Reciprocidad

Te explicamos qué es la reciprocidad y por qué es un valor. Además, su sentido en antropología y qué es el principio de reciprocidad.

reciprocidad
La reciprocidad es una relación que ofrece lo mismo a ambas partes.

¿Qué es la reciprocidad?

La reciprocidad es la correspondencia en el trato entre dos personas o en la interacción entre dos objetos. A las relaciones que cumplen con esta condición se las denomina recíprocas, palabra que proviene del latín reciprocare, término que se empleaba para describir el movimiento de vaivén de las aguas del mar, cuyo desplazamiento sobre la arena es siempre equidistante: va y viene en la misma medida.

Cuando decimos que algo es recíproco, queremos decir que “viene y va”: que ofrece lo mismo a ambas partes o que se corresponde en la justa medida. Por ejemplo, un amor recíproco es aquel en el que ambas personas están enamoradas, y una ayuda recíproca es aquella en la que ambas partes se echan una mano.

Buena parte de las relaciones humanas se sostienen en la reciprocidad o al menos en la promesa de ella. Es lo que expresa el proverbio “hoy por ti, mañana por mí”: a veces ayudando a los demás nos garantizamos ayuda cuando a futuro la necesitemos, de forma que la reciprocidad no necesariamente implica la devolución inmediata de la ayuda recibida.

Ver también: Recíproco

La reciprocidad como valor

La reciprocidad en sí misma puede ser comprendida como un valor social, es decir, como un rasgo deseable de nuestras relaciones interpersonales. Esto usualmente significa que debemos ser generosos, afectuosos o, al menos, amables con quienes a su vez lo sean con nosotros, lo cual a menudo implica conservar cierta gratitud respecto al resto de la sociedad.

Es normal que la reciprocidad se entienda como una medida de equidad (o sea, de justicia en el trato) y de cooperación (o sea, de ayuda mutua), aunque en un sentido estricto solamente plantea dar de aquello mismo que recibamos.

Más en: Valor

Reciprocidad en psicología

En psicología, la reciprocidad es entendida como la tendencia general del comportamiento humano a sentirnos obligados a devolver un favor o un bien recibido. Si no lo hacemos, nos sentimos culpables.

La reciprocidad ha sido abordada por diversas ramas de la psicología.

  • La psicología evolucionista (que estudia el desarrollo de la mente desde el punto de vista de la historia evolutiva de la especie humana) ha interpretado la reciprocidad como una respuesta a la necesidad de supervivencia. Según esta teoría, la ayuda que se da a los demás está impulsada por la expectativa de que brindarla aumenta la probabilidad de recibir ayuda en el futuro y, así, sobrevivir en un mundo hostil.
  • La psicología evolutiva o del desarrollo (centrada en el estudio de los cambios psicológicos de la persona a lo largo de su vida) ha establecido que la reciprocidad es una norma de comportamiento que se desarrolla en la niñez y que incide en las relaciones que los niños establecen con otros compañeros. El modo de comprender la reciprocidad se modifica con el tiempo: de una conducta basada en el principio “ojo por ojo” evoluciona a una actitud de intercambio cooperativo mutuo.
  • La psicología social (que estudia los pensamientos y comportamientos de la persona en tanto ser social), considera a la reciprocidad como una norma social que consiste en responder a una acción positiva con otra acción positiva, recompensando de este modo las acciones amables. Las personas responden de manera mucho más cordial y cooperativa a las acciones amistosas de lo que lo harían si actuaran solo por interés propio.

Reciprocidad en antropología

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La reciprocidad se da en economías informales que prescinden del dinero.

En antropología cultural, la reciprocidad está vinculada con el funcionamiento de las economías informales. Consiste en el intercambio no comercial de favores o de bienes. Incluye prácticas que van desde el trueque directo hasta formas de intercambio de regalos en las que se espera una devolución.

Si el intercambio es inmediato, como en el trueque, no se crea un vínculo social. Si, por el contrario, el intercambio se retrasa, surge una relación sobre la base de la obligación de devolver el bien o favor recibido (es decir, una deuda). La falta de devolución puede poner fin a una relación entre iguales. Así, algunas formas de reciprocidad pueden establecer una jerarquía. Los intercambios recíprocos también pueden tener consecuencias políticas, a través de la creación de múltiples obligaciones que lleven al establecimiento de un liderazgo.

En función de los intereses de las partes involucradas, se distinguen tres tipos de reciprocidad:

  • Reciprocidad generalizada o positiva. El intercambio se lleva a cabo sin que sea necesario recibir de manera inmediata la compensación, e incluso sin que nunca se la reciba, y la promesa de devolución es suficiente. De esta manera, la obligación de corresponder es infinita y duradera.
  • Reciprocidad equilibrada o simétrica. La retribución inmediata se basa en algún sistema de equivalencias que garantiza recibir lo mismo que se da. En general, se establece un plazo para la retribución, y en el intercambio tiene menor peso lo social y mayor cabida los intereses individuales y/o económicos.
  • Reciprocidad negativa. En el intercambio se intenta obtener beneficios materiales a expensas del otro, como en el trueque, el regateo, el robo o la estafa. En general, ocurre entre personas de relación social distante, que no actúan de manera altruista, sino con el objetivo de maximizar su propio beneficio.

Reciprocidad y redistribución

En los estudios de antropología cultural y sociología, la reciprocidad está asociada a la redistribución, y es considerada muchas veces una forma de ella. La redistribución es un sistema de intercambio económico que implica la recolección de bienes y servicios de los miembros de un grupo hacia una autoridad central, que, a su vez, los reparte entre esos miembros.

A diferencia de la simple reciprocidad, que es un intercambio de ida y vuelta entre las partes, la redistribución consiste en una puesta en común de los bienes. Esto determina un centro (la autoridad que redistribuye), mientras que la reciprocidad establece dos partes, cada una con sus propios intereses.

La forma más básica de la redistribución es el reparto de alimentos dentro de una familia. Sin embargo, la redistribución también constituye la base del intercambio de muchas comunidades, organizadas bajo el liderazgo de una autoridad política, que recolecta y redistribuye los bienes.

En las sociedades industriales, la redistribución es un mecanismo central. Ejemplo de ello son los impuestos progresivos sobre la renta, que se recaudan de los individuos en función de sus ingresos personales. El dinero obtenido de esta manera se distribuye posteriormente a otros miembros de la sociedad a través de diversos programas gubernamentales.

Reciprocidad y complementariedad

La reciprocidad como sistema de intercambio económico, cuando es realizada dentro de una comunidad, está acompañada en ocasiones del ejercicio de algún tipo de complementariedad. La complementariedad es una consecuencia de la aplicación de los principios de división del trabajo y de ventaja comparativa con el fin de obtener mejores resultados.

Mientras que en la reciprocidad hay un mero intercambio de bienes o favores entre los miembros de la comunidad, la complementariedad implica que cada miembro o grupo dentro de la comunidad limite su intervención a las actividades en las que pueda realizar un aporte significativo. Por ejemplo, dentro de un sistema de producción agrícola, un sector puede ocuparse del cultivo y otro de la comercialización de los productos obtenidos.

En la complementariedad, los diversos miembros o grupos dependen unos de otros y ejercen su actividad con el acuerdo, por lo general implícito, de que cada uno cumpla con su parte. De esta manera, puede ser entendida como una forma de la reciprocidad comunitaria, asociada al trabajo cooperativo.

El principio de la reciprocidad

En el ámbito de las relaciones internacionales, se conoce como principio de la reciprocidad a una norma fundamental del trato entre Estados, según la cual cada uno se compromete a dar a los ciudadanos del otro que residan en su territorio un trato similar al que reciban sus ciudadanos en el territorio ajeno.

Dicho de otro modo, cada Estado ofrece al otro las mismas garantías y el mismo trato que reciba de él: en lo económico (por ejemplo, eliminando o colocando aranceles), en lo jurídico (por ejemplo, estableciendo acuerdos de extradición) o lo social (por ejemplo, liberando o imponiendo visados y restricciones de viaje).

Así, al menos en teoría, los acuerdos entre Estados deberán ser recíprocos en todo momento, para garantizar que no existan injusticias.

Ejemplos de reciprocidad

  • Los hijos cuidan de sus padres en la vejez, como los padres cuidaron de ellos cuando eran pequeños.
  • Una persona hace las tareas de un compañero que no ha podido ir al trabajo y que lo ayudó con la compra de su casa.
  • Un país exime de impuestos las importaciones de materias primas de otro país y este, a cambio, permite la libre circulación de ciertos productos de aquel.
  • Un padre le promete a su hijo que si aprueba un examen le regalará el objeto que tanto desea.
  • En respuesta del ataque perpetrado por la nación A contra la nación B, la nación C suspende las importaciones de la nación A; la nación B, por su parte, se compromete a asistir financieramente a la nación C.
  • La sociedad del imperio incaico estaba organizada en comunidades denominadas ayllus, cuyos integrantes se prestaban ayuda mutua en las labores agrícolas, según un principio de reciprocidad, que obligaba a devolver la ayuda prestada.
  • Los países que integran la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se comprometen a defender a cualquier miembro que sea atacado por un país externo.
  • Entre los iroqueses estaba extendida la práctica de la reciprocidad: una tribu entregaba a otra un regalo con la expectativa de recibir otro a cambio.

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Referencias

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Raffino, Equipo editorial, Etecé (23 de junio de 2022). Reciprocidad. Enciclopedia Concepto. Recuperado el 18 de noviembre de 2024 de https://concepto.de/reciprocidad/.

Sobre el autor

Última edición: 23 de junio de 2022

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