Tipos de democracia

Te explicamos cuáles son los tipos de democracia y las características de la democracia directa, indirecta y semidirecta.

¿Cuáles son los tipos de democracia?

Los tipos de democracia son las distintas formas de organizar un régimen democrático. Generalmente, se clasifican según el grado de participación política de la ciudadanía.

La democracia es un modelo de gobierno en el que la soberanía reside en el pueblo, es decir, en el conjunto de los ciudadanos de un país. En este sentido, los tipos de democracia se dividen entre:

• Democracia directa o participativa, en la que la soberanía es ejercida de forma directa por los ciudadanos.
• Democracia indirecta o representativa, en la que la soberanía es ejercida de forma indirecta por los ciudadanos.
• Democracia semidirecta, que combina aspectos de las formas participativa y representativa.

La democracia surgió en la Antigua Grecia, en el seno de la polis (ciudad-Estado) de Atenas, en el siglo VI a. C. En ese entonces, se trataba de un tipo de democracia directa, en la que participaban todos los ciudadanos (aunque el concepto de “ciudadano” excluía a los esclavos, las mujeres y los extranjeros).

A finales de la Edad Moderna y comienzos de la Edad Contemporánea, el modelo de la monarquía absoluta, característico del Antiguo Régimen, fue reemplazado por un resurgimiento de la democracia, esta vez en su forma indirecta o representativa. Este cambio se dio en el contexto del ascenso político de la burguesía, la expansión de las ideas liberales y republicanas, y el estallido de revoluciones y procesos de cambio, como la Revolución francesa de 1789.

Desde entonces, los Estados democráticos suelen estar organizados como una república (democracia republicana), cuando el jefe del Estado es elegido mediante el voto popular, o como un sistema monárquico (monarquía parlamentaria), cuando el jefe del Estado es una figura hereditaria (aunque el poder fáctico resida en el Parlamento y en el primer ministro o presidente del gobierno).

En la actualidad, los mecanismos y procedimientos democráticos pueden variar de unos países a otros, pero en general son reconocidos como gobiernos democráticos todos aquellos que respetan ciertos principios comunes, como la soberanía popular, el pluripartidismo, la división de poderes, los derechos humanos y el estado de derecho.

• Ver además: Formas de gobierno

Democracia directa (o participativa)

La democracia directa o participativa es aquella en la que la mayoría de las decisiones políticas son tomadas por el pueblo, ya sea en asambleas o mediante consultas populares, como referendos, plebiscitos u otros mecanismos consultivos. De este modo, la ciudadanía participa de forma directa en la toma de decisiones.

En una democracia directa, es frecuente la conformación de asambleas de participación popular, de las que emergen delegados o voceros encargados de hacer cumplir ciertas decisiones o trasladar a las instancias de poder superior las peticiones y resoluciones tomadas localmente.

Este tipo de democracia es la que permite un mayor grado de participación de la ciudadanía y una mayor cercanía entre el pueblo y el gobierno. Sin embargo, presenta la desventaja de que solo puede funcionar de manera plena en territorios y grupos reducidos (como sucedía en la ciudad-Estado de Atenas). En ámbitos más numerosos (como los Estados modernos), puede multiplicar las instancias burocráticas y volver más lento y costoso el proceso de toma de decisiones.

Democracia indirecta (o representativa)

La democracia indirecta o representativa es aquella en la que, si bien la soberanía reside en el pueblo, este no la ejerce de forma directa sino a través de sus representantes. Estos representantes son elegidos mediante el sufragio, ya sea de tipo directo (los votantes eligen a sus representantes) o de tipo indirecto (los votantes eligen a electores que, a su vez, eligen a los representantes).

Este sistema funciona de acuerdo con la premisa de que, dado el tamaño y la complejidad de los Estados modernos, no todo puede someterse a una consulta popular, y una democracia directa resultaría ineficiente si se aspira a tener un Estado operativo.

La democracia indirecta se basa en el principio de que las elecciones libres transfieren la responsabilidad de gobierno a los representantes políticos, quienes deben tomar las decisiones legislativas o ejecutivas mediante una adecuada interpretación de la voluntad de sus votantes o del pueblo.

La democracia representativa puede, a su vez, ser de los siguientes tipos:

• Democracia parlamentaria. Es aquella en la que la jefatura de gobierno es ejercida por un primer ministro o presidente del gobierno nombrado por el Parlamento (poder legislativo), cuyos miembros son elegidos por el voto popular y controlan al poder ejecutivo.
• Democracia presidencialista. Es aquella en la que el poder ejecutivo es ejercido por un presidente elegido mediante el sufragio popular directo, quien concentra un mayor grado de poder político que el Parlamento.

Democracia semidirecta

Según algunos autores, existe un tercer tipo de democracia que combina algunos elementos de la democracia directa y la democracia indirecta. Por esta razón, se la llama democracia semidirecta.

En este caso, el poder político es controlado por gobernantes y legisladores elegidos mediante el sufragio popular, pero la mayoría de sus decisiones deben ser respaldadas por el pueblo a través de referendos, consultas o plebiscitos. Este tipo de democracia es característico de la Confederación Suiza.

Mediante este tipo de democracia se busca establecer una opción más eficiente que la democracia directa pero que no distancie tanto al pueblo del ejercicio del poder, como sucede en las democracias representativas, en las que la clase política termina constituyéndose en una élite.

Formas de gobierno democráticas

Un modo de clasificar a los gobiernos democráticos contemporáneos que funcionan como democracias representativas es a partir de su organización constitucional y su forma de acceso a la jefatura del Estado. En este sentido, se puede diferenciar entre:

• Repúblicas. La jefatura del Estado la ocupa un presidente, elegido directa o indirectamente por el voto popular, quien ejerce de modo directo el poder ejecutivo (democracia presidencialista) o bien nombra un primer ministro para ejercer las funciones de gobierno (democracia parlamentaria). La división de poderes, consagrada en la Constitución, también establece las facultades del Parlamento (cuyos representantes son elegidos por el pueblo) y del poder judicial.
• Monarquías parlamentarias. La jefatura del Estado está generalmente reservada a un monarca de carácter hereditario, pero sus facultades son muy limitadas, a menudo restringidas a funciones ceremoniales, diplomáticas y representativas. La conducción política del país funciona de acuerdo con los principios de una democracia parlamentaria, con un primer ministro o presidente del gobierno elegido por el Parlamento (aunque formalmente nombrado por el monarca) y un Parlamento elegido por la ciudadanía.

Modelos ideológicos de democracia

Existen otras formas de clasificación de la democracia que hacen hincapié en su orientación ideológica, ya sea como modelo de gobierno o como doctrina de un movimiento político. Por ejemplo:

• Democracia liberal. Con este término se describe a los regímenes democráticos que surgieron a partir de finales del siglo XVIII y que caracterizan a la mayor parte de las monarquías parlamentarias y repúblicas democráticas contemporáneas. Se basa en el reconocimiento de las libertades individuales, el sistema de representación política y el pluripartidismo, en un contexto económico de libertad de mercado. En el vocabulario marxista se la suele llamar “democracia burguesa”.
• Socialdemocracia. Es una corriente política cuyos principios suelen implementarse en una democracia liberal cuando es gobernada por un partido socialdemócrata. En este modelo, el Estado interviene en el funcionamiento de la economía mediante regulaciones, programas sociales o ayudas económicas, con el objetivo de atenuar algunos efectos negativos del capitalismo, como la desigualdad social.
• Democracia popular. Es el nombre que recibieron los regímenes autoritarios dominados por el Partido Comunista en Europa central y oriental durante la Guerra Fría (1947-1991), bajo la hegemonía de la Unión Soviética. Generalmente, eran sistemas de partido único que no admitían las libertades políticas y de expresión y que se encargaban de administrar centralmente una economía planificada. En algunos casos, también se asocia este término con los regímenes comunistas de otras regiones del mundo, como la República Popular China o la República de Cuba, si bien estos adoptan nombres como “democracia socialista” o, en el caso de China, “dictadura democrática popular”.
• Confederalismo democrático. Es una propuesta de organización política derivada del municipalismo libertario, un modelo ideológico de origen anarquista que promueve un sistema de autogobierno a escala municipal. Este sistema consiste en comunas o ciudades autónomas en las que las personas toman decisiones mediante mecanismos de democracia directa, como las asambleas, y se unen entre sí en federaciones sin depender de una estructura estatal centralizada. El confederalismo democrático es actualmente practicado solamente en el territorio de Rojava, una región en el noreste de Siria que es administrada por grupos kurdos pero cuya autonomía no es reconocida internacionalmente.

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Referencias

• Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G. (Dirs.). (2015). Diccionario de política. Siglo XXI.
• Dahl, R. A. (2022). La democracia. Ariel.
• Dahl, R. A., Froomkin, D. y Shapiro, I. (2024). Democracy. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
• Lijphart, A. (2012). Modelos de democracia. Formas de gobierno y resultados en 36 países. Ariel.
• Sartori, G. (2007). ¿Qué es la democracia? Taurus.