Logística

Te explicamos qué es la logística, su historia, funciones y qué tipos existen. Además, te contamos qué es la metodología de las 7C.

Un montacargas lleva la mercadería a un camión.
La logística garantiza que los recursos estén donde hacen falta en el momento preciso.

¿Qué es la logística?

La logística es el estudio y la aplicación de los distintos métodos de organización de una empresa, un servicio o una iniciativa cualquiera, de modo tal de garantizar que los recursos necesarios estén donde hacen falta en el momento preciso. Se trata de un término de particular interés en las áreas de distribución y transporte.

El origen de la palabra “logística” se remonta al latín medieval logisticus, y este al griego antiguo logistikós, vocablo compuesto por el verbo logiszesthai (“calcular”) y el sufijo -tikos (“relativo a”), pues en aquel entonces la palabra se refería al cálculo matemático. El significado actual de la palabra surgió posteriormente, en el ámbito militar, y proviene del francés logistique, a través del inglés logistics. En este contexto, se refería al aprovisionamiento de las tropas durante una campaña militar.

En la actualidad, la logística juega un rol fundamental en el mundo empresarial y en el comercio, especialmente en lo referido a las cadenas de suministro (producción, almacenaje, transporte, distribución, manutención). Su propósito fundamental es el emplazamiento de los bienes y servicios producidos en el lugar, momento y condiciones adecuados para maximizar las ventas y con esto la rentabilidad de la organización.

Para ello la logística se ocupa tanto de recursos humanos y financieros, como de medios de transporte y superficies disponibles, teniendo en cuenta la optimización de la cadena productiva y de las ventas de la organización, y el cumplimiento de disposiciones sanitarias, medioambientales y éticas.

En la actualidad, puede estudiarse la carrera en logística en numerosas instituciones universitarias y tecnicaturas especializadas.

Ver además: Transporte multimodal

Historia de la logística

Un antiguo almacén portugués se utilizaba para guardar y proteger granos después de la cosecha.
La logística permitió almacenar y distribuir los productos que no se consumían en el momento.

La historia de la logística se remonta a los inicios de la humanidad. Durante siglos la capacidad de transportar productos y materiales de un sitio a otro estuvo limitada al peso que pudieran cargar las personas o, en el mejor de los casos, los animales de carga. Esto obligaba a los individuos a consumir lo que fuera abundante en las cercanías de su hogar, y a menudo significaba alimentarse con dietas monótonas y carecer de recursos clave para el desarrollo.

La invención de la rueda y de los primeros vehículos permitieron expandir las redes comerciales y obligaron a idear métodos de conservación y almacenamiento, pues los materiales perecederos tienen un límite de tiempo durante el cual pueden consumirse. Por ejemplo, un pueblo pesquero podía producir mucho pescado, pero contaba con un límite de tiempo para hacerlo llegar en buen estado a los pueblos vecinos.

En ese momento nació la logística, aunque su nombre inicialmente fue destinado, en la antigua Grecia, a quienes se ocupaban de contabilizar los recursos del Estado. Transmitida a la cultura romana, la logística pasó a ocuparse de la ingeniería militar y buscó el modo más eficiente de mantener equipadas a las tropas en los lejanos rincones del imperio.

Un buen aprovisionamiento y un movimiento inteligente de las tropas podía significar la diferencia entre el triunfo y la derrota, especialmente en situaciones de guerra. Con ese sentido usó por primera vez el término logistique el general suizo Henri-Antoine Jomini (1779-1869) en su tratado Précis l’Art de la Guerre de 1838.

El salto de la logística al mundo empresarial y productivo se dio, en términos formales, tras la Revolución Industrial, y especialmente a mediados del siglo XX, durante la Segunda Guerra Mundial. La idea de base era aplicar la lógica de la organización militar a las iniciativas productivas, para hacerlas más eficientes. Así, el mundo empresarial comprendió que la organización de sus procesos podía brindar a una empresa el factor decisivo para triunfar ante la competencia.

Funciones de la logística

Las funciones esenciales de la logística en el mundo empresarial son las siguientes:

  • Transporte y aprovisionamiento. Involucra el flujo de los materiales necesarios dentro del circuito productivo, y la posterior distribución de los productos terminados en sus respectivos destinos de comercialización.
  • Almacenamiento de materiales. Involucra el guardado, clasificación y distribución de los bienes internos de la empresa, como la materia prima, la maquinaria, los bienes manufacturados, entre otros.
  • Manejo de stock. Involucra la contabilización del material disponible y las solicitudes de reposición (órdenes de compra) a terceros o a otras partes de la propia empresa.
  • Servicio al cliente. Involucra la recepción y el trámite de los pedidos, la comprobación del inventario, el embalaje de los productos y su envío al cliente.
  • Post-venta. Involucra la devolución de mercancía, el feedback, el e-commerce y la fidelización del cliente.

Tipos de logística

La logística se puede clasificar de acuerdo con el cometido puntal que desempeña dentro de la organización, de la siguiente manera:

  • Logística de aprovisionamiento o de stock. Centrada en la reposición de inventarios internos, por ejemplo, de materia prima o bienes secundarios. Busca prevenir un faltante de recursos que enlentezca o interrumpa la producción.
  • Logística de producción. Centrada en el flujo de los recursos necesarios para mantener la maquinaria productiva andando, como los capitales financieros, los recursos energéticos, la maquinaria productiva, entre otros.
  • Logística de información. Centrada en el flujo de la información y las comunicaciones, tanto internas como externas.
  • Logística de transporte. Centrada en el traslado físico de materiales y productos desde y hacia la sede productiva de la organización.
  • Logística aduanera. Centrada en el cruce de mercaderías a través de una frontera por los canales regulares.
  • Logística de distribución. Centrada en el reparto de los bienes terminados, va de la mano con la comercialización y el marketing.

Importancia de la logística en el mundo actual

En un mundo globalizado, surcado a diario por transportes internacionales de todo tipo, la logística juega un papel sumamente relevante. Especialmente de cara a las complejas dinámicas del comercio electrónico (e-commerce) y la posibilidad de alcanzar con facilidad mercados lejanos geográficamente. Debido a que el origen de la materia prima y el destino del producto pueden ser radicalmente distintos, en la actualidad se requiere de nuevas formas de pensamiento logístico.

Además, numerosos factores que, de momento, tienen un rol incipiente en la cadena industrial, como el uso de mano de obra robótica o el manejo de la “Big Data”, serán en un futuro inmediato elementos de importancia a la hora de diseñar las cadenas de suministro. Lo cual sugiere que una nueva organización industrial está en ciernes, lo que obligará a repensar las dinámicas logísticas actuales.

La metodología 7C en la logística

Se conoce como metodología 7C a un criterio de evaluación que contempla siete instancias clave para un sistema logístico eficaz. La letra C proviene del adjetivo “correcto”. Dichas siete ces son las siguientes:

  • El producto correcto. El punto de partida en esta metodología es el control de calidad sobre el producto, de modo tal que cumpla con lo prometido y que se minimicen las devoluciones y reclamos que entorpecen la cadena logística.
  • Las cantidades correctas. El inventario y la gestión de stock deben ser los adecuados para impedir la rotura de stock, esto es, el faltante de productos que están en demanda.
  • Las condiciones correctas. El conocimiento profundo de la mercancía y de los destinos a los cuales se dirige es indispensable para diseñar una dinámica de transporte. Se debe saber si la mercancía requiere de refrigeración, si es inflamable, si es perecedera, etcétera, y tomar las medidas necesarias.
  • El almacenamiento correcto. Las condiciones del almacén deben ser las ideales para que el flujo de la mercancía y de la materia prima sea continuo e ininterrumpido. El diseño y el layout del almacén deben pensarse de acuerdo al tipo de materiales que se almacenarán y al tipo de procesos que los demandan.
  • El tiempo correcto. Uno de los factores clave para el éxito de cualquier patrón logístico es el respeto de los tiempos establecidos: no basta con que un material esté en el lugar donde se necesita, sino que debe estarlo en el momento en que se necesita. Ni antes (generando necesidad de almacenamientos secundarios), ni después (enlenteciendo la cadena productiva).
  • El cliente correcto. Conocer al cliente y sus necesidades garantiza que la demanda del producto se mantenga más o menos constante, y es clave para lograr que reciba el producto de un modo que garantice su fidelidad y su compromiso.
  • El coste correcto. Finalmente, el criterio económico debe estar presente en el diseño de todo plan de logística: los gastos superfluos deben ser eliminados, los márgenes de derroche minimizados y los recursos disponibles empleados al máximo.

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Referencias

¿Cómo citar?

"Logística". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en: https://concepto.de/logistica/. Última edición: 19 de febrero de 2023. Consultado: 28 de marzo de 2024

Sobre el autor

Última edición: 19 febrero, 2023

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