Felicidad

Te explicamos qué es la felicidad, las metas para alcanzarla y algunas de sus características. Además, sus factores y diversas acepciones.

¿Qué es la felicidad?

La felicidad es un estado de satisfacción y alegría. La experiencia de la felicidad es diferente para cada persona y representa una sensación de satisfacción hacia uno mismo. En un estado de felicidad predominan las emociones y pensamientos positivos.

La palabra felicidad proviene del latín de la palabra felicitas, que deriva de la palabra felix y significa “fértil” o “fecundo”.

La felicidad es un estado de ánimo positivo, vinculado con las experiencias personales de cada individuo y que puede manifestarse de muchas maneras distintas, de acuerdo a la personalidad y al carácter. También puede entenderse como un estado de bienestar general, vinculado a la sensación de plenitud y a la calidad de vida.

• Ver además: Proyecto de vida

Características de la felicidad

Algunas características de la felicidad son:

• Se relaciona con la motivación. La motivación es el impulso que permite llevar a cabo acciones y satisfacer necesidades. Tener propósitos implica otorgar un sentido a la vida, un “por qué”. Este sentido actúa como impulsor y creador de bienestar, porque permite a la persona situarse como creadora de sus experiencias.
• Difiere de la alegría. La felicidad es un estado de bienestar general, mientras que la alegría es una emoción que se origina por un motivo placentero y es de corta duración. La idea de felicidad se refiere a una situación en la que se experimentan más emociones positivas que negativas y una sensación de optimismo para enfrentar obstáculos.
• Implica compromiso. La felicidad se relaciona con la responsabilidad con que se realiza cada tarea, especialmente las que permiten desarrollar habilidades y están alineadas con los propósitos personales.
• Puede coexistir con problemas y adversidades. Las dificultades que puedan surgir a lo largo de la vida no excluyen la posibilidad de ser felices. La actitud que se tome frente a los problemas puede definir las experiencias. Una actitud positiva  depende de la autopercepción, de las creencias y valores y de la capacidad de disfrute.
• Depende de los deseos e intenciones. Las aspiraciones de una persona direccionan sus acciones y proyectos. Estos generan felicidad cuando son propios y no impuestos por mandatos sociales o familiares.

Hormona de la felicidad

Existe en la química del cerebro humano una serie de neurotransmisores vinculados con la sensación de bienestar y de plenitud. Algunos los llaman las “hormonas de la felicidad” y se conocen como endorfinas.

Las endorfinas son segregadas por la glándula pituitaria y el hipotálamo. Tienen un efecto analgésico y de bienestar en el organismo, cuyo efecto es poco duradero.

Las endorfinas se producen ante estímulos determinados y específicos: el orgasmo, el enamoramiento, el consumo de chocolate o de picante, la excitación sexual o incluso el dolor (porque funcionan como un atenuante natural).

Factores de la felicidad

De acuerdo con la psicología positiva, los niveles de felicidad dependen de los factores genéticos, de las elecciones personales y, en menor medida, del entorno.

Según esta corriente, existen ciertas variables que están presentes en la experiencia de la felicidad:

• Bienestar espiritual. Es la armonía interior. Se relaciona con buscar propósitos para la vida y con la atención plena, es decir, el estar presentes y conscientes de las experiencias.
• Bienestar físico. Es el cuidado del cuerpo, especialmente los niveles de estrés y descanso. Descansar y recuperarse de situaciones  tensionantes es crucial para mantener un estado de felicidad.
• Bienestar intelectual. Es la capacidad de resolver conflictos. Implica prestar atención y reflexionar sobre lo que sucede alrededor y sobre la información que se recibe.
• Bienestar relacional. Es el apoyo social y el cuidado que se recibe del entorno. Las relaciones sociales positivas y la búsqueda del bienestar común elevan los niveles de felicidad.
• Bienestar emocional. Es la capacidad de reconocer y expresar los sentimientos. Implica aceptar los defectos y errores, y establecer metas simples para crear una rutina que genere bienestar.

La felicidad según la psicología

Existen distintas teorías psicológicas que se han ocupado de estudiar la felicidad. En general, se utiliza el concepto de “bienestar subjetivo” que se conforma por aspectos cognitivos (cómo la persona evalúa sus experiencias) y por aspectos emocionales (cómo se siente la persona). La felicidad es parte de los aspectos emocionales y se considera como la prevalencia de emociones positivas.

Algunas teorías se centran en la felicidad como una habilidad que posee una persona para resolver cuestiones relacionadas a la vida cotidiana. Se proponen prácticas para alcanzar la felicidad, como técnicas para manejar el estrés y ejercicios de autoconocimiento. Desde esta perspectiva, la felicidad es una meta a alcanzar.

Otras teorías se enfocan en la función de la felicidad. Se postula que la experiencia de la felicidad permite desarrollar la creatividad y la flexibilidad, y posibilita nuevos pensamientos y recursos. Esto sucede cuando se trabaja sobre los problemas y las adversidades cotidianas. Desde esta perspectiva, la felicidad es un motor que impulsa acciones.

Varios psicólogos intentaron determinar el nivel de felicidad por medio de diferentes tests o escalas en los que se evalúan factores como el estado de ánimo general, la experiencia familiar, la sensación de logros alcanzados y el nivel de optimismo.

La felicidad según la filosofía

La pregunta sobre qué era la felicidad fue esencial cuando surgió la ética en Grecia. A partir de pensadores como Epicuro (341-270 a. C.) y Aristóteles (384-322 a. C.) se pueden distinguir dos conceptos de felicidad:

• Hedonismo. Propone la búsqueda de la felicidad a través del placer, satisfaciendo las necesidades y evitando el dolor. Por ejemplo, pasar tiempo con amigos o realizar un viaje.
• Eudaimonia. Propone alcanzar la felicidad por medio de la autorrealización y el desarrollo de propósitos personales. Por ejemplo, aprender un oficio o adquirir un hábito saludable.

Otras consideraciones filosóficas destacables son las de Inmanuel Kant (1724-1804), que definió a la felicidad como uno de los deberes humanos. Para Kant, la felicidad solo depende de uno mismo y representa el deber último de los seres humanos.

Por otro lado, José Ortega y Gasset (1883 – 1955) concluyó que la felicidad se produce cuando coinciden los deseos o “vida proyectada” con lo que sucede en la realidad o “vida efectiva”.

• Puede servirte: Hedonismo

La felicidad según la religión

Algunas religiones están de acuerdo en que la felicidad es un estado de paz que se logra con la comunicación y la unión con Dios.

Por su parte, los budistas creen que la felicidad solamente es obtenida tras liberar el sufrimiento y vencer los deseos, lo cual se logra gracias al entrenamiento mental.

Frases sobre felicidad

Algunas frases célebres sobre la felicidad son las siguientes:

• “Solo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego” – Aristóteles.
• “Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace” – Jean Paul Sartre.
• “Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer mientras no la ame” – Oscar Wilde.
• “La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pocas veces ocurren, sino con pequeñas cosas que ocurren a diario” – Benjamin Franklin.
• “Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y esa, solo esa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas” –Pablo Neruda.
• “No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad” – Gabriel García Márquez.
• “La felicidad que se tiene deriva del amor que se da” – Isabel Allende.
• “Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una” – Voltaire.

Sigue con:

• Euforia
• Satisfacción
• Autorrealización

Referencias

• Fernández Domínguez, M. R.  (2009). Construyendo nuestra felicidad para ayudar a construirla. España: Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, Universidad de Zaragoza.
• Frankl, V. (1985) El hombre en busca de sentido. Barcelona: Herder.