Gobierno republicano

Te explicamos qué es un gobierno republicano, sus características y ejemplos. Además, te contamos qué es el republicanismo federal.

¿Qué es un gobierno republicano?

Un gobierno republicano es aquel en el que la soberanía reside en el pueblo, es decir, en el que la ciudadanía posee teóricamente el poder político pero lo delega en las autoridades del Estado (principalmente, en el presidente y los miembros del Parlamento). Las autoridades políticas actúan como representantes del pueblo al ser elegidas mediante mecanismos democráticos, como las elecciones directas o indirectas.

Además, el gobierno republicano se sostiene en un orden jurídico consagrado en una Constitución que define los derechos y libertades de los ciudadanos y establece la separación de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial).

El gobierno republicano se distingue de un gobierno monárquico, en el que la soberanía reside en un rey o reina de carácter hereditario que ejerce la jefatura del Estado. Sin embargo, en la actualidad las monarquías parlamentarias y constitucionales suelen conceder un rol más simbólico que político al monarca, y las autoridades que se ocupan del poder ejecutivo (el primer ministro o el presidente del gobierno) y el poder legislativo (el Parlamento) suelen ser elegidas mediante elecciones directas o indirectas.

Generalmente, los gobiernos republicanos son de naturaleza democrática, al punto tal que muchas veces se considera como equivalentes los términos “república” y “democracia”, aunque no significan lo mismo. La república es una forma de administración del Estado basada en un orden constitucional, la separación de poderes y la elección popular del jefe del Estado (generalmente mediante mecanismos democráticos). Por su parte, la democracia es un sistema de participación ciudadana que puede consistir en métodos de participación directa (democracia directa) o indirecta (democracia representativa), ambos basados en el principio del gobierno del pueblo (es el pueblo quien gobierna, sea de forma directa o indirecta). Los mecanismos democráticos pueden ser utilizados tanto por regímenes republicanos como por monarquías parlamentarias (o, incluso, por pequeñas asociaciones de personas).

Si bien en muchas repúblicas de tradición liberal se suelen respetar los valores y mecanismos democráticos, en las repúblicas unipartidistas, como las existentes en muchos países comunistas de los siglos XX y XXI, no existen libertades políticas compatibles con la democracia. Aun así, se los define como sistemas republicanos debido a que sus jefes de Estado no son reyes hereditarios (como es característico de las monarquías) sino secretarios generales, presidentes o líderes elegidos por el partido. Sin embargo, en algunas experiencias unipartidistas contemporáneas, como la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte), la jefatura del Estado está a cargo de una dinastía gobernante (la familia Kim) y el régimen tiene un carácter totalitario, a pesar de definirse a sí mismo como republicano.

Ver además: Formas de gobierno

Origen del gobierno republicano

Los modelos de gobierno republicano nacieron en la Antigüedad clásica. En la Antigua Grecia surgió la democracia, que se comenzó a implementar en Atenas en el siglo VI a. C. y consistía en la participación directa de todos los ciudadanos varones adultos en las decisiones políticas de la ciudad-Estado (lo que recibe el nombre de democracia directa). Por otro lado, el concepto de república surgió en la Antigua Roma, cuando nació la República romana en 509 a. C.

De hecho, el término “república” proviene del latín res publica, que se traduce como “la cosa pública”, es decir, los asuntos que son de incumbencia del Estado porque atañen a todos los ciudadanos y al interés común. En la República romana, si bien el Senado funcionaba como un órgano principalmente aristocrático, los cónsules eran elegidos mediante el voto de una asamblea que reunía tanto a patricios (aristocracia hereditaria) como a plebeyos (ciudadanos sin herencia aristocrática), y desde el siglo IV a. C. los plebeyos también ocuparon asientos en el Senado.

En Occidente, el republicanismo formó parte de las ideas políticas de la Edad Moderna y tomó fuerza tras el derrumbe del Antiguo Régimen luego de la Revolución francesa de 1789 (que en 1792 reemplazó la monarquía por una república) y con la independencia de Estados Unidos, que proclamó una Constitución republicana en 1789.

Actualmente, los gobiernos republicanos constituyen la forma más habitual de organización estatal en todo el mundo, ya sea mediante sistemas presidencialistas, semipresidencialistas o parlamentarios, y en algunos casos las instituciones republicanas y democráticas forman parte de regímenes que son formalmente monarquías (monarquías parlamentarias).

Características de un gobierno republicano

Los gobiernos republicanos se caracterizan por lo siguiente:

• El ordenamiento jurídico se basa en el imperio de la ley, es decir, todos los ciudadanos están sometidos a la ley, cuyo texto supremo es la Constitución, y están, al mismo tiempo, amparados por ella, lo que los protege de los abusos del poder. La igualdad ante la ley anula cualquier distinción basada en el oficio, la clase social, el sexo, la religión, la opinión política, la raza o la etnia. En este sentido, los criterios empleados para juzgar un delito dependen siempre del delito cometido y de su contexto, y no de quién es la persona que delinque.
• La soberanía reside en el pueblo, es decir, son los ciudadanos quienes eligen a sus representantes en los poderes ejecutivo y legislativo mediante prácticas como las elecciones directas e indirectas. Los asuntos del Estado se consideran de incumbencia colectiva.
• Las instituciones políticas ejercen un mutuo contrapeso, pues están organizadas en tres poderes separados e independientes: el poder ejecutivo, encargado del gobierno y la administración del Estado; el poder legislativo, que crea las leyes y las somete a debate entre los representantes del pueblo; y el poder judicial, que administra justicia y vela por el cumplimiento de las leyes y de los principios fundamentales del orden público.
• El poder ejecutivo está a cargo de un representante elegido por votación popular, ya sea directa o indirecta, que recibe el nombre de presidente, primer ministro o canciller. Dicho cargo es temporal y está sometido a la ley y a las disposiciones de la Constitución.

Ejemplos de gobiernos republicanos

Algunos ejemplos de gobiernos republicanos a comienzos del siglo XXI son:

• Repúblicas presidencialistas: Venezuela, Argentina, Estados Unidos, Turquía, Indonesia, México, Nigeria, Ecuador, Costa de Marfil, Bolivia, Camerún, Filipinas y Uruguay.
• Repúblicas semipresidencialistas: Ucrania, Taiwán, Senegal, Francia, Haití, Portugal, Rumanía, Rusia, Madagascar, Armenia, Azerbaiyán, Egipto y Níger.
• Repúblicas parlamentarias: India, Italia, Etiopía, Islandia, Irlanda, Finlandia, Polonia, Alemania, Austria, República Checa, Grecia, Bulgaria, Israel, Líbano y Pakistán.

Republicanismo federal

El republicanismo federal es una ideología política y un tipo de organización republicana que apuesta por el federalismo a la hora de administrar políticamente la nación. Esto quiere decir que propone la descentralización del poder político y una activa participación ciudadana.

En España, el republicanismo federal fue una importante ideología política liderada por figuras como Francisco Pi y Margall en la segunda mitad del siglo XIX, que influyó tanto en la proclamación de la Primera República española (1873-1874) como en el movimiento cantonalista que, durante los años de la república, intentó instaurar un orden republicano federal desde abajo.

Sin embargo, la república federal como sistema político adquirió diversas formas en distintos países. En general, se caracteriza por otorgar una mayor cuota de autonomía a las regiones federadas (llamadas frecuentemente estados, provincias, cantones o regiones), cuyas instituciones políticas están organizadas de acuerdo a una Constitución propia pero están sometidas a una ley federal unificada que establece las competencias del gobierno federal y de los gobiernos regionales o locales.

Gobiernos monárquicos

Los gobiernos monárquicos son aquellos en los que la soberanía reside en un monarca, es decir, un gobernante de carácter hereditario que ejerce la jefatura del Estado y puede recibir títulos como los de rey, reina, emperador, sultán, califa, entre otros. Sin embargo, en las monarquías parlamentarias contemporáneas se suele admitir que la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce a través de sus representantes en el Parlamento.

En efecto, los monarcas ejercen el poder político en distinta medida, según el tipo de monarquía de que se trate:

• Monarquía absoluta, en la que el poder y las decisiones políticas son concentrados por el monarca, quien suele contar con un grupo de secretarios o ministros de confianza.
• Monarquía constitucional, en la que el rey está sometido a la ley y la Constitución pero conserva un grado variable de poder político de acuerdo a su rol de jefe del Estado.
• Monarquía parlamentaria, en la que el rey es formalmente el jefe del Estado pero delega su poder en un Parlamento elegido por el pueblo que, a su vez, nombra a un primer ministro o presidente del gobierno que ejerce el poder ejecutivo.

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Referencias

• Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G. (Dirs.). (2015). Diccionario de política. Siglo XXI.
• Heslop, D. A. (2023). Political system. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
• Munro, A. (2024). Republic. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
• Sartori, G. (2007). ¿Qué es la democracia? Taurus.
• Schlager, N. y Weisblatt, J. (Eds.). (2006). World Encyclopedia of Political Systems and Parties. Facts on File.