Te explicamos qué es la opinión pública, su historia, importancia y características. Además, te contamos de qué formas se expresa.
¿Qué es la opinión pública?
La opinión pública es la manifestación del sentir de la mayoría de la población de una sociedad sobre un tema de interés general. Dicho en otras palabras, es la opinión que tiene la mayoría de la sociedad respecto a una cuestión, o a menudo la estimación y la apreciación que de dicha opinión hacen los expertos.
Se trata de un tema de interés para las ciencias políticas y la comunicación política, que en el mundo moderno tiende a ir de la mano de los medios de comunicación masiva y los debates que en ellos suceden. Así, dentro de la opinión pública tienen lugar el conjunto de posturas posibles que la gente asume en torno a un tema, pero esto cobra relevancia cuando se impone una postura mayoritaria, ya se trate del rechazo a una medida tomada por el gobierno, el apoyo a un candidato político o cualquier otro asunto de interés público.
En el ejercicio político moderno, la opinión pública juega un rol determinante, y es por ello que los actores políticos cuidan su reputación. Esto se debe a que la soberanía reside en la voluntad popular, es decir, que un político detestado por la mayoría tiene pocas oportunidades de ganar una elección, por ejemplo, o que una población indignada es capaz de ejercer presión a su gobierno para obligarlo a tomar determinadas medidas.
De allí, también, que se dedique tanto esfuerzo cotidiano a medir o comprender la opinión pública, para saber, en líneas generales, qué es lo que piensa y siente la población.
Ver además: Participación ciudadana
Historia de la opinión pública
La opinión pública ha existido desde la Antigüedad, aunque en las repúblicas de la era clásica no todos los ciudadanos tenían derecho a expresar su opinión. En las democracias de la Antigua Grecia, por ejemplo, no existía la idea de que el total de la población debía participar en el debate respecto a los asuntos públicos, sino que la opinión pública se restringía a la de los ciudadanos varones, libres y griegos.
En cambio, en las monarquías absolutas, tanto antiguas como medievales, la opinión pública no jugaba un papel importante en la conducción política, ya que las clases dominantes (la aristocracia y el clero) tenían el pleno control del Estado y ninguna intención de consultar a las mayorías. Aun así, la Iglesia jugó un rol clave en el control social, imponiendo a través de su doctrina determinadas posturas políticas, como que los reyes eran puestos en el trono por Dios, y por lo tanto cualquier alteración del orden dinástico constituía un pecado.
El concepto moderno de opinión pública surgió de la mano de la modernidad y del liberalismo, a medida que un nuevo orden político y social se imponía junto con el desarrollo de la burguesía y el capitalismo. Aunque esto significó que los asuntos políticos debían involucrar al grueso de la población, inicialmente se distinguió entre la opinión de los ciudadanos instruidos y del Parlamento (“opinión legal”) y la opinión de la plebe (“opinión natural”).
Así se estableció un orden bastante desigual en una sociedad donde el acceso a la educación era minoritario. Pero esto, de todos modos, representaba un cambio importante: ya no era necesario haber nacido noble para participar del destino de la nación.
Con el paso del tiempo y la industrialización, la sociedad de masas tuvo lugar y con ella un cambio significativo en el concepto de opinión pública, dado que la conducción de la sociedad ahora dependía de convencer a las mayorías, dueñas de su voto.
Características de la opinión pública
A grandes rasgos, la opinión pública se caracteriza por:
- Consiste en la sumatoria de las posturas de la sociedad frente a un tema de interés, especialmente cuando existe una postura mayoritaria o dominante.
- Es cambiante y susceptible de ser influenciada por los eventos ocurridos y las informaciones expresadas en los medios de comunicación.
- Se considera un elemento de peso en el debate político, aunque no siempre es tomada en cuenta por parte de los gobernantes y los actores políticos. Por ejemplo, en una dictadura la opinión pública es ignorada y castigada.
- Puede expresarse a través de medios institucionales (como el voto), acciones de fuerza (huelgas, manifestaciones) o instancias colectivas (asambleas, publicaciones).
- Tiene consecuencias directas en el ejercicio de la política y la conducción de la nación.
Importancia de la opinión pública
La opinión pública es fundamental en el ejercicio moderno de la política. En principio porque expresa el sentir colectivo y el deseo popular, lo cual posibilita establecer una retroalimentación entre el poder político y la ciudadanía, y así tomar las decisiones más adecuadas en base a la expresión de la mayoría.
Del mismo modo, la opinión pública permite a la población manifestar su descontento y organizarse políticamente, para hacer presión e influir en la toma de decisiones políticas. En esto los medios de comunicación de masas juegan, a su vez, un rol importante.
Formas en que se expresa la opinión pública
La opinión pública puede expresarse de diferentes maneras:
- Manifestaciones y protestas. Consisten en reuniones de personas en un espacio público (plazas, calles) con el propósito de expresar apoyo o descontento respecto a alguna decisión, evento o sistema político, social o económico. Suelen organizarse en fechas insignes para el público (como efemérides) e incluir letreros, pancartas, banderas y otras formas de visibilizar un mensaje o un reclamo.
- Huelgas y boicots. Consisten en acciones que hacen frente al sistema político a través de generar incomodidad en la cotidianidad, deteniendo momentáneamente el flujo del trabajo y la economía. Generalmente ocurren luego de que varias manifestaciones hayan sido ignoradas, como una forma de aumentar la presión ejercida por la opinión pública sobre la conducción del país. Las huelgas consisten en ausencias laborales programadas y transitorias, mientras que los boicots consisten en llamados al cese del consumo o de la utilización de ciertos bienes y servicios, como método de protesta.
- Votaciones, referendos y plebiscitos. Consisten en la participación electoral de la multitud en una convocatoria institucional (o autoconvocada), para apoyar a un candidato o elegir una opción en una consulta. En estos eventos la mayoría expresa directa y anónimamente su deseo.
- Protestas virtuales. Consisten en manifestaciones realizadas a distancia, empleando los espacios virtuales y digitales (como las redes sociales) para esparcir y visibilizar un mensaje. Son una forma relativamente nueva de protesta, permitida por la popularización de las TIC y los espacios 2.0.
- Encuestas de opinión. Consisten en instrumentos de medición aplicados por organizaciones públicas o privadas para sondear lo que la gente piensa a través de una muestra estadística. Estas herramientas pueden ser más o menos confiables para los distintos sectores y actores políticos y sociales, por lo que suelen hacerse a menudo y con diferentes métodos de consulta: en persona, telefónicos, digitales, entre otros.
Opinión pública y democracia
En los sistemas democráticos de gobierno, la opinión pública resulta siempre un factor político importante, dado que la designación de los encargados del poder se lleva a cabo a través de la elección popular. De modo que la reputación de un político incide directamente en su capacidad de recibir votos y ser elegido.
Con esto, sin embargo, se corre el riesgo de caer en actitudes populistas, o sea, de gobernar para complacer a la opinión pública, mediante decisiones cortoplacistas y demagógicas que a la larga resultan nocivas, pero que permiten a un político permanecer en el poder.
Sigue con: Consenso
Referencias
- “Opinión pública” en Wikipedia.
- “Opinión pública. Presentación” (video) en Universidad Rey Juan Carlos (España).
- “Concepto y valor de la opinión pública en la modernidad” en la Universidad de Murcia.
- “Public Opinion” en The Encyclopaedia Britannica.
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