Querer

Te explicamos qué significa querer y cuáles son los múltiples sentidos que puede tener. Además, te contamos en qué se diferencia de amar.

Un niño le muestra a su hermano menor un libro.
Se puede querer a familiares y amigos, pero también se puede querer obtener algo.

¿Qué significa querer?

Querer es un verbo dotado de muchos significados, tanto es así que en el Diccionario de la Lengua Española cuenta con al menos diez acepciones. En su contexto originario, en el latín de la Antigüedad romana, se trataba de la palabra quaerere, traducible como “buscar”, “pretender” o incluso “pedir”, sentido que se conserva más o menos hasta nuestros días.

Así, en su sentido más usual y general, se entiende el término querer como sinónimo de desear, apetecer o anhelar. Esto es, como expresión de un deseo que se tiene, ya se trate de “querer comer algo”, “querer ir al cine”, “querer salir corriendo” o, inclusive, “querer a alguien”, esto es, sentir atracción por esa persona, querer tenerla cerca. Este último sentido, sin embargo, vinculado al amor (y empleado de la misma manera que el verbo amar) surgió tardíamente, en el siglo XII.

Se trata de un verbo sumamente versátil, con el que se expresan diversos grados de inclinación, tendencia, propósito o probabilidad. Por lo que el grado de deseo o de intención que se transmite mediante el verbo querer no siempre es el mismo. Cuando se dice, por ejemplo, que “Juan quiere dejar de fumar”, se afirma que Juan tiene intenciones de dejar de fumar, o sea, que se lo ha propuesto, ya sea que esté o no haciendo el esfuerzo requerido para ello. Mientras que la pregunta “¿Qué quieres de la vida?” se refiere a qué expectativas existenciales se tienen, qué propósitos o planes se albergan para el futuro.

Existen casos aún más diversos. La expresión “¿qué quieres que te diga?” sirve para indicar resignación o falta de alternativas, mientras que “¿quieres que te dé una lección?” es una invitación a pelear, y “creo que quiere llover” implica que el cielo tiene aspecto lluvioso.

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Diferencia entre amar y querer

La acepción del verbo “querer” como sinónimo de amar o sentir afecto es relativamente reciente en la historia de esta palabra. Surgió en el Medievo a partir del uso de la palabra deseo para expresar los sentimientos eróticos o amorosos. Así, el deseo o la querencia pasó a designar la atracción interpersonal. Con el tiempo, su sentido se fue debilitando hasta que querer acabó convertido en un verbo que expresa un grado leve o moderado de atracción, especialmente frente a la intensidad del verbo “amar”.

De esta manera, es posible querer a un amigo por el cual no se siente ninguna inclinación erótica o romántica, o querer a un familiar en el sentido de valorar su compañía y desearle bien. Mientras que el verbo “amar” conserva su intensidad original, y se reserva para las personas de quienes alguien se enamora o por quienes se siente profundamente atraído o hermanado.

Es importante notar, sin embargo, que estas son tendencias generales de uso de ambos verbos, pero en el lenguaje coloquial pueden emplearse de otras formas. Por ejemplo, la expresión “Ana quiere con Pedro” debe interpretarse como la expresión de un deseo sexual, mientras que “Nadie te amará como tu madre” representa el amor puro y absoluto de una madre. Esto se debe a que el uso de ambas palabras responde a las consideraciones de la época sobre el amor y la atracción, conceptos que están determinados histórica y culturalmente.

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Referencias

¿Cómo citar?

"Querer". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en: https://concepto.de/querer/. Última edición: 19 de febrero de 2023. Consultado: 23 de abril de 2024

Sobre el autor

Última edición: 19 febrero, 2023

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