Te explicamos qué es el epicureísmo, su origen y por qué se centra en el placer. Además, te contamos cómo influyó en la filosofía moderna.
¿Qué es el epicureísmo?
El epicureísmo es una corriente filosófica cuyo máximo objetivo es buscar un placer modesto y duradero. Fundado por Epicuro de Samos (341-270 a. C.) en las afueras de Atenas, el epicureísmo es a menudo confundido con un mero hedonismo (doctrina filosófica que identifica el placer con el bien). Esto se debe al hecho de que Epicuro y sus seguidores, los epicúreos, propagaban una filosofía basada en la búsqueda del placer.
Aunque es cierto que Epicuro, como Aristipo (435-350 a. C.), fue un hedonista, no debe reducirse su doctrina a un placer banal y egoísta. El placer perseguido por los epicúreos es uno modesto y sostenible a lo largo del tiempo, cuya forma es la de la ataraxia (tranquilidad y libertad del miedo) y la aponía (ausencia de dolor corporal).
La escuela epicúrea tuvo un importante desarrollo en la Grecia antigua, ya fuera en su oposición al platonismo o su posterior rivalidad con el estoicismo. Su mayor desarrollo se dio en la etapa tardía del helenismo y durante la era romana.
Tanto Lucrecio como otros filósofos romanos recopilaron y unificaron las enseñanzas epicúreas hasta su casi desaparición en el III d. C. Varios siglos después, la corriente epicúrea reapareció en la Ilustración y se mantuvo en boga incluso hasta la época contemporánea.
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Historia, origen y etimología del término “epicureísmo”
La escuela epicúrea fue fundada en Atenas alrededor del 306 a. C., año en que su fundador, Epicuro, se estableció en la ciudad. De él es de quien toman su nombre los epicúreos, sus seguidores. Que a esta corriente se la llame epicureísmo indica, por el sufijo “-ismo”, que es una doctrina filosófica. También se conoce a sus seguidores como “los filósofos del jardín”.
Epicuro fundó su escuela en las afueras de Atenas, en el camino del puerto de El Pireo. Se le conoció públicamente como Jardín, o kêpos en griego clásico (κῆπος). El Jardín estaba compuesto por varones y mujeres, lo cual fue una novedad en la época. Allí se promulgó una forma de vida sencilla, aislada de la vida política y social, y que alentaba sobre todo la práctica de la amistad.
El Jardín era en realidad un gran espacio rural, ajeno a la ciudad, cuya vida práctica y oculta desafiaba las ideas y enseñanzas de la Academia platónica e incluso del Liceo aristotélico, ambas escuelas con las que coexistió. En sus puertas, según Séneca en sus Epistolae morales ad Lucilium, estaba inscripto lo siguiente: “Extraño, tu tiempo será agradable aquí. En este lugar el mayor bien es el placer”.
La escuela abría sus puertas a personas de todo tipo, ya fueran hombres libres, mujeres o esclavos. Hacia adentro, se organizaba según una estricta jerarquía, cuyos principales cargos o estratos son los siguientes:
- Los filósofos o philosophoi.
- Los escolarcas o philologoi.
- Los profesores o kathegetai.
- Los imitadores o synetheis.
- Los alumnos “en vías de preparación” o kataskeuazomenoi.
Idea principal del epicureísmo: el placer
Epicuro promulgaba por sobre todas las cosas una búsqueda constante del placer. Solo a través del placer se podía alcanzar la curación del alma humana. Una vida feliz y placentera podía superar las barreras del dolor físico o el malestar espiritual. Así, la filosofía debía servir para volver feliz al hombre: «la filosofía es una actividad que con palabras y razonamientos procura una vida feliz» (fragmento 219 según recopila Esteban Bieda en Epicuro).
- Sin embargo, la búsqueda del placer no debe entenderse como un abandono a la razón por una vida dedicada al ocio. Se trata de dirigir la actividad intelectual a la obtención de placer y tranquilidad. No importa si en esta búsqueda se debe dejar de lado las enseñanzas de antiguos maestros. Incluso podría darse el caso en que hubiera que corregirlas.
- Lo importante para el epicureísmo era poder llegar al estado de ataraxia, y por eso, en uno de sus fragmentos sobrevivientes, Epicuro dice: «Huye de toda educación, hombre feliz, desplegando las velas de tu barca» (fragmento 16 según recopila Esteban Bieda en Epicuro).
- En resumidas cuentas, el placer buscado estaba más inclinado a un placer mental que uno físico. Se debían suprimir los deseos innecesarios, como el ansia de poder, el deseo de fama o aquellos que podían surgir en ocasión de la vida política.
- Por otro lado, debían eliminarse aquellos miedos considerados como principales causas de conflicto en la vida. Según Epicuro, estos eran el miedo a los dioses (castigo) y a la muerte (fin).
Epicuro considera que este abandono del contenido filosófico previo y anterior se da porque este estaba anidado en un intelectualismo estéril y no podía dar cuenta del camino a la felicidad del hombre. El fragmento 221 en Epicuro dice:
«Vacía es la palabra de aquel filósofo por acción de la cual no se cura ninguna afección del hombre. Pues tal como no existe ningún beneficio propio de la medicina si no expulsa las enfermedades de los cuerpos, del mismo modo ocurre con la filosofía si no expulsa la afección del alma».
Los placeres según el epicureísmo
Los placeres, según el epicureísmo, pueden diferenciarse en dos grandes categorías:
- Placeres del cuerpo. Son aquellos que involucran sensaciones placenteras o de libertad respecto al dolor. Solo existen en el presente.
- Placeres del alma. Son aquellos que requieren de un proceso y estado mental, tal como el sentimiento de alegría (khara), la ataraxia y la aponía.
Estos placeres, y también el sufrimiento, como su contrario, se vinculan a la satisfacción de los apetitos. Los apetitos según el epicureísmo pueden ser:
- Apetitos naturales y necesarios (comer, abrigarse, dormir)
- Apetitos naturales y no necesarios (el goce sexual)
- Apetitos no naturales ni necesarios (la fama, el dinero, el poder)
La búsqueda y completitud del placer como bien supremo dependen de la satisfacción de los apetitos divididos en estos tres grandes grupos, y su posterior equilibrio.
Tipos de conocimiento según el epicureísmo
El epicureísmo se puede dividir en una física, una canónica y una ética.
- La física se dedicaba al estudio de la naturaleza desde una perspectiva atomista.
- La canónica, o criteriología, se ocupaba de los criterios por los cuales podemos diferenciar lo falso de lo verdadero.
- La ética fue aquella rama del pensamiento epicúreo que desarrolló un hedonismo ético, y en cuyo trabajo se podía ver la culminación de todo el sistema del pensamiento filosófico epicúreo.
Influencia del epicureísmo en filósofos modernos
El epicureísmo ha llegado a los más diversos y distintos rincones del mundo filosófico. Así, una lista de distintos filósofos y pensadores recorre a aquellos que han recogido y reivindicado parte de las enseñanzas epicúreas. Entre ellos tenemos a los siguientes:
- Walter Charleton
- Robert Boyle
- Francisco de Quevedo
- John Locke
- Immanuel Kant
- John Stuart Mill
- Karl Marx
- Friedrich Nietzsche
- Michel Onfray
¿Qué significa ser epicúreo hoy?
Se considera a una persona epicúrea a aquella que practica un amor o disfrute moderado, honesto y sabio. Un epicúreo sabe de los distintos artes de la vida, del goce sexual en su moderación, del estado de calma o ataraxia e incluso formas de la aponía como ausencia de dolor y signo de felicidad.
Sin embargo, es frecuente dar con un mal uso del término, especialmente cuando se confunde a una persona de prácticas epicúreas con una que practica el hedonismo y la búsqueda de los placeres fugaces, tales como los excesos del cuerpo y la mente.
Documentos del epicureísmo
Debemos a Diógenes Laercio (siglo III a. C.), historiador griego, los títulos de al menos cuarenta de las obras de Epicuro. Como ha sucedido con la mayoría de los textos de la Antigüedad, las enseñanzas de Epicuro sobreviven apenas en citas y fragmentos recogidos por filósofos posteriores.
Así, al día de hoy, contamos con tres cartas (a Heródoto, a Pítocles y a Meneceo), una serie de máximas capitales, algunos fragmentos que aparecen en el códice vaticano Gnomologium Vaticanum y obras de sus discípulos, como por ejemplo Filodemo de Gadara o, posteriormente, Sexto Empírico, Plutarco, Cicerón y Séneca, entre otros.
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Referencias
- Epicuro, Esteban Bieda, La revuelta filosófica.
- Obras, Epicuro, Altaya.
- Epicuro, Carlos García Gual, Alianza Editorial.
- Standford Encyclopedia of Philosophy: https://plato.stanford.edu/entries/epicurus/
- Textos en griego en http://www.hs-augsburg.de/~harsch/graeca/Chronologia/S_ante03/Epikur/epi_intr.html
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