Deseo

Te explicamos qué es el deseo, cuál es el origen del término y cuáles son sus diversos sentidos. Además, en qué se diferencia de la necesidad.

El deseo representa un impulso que lleva a la acción.

¿Qué es el deseo?

El deseo es una inclinación o anhelo hacia algo que se percibe como necesario, valioso o placentero. El diccionario de la Real Academia Española lo define como un “movimiento afectivo hacia algo que se apetece”. Es decir, es la expectativa de obtener algo que no se tiene, pero se quiere.

Este estado emocional surge cuando una persona percibe una carencia. Abarca no solo necesidades básicas, como alimento o descanso, sino también aspiraciones más abstractas, como experiencias, relaciones o logros personales o emocionales. En todos los casos, el deseo actúa como un impulso que motiva a la acción, influyendo en las decisiones y los comportamientos.

Puntos clave

  • El deseo es una inclinación o anhelo hacia algo percibido como necesario, valioso o placentero, que suele actuar como un impulso hacia la acción.
  • La palabra “deseo” se origina en el latín vulgar desidium (“deseo erótico”), derivado de desidia (“indolencia” o “pereza”). También se vincula con el verbo desiderare, que significa “echar de menos”.
  • Existen diferentes perspectivas sobre el deseo. Desde el psicoanálisis, se concibe como una fuerza inconsciente ligada a la libido; desde la psicología humanista, como una motivación para satisfacer necesidades y lograr la autorrealización. La filosofía ofrece diversos enfoques, mientras que la sociología lo analiza como un fenómeno influido por la interacción entre la cultura y el consumo.
  • La necesidad es algo esencial para la supervivencia, mientras que el deseo es una preferencia para satisfacer esa necesidad.

Origen de la palabra “deseo”

La palabra “deseo” proviene del vocablo latino desidium, que significa “deseo erótico”, y este, a su vez, deriva de desidia (“indolencia” o “pereza”). Esta conexión se basa en la antigua creencia de que la ociosidad incentiva la lujuria.

Además, se reconoce su vínculo con el verbo desiderare, que significa “echar de menos” o “echar en falta”. Su presencia es reconocible en las palabras desire en inglés o desirér en francés, ambas traducibles como “desear”. Así, el deseo hace referencia al anhelo o percepción de una carencia de algo valioso.

En la actualidad, el concepto de deseo se ha ampliado y diversificado, adoptando diferentes matices. Por ejemplo, se emplea para referirse a la atracción sexual, a la pulsión creativa o a la búsqueda de satisfacción. También, en filosofías orientales como el budismo, el deseo se considera un obstáculo que debe superarse para alcanzar la iluminación.

Perspectivas sobre el deseo

El deseo ha sido analizado desde diferentes teorías y disciplinas.

  • Psicoanálisis. Sigmund Freud describió el deseo como una fuerza inconsciente que impulsa al sujeto, con un origen sexual ligado a la energía libidinal y a los aspectos reprimidos de la psiquis.
  • Psicología humanista. Según Abraham Maslow, el deseo se relaciona con las necesidades que una persona debe satisfacer para alcanzar el bienestar y la autorrealización. Desde este enfoque, el deseo es una fuerza motivadora que impulsa al individuo a desarrollarse.
  • Filosofía. Tradicionalmente, el deseo ha sido visto como irracional y opuesto a la razón, como lo planteó Platón; mientras que Aristóteles lo consideró una parte esencial de la naturaleza humana que puede ser guiada por la razón. Por su parte, Kant lo vinculó con la voluntad y la acción moral.
  • Sociología. El deseo se estudia como un fenómeno que surge de la interacción entre el individuo y la sociedad. Se analizan las relaciones entre cultura y consumo, observando cómo se generan y modelan los deseos en las sociedades contemporáneas.

Diferencia entre deseo y necesidad

En el marketing, se distingue entre deseo y necesidad al analizar los hábitos de consumo de los diferentes públicos.

La necesidad es aquello que el consumidor debe satisfacer para sobrevivir o mantener su bienestar, ya sea por razones biológicas, psicológicas o emocionales. Por ejemplo, satisfacer el hambre es una necesidad básica.

Por su parte, los deseos son preferencias específicas que una persona desarrolla para satisfacer una necesidad. Si alguien tiene hambre, su deseo puede ser comer pizza, sushi o comida mexicana. En este sentido, el deseo representa una elección particular dentro de una necesidad.

Esta distinción varía según el público, y depende de factores como la cultura, el entorno social y las condiciones económicas, entre otros.

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Gómez, María Inés (12 de diciembre de 2024). Deseo. Enciclopedia Concepto. Recuperado el 12 de diciembre de 2024 de https://concepto.de/deseo/.

Sobre el autor

Última edición: 12 de diciembre de 2024
Revisado por María Inés Gómez
Psicopedagoga (IES Alicia Moreau de Justo). Arteterapeuta (SEUBE-UBA y UCAECE).

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