Gobierno democrático

Te explicamos qué es un gobierno democrático, qué tipos existen y cuáles son sus características. Además, cómo funciona.

¿Qué es un gobierno democrático?

Un gobierno democrático es un modelo de administración del Estado que cumple con los requisitos mínimos para ser considerado una democracia. Esto quiere decir que, en un gobierno democrático, el poder político es ejercido con base en el principio de la soberanía del pueblo, es decir, que la soberanía reside en el pueblo y este la ejerce de forma directa o indirecta, pues “democracia” proviene de los vocablos griegos demos (“pueblo”) y kratos (“poder”) y significa “gobierno del pueblo”.

En un gobierno democrático, la ciudadanía tiene cierto grado de participación en las decisiones políticas, ya sea de manera directa (por ejemplo, en asambleas populares) o indirecta (por ejemplo, a través de la elección de sus representantes en el gobierno o en el Parlamento). Esto sucede dentro de un marco mínimo de garantías que suelen sustentarse en una Constitución política y que aseguran la libertad, la igualdad de derechos y la justicia.

La democracia es un sistema de gobierno que surgió en la Edad Antigua, en la ciudad-Estado griega de Atenas en el siglo VI a. C. Reapareció en Occidente tras la caída del Antiguo Régimen en los siglos XVIII y XIX y con el establecimiento de la república como modelo de organización del Estado.

En la actualidad, es el sistema de gobierno mayoritario en todo el mundo, sin embargo, no funciona de la misma manera en todos los países. En algunos casos, existen formas consideradas imperfectas o incluso gobiernos autoritarios que tienen solo una apariencia de democracia (considerados regímenes autoritarios) o que combinan democracia con autoritarismo (considerados regímenes híbridos).

De hecho, de 167 naciones contempladas en el índice de democracia (Democracy Index, en inglés) elaborado por la Unidad de Inteligencia del periódico londinense The Economist para el año 2023, se distinguen cuatro bloques de países, ordenados de acuerdo a qué tan democrático es su modelo de gobierno:

• Democracias plenas (25 países, 14,4 % del total)
• Democracias imperfectas (50 países, 29,9 % del total)
• Regímenes híbridos (34 países, 20,4 % del total)
• Regímenes autoritarios (59 países, 35,5 % del total)

En todo caso, y a pesar de sus dificultades y limitaciones, en Occidente los gobiernos democráticos suelen ser considerados el mejor método de gobierno posible. Sus prácticas e instituciones son incentivadas y premiadas por diversas organizaciones internacionales (como la Organización de las Naciones Unidas, ONU) y regionales (como la Organización de los Estados Americanos, OEA).

• Ver además: Formas de gobierno

Características de un gobierno democrático

Las características principales de un gobierno democrático son las siguientes:

• Garantiza el estado de derecho. Esto significa que todos los ciudadanos tienen derechos, deberes y garantías consagrados en una Constitución nacional, como la igualdad ante la ley (que se aplica con igualdad de criterios sin discriminar por razones políticas, étnicas, de género, de clase, entre otras), y se establecen límites al poder político para garantizar la libertad y seguridad de los individuos.
• Realiza elecciones confiables. Las autoridades políticas (generalmente las que integran el poder ejecutivo y el poder legislativo) son elegidas por el pueblo en elecciones libres, es decir, a través de comicios universales, secretos y legítimos, sin manipulaciones o mecanismos de coerción que puedan condicionar el voto.
• Garantiza la separación e independencia de poderes. Los poderes públicos (ejecutivo, legislativo y judicial) son independientes y se vigilan entre sí, lo que permite que el debate político se realice de una manera organizada y que ninguna autoridad estatal (especialmente el poder ejecutivo) se imponga sobre las demás y gobierne de forma autoritaria.
• Respeta los derechos humanos universales. El Estado garantiza la defensa y protección de los derechos humanos, consagrados en documentos como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) de la ONU. Algunos de estos son el derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad, al trabajo, a la nacionalidad, a no ser víctima de esclavitud, tortura o discriminación, entre otros.
• Respeta la libertad de expresión. El gobierno plenamente democrático garantiza la libertad de expresión y la libertad de prensa, consagradas como derechos humanos por la ONU. Estas libertades permiten que existan medios de comunicación independientes que interpelen al gobierno e informen al público sobre lo que ocurre, sin estar sometidos a la censura y a la persecución o las represalias contra los periodistas.
• Defiende el sistema de partidos. El debate público, la alternancia en el gobierno nacional o los gobiernos locales y la actividad parlamentaria se sostienen en la defensa del sistema de partidos, que forma parte de la libertad de asociación reconocida como un derecho humano. Esto puede adquirir la forma del pluripartidismo (varios partidos políticos) o el bipartidismo (dos partidos políticos hegemónicos). Se opone a los regímenes de partido único (aun cuando estos suelen presentarse a sí mismos como sistemas democráticos).

¿Cómo funciona un gobierno democrático?

Los gobiernos democráticos modernos funcionan con base en la representación y la participación política. Según sus textos constitucionales, la soberanía reside en el pueblo (es decir, en la totalidad de los ciudadanos), pero este suele gobernar a través de sus representantes, que son elegidos en elecciones libres.

Mediante la libertad de expresión y el sistema de partidos, las distintas opiniones políticas deben poder expresarse en el debate público sobre cómo administrar la res publica (es decir, la cosa pública). Además, la libertad política debe garantizar que las diversas tendencias políticas den a conocer sus propuestas y tengan la posibilidad de participar en la competencia electoral.

Además de las elecciones celebradas para elegir representantes del poder legislativo o del poder ejecutivo, en los gobiernos democráticos se pueden aplicar mecanismos de consulta popular como plebiscitos o referendos, que en algunos casos sirven para conocer la opinión de los ciudadanos sobre determinados temas de importancia. En estos casos, la posición que obtenga un mayor respaldo popular conforme a las leyes electorales del país será la que se imponga.

Sin embargo, en las democracias no todo puede someterse a votación. Especialmente, quedan excluidas de la consulta popular aquellas medidas que puedan ir en contra de la democracia misma o de los derechos fundamentales, o que vulneren el estado de derecho.

Para garantizar el funcionamiento de la democracia, los poderes públicos gozan de independencia según el principio de la separación de poderes:

• Poder ejecutivo. Es el que ejerce la conducción del Estado, propone e implementa el plan de gobierno y ejecuta las leyes.
• Poder legislativo. Es el encargado de redactar, modificar o derogar las leyes, y de supervisar la acción del poder ejecutivo. Suele consistir en un Parlamento en el que tienen representación las distintas fuerzas políticas del país.
• Poder judicial. Es el encargado de administrar la justicia, interpretar las leyes y vigilar su cumplimiento, y defender los principios rectores de la Constitución. Es el único poder público que no es elegido por el voto popular, sino por designación del poder legislativo o por procedimientos que involucran a los distintos poderes del Estado.

Tipos de democracia

Existen distintos tipos de democracia, clasificados según diversos criterios de separación.

Según el mecanismo de participación de la ciudadanía en el gobierno, la democracia puede ser:

• Democracia directa o participativa. Tipo de democracia que fue puesto en práctica en Atenas en la Antigüedad y propuesto por algunos teóricos políticos modernos y contemporáneos, como Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). Plantea la participación directa del pueblo en la toma de decisiones, principalmente mediante la celebración de asambleas. Una adaptación moderna de la democracia participativa es la realización de consultas populares, como plebiscitos y referendos, en los que el pueblo participa de un modo relativamente más directo.
• Democracia indirecta o representativa. Tipo de democracia más común en los gobiernos democráticos actuales, en la que, mediante el régimen representativo, el pueblo elige a sus representantes en elecciones libres para que ellos tomen las decisiones políticas en su nombre. Es decir que los ciudadanos le transfieren parte de su soberanía a sus representantes, y así participan de manera indirecta en la conducción del Estado.

Según el tipo de organización institucional, la democracia puede ser:

• Democracia parlamentaria. Tipo de democracia en la que el voto popular elige a los representantes que componen el poder legislativo (el Parlamento), que tiene la mayor cuota del poder político pues de él surge el poder ejecutivo (el gobierno), que para gobernar depende del apoyo del Parlamento, al que le rinde cuentas.
• Democracia presidencialista. Tipo de democracia en la que el jefe del poder ejecutivo (el presidente) es elegido directamente por la ciudadanía. Por lo tanto, conserva una mayor cuota de poder político frente al Parlamento, ya que es responsable directamente ante el pueblo, que es el que puede mantener o retirar su apoyo (por ejemplo, al no reelegirlo en una nueva elección presidencial).

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Referencias

• Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G. (Dirs.). (2015). Diccionario de política. Siglo XXI.
• Dahl, R. A. (2022). La democracia. Ariel.
• Dahl, R. A., Froomkin, D. y Shapiro, I. (2024). Democracy. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
• Lijphart, A. (2012). Modelos de democracia. Formas de gobierno y resultados en 36 países. Ariel.
• Sartori, G. (2007). ¿Qué es la democracia? Taurus.