Egoísmo

Te explicamos qué es el egoísmo, qué tipos existen y qué es el amor egoísta. Además, te contamos cómo es una persona egoísta.

egoismo
El egoísmo ha sido un rasgo moralmente condenable en diversas religiones y códigos éticos.

¿Qué es el egoísmo?

El egoísmo, en términos generales, es una conducta de excesivo apego al bienestar propio, que descuida o directamente vulnera el de los demás. Las personas egoístas, por lo tanto, son aquellas que únicamente piensan en sí mismas y que apenas dedican esfuerzos o atención a las necesidades ajenas.

La palabra egoísmo proviene de las voces latinas ego (“yo”) e –ismo (sufijo que expresa tendencia o doctrina), y aparece en la lengua española en 1786, posiblemente tomada en préstamo del francés, el inglés o el italiano. Surgió a la par de la palabra egotista, que tiene el mismo significado pero hoy en día se reserva para la literatura y el habla poética.

El egoísmo ha sido un rasgo moralmente condenable desde tiempos ancestrales; de hecho, la gran mayoría de las religiones y códigos éticos lo rechazan y fomentan en su lugar la fraternidad y el amor entre las personas. Es uno de los rasgos de personalidad que en los cuentos infantiles se atribuyen a los personajes malvados o destinados a aprender una lección, como ocurre en “El gigante egoísta” de Oscar Wilde (1854-1900).

Por otro lado, el egoísmo es tema de análisis y reflexión para la psicología, la sociología y la filosofía (tanto la ética como la moral), e incluso para la biología: los etólogos y estudiosos del comportamiento animal lo entienden como una conducta opuesta al altruismo, y que consiste en la defensa de los propios intereses del organismo por encima de los intereses colectivos de, por ejemplo, la propia manada o algún otro grupo de competidores. En ese sentido, el egoísmo biológico forma parte de lo que Charles Darwin llamó “sobrevivencia del más apto”.

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Características de una persona egoísta

Las personas egoístas se caracterizan por lo siguiente:

  • Anteponen su beneficio personal al colectivo en todo momento, incluso cuando un pequeño sacrificio propio les traería enormes beneficios a los demás.
  • Les resulta difícil desprenderse de lo propio, compartirlo, o dejar pasar oportunidades en favor de otros.
  • Suelen acaparar la atención, especialmente en un grupo, y se impacientan cuando deben oír a los demás.
  • Procuran sacar un provecho tangible a todas las situaciones en las que intervienen.
  • Aplican la ley del mínimo coste, es decir, dan siempre lo mínimo de su tiempo, esfuerzo o dinero a la hora de hacer algo, o buscan el modo de que se haga de la forma más cómoda o conveniente para ellos.

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Tipos de egoísmo

De acuerdo a la psicología, existen tres tipos diferentes de egoísmo, que son:

  • Egoísmo egocéntrico. El egocéntrico es aquel cuyo mundo social gira en torno a su ego, es decir, que coteja absolutamente todas las cosas con sus deseos. Este tipo de personas tienden al victimismo y a la falta de empatía, ya que en su orden de prioridades un ego desmedido deja poco espacio libre para el prójimo. En ese sentido, los egocéntricos utilizan a los demás para sus propios fines y no suelen interesarse demasiado en el bienestar ajeno, excepto cuando esto repercute en el propio.
  • Egoísmo neutro. También llamado “egoísmo consciente”, este tipo de egoísmo es el que antepone las propias necesidades fundamentales a la necesidad de complacer a los demás, pero lo hace de un modo más racional y moderado, a menudo como parte de un método de autoayuda o de mejoramiento de la autoestima. El egoísmo neutro es el fomentado por las doctrinas de “ayúdate primero” que establecen la necesidad de cuidar de uno mismo antes de cuidar a los demás, pues de otro modo es imposible ayudar genuinamente.
  • Egoísmo altruista. Con este oxímoron o unión de términos contradictorios se conoce a la conducta que persigue el propio beneficio, pero de un modo tal que resulte también beneficiosa para un tercero. Es decir, un egoísta altruista le da prioridad siempre a sus asuntos, pero se esfuerza por realizarlos de un modo que resulte útil para los demás.

Amor egoísta

Se llama comúnmente “amor egoísta” a ciertos tipos de relaciones románticas o amorosas que subordinan los intereses de uno de los individuos respecto a los del otro, en lugar de ser ecuánimes y brindar a ambas partes el mismo disfrute o la misma importancia. Es decir, el amor egoísta es un amor poco saludable, cuyo apego resulta útil o grato únicamente para una de las partes, lo que puede generar perjuicio, tristeza o insatisfacción en la otra.

El amor egoísta puede recibir muchos nombres: amor tóxico, relaciones tóxicas, amor manipulador, entre otros. Naturalmente, no es una forma de amor que se deba fomentar o que sea deseable.

Egoísmo moral y egoísmo racional

Desde el punto de vista de la filosofía, existen dos escuelas de pensamiento en torno al egoísmo, o sea, dos enfoques que lo perciben como un objeto de interés y que formulan en torno a él diferentes planteamientos. Dichas tendencias son el egoísmo moral (o egoísmo ético) y el egoísmo racional.

  • El egoísmo moral. Vinculado con las doctrinas filosóficas del subjetivismo, el egoísmo moral propone que la única forma de sobrellevar la propia existencia es de un modo egoísta, es decir, que la ética social de los individuos debe siempre obrar en su propio interés, lo cual no impide que, al obrar, se genere también un beneficio accidental o secundario a otras personas. Así, el egoísta moral defiende que cada quien vele por su propio beneficio, pero también que lo hagan los grupos humanos (como países u organizaciones), ya que las necesidades propias son lo único que realmente conocemos, y al tratar de satisfacer las ajenas podemos acabar haciendo más daño que beneficio.
  • El egoísmo racional. Vinculado con las doctrinas filosóficas del objetivismo, el egoísmo racional propone que la búsqueda del bienestar propio debe provenir de una evaluación racional, objetiva, lógica y alejada de los aspectos morales que definen, por ejemplo, al egoísmo moral. Desde este punto de vista, el altruismo es un vicio que satisface a los demás pero nunca al propio individuo, y por lo tanto conduce al malestar y al colectivismo, o sea, a anteponer injustamente los deseos de la masa a los del individuo.

Egoísmo positivo y negativo

Otro enfoque para distinguir entre las formas de egoísmo es el que opone un egoísmo positivo o saludable a un egoísmo negativo e insano. La diferencia entre uno y otro radica en el grado de responsabilidad que se tiene ante el colectivo o ante las necesidades del otro. Así, tenemos que:

  • El egoísmo positivo es aquel que permite a los individuos buscar el beneficio propio sin por ello incurrir en el daño a los demás, y es el que se pone en práctica cuando llevamos a cabo acciones que nos benefician o complacen, al mismo tiempo que benefician y complacen a un acompañante. El beneficio mutuo, visto así, solo es posible si ambas personas ejercen un egoísmo positivo.
  • El egoísmo negativo es aquel que causa un daño a terceros (o permite que sufran un daño indirecto) para obtener el beneficio personal, y es la forma de egoísmo más repudiada moralmente, pues el individuo que la practica se desliga completamente del bienestar colectivo o de los otros, centrándose así única y exclusivamente en lo que quiere o necesita.

Frases sobre el egoísmo

Algunas frases célebres sobre el egoísmo son las siguientes:

  • “El egoísta se ama a sí mismo sin rivales.” Cicerón (106-43 a. C.), escritor y político de la Antigua Roma.
  • “Nadie es jamás secundario para sí mismo.” François Rabelais (1494-1553), escritor francés.
  • “El egoísta sería capaz de pegar fuego a la casa del vecino para poder freírse un huevo.” Sir Francis Bacon (1561-1626), filósofo y ensayista británico.
  • “El hombre es el lobo del hombre.” Thomas Hobbes (1588-1679), filósofo y politólogo británico.
  • “No hay verdadera felicidad en el egoísmo.” George Sand (1804-1876), escritora de origen francés.
  • “Los grandes egoístas son el plantel de los grandes malvados.” Concepción Arenal (1820-1893), escritora española.
  • “Un egoísta es una persona que piensa más en sí misma que en mí.” Ambrose Bierce (1842-1914), escritor y editor estadounidense.
  • “El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor.” Jacinto Benavente (1866-1954), dramaturgo español.

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Referencias

¿Cómo citar?

"Egoísmo". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en: https://concepto.de/egoismo/. Última edición: 13 de julio de 2022. Consultado: 26 de abril de 2024

Sobre el autor

Última edición: 13 julio, 2022

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