Te explicamos qué es el populismo, cuáles son sus características y cuál es su historia. Además, las diferencias entre populismos de derecha y de izquierda.
¿Qué es el populismo?
El populismo es un enfoque político que se caracteriza por apelar al “pueblo” como una unidad homogénea, movilizar a las masas y proponer medidas de justicia social. Esta perspectiva simplifica las problemáticas sociales y establece una dicotomía entre el pueblo virtuoso y una élite privilegiada, percibida como corrupta o explotadora.
Los líderes populistas se presentan como una voz portadora de las necesidades del pueblo en contra de los intereses de las clases privilegiadas. En sus discursos, usan una retórica directa y emotiva para conectar con los ciudadanos. Pueden representar tanto ideologías de izquierda como de derecha.
Este enfoque surgió en el siglo XIX y desde entonces tomó distintas formas según el contexto social y político de cada país. Durante el siglo XX, tuvo especial relevancia en los países latinoamericanos, con líderes como Juan Domingo Perón en Argentina, Getúlio Vargas en Brasil y Lázaro Cárdenas en México.
En la actualidad, se puede nombrar el populismo de derecha de Donald Trump en los Estados Unidos, de Viktor Orbán en Hungría y de Marine Le Pen en Francia. Por otro lado, líderes como Andrés Manuel López Obrador en México, Gustavo Petro en Colombia y Luis Arce en Bolivia se presentan como líderes populistas de izquierda.
Muchas veces, el término “populismo” se usa de manera peyorativa para criticar a aquellos políticos que recurren a promesas exageradas y fomentan la división social. Los críticos argumentan que estos líderes polarizan a la sociedad enfrentando al “pueblo” con las “élites”, y concentran poder debilitando las instituciones democráticas.
Puntos clave
- El populismo es un enfoque político que apela a las emociones del pueblo y establece una dicotomía entre el pueblo virtuoso y una élite privilegiada.
- Los líderes populistas se presentan como la voz del pueblo y utilizan una retórica emotiva para conectar con los ciudadanos.
- En general, el populismo de derecha se caracteriza por su énfasis en el nacionalismo, la identidad cultural y la oposición a la inmigración.
- En general, el populismo de izquierda se caracteriza por su enfoque en la justicia social, la lucha contra la desigualdad y la promoción de políticas redistributivas.
- Ver además: Ideología
Características del populismo
Las características del populismo pueden variar según el contexto, pero generalmente incluyen los siguientes elementos:
- Oposición entre el pueblo y las élites. El populismo establece una división entre el pueblo y las élites, a quienes critica por aprovechar sus privilegios para defender sus propios intereses en detrimento del pueblo. Este rechazo le permite ganar apoyo popular.
- Polivalencia ideológica. Puede manifestarse tanto en la izquierda como en la derecha del espectro político, y apelar a diferentes grupos de la población. Utiliza discursos que pueden resonar con las preocupaciones y aspiraciones específicas de cada sector.
- Retórica simplista. Suele emplear un lenguaje sencillo y directo, presentando soluciones fáciles a problemas complejos. Esta simplificación busca resonar con las preocupaciones cotidianas de los ciudadanos.
- Liderazgo carismático. Se centraen un líder carismático que se presenta como la voz del pueblo. Este líder es visto como alguien que entiende las necesidades y deseos de la población y que actúa en su nombre.
- Promesas de cambio radical. Propone romper con el statu quo a través de cambios importantes en el sistema político, económico o social. Esto puede incluir reformas profundas o la reestructuración de las instituciones.
- Apelación emocional. Tiende a utilizar un discurso emocional, apelando a los sentimientos de frustración, miedo y esperanza de la gente. Esto puede incluir el uso de narrativas que evocan una identidad compartida o un sentido de pertenencia.
- Movilización de masas. Busca movilizar a grandes sectores de la población a través de manifestaciones, mítines o redes sociales, para crear un sentido de comunidad y acción colectiva.
- Desconfianza en las instituciones. Suele criticar y deslegitimar las instituciones tradicionales, como los medios de comunicación, el sistema judicial y otros organismos estatales, presentándolos como obstáculos para el verdadero deseo del pueblo.
- Nacionalismo. Muchas veces, incorpora un fuerte sentido de nacionalismo, promoviendo la idea de que el interés nacional debe estar por encima de consideraciones internacionales o globales. Esto puede incluir políticas de protección económica y control de la inmigración.
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Historia del populismo
El populismo surgió como respuesta al descontento de las clases populares frente a una élite minoritaria que controlaba el poder. En los Estados Unidos, a finales del siglo XIX, este fenómeno tomó forma en el Partido Demócrata. Su líder, William Jennings Bryan, representaba a los agricultores pobres que veían el gobierno nacional dominado por intelectuales y grandes empresarios. El populismo buscaba defender al “hombre común” y luchar contra las élites económicas y políticas.
Desde entonces, el discurso populista fue apareciendo en diferentes lugares del mundo. En Rusia, el populismo del siglo XIX glorificaba la vida campesina tradicional. En la Alemania nazi, apeló al campesinado alemán con una ideología nacionalista y autoritaria. En la India, el liderazgo de Gandhi destacaba a la gente común como la base de su lucha por la independencia. En Medio Oriente, el fundamentalismo islámico adquirió un carácter populista, oponiéndose a las élites seculares y occidentales.
En muchas ocasiones, el populismo encontró su mayor apoyo en áreas rurales y entre sectores marginados por el progreso tecnológico, la modernización o las élites políticas. En otras, el discurso populista exacerbó sentimientos xenófobos y criminalizó a grupos minoritarios, utilizando la retórica de “defender al pueblo” para justificar políticas de exclusión hacia aquellos ciudadanos percibidos como “ajenos” a la identidad nacional.
Populismo de derecha
El populismo de derecha se caracteriza por su énfasis en el nacionalismo y la identidad cultural. Su discurso presenta al pueblo nacional como un grupo homogéneo, amenazado por extranjeros, inmigrantes y minorías. A su vez, lo victimiza ante la globalización y, de esta manera, busca unir a sus seguidores en torno a un sentido de identidad nacional y exclusividad.
En muchas ocasiones, estas características van acompañadas de propuestas que promueven políticas proteccionistas y un retorno a valores considerados tradicionales, lo que resuena con sectores de la población que se sienten desplazados o ignorados por el cambio social.
Entre los diferentes casos de populismo de derecha, se pueden destacar:
- Donald Trump, Estados Unidos. Se enfoca en el nacionalismo económico y el discurso antiinmigración bajo el lema America First (“Primero América”). Es considerado populista por su retórica que enfrenta al “pueblo estadounidense” contra una élite política y mediática que, según él, ignora sus preocupaciones y necesidades.
- Jair Bolsonaro, Brasil. Tiene un discurso de “ley y orden” en el que enfatiza el combate contra el crimen y una fuerte oposición a las políticas de izquierda. Se considera populista por su apelación a los “brasileños comunes” que se sienten amenazados por la criminalidad y el desorden social. Critica a las élites políticas y a los defensores de los derechos humanos, que, desde su punto de vista, favorecen a los criminales.
- Marine Le Pen, Francia. Promueve un discurso nacionalistay anti-Unión Europea, y se opone a la inmigración masiva. Se proclama como la defensora del pueblo francés ante los burócratas políticos corruptos y rechaza a las comunidades de origen inmigrante, especialmente a las musulmanas.
- Viktor Orbán, Hungría. Con un discurso de origen conservador, tiene una agenda antiinmigración y censura. Se presenta como el defensor del “pueblo húngaro”, criticando a las élites liberales y a la Unión Europea por su intervención en asuntos internos y por promover políticas que, según él, amenazan la cultura húngara.
- Andrzej Duda, Polonia. Tiene un enfoque nacionalista de la identidad cultural polaca y se opone a la inmigración. Proclama defender los valores tradicionales y rechaza a los grupos progresistas y a la Unión Europea por intentar imponer políticas que considera ajenas a la cultura polaca.
- Javier Milei, Argentina. Se caracteriza por su discurso provocador y su crítica a la “casta política”. Es considerado populista porque se presenta como la voz del “pueblo argentino” y de “los argentinos de bien”, y denuncia a los grupos políticos tradicionales que, desde su punto de vista, han llevado al país a la crisis económica y social.
Populismo de izquierda
El populismo de izquierda se caracteriza por su enfoque en la justicia social y la lucha contra la desigualdad económica. Su discurso presenta al pueblo como un grupo oprimido que debe enfrentarse a una élite económica que lo explota y margina. De esta manera, busca crear un sentido de solidaridad entre los sectores populares, apelando a sus aspiraciones y a las demandas sociales.
Muchas veces, el populismo de izquierda está acompañado de propuestas que promueven políticas redistributivas, como la nacionalización de industrias estratégicas y la implementación de programas sociales. Esto resuena con aquellos que se sienten abandonados por un sistema que favorece a los ricos y perpetúa la pobreza.
Entre los diferentes casos de populismo de izquierda, se pueden destacar:
- Hugo Chávez, Venezuela. Promueve la “Revolución bolivariana”, con un enfoque en la redistribución de la riqueza y la soberanía nacional. Es considerado populista por su discurso que enfrenta al “pueblo venezolano” contra una élite corrupta y proimperialista.
- Evo Morales, Bolivia. Se presenta como el defensor de los pueblos indígenas y de los sectores más pobres. Implementó políticas de inclusión social y nacionalización de recursos naturales. Su discurso populista se centró en la lucha contra el imperialismo y la oligarquía, apelando a la identidad indígena y a la justicia social.
- Andrés Manuel López Obrador, México. Se proclama como un “presidente del pueblo”, y denuncia la corrupción y las injusticias del sistema político tradicional. Se considera populista por su retórica que enfrenta a los “mexicanos de a pie” contra una élite política y empresarial que, según él, ha ignorado las necesidades del pueblo.
- Bernie Sanders, Estados Unidos. Aunque no es un líder de un país, su influencia en el Partido Demócrata tiene un discurso populista de rasgos izquierdistas en la política interna estadounidense. Se enfoca en temas de justicia social, como la atención médica universal y la reducción de la desigualdad. Critica al “1 % más rico [de la población]” que, desde su punto de vista, controla la economía y la política, y margina a la clase trabajadora.
- Cristina Fernández de Kirchner, Argentina. Enfatiza la inclusión social y la defensa de los derechos de los sectores populares. Es considerada populista por su retórica que enfrenta al “pueblo argentino” contra la élite económica y política que, según ella, perjudica los intereses de las clases trabajadoras.
Populismo en América Latina
En América Latina, el populismo surgió en un contexto marcado por las desigualdades sociales y las crisis económicas. Durante la década de 1930, líderes como Juan Domingo Perón en Argentina introdujeron un nuevo estilo de liderazgo carismático, destinado a movilizar a los sectores populares. Este movimiento marcó un hito en la política latinoamericana, y la representación de los trabajadores se convirtió en un elemento central de los regímenes democráticos.
En las décadas de 1950 y 1960, el populismo se consolidó con la presencia de figuras como Getúlio Vargas en Brasil y José María Velasco Ibarra en Ecuador. Estos líderes adoptaron políticas de redistribución de la riqueza y desarrollaron un fuerte discurso antiimperialista contra la influencia de los Estados Unidos.
Sin embargo, en las décadas siguientes, muchos de estos movimientos enfrentaron la represión de regímenes militares que temían la influencia de los líderes populistas. Estos gobiernos autoritarios implementaron políticas de control, como la censura de los medios, la prohibición de partidos políticos y la persecución de opositores. En países como Argentina, Chile y Uruguay, la represión fue brutal, y tuvo como resultado detenciones, torturas y desapariciones forzadas de líderes y activistas.
El siglo XXI trajo consigo un resurgimiento del populismo en América Latina, que se manifestó en diferentes países de la región. El discurso populista se diversificó, asumiendo características tanto de izquierda como de derecha, y se orientó al descontento popular frente a la corrupción, la desigualdad y la falta de oportunidades.
El populismo ruso
El populismo ruso es un fenómeno político que se manifestó en diferentes momentos de la historia de Rusia. Se caracteriza por apelar a las emociones y necesidades del pueblo, y criticar a una élite corrupta y desconectada de las realidades de la vida cotidiana.
Su origen se remonta al siglo XIX con un movimiento político llamado narodniki, que buscaba representar los intereses de los campesinos y promover reformas agrarias. Este movimiento, que abogaba por el regreso a la vida rural y la justicia social, se opuso a la creciente modernización y urbanización del país. Los narodniki creían que la verdadera esencia de la sociedad rusa residía en el pueblo campesino, lo que llevó a una crítica intensa de la élite aristocrática y burguesa.
A comienzos del siglo XX, el discurso populista estuvo ligado a la Revolución de Octubre de 1917, del Partido Bolchevique liderado por Lenin. El lenguaje y el enfoque revolucionarios apelaban a las masas, denunciando a los terratenientes y capitalistas como enemigos del pueblo. A lo largo del período soviético, el discurso populista continuó en defensa del pueblo ruso y en oposición al imperialismo occidental.
En las últimas décadas, el populismo continuó existiendo en Rusia bajo el liderazgo de Vladímir Putin. A través de un discurso nacionalista y la crítica a las élites políticas y económicas, Putin se presenta como el defensor del pueblo ruso frente a las amenazas internas y externas. Su gobierno busca fomentar un sentido de orgullo nacional y utiliza el descontento social para consolidar su poder, manteniendo una narrativa que enfrenta a la “Rusia real” contra una élite corrupta y desconectada.
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Referencias
- Ackermann, M. (2008). Latin American politics. Encyclopedia of World History, vol. VI: The Contemporary World. 1950 to the Present. Facts on File.
- Arditi, B. (2007). Populism as a Spectre of Democracy. En Politics on the Edges of Liberalism. Difference, Populism, Revolution, Agitation. Edinburgh University Press.
- Francis, J. y Leonard, T. (Eds.). (2006). Morales Ayma, Juan Evo; Perón, Juan Domingo; Vargas, Getúlio Dornelles; Velasco Ibarra, José María. Encyclopedia of Latin America, vol IV: The Age of Globalization. Facts on File.
- Sheldon, G. W. (2001). Populism/populist. Encyclopedia of Political Thought. Facts on File.
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