Interno y externo

Te explicamos en qué se diferencian lo interno y lo externo y su significado al referirse al cuerpo humano, a un país o a una empresa.

Las personas en el interior del edificio observan lo exterior.
Lo interno ocurre dentro de la estructura que lo contiene, y lo externo por fuera de la misma.

¿En qué se diferencian lo interno y lo externo?

Los términos interno y externo hacen referencia a aquello que se encuentra por dentro de algo y aquello que se encuentra por fuera, respectivamente. Es decir, un elemento o un proceso interno es aquel que está o que ocurre dentro de algún tipo de estructura que lo contiene, mientras que un elemento o proceso externo es aquel que tiene lugar por fuera de la mencionada estructura.

Por ejemplo, los componentes internos del hardware de una computadora son aquellos que se encuentran dentro de su CPU, mientras que sus componentes externos son aquellos que están por fuera del CPU. En general, los elementos internos se encuentran ocultos a la vista, formando parte de algo; mientras que los elementos externos se encuentran a la vista, por fuera del conjunto.

Tanto “interno” como “externo” son palabras que provienen del latín y de la unión de tres voces: el sufijo –ter (que denota contraste), el sufijo -nus (que denota pertenencia) y un prefijo cambiante que puede ser in- (“adentro”) o ex- (“afuera”).

Así, internus y externus eran las voces originales del latín y tenían el mismo significado que hoy: aquello que pertenece al adentro y aquello que pertenece al afuera. Otros términos usados para hablar de esto mismo son “interior” (todo aquello que pertenece al adentro) y “exterior” (todo aquello que pertenece al afuera).

Ver además: Objetivo y subjetivo

Lo interno y lo externo del cuerpo humano

Un ojo es un órgano externo, pero también tiene componentes internos.
Los órganos y los fluidos del cuerpo pueden ser total o parcialmente internos o externos.

El cuerpo humano, así como el de todos los seres vivos, es un ambiente bioquímico clara y firmemente diferenciado de su entorno, o sea, que tiene límites evidentes acerca de dónde empieza y dónde termina.

  • Es interno todo aquello que se halla adentro y está oculto a la vista, por ende, está en el interior de nuestro cuerpo.
  • Es externo todo aquello que está en la superficie, es visible a simple vista y está en el exterior.

Esta distinción se utiliza a la hora de hablar, por ejemplo, de los órganos internos: aquellos que normalmente están dentro de nuestro cuerpo, como son las vísceras, los pulmones, el corazón, el hígado, entre muchos otros. En cambio, la piel y los ojos son órganos externos, que se encuentran ubicados en las capas exteriores del cuerpo, en contacto con el afuera.

Otro ejemplo de esto son los genitales, que pueden ser en nuestra especie de dos tipos: externos, como los masculinos, que se hallan expuestos a la vista y en contacto con el medio ambiente; e internos, como los femeninos, que se hallan dentro del vientre y ocultos a la vista.

Lo mismo puede decirse de los fluidos: aquellos que circulan dentro de nuestro cuerpo y cuya pérdida o derrame significa un riesgo para la salud son los fluidos internos, como la sangre o el líquido cefalorraquídeo; mientras que los fluidos externos son aquellos que están en contacto con el entorno o se dirigen hacia el afuera, como el sudor o la orina.

Más en: Partes del cuerpo humano

Lo interno y lo externo en un país

Los países y naciones, en general los Estados, operan como un sistema semiabierto que tiene contactos continuos con el afuera, pero que intenta, al mismo tiempo, regular, ordenar y controlar el intercambio entre lo que ingresa y lo que sale de él. El adentro y el afuera, en este caso, está delimitado claramente por límites geográficos imaginarios que conocemos como fronteras y que distinguen la zona de influencia de un poder político nacional, de la zona de influencia de otro, a fin de que no se superpongan y exista entre ambos la paz.

Así, los elementos y procesos internos de un país son aquellos que resultan de su única y exclusiva competencia, o sea, que responden a las normas, leyes, autoridades e intereses nacionales, propios de la gente que habita en esa región y que es representada por el Estado. De hecho, en muchas legislaciones se identifica un Ministerio del Interior (usualmente «de Interior y Justicia») o Ministerio de Asuntos Interiores, que se encarga de atender los asuntos vinculados con la vida nacional.

En cambio, el Ministerios de Exterior o De Asuntos Exteriores, también conocidos como cancillerías, son aquellos que se ocupan de las relaciones de un país con los demás, ya sean sus vecinos, sus rivales o sus socios comerciales. Los asuntos exteriores son, por ende, asuntos internacionales (asuntos entre naciones) que no responden a las leyes de uno solo de dichos Estados, sino a los a globales o regionales que los países establezcan para regular sus intercambios en paz, es decir, al derecho internacional.

Otro uso muy común de esta distinción entre interior y exterior tiene que ver con el comercio y el endeudamiento de los países. El comercio interior es la dinámica de intercambio de bienes y servicios que tiene lugar dentro del país, del mismo modo en que la deuda interior o deuda interna es aquella que el Estado contrae con entidades privadas nacionales.

Por el contrario, el comercio exterior se refiere a una dinámica de intercambio similar, pero que ocurre entre dos o más países, a través de la exportación y la importación; y la deuda exterior es, justamente, la que un Estado contrae con otros que le prestan dinero o con determinadas instituciones internacionales de financiación y crédito, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.

Lo interno y lo externo en las empresas

Una empresa contrata a proveedores externos, como el transporte de mercadería.
Las empresas se relacionan con lo externo a través de clientes, proveedores y tercerización.

En el mundo empresarial, lo interno y lo externo son conceptos que delimitan las áreas de competencia de la organización, de un modo muy similar a cualquier otro sistema organizado y estructurado. Pero dado que las empresas no tienen una frontera claramente delimitable, su interior se constituye a partir de la noción de propiedad privada, es decir, de aquello que forma parte de su patrimonio.

Así, por ejemplo, las distintas coordinaciones o instancias operativas de la empresa conforman su estructura organizacional interna, y los procesos de intercambio de información entre ellas se denominan, por lo tanto, comunicaciones internas. En ello se distinguen de las comunicaciones externas, dirigidas a los clientes y proveedores de la empresa o al Estado que la regula, esto es, a las instancias sociales y económicas que no forman parte de la estructura de la empresa.

Otro buen ejemplo de lo externo a una empresa es el outsourcing o tercerización: la contratación de servicios profesionales destinados a ayudar a la empresa o resolver algún inconveniente en su labor productiva, pero que no provienen de la propia empresa, sino de una entidad externa.

Supongamos, por ejemplo, que una empresa pequeña requiere de un mantenimiento mensual para sus máquinas productivas. Las opciones para ello son dos: crear un departamento propio de mantenimiento, o contratar a una empresa diferente para que le provea de dicho servicio siempre que haga falta. La primera opción es una opción interna; la segunda es una opción externa.

Sigue con: Comunicación corporativa

Referencias

¿Cómo citar?

"Interno y externo". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en: https://concepto.de/interno-y-externo/. Última edición: 13 de diciembre de 2022. Consultado: 28 de marzo de 2024

Sobre el autor

Última edición: 13 diciembre, 2022

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