Te explicamos qué es el derecho a la educación, sus características esenciales y el rol del Estado. Además, la educación en México.
¿Qué es el derecho a la educación?
El derecho a la educación es un derecho humano fundamental, reconocido en las convenciones internacionales. Consiste en tener acceso a una educación primaria gratuita y obligatoria para todo ciudadano, sin distinción de raza, sexo, credo o clase social.
Además, implica el acceso equitativo a la educación superior. Se trata, especialmente, de la eliminación de cualquier forma de discriminación dentro de la institución educativa básica. Más específicamente, en los organismos de las Naciones Unidas se habla al respecto como de las 4-A: Disponible (Available, en inglés), Aceptable, Accesible y Adaptable.
Entes como la Unesco y el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas se encargan internacionalmente de fomentar este derecho y hacer saber su importancia para el desarrollo pleno de las naciones.
Sin embargo, el derecho a la educación no es universalmente respetado. Se calcula que 61 millones de niños y 758 millones de adultos en el mundo son analfabetos por ausencia de educación primaria, según el Global Education Monitoring Report del año 2016.
Estas cifras son aún más elocuentes cuando se sopesa la distinción entre el acceso educativo de mujeres y de varones, ya que en muchas culturas la mujer ocupa un lugar subalterno al margen de todo tipo de derechos fundamentales.
Ver también: Igualdad de derechos
Importancia del derecho a la educación
La educación es una herramienta de cambio y crecimiento, que le brinda a los seres humanos la oportunidad de planificar un mejor futuro para sí mismos y también para su comunidad.
Una sociedad con acceso plural a la educación es una sociedad mejor capacitada para darse a sí misma lo que necesita, para innovar y buscar soluciones creativas a sus problemas tradicionales, y para ingresar en el intercambio económico, político y cultural que el mundo globalizado plantea en términos más igualitarios y menos subalternos.
Además, la educación incide en otros aspectos fundamentales de la vida, como la salud, la planificación familiar y reproductiva, el trabajo, etc. Por eso, la importancia de un acceso libre, gratuito y directo a la educación no puede nunca recalcarse demasiado.
La lucha de ciertas organizaciones no gubernamentales en el mundo es para proyectar y ejecutar obligaciones de tipo jurídico para que los distintos países brinden a sus ciudadanos un mínimo de oportunidades educativas conforme a estándares de exigencia internacionales.
Características del derecho a la educación
Tomando en consideración el esquema de las 4-A propuesto por las Naciones Unidas, podemos decir que el derecho a la educación se debe garantizar, esencialmente, de la siguiente manera:
- Disponibilidad. Se refiere a la presencia de planteles educativos a lo largo del territorio, para satisfacer las necesidades educativas de toda la población. Dichas escuelas requieren de una infraestructura mínima adecuada para albergar a sus alumnos durante el período de estudio de manera exclusiva e ininterrumpida, y deben contar con los materiales didácticos y pedagógicos necesarios para el aprendizaje eficaz.
- Aceptabilidad. Más allá de la infraestructura, las instituciones educativas deben poseer un programa educativo que esté avalado por las instancias gubernamentales apropiadas, cuyos contenidos sean cultural y socialmente adecuados para la población, de buena calidad y aceptables tanto para alumnos como para sus representantes.
- Adaptabilidad. Los programas de estudio no sólo deben ser adecuados normativamente, sino que deben poder adaptarse a los cambios en la sociedad, muchos de los cuales serán precisamente introducidos por la propia presencia de la educación masiva. Los profesionales de la educación del país deberán poder reconocer, propiciar y guiar el cambio en los currículos de estudio teniéndolo en cuenta.
- Accesibilidad. Bajo ninguna circunstancia los alumnos deben ser impedidos de su ingreso al plantel educativo, discriminados en el mismo o sometidos a condiciones que vulneren su capacidad de estudio. Por otro lado, las vías de acceso al plantel educativo deben estar en la mejor forma posible, para no impedir físicamente el tránsito hasta la escuela o desde ella hacia su lugar de retorno.
Rol del Estado en el derecho a la eduación
Es universalmente aceptada la importancia de la educación en la planificación de las políticas públicas. De hecho, en 1966 se firmó el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, en el que se reconoció que el Estado es el necesario garante de proveer la estructura y los recursos necesarios para una educación de calidad.
Diversas instituciones de alcance regional y global suscriben explícitamente a esta idea. Sin embargo, esto no impide que las instituciones privadas colaboren en los esfuerzos por llevar la educación a las generaciones venideras. Pero el Estado es la máxima autoridad y el máximo responsable en la supervisión de los contenidos impartidos.
Además, debe garantizar el mantenimiento de las instituciones y la formación de los recursos humanos mínimos para alimentar el sistema educativo y garantizar su calidad y perpetuidad.
Derecho a la educación en México
El Estado mexicano también está comprometido por ley, tanto internacional como nacional, a garantizar el acceso a la educación a sus ciudadanos, atendiendo las particularidades culturales y étnicas de la población mexicana, enormemente diversa. Y como en muchos otros países de América Latina, ello constituye un verdadero reto.
El sector público mexicano sostiene la enorme mayoría de las escuelas básicas (8 de cada 10) y de media superior (2 tercios del total). Además sostiene una política de inclusión de las zonas marginadas o rurales mediante teleescuelas, prescolares y primarias indígenas o comunitarias, y otras iniciativas semejantes.
Así, desde 2014 el Estado mexicano ha reportado (según informes del Senado) un incremento en la matriculación infantil en edades tempranas, entre los 5 y 12 años.
Sin embargo, las cifras son bastante menos alentadoras a partir del ingreso a la adolescencia. Existen preocupantes cifras de deserción escolar, motivadas por una variedad de factores: la pobreza, la labor infantil, la drogadicción y la falta de soporte familiar.
Por otro lado, no han sido tan alarmantes los niveles de desigualdad entre la población urbana y la rural, pero sí la vinculada a la pertenencia a las numerosas etnias originarias mexicanas, lo cual revela un claro problema racial subyacente a las políticas educativas.
Sigue con: Igualdad de oportunidades
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