentes, para evitar la tarea principal.
- Enfocarse en múltiples distracciones en lugar de dedicarse al trabajo importante. Por ejemplo, revisar redes sociales o iniciar conversaciones por chat.
- Realizar listas de temas pendientes y cosas por hacer, pero no llevarlas a cabo.
¿Qué causa la procrastinación?
La procrastinación es el resultado de diversos factores. En general, se relaciona con la falta de motivación, ya que cuando una tarea no resulta interesante, surge la tendencia a posponerla. También el cansancio, físico o mental, provoca una disminución de la energía y dificulta la concentración en las tareas pendientes.
El miedo al fracaso y la búsqueda de perfección también pueden ser contraproducentes. La idea de que un trabajo debe ser perfecto tiende a generar sentimientos de incompetencia, lo que lleva a evitar la tarea. En el ámbito académico y laboral, este aspecto se manifiesta especialmente como ansiedad y bloqueo.
Otro factor importante es el “sesgo del presente”. Se trata de otorgar más valor a los beneficios inmediatos que a los de largo plazo. Esto lleva a tomar decisiones que favorecen la gratificación instantánea. Por ejemplo, elegir pasar tiempo jugando videojuegos en lugar de estudiar o trabajar en un proyecto.
¿Cómo dejar de procrastinar?
La procrastinación puede convertirse en un obstáculo para alcanzar metas y objetivos personales. Un cambio significativo en la manera de pensar o aproximarse a la tarea en cuestión puede ser clave para la solución del problema.
Para dejar de procrastinar, pueden resultar útiles ciertos cambios de actitud como:
- Dividir la tarea. Fragmentar la tarea pendiente en partes más pequeñas y manejables reduce el esfuerzo y genera menos ansiedad, ya que permite abordar el objetivo paso a paso.
- Hacer una versión previa. Realizar un borrador o una versión preliminar e imperfecta de la tarea permite reducir la presión del perfeccionismo. Este enfoque facilita el avance sin la sensación de tener que hacer las cosas bien desde el principio.
- Aceptar las propias decisiones y necesidades. Reconocer los propios deseos y prioridades es una forma de restar presión social y reducir la dependencia de la validación externa.
- Eliminar distracciones. Identificar las principales distracciones es fundamental para crear un entorno de trabajo más eficiente. Por ejemplo, dejar el teléfono a un lado, desinstalar los juegos de la computadora, minimizar las interrupciones o cerrar sesión en las redes sociales. Esto permite disminuir la cantidad y disponibilidad de excusas.
- Evitar la culpabilización. Al notar que se está evadiendo una labor importante, es fundamental no culparse ni añadir frustración a la situación. En su lugar, procurar utilizar el humor para aliviar el malestar y buscar formas positivas de retomar la concentración puede ayudar a crear un ambiente más relajado.
- Implementar pausas activas. Aplicar técnicas de trabajo interrumpido para alternar períodos de trabajo enfocado con breves descansos permite reducir la sensación de fatiga. Por ejemplo, el “método pomodoro” indica dividir el tiempo de 30 minutos en 25 minutos de trabajo y 5 minutos de descanso. Las pausas activas pueden incluir movimientos o ejercicios para despejar la mente.
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Referencias
- Asociación Estadounidense de Psicología. (2010). La psicología de la procrastinación: por qué la gente pospone las tareas importantes hasta el último minuto. https://www.apa.org
- Yan B. y Zhang, X. (2022) ¿Qué investigaciones se han realizado sobre la procrastinación? Evidencia de un análisis bibliométrico sistemático. Frontiers in Psychology, 13. https://www.frontiersin.org
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