Te explicamos cuáles son los riesgos y peligros de las redes sociales, en sus aspectos psicológicos, sociales y de seguridad personal. Además, cómo prevenirlos.

Riesgos y peligros de las redes sociales
La popularización de las redes sociales en las primeras décadas del siglo XXI las ha convertido en un importante lugar de encuentro y de intercambio de información. Sin embargo, a pesar de que este intercambio se da, en principio, según un conjunto de reglas impuestas por la empresa que administra el servicio, no siempre lo que ocurre dentro de estas comunidades virtuales es legal, ético o seguro.
En parte, ello se debe a que en estas comunidades virtuales convergen personas conocidas y desconocidas, a veces anónimas o con perfiles falsos, cuyas intenciones no siempre son fáciles de discernir. Esto suma un grado de complejidad adicional a los riesgos propios de internet, como pueden ser el spyware o los hackers.
Los principales riesgos y peligros de las redes sociales son los siguientes:
- Adicción
- Ciberacoso
- Robo de información sensible
- Phishing o falsificación de identidad
- Estafas
- Fake news
- Exposición a contenido inapropiado
- Cibergrooming
- Alienación social
En general, estos riesgos pueden prevenirse a través del correcto uso de las redes sociales. Para eso, hace falta educarse y tomar conciencia de sus virtudes y defectos, y sobre todo transmitir este saber a los menores de edad.
- Ver además: Riesgos de internet
Adicción a las redes sociales
El impacto de las redes sociales en nuestras emociones es un tema polémico y que se estudia mucho hoy en día. Se sabe que las redes forjan una suerte de adicción, incitando a su uso mediante recompensas subliminales. Se conoce como el “hit de dopamina” al efecto que producen sus notificaciones en el cerebro, semejante a lo que inducen las drogas en la mente del adicto.
Al mismo tiempo, esto suele incidir negativamente en la autoestima de los usuarios, debido a la competencia que surge por la aprobación social. Las redes sociales pueden dar a los usuarios la impresión de pertenecer a un mundo de popularidad, felicidad, intensidad o éxito que rara vez se corresponde con su vida real, lo cual puede conducirlos a la ansiedad o la depresión.
Ciberacoso
El ciberacoso o ciberbullying es una dinámica agresiva de persecución que se da a través de mecanismos en línea. Esta conducta puede ser muy común en las redes sociales, donde usuarios agresivos y comúnmente anónimos, conocidos como trolls o haters, se dedican a increpar, insultar y acosar a los demás.
La dinámica del ciberacoso puede ser particularmente nociva para los usuarios juveniles, poco preparados para identificar y lidiar con este tipo de conductas tóxicas; o para los que dan una importancia desmedida a la interacción en las redes sociales. Esto puede derivar en estrés, ansiedad o ataques de rabia, y en ocasiones puede trascender el entorno de las redes sociales para afectar otros aspectos de la vida real y digital.
Robo de información sensible

Uno de los grandes inconvenientes de internet y en especial de las redes sociales es la facilidad con la que la información privada o confidencial puede hacerse pública o caer en malas manos.
Entre los datos que pueden ser robados, se encuentran la ubicación, registrada por el teléfono celular o cualquier aparato dotado de un GPS; la dirección del trabajo, la escuela o el hogar; los datos de la tarjeta de crédito, el número telefónico o los datos de la cuenta bancaria.
Algo semejante ocurre con las fotografías, los videos o los mensajes íntimos, que pueden hacerse públicos o venderse en páginas de contenido para adultos.
- Ver también: Privacidad digital
Phishing o falsificación de identidad
El phishing es una estrategia maliciosa para hacerse con los datos sensibles de un usuario, haciéndose pasar por otra persona o por una institución en la que el usuario confía. De este modo, el usuario entrega voluntariamente sus datos a terceros inescrupulosos que los usarán en su contra. El phishing es muy común en los correos masivos (conocidos como spam) que ofrecen recompensas, promociones fantásticas o regalos inesperados, a la espera de que algún usuario ingenuo responda. Lo mismo ocurre en las redes sociales, donde perfiles falsos piden ayuda o se hacen pasar por operadores bancarios, en función de obtener datos sensibles.
Estafas
Las estafas son muy comunes en las redes sociales, a veces provenientes de perfiles falsos y en otras ocasiones de anuncios publicitarios pagados por terceros. Este tipo de ofertas engañosas suelen estar dirigidas a un público vulnerable, como jóvenes, adultos mayores o personas poco acostumbradas a lidiar con internet.
Atraídos por la oferta de un producto a buen precio, un servicio gratuito o alguna promesa semejante, las víctimas de estafas aceptan cargos bancarios, descargan software malicioso o ceden sus datos digitales (nombre, edad, correo electrónico, perfiles de redes sociales), que luego serán vendidos a terceros y usados para un bombardeo publicitario.
Fake news
Las fake news o noticias falsas son una forma de contenido tóxico muy habitual en las redes sociales. Disfrazadas de contenido informativo oficial, esparcen rumores o ideas delirantes, generalmente vinculadas a las áreas de la política, la salud o la actualidad.
Las fake news suelen radicalizar las opiniones que se tienen sobre un tema, especialmente entre los usuarios más vulnerables emocionalmente o menos preparados para la lectura crítica de lo que consumen en línea. Esto puede tener diferentes cometidos, como manipular la opinión pública, inducir a las personas a consumir algún producto o simplemente llamar la atención masivamente hacia sitios web que viven de la venta de publicidad.
Exposición a contenido inapropiado
Si bien las redes sociales cuentan con ciertos mecanismos para filtrar la pornografía, la violencia explícita o las imágenes sangrientas, siempre es posible que este tipo de material aparezca y alcance a los usuarios más jóvenes y menos preparados para lidiar con él.
Además, la frontera entre el material permisible y el prohibido no siempre es fácil de percibir, y muchos contenidos tendenciosos, perturbadores o subidos de tono pueden evadir las restricciones. Muchas imágenes o videos destinados a un público adulto pueden causar angustia, malestar o confusión en los usuarios infantiles.
Cibergrooming
Un caso de especial vulnerabilidad en las redes sociales lo constituyen los menores de edad, especialmente cuando hacen uso de ellas sin supervisión de adultos. El contacto por redes sociales con desconocidos, o incluso con personas que se hacen pasar por jóvenes de su edad, puede ser un factor de riesgo para los niños, ya que los expone al cibergrooming.
Se conoce como grooming o cibergrooming (cuando se hace por internet) a los engaños pederastas, es decir, a los intentos de parte de adultos por captar la atención y la confianza de los niños para posteriormente inducirlos a tener un encuentro en persona. Esta conducta no solo es inmoral en la mayoría de las sociedades, sino que también es penada por la ley.
Alienación social

Las redes sociales pueden ser muy seductoras, ya que están diseñadas para captar la atención del usuario durante la mayor cantidad de tiempo posible. Esto puede llevar a muchas personas a la alienación social, es decir, a descuidar aspectos cruciales de su vida real, como el trabajo, el estudio o las relaciones interpersonales, en favor de la vida virtual.
Así, aquellos usuarios cuya vida real es mucho menos rica que su vida virtual pueden llegar a invertir un tiempo excesivo en las redes sociales. Esto trae consigo numerosas consecuencias de tipo psicológico y emocional, como depresión, angustia, mayor dificultad para establecer relaciones reales, sensación de irrealidad, entre otras.
¿Cómo prevenir los peligros de las redes sociales?
El consejo general para evitar la mayoría de las situaciones de riesgo en las redes sociales consiste en comprenderlas como una herramienta y una actividad más de la vida cotidiana, que debe por lo tanto ejercerse con moderación y responsabilidad. No es recomendable ver a las redes sociales como un escape de la vida real ni como una actividad más importante que ella.
Al mismo tiempo, para evitar otros riesgos más específicos, conviene seguir los siguientes consejos:
- Proteger la información privada. No es recomendable publicar absolutamente todo en las redes sociales, ya que no todo el mundo las emplea con el mismo propósito. Y se debe prestar especial atención a quién enviar información delicada o sensible, aquella que pueda luego ser empleada con fines nocivos.
- No aceptar solicitudes de personas extrañas. En especial, de aquellas que resulten demasiado buenas para ser verdad, o que pidan información o dinero de manera apresurada. Siempre hay que asegurarse de que la persona con quien se habla sea, en efecto, quien se cree que es.
- Utilizar contraseñas seguras. Una contraseña segura es aquella que no contiene información personal fácilmente obtenible (como fechas de cumpleaños o iniciales del nombre) y que combina mayúsculas y minúsculas, números y signos especiales. Las contraseñas, además, deben ser renovadas cada cierto tiempo.
- Supervisar a los menores de edad. Existen opciones para otorgar a los padres el control de la actividad de los menores en redes sociales. Pero nada puede suplir el efecto de la educación y la confianza: los niños deben saber los riesgos que corren en el entorno virtual y deben poder consultar a sus padres ante cualquier duda o sospecha.
- Desconfiar de lo que no tiene fuente. Tanto los mensajes de perfiles anónimos, como los textos sin autoría o las noticias sin ninguna fuente periodística suelen ser falsos e, inclusive, potencialmente peligrosos. No porque el envío provenga del perfil de un conocido significa que esa persona sepa de dónde salió la información o qué hay detrás de esa supuesta noticia.
- Saber cuándo parar. Como cualquier otra actividad de la vida, las redes sociales deben tener un momento y un lugar para su uso, y no pueden invadir el resto de las esferas de lo cotidiano. Un usuario saludable sabe cuándo desconectarse y entregar su atención a la realidad inmediata.
Sigue con:
Referencias
- Florit Fernández, C. (2022). Los menores e internet. Riesgos y derechos. J. M. Bosch.
- Franco, F. (2018). El lado oscuro de las redes sociales. Amenazas, peligros y riesgos en el uso de las redes sociales. Independiente.
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! Gracias por visitarnos :)