Te explicamos qué es la aptitud, y su diferencia con la actitud. Además, qué tipos existen en la psicología y cuáles son útiles en el trabajo.
¿Qué es la aptitud?
La aptitud es la capacidad de un individuo para desempeñarse de manera eficiente y correcta en una actividad y contexto determinados. Dicho de otro modo, se trata de tener la suficiencia, la idoneidad, la capacidad y la disposición necesarias para cumplir con una expectativa, ya sea física, mental o psicológica.
La palabra aptitud proviene del latín aptitudo, que traduce “destreza” o “facultad”, y suele emplearse en diversos ámbitos con el mismo sentido. En el caso de la psicología, sin embargo, este concepto engloba tanto las capacidades mentales o cognitivas (el razonamiento, la rapidez mental, etc.), como las emocionales o de personalidad.
Este concepto está emparentado con la inteligencia del individuo y con sus habilidades innatas y aprendidas. Puesto muy simplemente, la aptitud tiene que ver con qué tan aptos seamos para cumplir con un cometido.
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Aptitud y actitud
Estas dos palabras que suenan tan parecido, significan cosas muy distintas. Por aptitud, como hemos visto, nos referimos a la capacidad de hacer algo idóneamente, pero con actitud nos referimos a la disposición de hacer algo idóneamente.
O sea, la actitud no tiene que ver con la capacidad sino con qué tan comprometidos estamos con la labor a desempeñar, qué tanto de nuestro empeño y nuestra energía y nuestra concentración estamos dispuestos a poner en eso que debemos llevar a cabo.
Así, una persona con las aptitudes necesarias para llevar a cabo una tarea, puede no tener la actitud necesaria para animarse a hacerlo, o para hacerlo como se debería.
Por otro lado, por tratarse de concepto más amplio, la actitud puede referirse a la predisposición y comportamiento hacia cualquier cosa. Es decir que no sólo se refiere a una tarea, sino que se puede tener una actitud definida ante una persona, una situación o ante la vida misma.
Sigue en: Actitud
Tipos de aptitud
En psicología se distinguen los siguientes tipos de aptitud:
- Abstracta o científica. Consiste en la capacidad para entender teorías y principios que describen la naturaleza, como los científicos. También para el manejo de ideas complejas o sistemas de ideas.
- Espacial. La capacidad de visualizar y proyectar espacios y cuerpos, como en la geometría o la arquitectura.
- Numérica. La capacidad para llevar adelante con éxito operaciones de todo tipo con números y sistemas lógicos, como la matemática, la contabilidad, la lógica, etc.
- Verbal. Tiene que ver con el manejo del lenguaje, para expresar conceptos complejos y hacerlo de manera útil, elegante o incluso estética.
- Mecánica. En este caso se relaciona con el movimiento, el desplazamiento de los cuerpos, como en la ingeniería.
- Artística o plástica. La capacidad para el manejo de formas, colores y líneas, para obtener así efectos estéticos en el espectador. Obviamente, es útil para la pintura y las artes plásticas.
- Musical. Aquella que se vincula con el uso armónico y estético del sonido, por ejemplo, para tocar instrumentos musicales.
- Social. Tiene que ver con la interacción con los demás, o sea, con la interacción social y con la formación de comunidades.
- Ejecutiva. Aquella que se vincula con el liderazgo, con la producción y la puesta en marcha de proyectos, o la coordinación de grupos.
- Persuasiva. Tiene que ver con la argumentación, el debate, el convencimiento de los demás de un punto de vista determinado.
Ejemplos de aptitudes profesionales
Algunos ejemplos de aptitudes vinculadas con el desempeño profesional, o sea, con la capacidad para el trabajo, son los siguientes:
- Flexibilidad. No se refiere a la flexibilidad física, sino mental y laboral, o sea, la capacidad para adaptarse a distintas tareas y condiciones de trabajo, y desempeñar estas labores correctamente, asumiendo el cambio con naturalidad.
- Motivación. El margen de compromiso que el individuo es capaz de asumir respecto de las labores profesionales, para mantenerse entusiasmado a sí mismo con el trabajo y, por lo tanto, depositar en él un alto margen de energía, sin necesidad de que alguna autoridad esté detrás suyo llamándolo a capítulo o incentivándolo.
- Comunicatividad. Se trata de la capacidad de comunicarse con sus subordinados, compañeros o superiores de una manera eficiente, respetuosa y activa. Los empleados más comunicativos son capaces de transmitir instrucciones, de reportar problemas a tiempo, etc.
- Optimismo. Aunque no lo parezca, la aptitud para verle el lado bueno a las cosas es muy valorada en ciertos entornos profesionales. Más que nada porque se traduce en una buena disposición para resolver los problemas, y en una baja conflictividad laboral.
Aptitud física
Se entiende por aptitud física la condición natural del cuerpo de un individuo, de cara a la realización de distintas tareas físicas o atléticas. Una buena aptitud física se traduce en unos márgenes de resistencia, fuerza, velocidad y flexibilidad mínimos que permitan llevar a cabo tareas físicas de manera satisfactoria.
Esta aptitud suele medirse mediante exámenes físicos, y es indispensable, por ejemplo, para ingresar al ejército o inscribirse en gimnasios o en ciertas competiciones deportivas.
Más en: Aptitud física
Referencias
- “Aptitud” en Wikipedia.
- “Aptitud” en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española.
- “Aptitud y actitud en el trabajo” en ESERP Business School & Law School.
- “¿Cuáles son las aptitudes profesionales más valoradas por una empresa?” en EAE Business School.
- “Aptitud física y ejercicio” en MedLine Plus.
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