Te explicamos qué es un toque de queda, para qué sirve y cómo funciona. Además, te contamos en qué se diferencia del estado de sitio.
¿Qué es un toque de queda?
Un toque de queda es una medida de prohibición o restricción de la libre movilidad de los ciudadanos de una ciudad, región o país que establece un gobierno para hacer frente a una situación de conmoción o de riesgo público. Se trata de una medida de tipo legal, común en contextos de guerra o crisis social, cuyo cumplimiento es supervisado por las fuerzas del orden público o, inclusive, por las fuerzas armadas.
Cuando un gobierno decreta un toque de queda, les está exigiendo a sus ciudadanos que permanezcan en sus casas por su propio bien, o sea, para evitar que corran riesgos y pongan en peligro su seguridad y/o la de terceros. Por lo tanto, bajo un toque de queda no está permitido circular por la vía pública, excepto para atender emergencias o situaciones de extrema urgencia. Esta medida se aplica típicamente en los horarios nocturnos, pero también puede usarse durante parte del día.
Los términos exactos en los que un toque de queda se implementa están, normalmente, contemplados en la constitución nacional y las leyes de cada país. Allí se dispone cuándo se puede declarar y cuál es el procedimiento burocrático exacto, cuánto tiempo puede durar y cuáles son sus límites. Esto último es particularmente importante, ya que la libre circulación de las personas es considerada como un derecho humano fundamental, que no debe ser vulnerado a excepción de que rijan fuerzas extraordinarias de orden mayor.
Ver además: Control social
¿Cómo funciona el toque de queda?
Esencialmente, un toque de queda es un decreto gubernamental que, al entrar en vigor, prohíbe la circulación de los ciudadanos en ciertas franjas de tiempo, o la restringe a unos horarios considerados de menor riesgo o más seguros. Esto varía según la situación concreta a la que se esté haciendo frente. El toque de queda debe hacerse público y oficial con la debida antelación, para que las personas puedan tomar precauciones y ajustar sus asuntos al horario permitido.
Las fuerzas del orden público y/o las fuerzas armadas toman las calles durante el horario de queda, para asegurarse de que nadie incumpla el mandato de permanecer en sus casas, o de que lo hagan únicamente aquellas personas exentas de la medida, o bien aquellas que se vean obligadas por la necesidad o la urgencia a salir a la calle, como ante una emergencia médica, por ejemplo.
Las personas que incumplan el toque de queda pueden ser reprendidas, multadas o incluso apresadas, dependiendo de la severidad de la situación.
¿Para qué sirve un toque de queda?
Los toques de queda son medidas preventivas de emergencia. Se implementan cuando existe una amenaza difícil de controlar y que pone en riesgo la seguridad pública, ya sea por motivos de gobernabilidad o porque amenaza la vida y la integridad de las personas. Así, por ejemplo, se implementan los toques de queda en situaciones de guerra, de insurrección, de atentado terrorista, de catástrofe ambiental o de epidemia sanitaria.
Un aspecto polémico de los toques de queda es que coarta una libertad fundamental de la ciudadanía y le otorga el control de las calles al Estado, algo que puede servir a gobiernos autoritarios o abiertamente autocráticos para suprimir a la oposición política e impedir las legítimas protestas de la ciudadanía.
Por último, los toques de queda no son necesariamente nacionales: es posible imponerlos a nivel regional, municipal o local. Incluso el administrador de una casa puede imponer un toque de queda: un horario a partir del cual la casa no abrirá sus puertas. Este último, sin embargo, es un uso más bien metafórico de la frase.
¿En qué países se ha declarado el toque de queda?
A lo largo de la historia, distintos países en distintas circunstancias han declarado un toque de queda a su población. Por ejemplo, durante la fase aguda de la pandemia de Covid-19 en 2020, numerosos países impusieron un “toque de queda sanitario” para impedir que su población circulara libremente y contrajera una enfermedad en ese momento desconocida. Entre dichos países estuvieron Argentina, España, Sudáfrica, Perú, Irlanda, Francia y muchos otros. Los horarios y las condiciones de cada uno podían variar de acuerdo al caso.
En otros contextos, se impuso un largo toque de queda nocturno en Chile, durante la dictadura militar de Augusto Pinochet, desde el 11 de septiembre de 1973 hasta enero de 1987. Algo similar ocurrió en Perú durante la época del terrorismo (1980-2000), con el propósito de controlar las actividades de los grupos subversivos; y también en Puerto Rico en septiembre de 2017, para impedir los saqueos que se produjeron tras la devastación del huracán María.
Toque de queda y estado de sitio
El toque de queda no debe confundirse con el estado de sitio, si bien en ambos casos el Estado puede restringir algunas libertades ciudadanas para garantizar la seguridad y el orden. Mientras que el toque de queda se limita a imponer un horario de no-circulación pública, un estado de sitio implica un conjunto de condiciones mucho más severas, entre las cuales suele formar parte, precisamente, el toque de queda.
Así, durante un estado de sitio no solo se puede imponer un toque de queda, sino suspender el resto de las garantías públicas (excepto, en principio, algunos de los derechos básicos humanos), militarizar completamente la vía pública, llevar a cabo expropiaciones, entre otras medidas de urgencia.
Más en: Estado de sitio
Referencias
- “Toque de queda” en Wikipedia.
- “Toque de queda” en el Diccionario Panhispánico del Español Jurídico de la Real Academia Española.
- “Qué es el ‘toque de queda’ y por qué los constitucionalistas advierten que no deberían fijarse restricciones por decreto” en la Universidad Torcuato Di Tella (Argentina).
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! Gracias por visitarnos :)