Te explicamos qué es la contaminación ambiental, sus tipos, causas y consecuencias. Además, cómo puede evitarse.
¿Qué es la contaminación ambiental?
La contaminación ambiental es la degradación del medio ambiente por consecuencia de la introducción de sustancias y elementos físicos que alteran su naturaleza de manera drástica, impredecible y peligrosa, haciéndolo menos apto para la vida tal y como la conocemos. Dicho de otro modo, se trata del daño ambiental por causa de la acción de contaminantes de distinto tipo.
La contaminación ambiental es un fenómeno típico del impacto que las actividades económicas y el modo de vivir del ser humano tienen sobre el ecosistema.
Puede darse en distintos contextos y distintos grados, generalmente con consecuencias negativas para los seres vivos en general, entre ellos la propia humanidad. Se estima, por ejemplo, que las distintas formas de contaminación ambiental le costaron la vida en 2015 a millones de personas en todo el mundo.
Los agentes contaminantes, es decir, los causantes de la contaminación ambiental, pueden ser de muy distinta naturaleza, darse en cualquier forma física y tener orígenes variados también. Sin embargo, se los suele clasificar en tres categorías, de acuerdo a su comportamiento una vez introducidos en el ecosistema:
- Biodegradables. Aquellos que tan pronto se hallan en el medio ambiente inician un proceso natural de descomposición, que permite a las fuerzas naturales lidiar con ellos al cabo de cierto margen de tiempo. Esto no quiere decir que no tengan impacto sobre el medio ambiente, sino que dicho impacto puede ser compensado por la naturaleza al cabo de cierto lapso de tiempo, o lo que es lo mismo, que los propios procesos naturales bastan para restaurar el equilibrio dentro de un margen temporal relativamente breve.
- De degradación lenta. Aquellos que responden también a procesos naturales de biodegradación, pero lo hacen de manera muy paulatina y trabajosa, tomando grandes cantidades de tiempo y prolongando su impacto medioambiental mucho más allá de lo que toma lidiar con un elemento biodegradable. Muchos de estos contaminantes requieren de la acción de coadyuvantes o catalizadores para degradarse.
- No biodegradables. Aquellos que son inmunes a los procesos naturales de biodegradación o cuya respuesta a los mismos es tan larga, lenta y difícil, que prácticamente se consideran eternos. Sus efectos sobre el medio ambiente, entonces, son continuos, prolongados y virtualmente permanentes, por lo que constituyen el caso más grave de contaminación ambiental.
Ver además: Contaminantes primarios y secundarios
Tipos de contaminación ambiental
Atendiendo al lugar o entorno específico en que ocurre la contaminación y se producen los efectos nocivos, es posible clasificar la contaminación ambiental de la siguiente manera:
- Contaminación atmosférica o del aire. Ocurre cuando se vierten gases o aerosoles (sólidos diminutos en suspensión) a la atmósfera, introduciendo elementos químicos poco usuales en la misma y que reaccionan de manera inesperada, alterando los ciclos naturales del planeta. Es el caso, por ejemplo, de los gases que deterioran la capa de ozono, permitiendo el ingreso directo de la radiación solar; o también de los gases emitidos por los motores de combustión interna, que aumentan el carbono de la atmósfera y contribuyen con el calentamiento global.
- Contaminación terrestre o del suelo. Ocurre cuando el suelo es receptor de sustancias químicas o tóxicas, o bien de materiales sólidos que alteran sus propiedades físico-químicas, reduciendo su fertilidad y haciéndolo más sensible a la erosión, la desertificación o la sequía. Rara vez la contaminación del suelo permanece en el suelo, no obstante, y suele traer consigo la contaminación también del agua. Es el caso de los desechos de la minería, que alteran radicalmente la composición del suelo haciéndolo infértil, y de paso se escurren con la lluvia hacia los ríos cercanos.
- Contaminación hídrica o del agua. Ocurre cuando son las aguas las que reciben directamente las sustancias contaminantes, sean líquidas o sólidas. Estas últimas proceden entonces a disolverse en el agua de ríos, lagos y mares, o a envenenar los depósitos subterráneos de agua, reduciendo así la cantidad de agua potable del mundo y acarreando cambios químicos que afectan dramáticamente a la flora y la fauna. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el vertido de nuestras aguas negras en ríos y lagos, lo cual añade sustancias orgánicas que alteran el balance químico del agua, promoviendo el crecimiento desordenado de ciertas algas y matando al mismo tiempo a otras especies, lo cual resulta en el empobrecimiento de la diversidad biológica del ecosistema acuático.
- Contaminación espacial o del espacio. Ocurre con cada vuelo espacial que se produce y con cada satélite en órbita que deja de funcionar: vamos minando de pequeños fragmentos de basura la órbita baja del planeta, muchos de los cuales permanecen “cayendo” eternamente, sin precipitarse nunca a la atmósfera (con cuyo roce, finalmente, se desintegrarían). De continuar así, pronto tendremos un anillo de basura alrededor del planeta, que pondrá en riesgo futuras misiones espaciales.
Por otro lado, es posible clasificar la contaminación ambiental de acuerdo a la naturaleza del contaminante, de la siguiente manera:
- Contaminación química. Aquella que tiene lugar por la acción de sustancias y elementos ajenos al medio ambiente, o presentes en él pero en proporciones fijas que se ven alteradas y traen consecuencias químicas, físicas y biológicas. Este tipo de contaminación ocurre porque las sustancias vertidas reaccionan con las del medio ambiente de manera impredecible y comúnmente dañina, envenenando el entorno y destruyendo el delicado balance natural del mundo. Un ejemplo de ello lo constituyen los gases ricos en azufre que ciertas industrias despiden a la atmósfera, y que una vez en las nubes reaccionan con el vapor de agua formando ácido sulfúrico, es decir, lluvia ácida.
- Contaminación radiactiva. Considerable como una forma de contaminación química particular, se trata de aquella que es consecuencia de materiales químicos de naturaleza inestable, que liberan al medio circundante partículas subatómicas nocivas, capaces de dañar el ADN y de envenenar a los seres vivos, dependiendo del grado de exposición a este tipo de radiación electromagnética (radiación ionizante). Elementos radiactivos son producidos en diferentes industrias, empleados en la medicina o subproducidos en centrales eléctricas nucleares, tales como ciertos isótopos del uranio y el plutonio. Lo peor es que estos materiales pueden tardar siglos en estabilizarse y dejar de emitir partículas nocivas.
- Contaminación térmica. Aquella que consiste en la modificación drástica de la temperatura de un ecosistema debido a la introducción de sustancias o materiales muy calientes o muy fríos en cantidades considerables. Este tipo de contaminación suele modificar los procesos químicos y físicos propios del entorno, ya que la temperatura incide en muchos de ellos, acelerándolos o enlenteciéndolos, o incluso disparando otros que, a temperaturas ordinarias, no se darían. Un ejemplo de este modo de contaminación es la devolución al mar de aguas hirvientes producto de centrales eléctricas o industrias siderúrgicas.
- Contaminación por basura. Aquella que producen los desechos sólidos comerciales, industriales y de productos diarios de nuestra vida, que se reúnen en vertederos o, peor aún, se desechan junto con las aguas negras a ríos, lagos y mares, donde producen grandes acumulaciones de basura. El plástico es probablemente el peligro más grave de este tipo de contaminación: tarda siglos en biodegradarse, pero al mismo tiempo la acción de los elementos lo va cortando en trocitos diminutos (microplásticos) que ingieren los animales y se acumulan en su interior, y han sido hallados incluso dentro del cuerpo humano.
- Contaminación lumínica. Aquella que se produce cuando se introducen fuentes artificiales de luz en un entorno, destruyendo el orden lumínico (que impone la salida y puesta del sol) de muchas especies animales, y que en algunos casos puede incluso afectar el desempeño del ser humano. Es lo que ocurre, por ejemplo, con los anuncios luminosos en áreas rurales, sobre todo cuando están iluminados toda la noche.
- Contaminación sonora. Aquella que se produce debido a la incorporación de sonidos caóticos, de alta intensidad o en número excesivo en el medio ambiente. Este es un tipo de contaminación propio de las ciudades, en donde afecta paulatinamente el organismo de todas las personas y animales, pero también en fábricas, aeropuertos y otros espacios en que ruidos de elevado volumen son producidos. Un típico ejemplo de ello lo constituye el ruido de las centrales eléctricas eólicas, ya que las aspas, al girar continuamente, producen un ruido que irrumpe en el paisaje natural.
- Contaminación electromagnética. Aquella que es fruto de la proliferación de ondas electromagnéticas en un entorno, tales como ondas de radio, televisión, microondas, etcétera. Se trata de una forma de contaminación aún por entender del todo, propia de la época de las telecomunicaciones, en que proliferaron satélites, emisoras y un verdadero caos de señales electromagnéticas que, perfectamente, podrían estar incidiendo en nuestra salud o la del medio ambiente.
Finalmente, puede distinguirse entre tres modos en que ocurre la contaminación ambiental, de la siguiente manera:
- Contaminación puntual. Aquella que sucede en un único punto, es decir, en un lugar determinado y sin permear hacia sus alrededores. Por ejemplo, la presencia de desechos sólidos en un vertedero.
- Contaminación lineal. Aquella que se produce conforme a una trayectoria lineal, o sea, siguiendo un recorrido determinado en el medio ambiente. Por ejemplo, los gases de desecho que libera un avión durante el vuelo, ya que siguen su trayectoria de viaje.
- Contaminación difusa. Aquella que no se limita a una región determinada del medio ambiente, sino que se transmite de una a otra y es difícil de contener en un único espacio. Por ejemplo, el uso de pesticidas y agrotóxicos en la industria agropecuaria contamina el suelo, pero se transmite por acción de la lluvia a los depósitos subterráneos de agua y escurre a la vez hacia los ríos y mares.
Causas de la contaminación ambiental
Las causas de la contaminación ambiental son, en su gran mayoría, consecuencia de las actividades humanas y del modo de vida postindustrial de nuestras sociedades.
Nunca antes el ser humano había tenido tanto conocimiento de las ciencias naturales y tanta capacidad de producir nuevos materiales o de dar con nuevas formas de energía, que nos facilitan la vida pero tienen, desgraciadamente, un costo ambiental tremendo. Las principales fuentes de contaminación ambiental por acción humana son:
- Las industrias básicas. Las siderúrgicas y otras industrias que emplean energía y materia prima para producir insumos básicos para otras industrias, suelen producir importantes niveles de contaminación de distinto tipo, y eso a pesar de que muchas de ellas ya toman medidas mínimas para proteger al ecosistema de su efecto, como pozos de enfriamiento de aguas servidas, torres de ventilación, etc.
- Las plantas de energía eléctrica. Uno de los grandes dilemas del ser humano contemporáneo es la generación de electricidad, ya que todo a nuestro alrededor depende de este recurso, pero generarlo a su vez necesita de alguna otra forma de producción masiva de energía transformable, para lo cual solemos quemar combustibles fósiles, producir explosiones nucleares controladas o bien aprovechar la caída de grandes cursos de agua. Sea del modo que sea, la obtención de electricidad es una de las mayores actividades contaminantes del ser humano.
- La vida urbana. Nos hemos distanciado de la naturaleza: nuestras ciudades no sólo producen importantes cantidades de smog y gases tóxicos, fruto de industrias y de la circulación de los automóviles, sino que además son grandes centros de producción de basura, de aguas negras y de ruidos y luces artificiales. Por esta razón se buscan alternativas ecológicas para muchas de las actividades que sostienen nuestro modo de vida contemporáneo.
- El transporte aéreo y marítimo. Día a día, miles de aviones transitan por los cielos del mundo, impulsados por combustibles derivados del petróleo que dejan a su paso una estela de gases contaminantes, directamente en la atmósfera que respiramos. Lo mismo ocurre con nuestros barcos, que dejan a su paso una estela de combustible consumido, tanto en el agua como en el aire, y sin embargo son actividades de las cuales no parecemos poder prescindir, a medida que nos incorporamos a un mundo globalizado.
- Falta de políticas públicas ecológicas. En la mayor parte del mundo, contaminar ni siquiera es un delito, o no para todos los ciudadanos por igual. De ese modo, el daño ecológico, muchas veces irreparable, se ignora o se considera menor, y dejamos que las generaciones venideras paguen el precio por nuestra comodidad en el presente.
Por otro lado, ciertos accidentes naturales también pueden ser fuente de contaminación, como ocurre con los volcanes, capaces de arrojar metales pesados y otros elementos tóxicos por doquier. Pero dichos eventos catastróficos suelen ser extremadamente raros en comparación.
Más en: Causas de la contaminación
Consecuencias de la contaminación ambiental
Las consecuencias de la contaminación ambiental son siempre graves, aunque puedan tener un mayor o menor alcance, y puedan o no prolongarse indefinidamente en el tiempo. Entre las principales consecuencias de este fenómeno tenemos:
- Empobrecimiento de la biodiversidad. La Tierra es el único planeta con vida, que sepamos, y dicha vida posee unos altísimo índices de diversidad, con miles de millones de especies diferentes formando parte de complejísimos circuitos biológicos y bioquímicos. Al modificar o destruir sus hábitats, desbalancear sus relaciones poblacionales o erradicar especies enteras, estamos contribuyendo a que en el mundo haya menos especies de seres vivos, y estamos perdiéndonos de su belleza y de recursos que podrían mañana salvarnos la vida misma.
- Disminución de la calidad de vida humana. A pesar de que la medicina moderna posee milagrosos mecanismos para alargarnos la vida, la proliferación de nuevas enfermedades y de síndromes propios de la exposición prolongada a la contaminación es una realidad para la especie humana. Daños genéticos, daños fisiológicos, incluso la pérdida paulatina de la fertilidad de la especie se hallan entre los problemas más preocupantes que se le atribuyen a la contaminación ambiental.
- Cambio climático y catástrofes naturales. La idea parece sencilla, pero por lo visto no es fácil de entender: los cambios que introducimos al medio ambiente traerán consecuencias imprevisibles, y algunas de ellas serán a gran escala. El calentamiento global, el cambio climático y los tiempos meteorológicos más extremos son algunos de los síntomas que deberían hacernos encender las alarmas del mundo. De lo contrario, puede que mañana no haya tanto mundo que cuidar, o ya no seamos nosotros quienes debamos hacerlo.
¿Cómo evitar la contaminación ambiental?
No existe una respuesta sencilla a esta pregunta, ya que la solución es necesariamente una combinación de medidas públicas y privadas, colectivas e individuales, y probablemente ello implique un cambio drástico en nuestro modo de vivir y en nuestros valores filosóficos. Para reducir el impacto que nuestra existencia tiene sobre un planeta vasto y hermoso como el nuestro, deberíamos:
- Tomar medidas individuales. Para ello existe el programa de las tres R: Reusar, Reducir y Reciclar, por ejemplo. Esto implica reusar lo que aún tenga vida en lugar de comprar uno nuevo; reducir el consumo de recursos a lo estrictamente necesario, o sea, no derrochar ni agua, ni electricidad, ni producir más basura de la debida; y por último reciclar aquellos materiales que puedan reincorporarse a la industria.
- Tomar medidas colectivas. No es cierto, desde luego, que vayamos a compensar por todo el daño ecológico de las industrias y plantas eléctricas simplemente reduciendo y clasificando nuestra basura, de modo que también debemos presionar como ciudadanos para que nuestros gobiernos tomen medidas con perspectiva ecológica, tales como educar a las masas al respecto, multar a los grandes contaminantes, disponer las medidas necesarias para el reciclaje a gran escala, y en general, pensar la sociedad con una necesaria perspectiva sustentable.
Contaminación ambiental en México
La ciudad capital de México es un ejemplo de cómo el modo de vida humano puede acarrear consecuencias nocivas para sí mismo y para el resto de los seres vivos. Al tratarse de una de las ciudades más pobladas del planeta, la cantidad de basura y de gases contaminantes producida es descomunal, y ello empobrece notoriamente la salud y la calidad de vida de sus habitantes, seres humanos y animales por igual.
Las cifras son impresionantes: se estima que alrededor de 14.000 personas mueren por año en Ciudad de México por causas derivadas de la contaminación, que se vierten anualmente unas 2.8 toneladas de plomo en las aguas residuales y se despiden unas 547.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
Además, el aire que se respira a diario está envenenado con sustancias irritantes y cancerígenas, a punto tal que muchos visitantes recién llegados experimentan síntomas de gripe o conjuntivitis derivados de la toxicidad del aire de la ciudad.
Sigue con: Contingencia ambiental
Referencias
- “Contaminación” en Wikipedia.
- “Contaminación en Ciudad de México” en Wikipedia.
- “¿Qué tipos de contaminación existen y qué puedes hacer tú?” en ACNUR.
- “¿Qué es la contaminación ambiental?” en el Ayuntamiento de Huelva (España).
- “¿Qué es la contaminación ambiental?” (video) en Aula365 – Los Creadores.
- “La contaminación ambiental” en Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte del Gobierno de Colombia.
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