Irresponsabilidad

Te explicamos qué es la irresponsabilidad y cómo se manifiesta en la vida cotidiana, en el mundo corporativo, en el trabajo y en la escuela.

La irresponsabilidad llevó a un hombre a chocar contra un automóvil estacionado
La irresponsabilidad puede tener graves efectos, para la persona irresponsable y para terceros.

¿Qué es la irresponsabilidad?

La irresponsabilidad es la incapacidad para cumplir con las obligaciones y asumir las consecuencias de los propios actos. Es lo contrario de la responsabilidad, por lo que a menudo se considera un antivalor. Además, las personas con este tipo de actitudes se denominan irresponsables y suelen ser poco confiables, dado que no suelen cumplir con la palabra empeñada ni se hacen cargo cuando cometen algún error.

Los términos “irresponsabilidad” e “irresponsable” están conformados por raíces latinas: tanto el prefijo “in-” (que denota negación y cuya letra “n” se asimila con la “r” que le sigue, como en “irreal”) como la voz “responsable”, derivada del latín responsum (“respuesta”), formada a su vez por “re-” (“de nuevo”) y spondere (“prometer” o “comprometerse a algo”). Visto así, una persona responsable es quien puede dar respuesta a sus compromisos, mientras que alguien irresponsable es justamente lo opuesto: alguien que huye de sus compromisos y por lo tanto nunca honra lo que dice.

En la vida cotidiana, la irresponsabilidad puede manifestarse de muchas formas distintas, que se pueden resumir en dos conjuntos de actitudes:

  • No cumplir con lo que se promete o se anuncia, lo cual resta valor a la propia palabra y hace a las demás personas desconfiar de cualquier promesa hecha. Por ejemplo, una persona que le promete a otra acompañarla en un trámite difícil, pero el día en que se la necesita no atiende el teléfono o dice que estará ocupada todo el día.
  • No enfrentar las consecuencias de las propias decisiones, lo cual suele interpretarse como extrema comodidad y cobardía. Por ejemplo, una persona que comete un error en el trabajo y cuando las consecuencias se hacen evidentes, deja que se culpe a alguien más a pesar de saber que el error fue suyo.

En ambos casos, la persona irresponsable vulnera la confianza de los demás y puede tener que enfrentarse con reproches, sanciones o castigos que van desde el rechazo hasta las condenas judiciales. Por ejemplo, una persona que es contratada por otra para realizar un trabajo, recibe el pago y luego deja el trabajo hecho a medias, es una persona irresponsable que no volverá a ser llamada para trabajar y recibirá malas recomendaciones entre los allegados de su contratante.

En otras oportunidades, las consecuencias de la irresponsabilidad pueden ser mucho más graves, como en los casos de irresponsabilidad criminal, esto es, cuando una actitud irresponsable de parte de alguien le cuesta a otro la vida o perjuicios severos. Por ejemplo, si un médico opera a un paciente de una cirugía menor y acaba causándole la muerte por descuido, es probable que deba enfrentarse a la justicia, pues su actitud irresponsable ocasionó una muerte totalmente innecesaria.

Ver además: Debilidades de una persona

Irresponsabilidad social

Dos personas protestan ante la irresponsabilidad social empresarial
La irresponsabilidad social de una empresa puede dañar su imagen.

En el mundo corporativo, la irresponsabilidad social es lo contrario a la responsabilidad social empresarial, esto es, al compromiso activo que una corporación debe tener de cara a su comunidad.

Así, una empresa socialmente irresponsable es aquella que no se preocupa por las consecuencias negativas que su labor pueda ocasionar en la comunidad que la rodea, ni tampoco invierte en compensar dichos perjuicios. Se trata, en resumen, de una empresa con valores poco comprometidos con su entorno.

Las empresas socialmente irresponsables, a la larga, se ganan la enemistad o la desconfianza de las comunidades en que se encuentran, lo cual puede jugar en su contra disminuyendo el consumo, acarreándole mala fama o incluso haciéndola objetivo de sanciones fiscales de parte del Estado.

Por ejemplo, una empresa manufacturera que no invierte en ningún tipo de políticas de reciclaje y manejo de residuos acabará ensuciando y contaminando su entorno, lo que empeorará la vida de la comunidad y del ecosistema. Frente a esto, los vecinos pueden hacer una denuncia y el Estado puede imponerle a la empresa multas administrativas que a la larga saldrán mucho más costosas de lo que habría costado invertir en reciclaje.

Irresponsabilidad en la escuela

La irresponsabilidad en la escuela o irresponsabilidad escolar se refiere a las conductas de poco compromiso de parte de los estudiantes, tanto con la clase y el entorno académico como con su propio proceso de aprendizaje. Esto puede implicar diversas actitudes, como no hacer las tareas o no asumir los justos castigos por los malos comportamientos.

Los siguientes casos son ejemplos de irresponsabilidad escolar:

  • Un alumno que no cumple nunca con las asignaciones durante el lapso de estudio, pero que al recibir su mala nota pretende acusar al profesor de tenerle rabia o de favorecer injustamente a sus compañeros.
  • Un alumno que se inventa excusas para no asumir que no hizo la tarea, o que simplemente no la hace porque no siente que deba comprometerse con su propia labor de aprendizaje.
  • Un alumno que aspira a que sus compañeros lo incluyan en un trabajo grupal a pesar de no haber contribuido en nada con el grupo.

Irresponsabilidad en el trabajo

Por la irresponsabilidad de los trabajadores, una grúa se ha caído.
La irresponsabilidad laboral suele acarrear consecuencias negativas, incluso el despido.

La irresponsabilidad laboral es la falta de compromiso de parte de los trabajadores para su oficio. Al igual que otras formas de irresponsabilidad, suele acarrear consecuencias negativas, entre las cuales bien podría figurar el despido.

En general, un trabajador irresponsable no cumplirá con sus metas establecidas (es decir, será poco productivo) y tampoco asumirá el incumplimiento como una debilidad propia, sino que buscará a quién echarle la culpa. Lo mismo puede decirse de los trabajadores que muestran poco o ningún compromiso con el trabajo.

Desde luego, la irresponsabilidad laboral no solo puede estar de parte de los empleados y trabajadores. Un empleador puede también ser irresponsable y causar daños a su personal, lo cual suele tener consecuencias incluso peores, ya que la irresponsabilidad del jefe suele contagiarse rápidamente a los trabajadores y empleados.

Los siguientes casos son ejemplos de irresponsabilidad laboral:

  • Un trabajador que incumple las metas que él mismo ayudó a establecer, y a la hora de rendir cuentas acusa a terceros de haberlo saboteado o de ser improductivos y afectar su rendimiento.
  • Un trabajador que llega siempre tarde, se va siempre temprano, falta a menudo al trabajo y miente sin remordimiento para cubrir sus ausencias.
  • Un trabajador que comete un error en el trabajo y en lugar de dar la voz de alerta y ayudar a corregirlo, se hace el distraído y deja que otros paguen por su equivocación.
  • Un patrón que nunca cumple las promesas hechas, sin importarle lo que eso signifique para su equipo de empleados.
  • Un patrón que toma decisiones gerenciales equivocadas, y a la hora de enfrentarse a sus consecuencias, culpa del desastre a sus trabajadores.

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Referencias

¿Cómo citar?

"Irresponsabilidad". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en: https://concepto.de/irresponsabilidad/. Última edición: 25 de noviembre de 2022. Consultado: 26 de abril de 2024

Sobre el autor

Última edición: 25 noviembre, 2022

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