Etnocentrismo

Te explicamos qué es el etnocentrismo, qué tipos existen y diversos ejemplos. Además, qué es el relativismo cultural.

etnocentrismo
Las primeras ciencias sociales veían a la cultura occidental como superior a las demás.

¿Qué es el etnocentrismo?

El etnocentrismo es la tendencia a interpretar el mundo y las distintas culturas de acuerdo a los parámetros de la propia cultura. Esto suele dificultar la comprensión de otras sociedades, pues promueve la idea de que la propia cultura es superior o más desarrollada que las demás, y que las costumbres de la sociedad a la que uno pertenece son las únicas correctas.

De este modo, se emplea la propia cultura como el estándar contra el que se miden las otras, sin que se comprenda que se trata de una cultura más entre las muchas que existen. El etnocentrismo puede llevar en ocasiones a validar pensamientos o comportamientos xenófobos, racistas o discriminatorios, aun cuando muchas veces esto suceda de manera involuntaria o inconsciente.

El concepto de “etnocentrismo” fue acuñado en 1906 por el académico estadounidense William Graham Sumner (1840-1910), en su libro Folkways. En el campo de la psicología social, el etnocentrismo es considerado un sesgo cognitivo común en las diferentes culturas. En el campo de la antropología, por su parte, es reconocido como una tendencia frecuente tanto en las sociedades estudiadas como en la mirada de los antropólogos.

Los primeros estudios de antropología y ciencias sociales del siglo XIX y comienzos del XX presentaron, por lo general, una tendencia etnocéntrica que distinguía entre la cultura europea u occidental y las demás culturas (especialmente de los pueblos indígenas), expresada en términos de “civilización” versus “salvajismo” o “barbarie”. En la actualidad, los enfoques etnocéntricos son generalmente criticados y se intenta evitarlos en los estudios antropológicos.

Puntos clave

  • El etnocentrismo es la tendencia a juzgar a otras culturas desde la perspectiva de la propia cultura, generalmente considerada superior o más desarrollada.
  • El etnocentrismo dificulta la comprensión de otras sociedades al considerar que la propia cultura es la norma o el estándar a seguir.
  • A lo largo de la historia, el etnocentrismo fue una tendencia frecuente en las sociedades humanas, y también caracterizó a los primeros estudios antropológicos del siglo XIX y comienzos del XX.
  • La actitud opuesta al etnocentrismo es el relativismo cultural, que sostiene que no hay valores universales y busca comprender las culturas dentro de sus contextos históricos específicos.

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Tipos de etnocentrismo

Los principales tipos de etnocentrismo son:

  • Etnocentrismo racial. Consiste en pensar que la propia etnia es genéticamente superior, y en considerar a las otras poblaciones humanas como “distintas”, exóticas y genéticamente inferiores, habitualmente reducidas a preconceptos o estereotipos.
  • Etnocentrismo cultural. Consiste en atribuir a la propia cultura un mayor desarrollo o un grado de civilización más avanzado que el de las demás culturas. En este sentido, es posible hablar de eurocentrismo (cuando se considera a la cultura europea como el modelo universal de civilización), afrocentrismo (cuando se considera a las culturas africanas como las más importantes de la historia), chinocentrismo (cuando se le atribuye una posición de centralidad a la cultura china), entre otros.
  • Etnocentrismo lingüístico. Consiste en suponer que la propia lengua es más compleja, eficiente o simplemente mejor que las lenguas de otras culturas. También implica imponer conceptos provenientes de la propia lengua a fenómenos o instituciones de otras culturas que tienen sus propias palabras para nombrarlos o expresarlos.
  • Etnocentrismo religioso. Consiste en creer que la propia religión es la única religión verdadera o que simplemente es superior a las creencias de las demás culturas, muchas veces consideradas equivocadas o reducidas a las categorías de “superstición” o “idolatría”.

Etnocentrismo secundario

Existe la distinción entre el etnocentrismo propiamente dicho, que tiende a ver a todas las culturas desde la perspectiva de la cultura propia, y el etnocentrismo secundario. En este, el antropólogo ve al mundo no a través del lente de su propia cultura, sino de la cultura en la que hizo su trabajo de campo, lo que lo lleva a hacer generalizaciones sobre diversas culturas a partir de su experiencia en una sola cultura determinada.  

Ejemplos de etnocentrismo

Algunos ejemplos de etnocentrismo a lo largo de la historia son:

  • La concepción grecorromana de los “bárbaros”. En la antigüedad clásica, los griegos llamaban a los extranjeros “bárbaros”, un término que provenía de la onomatopeya “bar bar” (similar al castellano “bla bla”) con la que los griegos se referían a la forma de hablar de las poblaciones que no usaban la lengua griega, que para los griegos resultaba incomprensible. Este término adquirió connotaciones negativas, pues quedó asociado a la percepción griega de los extranjeros como salvajes. Posteriormente, los romanos adoptaron el mismo término para referirse a los pueblos que no formaban parte del imperio y que buscaban conquistar, como los galos, los celtas y los germanos, ya que estos no hablaban el latín y se consideraba que no tenían las costumbres “civilizadas” de Roma.
  • El colonialismo europeo. Entre los siglos XVI y XIX, las grandes potencias imperiales europeas se repartieron militar y económicamente el mundo, y fundaron colonias en territorios que estaban habitados por poblaciones autóctonas. En estas colonias se imponían las costumbres y la lengua de las potencias europeas, que se consideraban a sí mismas el modelo de la civilización. Se clasificaba a las personas según su origen étnico o geográfico, lo que a menudo implicaba diferenciarlas por el color de la piel u otras características físicas. De este modo, se privilegiaba el origen europeo y se juzgaba a las etnias indígenas como primitivas y faltas de civilización.
  • El nazismo en Alemania. El régimen nazi liderado por Adolf Hitler en Alemania entre 1933 y 1945 promovió una forma de etnocentrismo racial, que llevó a la aplicación de medidas violentas contra las poblaciones consideradas racialmente inferiores. La ideología nazi defendía la existencia de una raza superior, la “raza aria”, a la que supuestamente pertenecía el pueblo alemán, y de razas inferiores, entre las que se incluía a los judíos, los gitanos y los eslavos. Además, consideraba la “mezcla racial” como una degeneración y una amenaza a la pureza de la sangre alemana. Estos argumentos racistas llevaron a la segregación y al exterminio de millones de personas en campos de concentración.
  • El imperialismo japonés. En la segunda mitad del siglo XIX, Japón se convirtió en un imperio y llevó adelante un programa de expansión por Asia oriental y el Pacífico. En la década de 1930, este programa se combinó con una ideología ultranacionalista que llevó a la invasión de Manchuria (1931) y del norte y este de China (1937), lo que incluyó episodios de violencia contra la población civil china, como la masacre de Nankín. Estos hechos se sostenían en una ideología etnocéntrica que consideraba a los chinos y a otras poblaciones asiáticas como inferiores a los japoneses.
  • El canon de belleza occidental. Muchos estudiosos y críticos han denunciado que los medios de comunicación, la industria de la moda y la publicidad de los países occidentales difunden un estándar de belleza que tiende a equiparar las facciones de origen europeo con lo hermoso y lo deseable. Esto promueve el empleo de alisados, blanqueadores y otros productos similares entre los consumidores. Sin embargo, los estudios históricos y antropológicos permiten comprender que cada cultura tiene sus propios estándares de belleza.

Etnocentrismo y relativismo cultural

Lo opuesto al etnocentrismo es el relativismo cultural. Esta concepción, proveniente de la antropología cultural del siglo XX, propone que los valores sociales, políticos, culturales y religiosos de una sociedad no son universales, sino que son fruto de su historia particular. Por lo tanto, dado que cada cultura posee su propia historia y sus propios valores, estos no pueden ser juzgados según las normas y valores de otra cultura (por ejemplo, de la cultura del antropólogo).

Así, el relativismo cultural rechaza las perspectivas etnocéntricas, pues en lugar de evaluar las prácticas y creencias de una cultura según los parámetros de otra sociedad, intenta comprender los aspectos socioculturales de cada pueblo en relación con su contexto único y particular. De este modo, se rechaza la idea de que hay pueblos “avanzados” o “civilizados” y pueblos “atrasados” o “primitivos”. Se plantea, en cambio, que existen distintos modelos de organización sociocultural, vinculados con trayectorias históricas particulares.

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Referencias

  • Barnard, A. y Spencer, J. (Eds.). (2002). Encyclopedia of Social and Cultural Anthropology. Routledge.
  • Bizumic, B. (2018). Ethnocentrism. Integrated Perspectives. Routledge.
  • Cabrera, M. Á. (2020). Después del etnocentrismo. Historia de una crítica teórica. Postmetrópolis.
  • Llobera, J. R. (1999). La identidad de la antropología. Anagrama.
  • Sumner, W. G. (1906). Folkways. A Study of Mores, Manners, Customs and Morals. Ginn and Company.

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Gayubas, Augusto (24 de octubre de 2024). Etnocentrismo. Enciclopedia Concepto. Recuperado el 24 de octubre de 2024 de https://concepto.de/etnocentrismo/.

Sobre el autor

Última edición: 24 de octubre de 2024
Revisado por Augusto Gayubas
Doctor en Historia (Universidad de Buenos Aires)

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