Te explicamos qué es La Gioconda, también llamada Mona Lisa, quién fue su autor y cuáles son las características de esta pintura. Además, su historia, sus enigmas y curiosidades.
¿Qué es La Gioconda o la Mona Lisa?
Se conoce popularmente como La Gioconda, la Monna Lisa o Mona Lisa a un cuadro del pintor italiano del Renacimiento Leonardo da Vinci. El título original de la obra es Retrato de Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo, y fue pintada entre los años 1503 y 1519.
El cuadro es un retrato de medio cuerpo pintado al óleo sobre una tabla de madera de álamo. Allí puede verse en primer plano a una mujer renacentista, que viste ropas oscuras y lleva un velo sobre la cabeza, y que está sentada en un sillón, con los brazos apoyados en el asiento. En el fondo se distinguen árboles, montañas y un lago.
El retrato está expuesto en una de las salas más importantes del Museo del Louvre, en París, y es una de las pinturas más famosas del mundo. Su historia, de la que se cuentan muchas versiones distintas, está rodeada de misterios.
Se cree que la denominación La Gioconda se debe a que la modelo era la esposa de Francesco del Giocondo, cuyo nombre era Lisa Gherardini. De allí que el otro título popular de la pintura sea Monna Lisa, un diminutivo de Madonna Lisa (madonna deriva de mea domina, en latín, que se traduce como “mi señora”). Esta versión está ampliamente aceptada, aunque la identidad de la modelo sigue siendo motivo de debate.
Ver además: Renacimiento
Autor de La Gioconda
El autor de La Gioconda es el renacentista italiano Leonardo da Vinci (1452-1519), un polímata (es decir, un experto en varias disciplinas) que cultivó con excelencia no solo la pintura y el dibujo, sino también la arquitectura, la paleontología, la botánica, la escultura, la filosofía, la poesía, la ingeniería, la música y el urbanismo.
Leonardo da Vinci es considerado el máximo representante del mundo renacentista y un genio adelantado a su época. La inventiva de Leonardo era tal que fue capaz de concebir prototipos de automóviles, submarinos, vehículos voladores y otros artefactos y herramientas varios siglos antes de los primeros intentos formales para materializarlos.
A pesar de haber sido un gran creador, solo se conservan cerca de veinte de sus obras, junto con sus cuadernos de dibujos y diagramas. Además, se estima que Da Vinci produjo varios miles de manuscritos, notas y croquis, de los cuales han quedado cerca de 13.500. Muchos de sus cuadros son referentes fundamentales de la cultura occidental y han sido versionados, referidos y citados miles de veces.
Los restos de Leonardo descansan en la capilla de Saint-Hubert, en Amboise, Francia.
Características de La Gioconda
La Gioconda presenta las siguientes características:
- Su técnica fue una innovación de Da Vinci. La técnica que permitió alcanzar el nivel de realismo y tridimensionalidad que caracteriza a la obra fue inventada por el propio Da Vinci y se denomina sfumato (difuminado). Consiste en aplicar distintas capas de pigmento sobre el lienzo, muy diluidas, a fin de obtener un efecto traslúcido que superpone delicadamente los tonos. Se hizo muy común en las obras renacentistas.
- Sus dimensiones son realistas. La Gioconda tiene 79,4 centímetros de alto y 53,4 centímetros de ancho. Las dimensiones del soporte le permitieron a Leonardo acercar el retrato a las proporciones reales de su modelo.
- Los colores no son los originales. La pintura fue retocada en numerosas ocasiones por el propio Da Vinci y, tras su muerte, por otros pintores. Las múltiples intervenciones y barnizados generaron con el tiempo un velo amarillento que alteró la paleta original de la obra y distorsionó, por ejemplo, el azul del cielo, que actualmente tiene un tono verdoso.
- Existen múltiples réplicas. Existen numerosas réplicas del cuadro, como La Gioconda del taller de Leonardo (también llamada La Gioconda del Prado), que se encuentra en el Museo del Prado, en Madrid, y la Mona Lisa del Hermitage, del siglo XVII y de autor desconocido, que pertenece a la colección del Museo Hermitage de San Petersburgo.
Historia de La Gioconda
La Gioconda fue una de las últimas obras de Da Vinci. Leonardo comenzó a pintarla en 1503 y no dejó de retocarla hasta el final de sus días en 1519, por lo que se cree que nunca la consideró completamente terminada. Posteriormente, fue comprada por el rey Francisco I de Francia (1494-1547), un monarca que fue importante para la explosión cultural del Renacimiento. Desde entonces, el cuadro ha pertenecido al Estado francés.
En un principio, se exhibió en el Palacio de Fontainebleau, más tarde en el Palacio de Versalles y finalmente en el Museo del Louvre. Se dice que Napoleón Bonaparte ordenó su retiro del museo para colgarlo en su dormitorio en el Palacio de las Tullerías, en el centro de París, hasta que fue devuelto al museo en 1804.
En 1911, La Gioconda fue robada por el italiano Vincenzo Peruggia, artista y ex empleado del museo, quien entró al Louvre una mañana vestido con un uniforme de mantenimiento, separó el cuadro de su marco y abandonó el museo con la obra escondida bajo la ropa. La investigación del caso mantuvo el museo cerrado durante una semana, sin resultados. Durante los años siguientes, el Louvre recibió a miles de visitantes que iban a ver el marco vacío de la Mona Lisa, y el cuadro adquirió una fama extraordinaria entre el público general.
Casi dos años y medio después, Peruggia fue detenido cuando intentó vender el cuadro a la Galería Uffizi en Florencia. A pesar de que alegó su intención de devolverlo a su legítima patria, Italia, fue condenado a un año y quince días de prisión.
Tras exhibirse en Florencia, Roma y Milán, la obra volvió al Museo del Louvre y fue ubicada en el espacio central de la mayor sala del recinto: la Sala de los Estados, donde la acompañan otras grandes piezas de maestros venecianos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, La Gioconda fue hospedada en el castillo de Amboise y en la abadía de Loc-Dieu, hasta su retorno al Louvre, donde actualmente es visitada por millones de personas al año.
En años recientes, la obra fue atacada en dos ocasiones por militantes ecologistas. En 2022, un hombre disfrazado de anciana le lanzó un pastel de crema, y en 2024, dos jóvenes le arrojaron sopa de tomate exigiendo acciones contra el cambio climático. Ninguno de estos ataques provocó daños a la pintura, dado que está protegida por un vidrio blindado de alta resistencia.
Enigmas de La Gioconda
Hay múltiples teorías y misterios alrededor de La Gioconda, muchos de ellos fruto de la fantasía y otros producto del análisis de especialistas. Estos enigmas tienen relación con distintos aspectos de la obra.
- La identidad de la modelo
Si bien muchos especialistas aceptan como verdadera la versión de que se trata de Lisa Gherardini, la identidad de la modelo sigue siendo debatida. Algunos afirman que era una vecina del artista, mientras que otros aseguran que se trata de la reina Isabel de Aragón, la duquesa Costanza d’Avalos o una dama napolitana de nombre Isabella Gualanda. Se ha dicho incluso que era la propia madre de Leonardo, pintada de memoria.
Otra hipótesis sugiere que la obra fue encargada por Lisa Gherardini y su esposo Francesco del Giocondo para celebrar el nacimiento de su segundo hijo, lo que podría explicar el guarnello (un velo que usaban en la época las mujeres embarazadas) y la leve y serena sonrisa con la que la modelo observa al pintor. En 2022, nuevas investigaciones basadas en el paisaje representado en la pintura sugirieron que podía tratarse de la noble italianaBianca Giovanna Sforza.
- El significado de la sonrisa
La Gioconda produce el efecto de una sonrisa disimulada, tenue, que desaparece cuando fijamos en ella la vista y se insinúa de nuevo cuando se mira por el rabillo del ojo. Esta sonrisa es tan enigmática que al observarse detalladamente puede convertirse incluso en un gesto de amargura, por lo que ha generado especulaciones durante siglos. Recientemente, se acudió a un software de reconocimiento visual de emociones humanas para identificar por medio de un algoritmo las expresiones contenidas en este gesto. El programa concluyó que la modelo está 84 % feliz, 9 % incómoda, 6 % asustada y 2 % molesta.
- La ubicación del paisaje representado
Existen muchas teorías respecto al paisaje que aparece en el fondo del cuadro. Algunos lo identifican con los Alpes en la región cercana a Milán, otros con la ciudad del Bobbio, en la región de Emilia-Romaña, y otros con el Valle del río Arno. La diferencia entre la sección derecha y la sección izquierda de la pintura, a partir de la interrupción que genera la silueta de la mujer representada en primer plano, ha hecho difícil identificar la ubicación exacta del paisaje.
- La supuesta presencia de mensajes secretos
La novela de misterio de Dan Brown El código Da Vinci y sus secuelas han sido tomadas por algunas personas como historias reales. Esto ha alimentado la teoría de que la técnica del sfumato supuestamente habría permitido a Leonardo insertar, entre las capas de pintura, mensajes ocultos y secretos relacionados con la Iglesia católica.
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Referencias
- Boyano, J. T. (2021). ¿Por qué “La Gioconda” del Louvre sonríe y la del Prado no?. The Conversation. https://theconversation.com/
- Da Vinci, L. (2006). Tratado de la pintura. Andrómeda.
- Delieuvin, V. ( 2021). Portrait de Lisa Gherardini, épouse de Francesco del Giocondo, dit La Joconde ou Monna Lisa. Musée du Louvre. https://collections.louvre.fr/
- González Mozo, A. (2021). Mona Lisa. Museo Nacional del Prado. https://www.museodelprado.es/
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