Vanguardismo

Te explicamos qué es el vanguardismo, su origen, sus principales manifestaciones y sus características. Además, sus representantes y obras principales.

¿Qué es el vanguardismo?

El vanguardismo o avant-garde (en francés y otros idiomas) es la tendencia artística marcada por la innovación, el rupturismo, la experimentación y en general la ampliación de los límites de lo aceptado por una sociedad en una determinada época. Es un término de uso mayoritario en el arte, pero aplicable con el mismo sentido en la política, la sociología, la filosofía y otros ámbitos.

El término vanguardismo proviene del vocablo militar vanguardia, que designa a los soldados que llevan la delantera en la formación. La palabra original en francés avant-garde podría traducirse como “guardia delantera”. Su utilización en el ámbito artístico se popularizó gracias a la idea de que las nuevas formas de arte debían combatir los modelos tradicionales decimonónicos y academicistas, es decir, los modelos del siglo XIX, que seguían las formas impuestas desde la Academia de Bellas Artes de París.

El vanguardismo, aun aquel que no se ha definido bajo ese nombre, ha sido una tendencia presente en todas las épocas y en todas las artes, aunque en algunos períodos ha tenido un carácter mucho más consciente, claro y definido. Así, ha sido el motor de la evolución de las formas artísticas a lo largo de la historia.

A principios del siglo XX, surgió un conjunto de movimientos estéticos, filosóficos y políticos conocidos como vanguardias, que procuraron llevar el lenguaje artístico a límites desconocidos, con ideas revolucionarias y prácticas novedosas. En ese contexto, puede hablarse de vanguardismo como un movimiento general que dio lugar a las diferentes corrientes de la vanguardia, entre ellas, el cubismo, el expresionismo, el dadá y el surrealismo.

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Origen del vanguardismo

El vanguardismo como movimiento surgió en el primer cuarto del siglo XX, en medio de una época de cambios violentos en la configuración política mundial y de desconfianza en las ideas positivistas de orden y progreso que el siglo anterior había propuesto como modelo para la evolución humana.

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) arrastró a las grandes potencias coloniales de la época a un conflicto brutal y devastador, que involucró a casi todo el planeta y costó millones de vidas. En ese contexto, la Revolución rusa derrocó al régimen zarista e instaló la primera república socialista de la historia (que luego se convirtió en la Unión Soviética), lo que ofreció la idea de que había alternativas a los modelos socioeconómicos conocidos.

La decepción respecto de las ideas positivistas se vio reforzada por la Gran Depresión de 1929, una crisis económica mundial que perduró durante toda la década de 1930. Esta debacle económica contribuyó al surgimiento de modelos políticos como el fascismo y el nazismo, que condujeron más adelante a la Segunda Guerra Mundial.

Mientras tanto, los automóviles y las nuevas tecnologías inundaban el mercado, vaticinando una sociedad industrial nunca antes vista, capaz de ofrecer telecomunicaciones, electrificación y vuelos cotidianos por todo el planeta. Era una época de tensiones y esperanzas.

En el mundo artístico, había habido una primera ruptura a finales del siglo XIX, en la que los pintores impresionistas se rebelaron contra el gusto de la época y sembraron lo que luego se convertiría en toda una corriente estética opuesta a las formas clásicas del arte.

El fauvismo (1904-1908), el cubismo (1907-1917) y el expresionismo (1910-1933) fueron los primeros movimientos vanguardistas. Poco después, el futurismo (1909-1944) fue el primero en publicar un manifiesto, esto es, una declaración de intenciones artísticas y filosóficas.

Este proceso de generar colectivamente nuevas formas de arte y comunicar sus principios a través de textos poéticos o filosóficos se volvió una tendencia entre los nuevos movimientos. Así, aparecieron los manifiestos del surrealismo, el dadá y otros grupos, y corrientes que proponían sus propias formas de hacer y entender el arte.

En el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, emergieron nuevos grupos y tendencias disidentes del rumbo que había tomado el arte. Estas corrientes, entre las que estuvieron Fluxus, el situacionismo, el informalismo, el tachismo y el arte povera, fueron denominadas “segundas vanguardias”.

Características del vanguardismo

El vanguardismo del siglo XX se caracterizó por los siguientes rasgos:

• Comprendió un conjunto diverso de ismos, es decir, de movimientos artísticos específicos, dotados de un sentido, una política grupal, un conjunto de principios estéticos y varios integrantes.
• Se clasificó en dos grandes tendencias: las vanguardias históricas o primeras vanguardias, de inicios del siglo XX, y las segundas vanguardias, posteriores a la Segunda Guerra Mundial, que finalizaron en la década de 1970.
• Mostró una actitud provocadora, desafiante y combativa, que solía expresarse de manera enfática en los manifiestos de cada corriente.
• Se opuso a las formas tradicionales y valoró la experimentación, la libre expresión, la audacia, la espontaneidad, la ironía y la insolencia.
• Abrazó un sentido político del arte, a menudo en forma de crítica social, pero también como movimiento ideológico organizado (como sucedió en la segunda fase del surrealismo).
• Propuso nuevas metáforas, imágenes y técnicas expresivas, y exploró los límites de lo conocido para expandir la noción de arte.
• Defendió la subjetividad, la expresión propia, la originalidad y el gesto irrepetible como vías para llegar a otras formas de arte y de vida.

Principales manifestaciones del vanguardismo

Vanguardias históricas (1874-1939)

Entre las corrientes del primer movimiento vanguardista, pueden mencionarse el expresionismo, el fauvismo, el cubismo, el futurismo, el dadá y el surrealismo, además de otras más específicas como el suprematismo, el ultraísmo o el estridentismo.

• Impresionismo (1860-1910). Si bien en la mayoría de las clasificaciones de la vanguardia el impresionismo suele dejarse afuera porque perteneció al siglo XIX, se trató del primer movimiento artístico que se rebeló contra el gusto tradicional de la época y se propuso representar la realidad a partir de la luz y la impresión que esta deja. Para ello, cambió el trazo y el modo de percibir la obra, de manera tan influyente que engendró todo un movimiento antiacademicista.
• Fauvismo (1904-1908). El fauvismo surgió en Francia y fue uno de los primeros movimientos en romper con el academicismo, es decir, la forma de representación artística regida por las normas clásicas. Propuso esta ruptura a través de un uso arbitrario (no realista) de los colores, una pincelada enérgica y espontánea y una búsqueda de intensa expresividad.
• Cubismo (1907-1917). El cubismo propuso un modo particular de mirar el mundo, en el que los objetos podían verse en sus tres dimensiones al mismo tiempo. A partir de las innovaciones pictóricas introducidas por Pablo Picasso (1881-1973) y Georges Braque (1882-1963), rompió con la perspectiva tradicional renacentista y el modo realista de representación. Se alejó del impresionismo y su exactitud fotográfica, y valoró la perspectiva subjetiva de las cosas.
• Futurismo (1909-1944). El futurismo surgió a partir de las propuestas del escritor italiano Filippo Marinetti (1876-1944). Aspiró a imitar el vértigo de la máquina, la velocidad, la tecnología y otros aspectos industriales que, a su modo de ver, no eran valorados en su dimensión estética. Además, influyó en el desarrollo de las vanguardias posteriores.
• Expresionismo (1910-1933). Surgido en Alemania, el expresionismo fue un importante movimiento artístico, sobre todo pictórico, poético y cinematográfico, que defendía la obra como un reflejo de la realidad interior y emocional del artista, en lugar de una réplica del mundo real. Se servía de exageraciones, deformaciones y trazos violentos para exteriorizar el mundo interno y subjetivo.
• Dadá (1915-1922). El dadá fue el más radical de los movimientos de vanguardia. Nació en la sala Cabaret Voltaire en Suiza, donde se reunían artistas refugiados de la Primera Guerra Mundial, y su nombre proviene de una búsqueda azarosa en el diccionario. Abrazó el anarquismo como alternativa a cualquier convención moral, social, poética o estética y defendió la creación pura, libre, capaz de expresarse a través de caminos inéditos y asombrosos. Fue una gran influencia para las vanguardias posteriores y su legado continúa vigente.
• Suprematismo (1915-1919). El suprematismo surgió en Rusia de la mano de Kazimir Malévich (1879-1935) y fue una exploración pictórica en busca de un lenguaje plástico nuevo y puro. Adoptó la geometría y la abstracción como escape a la imitación de lo real, con especial uso del blanco y el negro y de colores poco brillantes. Fue uno de los principales movimientos del arte abstracto.
• Ultraísmo (1918-1927). El ultraísmo apareció en España tras la Primera Guerra Mundial y fue un movimiento renovador de la escritura poética. Defendió el verso libre y la metáfora, en contra de la anécdota y la rima. Entre sus máximos exponentes estuvieron Vicente Huidobro (1893-1948), Guillaume Apollinaire (1880-1918) y Jorge Luis Borges (1899-1986).
• Estridentismo (1922-1927). El estridentismo nació en México como una mezcla de otros movimientos de vanguardia y tuvo un espíritu literario moderno, cosmopolita, urbano, inconforme e irreverente, que rechazaba todo lo antiguo. Su mayor antecedente fue el futurismo, en su vertiente soviética.
• Surrealismo (1924-1939). El surrealismo surgió en medio de la inestabilidad del período de entreguerras, de la mano del poeta francés André Bretón (1896-1966), y pronto pasó a la pintura. Cada disciplina intentaba explorar a su manera no la realidad visible, sino la onírica: aquella a la que solo puede accederse en sueños o mediante mecanismos inconscientes. Por eso se valoraron los métodos de creación involuntarios o no conscientes, como la escritura automática o el cadáver exquisito. Se cultivó en las letras, el cine, la pintura y la escultura.

Segundas vanguardias (1945-1970)

Los movimientos de vanguardia de la segunda mitad del siglo XX se denominan “segundas vanguardias”. A este grupo pertenecen corrientes como el informalismo (que dio lugar al tachismo e influyó en el posterior expresionismo abstracto), el arte povera y Fluxus, entre otros.

• Informalismo (1945-1960). El informalismo fue un movimiento amplio y diverso de corrientes gestuales y abstractas de Austria, Francia, España, Italia, Alemania y Suiza. Se expandió a América, especialmente a Estados Unidos y Argentina.
• Tachismo (1940-1950). El tachismo perteneció al informalismo. Se trató de un tipo de pintura abstracta realizada en base a manchas (su nombre proviene del francés tache: “mancha”) y surgió como reacción al cubismo. Empleaba garabatos, trazos gruesos y desordenados, y tuvo vínculos con el expresionismo abstracto estadounidense.
• Arte povera (c. 1960-1977). El término arte povera proviene del italiano y significa “arte pobre”. Fue bautizado así por el crítico Germano Celant (1940-2020), debido a que sus artistas empleaban materiales humildes, no industriales, como grasa, cuerdas, sacos de lona, tierra, troncos y otros similares. El resultado eran obras que se deterioraban rápidamente por la descomposición de sus elementos.
• Fluxus (1958-1966). Fluxus fue un movimiento artístico internacional que se caracterizó por utilizar el juego y la experimentación. Proponía la libertad creativa total y la integración del arte y la vida a través de acciones y objetos accesibles, efímeros y participativos. Fue fundado por George Maciunas (1931-1978) y tuvo entre sus filas a artistas como Yoko Ono (1933-) y Joseph Beuys (1921-1986). Ha tenido una gran influencia en el arte contemporáneo.

Autores y representantes del vanguardismo

Algunos representantes de los movimientos vanguardistas son:

• Claude Monet (1840-1926). Fue un pintor francés, cofundador del impresionismo. Su obra Impresión, sol naciente, de 1872, dio nombre al movimiento.
• Pierre-Auguste Renoir (1841-1919). Fue un gran pintor impresionista. Sus obras son más sensuales y ornamentadas que las de otros impresionistas, con una paleta luminosa y una visión optimista de la realidad.
• Edvard Munch (1863-1944). Fue un pintor y grabador de origen noruego, considerado precursor del expresionismo. Sus obras exploran temas como la angustia, las pasiones, la muerte y la soledad.
• Pablo Picasso (1881-1973). Fue un pintor y escultor español que, junto con Georges Braque (1882-1963), creó el cubismo. Es considerado uno de los mayores artistas del siglo XX y su obra ha influido en el arte de todo el mundo.
• Guillaume Apollinaire (1880-1918). Fue un poeta, novelista y ensayista francés, célebre por su poesía caligramática, que buscaba generar nuevos sentidos mediante la tipografía y la distribución del texto en la página. Fue el primero en emplear el término surrealismo en 1917, como subtítulo de una de sus obras de teatro.
• Marcel Duchamp (1887-1968). Fue un artista francés, considerado el precursor del arte contemporáneo. Es conocido por sus ready-mades, objetos comunes presentados en un medio artístico. Cuestionó y transformó los códigos del arte y su legado fue determinante en la historia.
• Fritz Lang (1890-1976). Fue un cineasta austríaco que desarrolló su obra en Alemania y Estados Unidos. Se considera uno de los grandes exponentes del expresionismo cinematográfico. Tras emigrar a Estados Unidos e incorporarse a Hollywood, su carrera dio un vuelco al cine negro.
• Tristan Tzara (1896-1963). Fue un poeta y ensayista rumano de origen judío, cofundador del dadá y uno de sus máximos exponentes. Escribió en 1927 los Siete manifiestos Dadá. Es uno de los grandes artistas vanguardistas del siglo XX.
• André Bretón (1896-1966). Fue un poeta y ensayista, padre del surrealismo y uno de sus mayores exponentes. Antes de su ruptura con Tristan Tzara, formó parte del dadá.
• Luis Buñuel (1900-1983). Fue un director de cine español, cuya obra fue mayormente producida en México y Francia debido a la censura franquista en su país. Fue cultor del surrealismo y colaborador de Salvador Dalí. Es considerado uno de los directores de cine más importantes de la historia.
• Salvador Dalí (1904-1989). Fue un pintor, escultor, grabador, escenógrafo y escritor español, considerado uno de los más grandes surrealistas. Sus obras son célebres en el mundo entero por sus escenarios oníricos y distorsionados. Colaboró con realizadores de cine como Alfred Hitchcock y Walt Disney.

Obras del vanguardismo

Algunas obras emblemáticas de la vanguardia del siglo XX son:

Pintura:

• El grito (1893), de Edvard Munch.
• Las señoritas de Avignon (1907), de Pablo Picasso.
• El gran masturbador (1929), de Salvador Dalí.
• Guernica (1937), de Pablo Picasso.
• La tentación de San Antonio (1946), de Salvador Dalí.

Literatura:

• Manifiesto futurista (1909), de Filippo Tommaso Marinetti.
• Manifiesto ultraísta (1921), de Jorge Luis Borges.
• Siete manifiestos Dadá (1924), de Tristan Tzara.
• Primer manifiesto surrealista (1924), de André Breton.
• Fluxus manifesto (1963), de George Maciunas.

Cine:

• Metrópolis (1927), de Fritz Lang.
• Ballet mecánico (1924), de Fernand Léger y Man Ray.
• Un perro andaluz (1929), de Luis Buñuel.
• M, el vampiro de Düsseldorf (1931), de Fritz Lang.
• El discreto encanto de la burguesía (1972), de Luis Buñuel.

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Referencias

• Bürger, P. (2000). Teoría de la vanguardia. Península.
• Larousse. (s.f.). Avant-garde. Encyclopédie. https://www.larousse.fr/
• The Editors of Encyclopaedia Britannica. (s.f.). Avant-garde. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/