Edad del Hierro

Te explicamos qué fue la Edad del Hierro, cómo era su sociedad y otras características. Además, cómo comenzó y terminó.

¿Qué fue la Edad del Hierro?

La Edad del Hierro fue el último de los períodos de la Edad de los Metales, junto con la Edad del Cobre y la Edad del Bronce. Como su nombre lo indica, fue la etapa en la que el ser humano descubrió el modo y las ventajas de trabajar el hierro, cuyo uso se difundió y popularizó a partir del 1200 a. C.

Con este metal más resistente se reemplazaron la piedra, el cobre y el bronce en la fabricación de armas y herramientas. Este gran cambio tecnológico no fue un hecho aislado sino que fue acompañado por un conjunto de profundos cambios culturales, sociales y económicos que redefinieron la antigüedad.

Como suele ocurrir con otras etapas de la prehistoria y la historia antigua, la Edad del Hierro no tuvo un punto de partida y un final concretos y universales, aplicables por igual a todas las culturas de la antigüedad. En cada región, el proceso dependió de la disponibilidad de minerales de hierro o de la conexión con las rutas comerciales del momento que facilitaran el acceso al metal.

En algunas regiones comenzó antes (Oriente Próximo y sudeste de Europa), en otras más tarde (resto de Europa y China), y algunas culturas ni siquiera conocieron la Edad del Bronce como antecedente de la Edad del Hierro, sino que pasaron directamente del uso de herramientas de piedra a la fabricación de herramientas de hierro (África subsahariana).

El final de la Edad del Hierro se asoció a eventos distintos en el Mediterráneo (el inicio de la historia arcaica y clásica de Grecia Antigua en el siglo VIII a. C. y la posterior expansión romana), el Oriente Próximo (la fundación del Imperio persa aqueménida en el 550 a. C.), el subcontinente indio (la expansión del Imperio maurya y su adopción del budismo en el siglo III a. C.) o China (el inicio de la era imperial en 221 a. C.).

Por otro lado, en el centro de Europa la Edad del Hierro perduró hasta casi el comienzo de la era cristiana y en los pueblos del norte europeo hasta ya entrada la Alta Edad Media, en torno al 800 d. C. En América y Australasia no hubo Edad del Hierro, pues este metal fue introducido por la colonización europea siglos más tarde.

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Inicio de la Edad del Hierro

La Edad del Hierro comenzó alrededor del 1200 a. C. Surgió de manera más o menos simultánea en distintos lugares: el Oriente Próximo, la India (durante el período védico) y el sudeste de Europa (durante la Edad Oscura griega).

En otras regiones de Europa, la Edad del Hierro comenzó más tarde y se generalizó recién en el siglo VII a. C. Hay teorías que sugieren que la introducción de la metalurgia del hierro en Europa se produjo desde Anatolia a través del Cáucaso o los Balcanes, mientras que otras sugieren que se expandió a través del Mediterráneo debido a las colonizaciones fenicia y luego griega.

Por su parte, en el África subsahariana la cultura Nok, oriunda de Nigeria, pasó directamente desde el Neolítico hasta la utilización del hierro en el siglo VI a. C., y en otras zonas de África también aparecieron indicios del trabajo del hierro a partir de esa época. En China, el primer uso del hierro se documentó en torno al 600 a. C.

Hay evidencia que apunta a que las sociedades antiguas tardaron en comprender que el hierro era un metal más conveniente que el bronce. El hierro ya se utilizaba en cantidades modestas en épocas anteriores, pero la obtención y el trabajo de este metal requerían de técnicas metalúrgicas más complejas para su aleación, fundido y forja, que exigieron mayores destrezas tecnológicas. Una vez descubiertas, estas formas de trabajarlo se difundieron y el hierro se convirtió en el metal predominante, dado que el mineral de hierro era más abundante que el estaño (usado para obtener bronce) y las armas y herramientas de hierro eran más resistentes que las de bronce.

Características de la Edad del Hierro

El rasgo característico de la Edad del Hierro fue el descubrimiento de la técnica para obtener y trabajar el hierro. Este metal se popularizó como el mejor material para fabricar herramientas, armas, armaduras y utensilios, por lo que desplazó gradualmente al bronce.

La Edad del Hierro trajo consigo importantes cambios culturales y sociales, como fueron:

• La masificación y producción a gran escala de armamento debido a la explotación masiva del hierro, lo que reforzó el poder de los grandes ejércitos y, al mismo tiempo, permitió el surgimiento de insurgencias armadas que cambiaron para siempre el rostro de Europa y de otras partes del mundo.
• La invasión de buena parte de Europa por los pueblos celtas, grupos guerreros equipados con armas de hierro, que llegaron incluso a la península ibérica, donde algunos se integraron con poblaciones iberas y dieron origen al pueblo celtíbero, que influyó en la posterior cultura española.
• La generalización de la necesidad de fortificarse, que llevó a la construcción de pueblos y recintos fortificados (como los castros de la península ibérica) que precedieron en varios siglos a las fortalezas y castillos de la Edad Media. Esto se debió a que fue una época de conflictos y violencia debido a las migraciones e invasiones de diversas poblaciones y a la crisis de antiguos imperios y civilizaciones.
• La obtención de poder militar por parte de pueblos como los bantúes del África subsahariana, que debido a la tecnología del hierro pudieron expandirse y dominar grandes extensiones de tierra en el sur de África y experimentar un importante desarrollo económico.
• La fabricación de herramientas de mayor durabilidad y complejidad que las realizadas con bronce, gracias a las propiedades del hierro, que favorecieron un mayor desarrollo en las técnicas agrícolas y artesanales.
• La aparición de importantes cambios religiosos y culturales, fruto de la conquista de unos pueblos por otros, de la interacción entre culturas y de las nuevas tecnologías nacidas de la metalurgia del hierro, si bien también hubo aspectos de continuidad o similitudes con las sociedades de la Edad del Bronce.

Fin de la Edad del Hierro

Frecuentemente, se considera la aparición de la escritura en Europa como el evento que marcó el fin de la Edad de Hierro en ese continente, lo que habría dado inicio a la historia y dejado atrás la prehistoria de los pueblos europeos. Si bien la escritura Lineal B de la civilización micénica fue anterior, se tomó como punto de referencia la creación del alfabeto griego en el siglo VIII a. C. y el posterior desarrollo del alfabeto latino, que se difundió con la conquista romana.

Sin embargo, en muchas otras regiones existían pueblos que ya habían desarrollado sistemas de escritura mucho tiempo antes, como el Oriente Próximo y China, de modo que los límites son inciertos y los criterios varían para cada región. Es común emplear la fecha aproximada de los años 800-700 a. C. para marcar el fin de la Edad del Hierro en parte de la Europa mediterránea y el 550 a. C. para el Oriente Próximo. En otras regiones, el final se marca mucho tiempo después.

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Referencias

• Barzun, J. et al. (2023). The Metal Ages (history of Europe). Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
• Britannica, Encyclopaedia (2023). Iron Age. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
• Eiroa, J. J. (1996). La Prehistoria II. La Edad de los Metales. Akal.